Pronunciamiento CRIC sobre paro armado y amenazas
Los 10 pueblos indígenas del Cauca integrantes del Consejo Regional Indígena del Cauca CRIC, con el direccionamiento de los planes y mandatos de vida, rechazamos rotunda y enérgicamente los hechos ocurridos en los últimos días, tales como la publicación de panfletos, amenazas, señalamientos a nuestra guardia indígena, comuneros y autoridades, y, finalmente, con la declaratoria de un paro armado de tres días en toda Colombia a partir del 14 de febrero, con mención específica para el Cauca (paro declarado por el ELN al cual se han unido grupos residuales de las FARC que, no obstante circular un comunicado donde dicen no hacer parte del mismo, están intimidando en los distintos territorios para que la gente no salga de sus casas).
Luego de las expresiones masivas de la población, desde sectores urbanos y rurales del país, en favor de la solución política dialogada del conflicto armado y del cumplimiento del acuerdo de paz con las FARC, debió haberle quedado claro a los grupos armados que el escenario de guerra constituido desde actores que pretenden representar al pueblo y sus intereses (ya sea desde el Estado, ya sea desde la insurgencia) no tiene ninguna justificación; por el contrario generan un rechazo total.
Las movilizaciones que se presentan desde el 25 de Noviembre pasado (que se articulan y dan fuerza a las luchas que venimos haciendo distintos sectores del pueblo colombiano), muestran una sociedad civil indignada que cuestiona a quienes pretenden usufructuar la representación de las mayorías, tales como los grupos armados ilegales y el Estado, los cuales justifican toda clase de crímenes de guerra, en nombre de los intereses populares y de la Nación. Estas nuevas formas de expresión social son la muestra del gran descontento e indignación con las condiciones de inequidad, despilfarro, corrupción, explotación inmisericorde de la naturaleza y desprecio hacia quienes no cuentan con poder económico o político; a la vez son resultado del escenario generado por el acuerdo de paz constituido por la esperanza de poder construir, ahora sí, un país en donde quepamos todos y todas con nuestros derechos y diversidades, respetuoso de la madre tierra, con vida digna para quienes hacemos parte de él.
En ese escenario de construcción de una nueva sociedad no cabe el confinamiento de las comunidades, el reclutamiento de niños y niñas, la instalación de minas antipersonales sobre los territorios, el amedrentamiento de la población, los crímenes de guerra, la imposición desde las armas, el irrespeto a las autoridades de las comunidades, al control territorial y a la guardia indígena. Lo que en ese tiempo y país se requiere es continuar el desescalamiento del conflicto armado que se inicio con el acuerdo de paz con las FARC, que permita la participación decisoria de los colombianos y colombianas en las transformaciones necesarias.
No lograran amedrentarnos. En el marco del de la autonomía y el control territorial los pueblos indígenas seguiremos enmarcando el proceso de los planes de vida, alrededor de los principios: Unidad, Tierra, Cultura y Autonomía, son estos el pilar fundamental sobre el cual nos hemos movido desde ayer, hoy y siempre.
CUENTEN CON NOSOTROS PARA LA PAZ, NUNCA PARA LA GUERRA.
CONSEJO REGIONAL INDÍGENA DEL CAUCA. 13 DE FEBRERO DE 2020.