Estas son las razones por las que debemos oponernos a la Cuarentena General

La ilusión de la Cuarentena General es que todos nos metemos en pijama en la casa, pasamos tiempo con la familia y nos lavamos las manos todo el tiempo mientras dejamos que el virus se muera: hasta agosto dicen algunos o más tiempo. Luego saldremos, como los animales del Arca de Noé, a un nuevo mundo donde ya no se puede abrazar o dar la mano, las citas son online y los niños se fabrican in vitro…



Estas son las razones por las que debemos oponernos a la Cuarentena General
 
Por Jeudiel Martínez UNINOMADE  SUR 22 abril 2020

Posta Porteña 24.ABR.20

La ilusión  de la Cuarentena General es que todos nos metemos en pijama en la casa, pasamos tiempo con la familia y nos lavamos las manos todo el tiempo mientras dejamos que el virus se muera: hasta agosto dicen algunos o más tiempo. Luego saldremos, como los animales del Arca de Noé, a un nuevo mundo donde ya no se puede abrazar o dar la mano, las citas son online y los niños se fabrican in vitro…

Es el fetichismo en el poder del confinamiento que no es menor que el fetichismo de Trump o Bolsonaro con la hidroxicloroquina, pero también es la convicción de que, colectivamente,  no podemos hacer otra cosa que escondernos debajo de la mesa hasta que pase el diluvio. El “bravo nuevo mundo” que nos anuncia una nueva raza de profetas no está hecho de posibilidades sino de inhibiciones, limitaciones y tristezas.

 En torno de aquella ilusión y de esta profecía ha nacido algo que podríamos llamar “cuarentenismo” una moral basada en la fe absoluta en el confinamiento y en la certeza de que quienes no lo defienden son irresponsables o partidarios de la muerte. 

Pero qué pasa si el cuarentenismo es la ilusión de los que tienen la opción de confinarse?

Qué pasa si la cuarentena indefinida es imposible para buena parte, si no la mayoría, de la población mundial?:

Qué pasa con los que no pueden quedarse en casa por razones económicas o no tienen un espacio adecuado para hacerlo??

Qué ocurre si el confinamiento general, no es suficiente para contener el virus?

Qué pasa si  en varios países no ha sido necesario para derrotarlo?

Qué pasa si la cuarentena general es imposible, inefectiva e indeseable??

Y para creer todo esto tenemos buenas razones.

Las razones

1. LA CUARENTENA GENERAL NO ES LO QUE ESTÁ CONTENIENDO LA EPIDEMIA

Suecia, Hong-Kong, Taiwán, Alemania, Singapur y  Japón han contenido la epidemia sin cuarentena general, sola con la detección y aislamiento sistemático de los contagiados.Nueva Zelanda tiene una cuarentena severísima pero ENFATIZA EL AISLAMIENTO DE CASOS Y LA CUARENTENA DE CONTACTOS PARA ‘ELIMINAR’ LAS CADENAS DE TRANSMISIÓN”  algo parecido a lo hecho en China.

Lo que tienen en común los países que contuvieron la epidemia, hayan impuesto o no una cuarentena general, es la aplicación de test masivos, la detección sistemática de los contagiados  y de los que han tenido contacto con ellos seguida de  su aislamiento total.

Como la clave no está en la reclusión forzada de la población no debe extrañar que en Alemania y Nueva Zelanda se deje que la gente salga a hacer ejercicio y en Japón, donde recientemente se declaró la emergencia, el primer ministro ha dicho que “aunque declaremos el estado de emergencia, NO CERRAREMOS CIUDADES COMO SE VE EN OTROS PAÍSES. Los expertos nos han dicho que no hay necesidad de tal paso“.

