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Febrero puede ser un mes determinante para la 4T local y nacionalmente.
En Puebla, el gobierno del estado tendrá una prueba de fuego porque se cumple el plazo el próximo miércoles 12 para que el transporte público cumpla sus compromisos o les retiren la autorización para prestar el servicio.
Los concesionarios deben tener renovadas sus unidades con la implementación de los equipos de seguridad en todas ellas, según convinieron con la autoridad al aprobarles un aumento de dos pesos y 2.50 al pasaje.
Empieza la revista el jueves y las autoridades estatales han dejado en claro que pueden llegar al retiro definitivo de las concesiones. Los transportistas no cumplirán.
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Nacionalmente, en febrero reaparecerá un movimiento social contra la gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador, no son fifis ni conservadores sino pueblos indígenas, los más pobres de la estructura social del país.
El Ejercicio Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) anunció que todo está listo para llevar a cabo la caravana para trasladarse a la Ciudad de México. Participaran en una megamarcha contra los megaproyectos del gobierno federal, en defensa del territorio y de la madre tierra.
El subcomandante Galeano convocó a los pueblos indígenas, al público en general y a diferentes organizaciones, a unirse a la marcha con destino a la capital de la República, para participar en la manifestación programada para el próximo 22 de febrero.
El jefe guerrillero informó que la salida en Los Caracoles, iniciará a partir de la 8:00 de la mañana del 15 de febrero en los municipios chiapanecos de Ocosingo, Altamirano, Las Margaritas, Palenque, San Cristóbal de Las Casas, San Andrés Larrainzar, y en otros donde hay simpatizantes del EZLN.
Pasará por Puebla y se sumarán etnias, tanto de las sierras del norte de la entidad, como del sur y notablemente los de Juan C. Bonilla. Esta megamanifestación puede ser un polo de atracción para los opositores al presidente y no son fifis ni conservadores, sino los más jodidos de México.