No ir a las urnas es dar pasos hacia el autogobierno

Dirigente kurdo (una de las naciones oprimidas por el estado persa de Irán): “No ir a las urnas es dar pasos hacia el autogobierno. El pueblo decidirá esto. Los movimientos revolucionarios deben liderar esto. No deben dejar al pueblo solo. La oposición debe actuar conjuntamente.”



KODAR llama a boicotear las elecciones iraníes

El miembro de la Coordinación de KODAR Ehven Çiyako dijo que las elecciones en Irán deben ser boicoteadas, de lo contrario el régimen se legitimará. Çiyako instó a la oposición a actuar conjuntamente.

Quedan pocos días para las elecciones parlamentarias en Irán, previstas para el 21 de febrero. Todos los partidos, organizaciones y movimientos de la oposición en Irán hicieron un llamamiento al pueblo para boicotear las elecciones. La Sociedad Democrática y Libre del Kurdistán Oriental (KODAR) y el Partido de la Vida Libre del Kurdistán (PJAK) se encuentran entre los que piden el boicot.

No democrático

El miembro de la coordinación de KODAR Ehven Çiyako declaró que quieren que el pueblo boicotee las elecciones porque no son democráticas.

“Hay un régimen totalitario y autocrático en Irán. Y las elecciones no son democráticas”, dijo Çiyako.

Llamando a un boicot, Çiyako señaló: “Las elecciones son un juego de poder. Deben ser boicoteadas porque no le darán nada al pueblo. La gente no debería ir a las urnas. Deberían boicotear las urnas y trabajar para convencer a la gente de que evite ir a las urnas. El régimen quiere legitimarse ante la opinión internacional mostrando la tasa de participación en las elecciones”.

Indicando que la oposición tiene el deber de actuar conjuntamente, el miembro de KODAR Ehven Çiyako dijo: “No ir a las urnas es dar pasos hacia el autogobierno. El pueblo decidirá esto. Los movimientos revolucionarios deben liderar esto. No deben dejar al pueblo solo. La oposición debe actuar conjuntamente.”

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Hartos del régimen, muchos iraníes planean boicotear las elecciones del viernes

Descontentos con la recesión y la falta de libertades, piensan abstenerse de los comicios legislativos. Numerosos precandidatos reformistas quedaron excluidos del proceso, por lo que la disputa será mayormente entre conservadores y ultraconservadores

 

Una parte importante de la ciudadanía iraní se abstendrá en las elecciones legislativas del viernes para demostrar su hartazgo con las autoridades que no han logrado aliviar las dificultades económicas del país, agravadas por las sanciones estadounidenses.

“Hoy en Irán es difícil para todo el mundo y estamos hartos. Queremos enviar un mensaje a las autoridades”, dice enfadada Pari, una ciudadana de Teherán, de 62 años, bajo la mirada aprobadora de su hija Kiana, de 30 años, una psicóloga que también va a abstenerse.

Casi dos años después del anuncio de Washington del restablecimiento de las sanciones económicas, la esperanza de que el acuerdo nuclear de 2015 negociado por la administración del presidente Hasan Rohani mejorara la situación se evaporó y el país se hunde en la recesión.

No hay trabajo ni futuro”, dice Kiana, con sus cabellos negros escapándose del velo, en un barrio comercial de clase alta en el norte de la capital. Incluso aquí las desigualdades saltan a la vista. Elegantes mujeres al volante de sus 4×4 conviven con vendedores callejeros mugrientos con sus mercaderías en el suelo.

Kiana reprocha a las autoridades no solo su incapacidad para relanzar la economía del país y “cumplir las promesas” sino también la “falta de honestidad”, y recuerda que las autoridades tardaron tres días en reconocer que un misil iraní derribó “por error” un avión de línea ucraniano a principios de enero.

 

Reelegido en 2017, Rohani, un conservador moderado, prometió más libertades sociales e individuales y prometió a los iraníes que se beneficiarían de su política de acercamiento a Occidente.

Estrecheces

Pero los habitantes de Teherán confiesan las estrecheces que han traído la inflación y la violenta recesión económica que siguió al restablecimiento de sanciones estadounidenses en 2018. Para Pari, el “gobierno debería haber gestionado mejor el impacto de las sanciones”.

Más hacia el sur de la ciudad, en el bazar de Teherán, Amir Mohtasham, de 38 años, desempleado desde hace dos años, dice que no sabe casi nada del programa de los candidatos, la mayoría del campo conservador o ultraconservador. “Si nadie presenta sus proyectos o su programa, ¿para qué votar?”, se pregunta.

Estas elecciones son inútiles (…) no confío ni en los conservadores ni en los reformadores. ¡Simplemente se limitan a instalar las urnas y quieren que la gente vote!”, se desespera.