2. EN LA CUARENTENA GENERAL EL CONTAGIO NO SE DETIENE, CONTINUA DENTRO DE LAS CASAS ( Y AHÍ ES TODAVÍA PEOR)

¿Alguien se plantea el problema de por qué, A PESAR DE TODAS ESTAS MEDIDAS RESTRICTIVAS, SEGUIMOS VIENDO INFECCIONES? ¿si toda esta gente que está enferma en casa está infectando a otros miembros de su familia? le dijo a Al Jazeera el micro-biólogo italiano Andrea Crisanti, miembro del Imperial College.

En la misma entrevista  agregó : “en lugar de decir a las personas con síntomas leves que se aislaran en casa, las autoridades DEBERÍAN HABER ESTABLECIDO CENTROS PARA SEPARARLAS DE SUS FAMILIAS, como se hizo en China, donde la epidemia se originó en diciembre”.  

En efecto para hoy,  13 de Abril, Italia está estancada en una meseta de unos 4000 casos nuevos al día. A diferencia de China, Nueva Zelanda, Singapur, Corea, etc. donde el contagio disminuyó dramáticamente en Italia  la tasa de contagio se mantiene estable.  Por contraste en  el pequeño pueblo de  Vo’ Euganeo Crisanti logró que las autoridades aplicaran otra estrategia: le hizo test a todos los habitantes, aisló a todos los contagiados, y erradicó la enfermedad en un par de semanas.

Sergio Romana, el maestro de Crisanti ,  comparte con su alumno la impresión de que en Vo Euganeo “FUE EL AISLAMIENTO DE LOS ASINTOMÁTICOS POSITIVOS lo que frenó la epidemia”  pero agrega algo inquietante:  “creemos que CUANDO EL VIRUS CIRCULA MUCHAS VECES POR EL MISMO AMBIENTE, POTENCIA SU ACCIÓN...” 

En pocas palabras: sin una estrategia para detectar los infectados dentro de las casas la Cuarentena General solo reemplaza el contagio puertas afuera en uno puertas adentro, más reducido , pero persistente y más potente y dañino. 

Recientemente estudios en China mostraron que el virus se esparce hasta 4 metros al lado de los contagiados…es fácil imaginarse el efecto que un contagiado asintomático tiene sobre sus parientes a lo largo de los días…

3. La Cuarentena General no es para todos incluso si quieren hacerla. 

Millones de personas no pueden confinarse sea porque tienen que salir a trabajar, sea porque no tienen el espacio para hacerlo: “La idea es que todos tengamos una casa individual, un poco burguesa, en la que podamos refugiarnos cuando haya una pandemia o un desastre natural” (…) “pero lo que veo en los barrios pobres no es para nada eso. Existe una realidad rodeada de condiciones insalubres, pero no solo eso. EN ESTE TIPO DE BARRIOS, HAY CASAS EN LAS QUE VIVEN CUATRO O CINCO PERSONAS POR HABITACIÓN, POR EJEMPLO

Esto es lo que dice el sociólogo Hamza Esmili sobre los banlieue los suburbios franceses 

Ahora hagamos un ejercicio  e imaginemos  el alcance del contagio puertas adentro en las favelas, barrios  y “villas” de América Latina  donde las condiciones sanitarias son todavía peores que las de cualquier barriada europea:   hectáreas de casas apenas separadas,  llenas de familias que comparten el mismo espacio muchas veces sin agua corriente.  Si todavía falta bastante para que se agote la capacidad del virus de seguir contagiando en las bien urbanizadas Italia y España, cuándo se agotará   en los titánicos complejos de favelas de Río y São Paulo o incluso en los de Antímano y  Petare en Venezuela??.

Además ningún estado latinoamericano (o del mundo) tiene la capacidad de mantener  el confinamiento en esas inmensas barriadas populares  (y por eso los poderes establecidos de la favela están intentando sus propias regulaciones más inteligentes que las de los gobiernos).

Pero incluso si, invocando algún poder milagroso,  los gobiernos lograrán confinar millones de favelados y precarios y, por otro a milagro todavía más grande aún, ellos no se siguieran contagiando en el encierro: qué sería de la vida de esas personas durante esos largos, larguísimos meses? que comerían, de que vivirían??.

