Venezuela: Pobladores de Cumanacoa y Araya en el estado de Sucre, salen a protesta por el hambre

Falta de alimentos sería el detonante principal de las protestas en Cumanacoa.
Estos sucesos se dan casi en secuencia con los hechos acontecidos en Araya, también en el estado Sucre, donde los pescadores y pobladores salieron a protestar en las calles el día lunes, por estar privados de combustible para las lanchas y sus labores de pesca y también exigiendo comida. El malestar aumentó cuando se supo de presuntas actuaciones policiales al día siguiente, para intentar la detención de supuestos lideres sociales de las protestas.
Solicitamos que nos hagan llegar links y videos de las movilizaciones.
En algunos videos tomados por participantes o testigos y posteriormente publicados, pueden verse en pleno desarrollo las movilizaciones callejeras y actos masivos de saqueo a algunos comercios. También puede escucharse claramente que desde las concentraciones gritan: “¡tenemos hambre!”.



Hace dos días hubo manifestaciones en Araya por combustible

Falta de alimentos sería el detonante principal de las protestas en Cumanacoa, estado Sucre


 

Población de Cumanacoa se moviliza en busca de alimentos, inaccesibles por la hiperinflación y bajísimos ingresos



A través de distintas redes sociales, entre ellas Twitter y grupos de WhatsApp, continúa circulando información sobre los acontecimientos que han venido ocurriendo este miércoles 22 de abril en Cumanacoa, estado Sucre.

Estos sucesos se dan casi en secuencia con los hechos acontecidos en Araya, también en el estado Sucre, donde los pescadores y pobladores salieron a protestar en las calles el día lunes, por estar privados de combustible para las lanchas y sus labores de pesca y también exigiendo comida. El malestar aumentó cuando se supo de presuntas actuaciones policiales al día siguiente, para intentar la detención de supuestos lideres sociales de las protestas.

En algunos videos tomados por participantes o testigos y posteriormente publicados, pueden verse en pleno desarrollo las movilizaciones callejeras y actos masivos de saqueo a algunos comercios. También puede escucharse claramente que desde las concentraciones gritan: “¡tenemos hambre!”.

Las revueltas en Cumanacoa sucedieron desde horas del mediodía y trascendió, como una de las principales razones o ingredientes de molestia popular, el hecho de que no se hubiese realizado la esperada distribución de las cajas de alimento de los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (Clap).

Esto último, “combinado con los altos precios de los productos que se venden en los negocios privados, más la falta de respuestas efectivas de las autoridades gubernamentales de la zona para la entrega de los Clap, fue un factor disparador del estallido colectivo de la gente, que salió de manera multitudinaria a la calle y se volcó a saquear los establecimientos bien surtidos”, aseguró una fuente vía telefónica, quien pidió no revelar su identidad por motivos de seguridad.

 

Hasta los momentos se habla de un saldo de siete heridos y estaría por confirmarse el presunto fallecimiento de una persona a consecuencia de disparos atribuidos por los uniformados, a pesar de que muchos se limitaban a observar y no se atrevían a intervenir, de acuerdo con lo mostrado por los videos circulantes. Al parecer los heridos no se quieren trasladar a ningún centro de salud por temor a ser detenidos.

Un comerciante de la zona señaló que los disturbios comenzaron en el momento en que los manifestantes se enteraron del primer incremento del día del “dólar paralelo”. La divisa estadounidense cerró este miércoles en 190 mil bolívares.

Con un salario mínimo que no permite adquirir más que unos cuantos panes al mes a cada familia, la situación se ha vuelto desesperante y la población no encuentra alternativas para sostenerse, en vista de que la pandemia y la cuarentena obligan a restringir las actividades económicas informales o por cuenta propia, y que la falta de combustible paraliza a quienes necesitan trasladarse para realizar sus trabajos, así como ocurrió con los pescadores de Araya que no podían ir a pescar en las lanchas o con los campesinos impedidos de poner en funcionamiento ciertos equipos de trabajo.

Todo ello se agrava con los caídas de la electricidad, las interrupciones del servicio de agua e incluso la carencia de bombonas de gas para cocinar. Es fácil concluir que sin un rápido plan de emergencia en función de los requerimientos más elementales del pueblo, situaciones como las presentadas en Araya y Cumanacoa también pudieran “viralizarse” en la coyuntura actual.