Hermanas, hermanos

Somos el proceso de liberación de la Madre Tierra
del norte del Cauca, en Colombia, pueblo nasa.

Como la gente en las ciudades estalló
se alzó en rabia buscando vivir
y el levantamiento del hambre crece día a día
y lo que hace el monstruo es estorbar el paso
y al hambre responde con gases y balas
hemos resuelto llegar a Cali
con la Tercera Marcha de la Comida.

No somos el estado, no somos una oenegé
no somos parte de un decreto
no buscamos un voto ni una candidatura,
somos comunidades como ustedes
gente como ustedes
que sufrimos o gozamos
somos gente que no nos dejamos de este porquería sistema
y le damos la pelea de frente
nos metimos a los cañaduzales de la parte plana
del norte del Cauca hace cinco años
a cortar la caña, a sembrar comida
a ver crecer el monte
a ver el retorno de la vida silvestre.

Acá, para nosotras y nosotros
ni el confinamiento, ni el hambre
ni los virus son algo nuevo,
llevamos cinco siglos
soportando enfermedades traídas
que arrasaron con nuestro pueblo nasa
somos el resto
sobrevivientes de los virus y las guerras
llevamos tres siglos enjaulados
en rincones llamados resguardos
mientras en la tierra plana la agroindustria
colma de privilegios la caña de azúcar
hemos soportado largos periodos de hambruna
mientras los ricos en la ciudad
viven en medio del derroche
y nos tiran migajas y dicen
ahí están sus derechos.

Por estos días de pandemia
hemos visto que el papel del estado
el papel estelar
es estorbar a la gente de la salud
que lucha contra el bicho.

Ya lo habrían derrotado pero no,
tenían que atravesarsen duque
los decretos, las medidas
la burocracia, los políticos
los tecnócratas, la corrupción
los bancos, la policía.

Por eso mejor le diremos
el Estorbo Colombiano.

Resulta que el Estorbo Colombiano
y el monstruo capitalista amangualados
aprovecharon la pandemia
para aquietar las luchas
para mandar a la gente a arrinconarse en su casa
a morir de hambre
mientras tramitan decretos
normas en favor de los ricos
ajustan toda la tornillería
de la estructura mundial
para quedarse con todo
para abrir las fronteras
a las corporaciones
para que lleguen a los territorios a raspar la olla
a calentar más el planeta
a acabar con la vida que queda.

¿Y vamos a dejarnos morir de hambre
cuando las grandes bodegas, los megamercados
están repletos de comida?

¿Y vamos a vivir esclavos de por vida
si cuando saboreamos la libertad
se nos pega el vicio andar libres como los pájaritos?

Nuestro sencillo aporte este tiempo
ha sido no quedarnos quietos
seguimos nuestra alegre lucha
de liberar la Madre Tierra
seguimos posesionados en 12 fincas
donde ya no hay caña o hay muy poca
y en cambio hay comida, monte, animales.

Y aparece en escena en su papel estelar
charáaaan
el Estorbo Colombiano.

Estábamos liberando en Chimán
una finca gigante llena de caña
estábamos cortando caña y sembrando comida
y llegó el esmad, el ejército
con gases y balas.

El ejército nos disparó cobardemente
atrincherado en la casa hacienda, nada nuevo.

Cuando nuestros mayores recuperaron las tierras
en los años setenta y ochenta del siglo veinte
su primera acción fue echar al suelo la casa hacienda
porque la policía la usaba como cuartel general
contra nuestra lucha.

Ahora Asocaña le pide al Estorbo Colombiano
que ponga orden y se haga sentir
mano dura contra la liberación de la Madre Tierra.

Y así fue
en el último mes crecen los ataques
hay combates entre ejército y guerrillas
en las fincas que estamos liberando
estallan bombas en nuestras aldeas de liberación
-el posconflicto se instala en todo el norte del Cauca-
capturan, torturan, y judicializan liberadores
destruyen los cercos para pastoreo de animales
fumigan con veneno nuestros huertos
ofrecen recompensa por asesinar liberadores
y lanzan una propuesta de negociación,
firmen.

Nada de firmen
el único acuerdo posible
es la libertad de la Madre Tierra
nuestra libertad
la de nosotras, nosotros
de todos los seres de la vida.

Nosotras liberadoras
nosotros liberadores
hasta aquí venimos
a compartirles la poca comida
que logramos cosechar
en las tierras que estamos liberando
desde hace cinco años
porque la gran mayoría de cultivos
fueron destruidos por el Estorbo Colombiano
con tractores, tanquetas, fumigada desde avionetas.

En las tierras que estamos liberando
el Estorbo Colombiano nos destruyó las cosechas
algo quedó escondido en los rincones.
De esos puchos que cultivamos a escondidas
nos hemos alimentado durante cinco años
junto con la cosecha de las tierras
que liberaron nuestras mayoras y mayores
llenamos un camión, aquí presente
junto con el esfuerzo de los parches de Cali
que hace años vienen frenteando al monstruo
y que han recogido monedas y aportes
para compartir con ustedes
comunidades de Cali
familias del distrito de Agua Blanca.

Mirá ve,
como dicen nuestras mayoras
donde comen dos, comen tres
y como dicen los parches en Cali
la cura es colectiva.

Desde las tierras en proceso de liberación
en el norte del Cauca llega
la Tercera Marcha de la Comida
una forma de decir
no están solas, no están solos
les queremos.

Lo decimos desde lo concreto
con estas pocas
yucas
limones
plátanos
bananos, rollizos, guineos
zapallos
naranjas
aromáticas
mandarinas
maíz
arroz.

Desde aquí desde este lugar
un rincón, la periferia
les contamos y les invitamos
al cuarto encuentro internacional
de liberadoras y liberadores de la Madre Tierra
que realizaremos en agosto de 2021.

Allí conversaremos de las economías desde el pueblo
desde las luchas
y haremos concretas las economías para la liberación
las economías para la vida.

Nos despedimos, hermanas, hermanos
no sin antes decirles que nuestra lucha es
algo muy sencillo
es por que nos gusta vivir la vida
vivirla sabroso y en armonía
con todos los seres de la vida;

nuestra lucha es por un planeta
donde quepan todos los seres.

Regresamos a nuestra comunidad
disculpen lo poquito que trajimos hoy
ojalá la próxima podamos traer más.
Si en algo compensa
sepan que
pase lo que pase
vivos o muertos
seguiremos liberando la Madre Tierra.

Proceso de liberación de la Madre Tierra
Norte del Cauca, Colombia