4. LA CUARENTENA GENERAL EXACERBA LAS DESIGUALDADES 

Pero la vivienda  no es la única razón por la que  el lockdown  solo abarca a una parte de la población. Hay otro problema:  los que prestan los “servicios esenciales” no son grupos reducidos,  son millones,  no solo se trata de  los trabajadores de la circulación y los servicios públicos sino los agricultores, obreros, etc., que siguen sometidos al riesgo del contagio.

Los pobres quedan divididos por la Cuarentena General entre trabajadores autónomos que se quedan sin ingresos y empleados precarios que siguen expuestos al virus.  De hecho hay  segmentos de la población que tienen que estar expuestos para que otras puedan resguardarse -y no se trata solo de los trabajadores sanitarios.

Que no toda la población puede estar en cuarentena y que toda la que está en cuarentena no está protegida contra el contagio es la muestra más clara de las limitaciones de la Cuarentena General.

Pero el problema no es solo ese sino el daño masivo que el confinamiento forzado es capaz de hacer…

5. EN EL TERCER MUNDO LA CUARENTENA GENERAL ES COMO UN ARMA DE DESTRUCCIÓN MASIVA

Para los más pobres un lockdown es devastador instantáneamente y  solo es cuestión de semanas o meses para que esa bomba caiga sobre la clase media.  En realidad la gran masa de la población está aprisionada entre el contagio y el  hambre.  En América Latina la mayoría de los trabajadores son autónomos, precarios o trabajan en el sector servicios y no tienen reservas para más de una semana. En general los migrantes de todo tipo son las primeras víctimas de la cuarentena como los hindúes y los venezolanos expulsados de sus viviendas por no poder pagar alquiler  y porque, con las calles vacías, no pueden hacer dinero.

Los gobiernos parecen tomar las medidas improvisadamente, imponiendo la cuarentena antes de saber qué hacer: Maduro decretó un paquete de medidas que no puede cumplir pues la economía venezolana está arruinada  y Alberto Fernández algunas bastante insuficientes o problemáticas. En Colombia no se ha hecho casi nada y en América Latina muchos países son gobiernos regionales, locales u organizaciones civiles o comunitarias las que tratan de contener el desastre repartiendo alimentos.

Dado el tamaño de la población pobre y precaria haría falta una política muy bien pensada para acompañar una Cuarentena General y nadie en América Latina parece tenerla.

6. ES UNA AMENAZA CONTRA  LAS LIBERTADES

El gobierno de Venezuela anuncia que la gasolina está racionada por tiempo indefinido, Orbán acaba con los restos del estado de derecho en Hungría, y Duterte decreta la muerte para el que viola la cuarentena.  Los cuarentenistas denuncian, con razón, el negacionismo de Trump y Bolsonaro pero frecuentemente olvidan mencionar que muchos gobiernos, todavía más autoritarios que esos, han visto en la cuarentena  la clave no sólo para permanecer en el poder por tiempo indefinido sino para tomar  un control total o casi total sobre la vida de la población.

En este momento Venezuela, un caso extremo, no se diferencia mucho de Corea del Norte y no está claro cuándo será levantada la cuarentena pues el propósito de la misma es racionar la gasolina y restringir los movimientos de la población. Que el que es probablemente el gobierno más necropolíticodel mundo (es decir que se beneficia de dejar morir o exponer a la muerte a la población)  sea radicalmente cuarentenista es algo que se ha discutido muy poco…

Otro aspecto sistemáticamente ignorado por los cuarentenistas es el enorme poder que policías y militares adquieren con la Cuarentena: en la India palizas y en Venezuela le entregó a la siniestra Guardia Nacional el control total de la gasolina. Además la policía tiene la autoridad de encarcelar al que no lleve máscaras. En todo el Sur Global la cuarentena trajo un aumento de la brutalidad policial .

Pero, en realidad,  el encerrar a la población en países como estos es tan  difícil de lograr y tan dañino cuando se logra que, en la práctica, la cuarentena muchas veces es relajada  o ignorada: Alberto Fernández anunció flexibilizaciones de la cuarentena y en Venezuela muchas veces  no se cumple. Algunos medios hablan de una situación caótica en Manila.  Parece que, incapaces de concebir o de aplicar medidas coherentes, muchos países van a aprisionar a la población entre órdenes contradictorias y, en general, entre los males de la cuarentena y los del contagio.

Memorias del Tercermundismo.

Alberto Fernández resumió muy bien la posición cuarentenista:  el contagio masivo “va a ocurrir” pero “Si nos quedamos en casa va a ser más lento” y: Cuanto más lento sea el contagio, más posibilidades de atención a la gente y menos posibilidades de que el virus mate” .

Este es el estándar de la posición cuarententista, completamente reactiva, y opuesta a la proactiva de los países que han  buscado formas o de suprimir la curva de contagio radicalmente o trabajando activamente para achatarla lo más rápido posible.

Pero, nos dicen, eso no es lo que nos toca a nosotros: esto no es Singapur ni Corea, ni Alemania ni Nueva Zelanda, a nosotros, sudamericanos, la cuarentena es lo que nos toca.

“es lo que nos toca” tiene una larga historia en el esperpento latinoamericano: nos tocaban dictaduras militares porque no estamos listos para las elecciones, nos tocaban gendarmes necesarios para protegernos de nuestros propios impulsos raciales….nos tocaban periodos especiales y dictaduras de partido por el cerco imperialista y  resignarnos a “democracias imperfectas” (corruptas y elitistas) para no retroceder a las dictaduras

Ahora nos dicen que una lucha pro-activa y efectiva contra el corona virus tampoco nos toca porque no somos coreanos…en fin, siempre se nos pide paciencia  para lo menos malo en medio de una lenta transición a lo bueno.

En esa perspectiva, derechos humanos, presidentes que no sean saqueadores y policías que no sean ladrones y asesinos entran en el terreno de lo utópico porque no somos Suizos, Suecos o Coreanos.

En realidad las elecciones, los sindicatos, los derechos laborales y las libertades básicas nos tocaron gracias a la gente que no aceptó que esas cosas estuvieran fuera de nuestro alcance… y eso aplica también para la lucha contra esta  pandemia  (y todas las que China seguirá disparándonos en los próximos años).

Como hemos visto, combatir el Corona virus no tiene nada que ver con aplicar una cuarentena general y el encierro forzado de toda la población, un encierro  a la vez imposible, inútil e indeseable que mientras más tiempo se trate de mantener será más desastroso.

El problema no son las normas de distanciamiento social, la prohibición de eventos deportivos y conciertos o incluso la disminución de la actividad económica: todo esto es necesario para eliminar las aglomeraciones. El problema, como señalan repetidamente epidemiólogos chinos e italianos es aplicar una política pro-activa de detectar los contagiados y aislarlos…en ese contexto si se puede esperar a que aparezca, primero algún fármaco que combata al virus y luego una vacuna.

Pero la condición de eso sería la aplicación del test masivo que es muy raro en América Latina y todo el Tercer Mundo.

Las razones no son solo materiales, de falta de equipos: hay resistencia de doctores que todavía creen que es una herramienta clínica y no de seguridad, burocracias sanitarias  y pura y llana incomprensión de su importancia pese a que expertos chinos, que combatieron el virus en Wuhan, han dicho claramente que :

«SI UN PAÍS PRIORIZA A LOS PACIENTES GRAVES EN LAS PRUEBAS Y TRATAMIENTO, SU TASA DE LETALIDAD SERÁ MÁS ALTA. En un país donde las pruebas son más comunes y hay muchos pacientes leves detectados y puestos bajo cuarentena, LA TASA SERÁ MÁS BAJA»

Así o más claro??

Un cuarentenista más sutil podría decir que el “quédate en casa” es una “idea reguladora” o un estándar, es decir, todo el mundo no va a hacerlo pero la idea es que la mayor cantidad posible lo haga…en realidad incluso como idea reguladora el Cuarentenismo es deficiente porque no separa contagiados y saludables. 

 “Máximo de circulación con el mínimo de aglomeración” o “Detectar el máximo de contagiados, aislar al máximo de detectados” serian estándares o ideas mucho mejores pues derivan de experiencias exitosas.

Entonces, es falso que en América Latina no se pueda hacer otra cosa que encerrar a la gente en la casa, lavarse las manos, y declara enemigo público número uno al que sale a estirar las piernas:  de hecho la mayoría de los países del continente tienen todavía alguna capacidad de actuar decisivamente en tres áreas:

1. Implementando progresivamente los test masivos, no solo para tener una imagen del contagio y su evolución sino para que cada quien pueda tomar las medidas necesarias (no solo aislarse en su casa sino de sus familiares, por ejemplo). especialmente necesario es ir  a las zonas más pobres y vulnerables y aplicarlo masivamente eligiendo algún método de muestreo.

2. Crear la infraestructura sanitaria para que los contagiados, incluso los asintomáticos,  puedan confinarse sin esparcir el virus, eso incluye entrar activamente en favelas y barriadas no solo a hacer test y sacar a los contagiados sino a llevar agua e infraestructura sanitaria.

3. Tomar decisivamente medidas económicas, especialmente a. Una renta básica para la mayoría de la población que equivalga a un salario mínimo b. Subsidio de alquileres y servicios públicos c. producción local de insumos y equipos sanitarios.

Es cierto que todo esto es difícil y que hay grandes obstáculos -incluidas nuevas formas de rapiña y piratería que hacen difícil adquirir insumos sanitarios- pero es falso que no se pueda hacer nada, por ejemplo:

·   En periodos de contracción en que la circulación de dinero ha disminuido  medidas de expansión controlada del gasto que aumentan  la circulación de dinero no generan inflación,

·   Se pueden empezar a aplicar progresivamente  más test y chequeos  mientras se construyen infraestructuras para la cuarentena (hoteles y posadas podrían ser usados si son adaptados adecuadamente dándole un impulso al empleo)

·   Los gobiernos pueden combinarse con los grupos de profesionales y las comunidades populares que se están organizando para combatir el virus.

En general es necesaria una actitud mucho más pro-activa en la salud pública. La salud, como todos los servicios públicos, no son gastos sino producción. Y la producción de salud debe  llegar a donde no ha estado nunca antes. Esa era la virtud de las Misiones Sociales de Chávez, virtud  que es independiente de que fueran usadas para el  clientelismo y el control social o de que se usara la salud preventiva como muleta para un sistema de salud decadente y quebrado en vez de renovarlo.

Nada impide que se hagan experiencias parecidas sacando el componente clientelar y caudillista y fortaleciendo áreas en que las Misiones siempre fueron muy débiles (tecnología, comunicaciones, etc.)

Pero el cuarentenismo que espera que el virus desaparezca si la gente se mete en su casa y se lava las manos no es más que la continuación de una lógica sanitaria, “biopolítica” que ya era reactiva: no llevar la salud, hacerla fluir sino esperar a la enfermedad para contenerla (cuando se puede) pero no se le puede apostar al “quédate en casa” la lucha contra el corona virus mientras se mata de hambre los pobres, los precarios y los inmigrantes: no solo tenemos derecho a saber si estamos contagiados y a poder aislarnos sin perjudicar a nadie en condiciones sanitarias sino que ningún gobierno tiene derecho a decirle “quédate en casa” a una persona que no tiene dinero para comer o pagar el alquiler…

No olvidemos que tanto los que niegan la epidemia como los que imponen las cuarentenas no pasan hambre e, incluso si el virus los alcanza, siempre tienen siempre trato preferencial: el virus es democrático pero nuestro mundo no lo es, no todavía.

Entre tanto:    ‘Tem que se mover, não pode ficar sentado