Del poder popular de los cordones industriales al autogobierno de los municipios autónomos

Los cordones industriales de Chile durante el gobierno popular de Salvador Allende, gérmenes de poder popular, agrupaban asambleas de trabajadores de industrias y empresas pequeñas y medianas en diferentes espacios territoriales como comunas o barrios industriales.



Del poder popular de los cordones industriales al autogobierno de los municipios autónomos

Por Jaime Yovanovic (Profesor J)

 

Los cordones industriales de Chile durante el gobierno popular de Salvador Allende, gérmenes de poder popular, agrupaban asambleas de trabajadores de industrias y empresas pequeñas y medianas en diferentes espacios territoriales como comunas o barrios industriales. En ellos participaban independientes y militantes de varias organizaciones políticas, entre las cuales estaba el MIR, sectores o fracciones de los partidos de gobierno MAPU, Partido Socialista, Partido Radical (básicamente la Juventud Radical Revolucionaria), grupos y tendencias trotkskistas (como grupos escindidos del MIR, miembros activos del Partido Socialista –de doble militancia en base al “entrismo” clásico de los troskos-, militantes troskos ligados a los partidos y corrientes argentinas y de la cuarta internacional que habían llegado en masa a la experiencia chilena, particularmente de Francia y de Europa.

 

Las áreas de influencia ideológica eran fundamentalmente dos: el guevarismo y el trotskismo. El gobierno popular había atraído a centenares de cuadros, dirigentes e intelectuales provenientes de Europa y de casi todos los países latinoamericanos que hacían nata en universidades, ministerios y empresas estatales. Esos inmigrantes se dividían en cuatro grandes grupos ideológicos: los reformistas –militantes y partidos comunistas ansiosos de llegar al aparato del poder-, socialdemócratas –muchos llegaron de Francia y España y se acercaron al PS y al MAPU –partido proveniente de la Democracia Cristiana y que hoy forma parte importante de la casta dirigente e influyente del aparato izquierdista-neoliberal del Partido Socialista chileno- , los troskistas –básicamente argentinos y franceses, aunque llegaron de todo el mundo, que “entraron” a fracciones del PS, al MIR y a la gran cantidad de organizaciones de ese caríz, y por último los guevaristas o de la lucha armada, que en su gran mayoría se vinculan al MIR tristemente al grupo que posteriormente planteó el quiebre tras dividirse el partido en las tres grandes líneas, las dos principales: la armada y la democrática y la menos importante para los que dirigían: la social. Los democráticos rompen el partido y se meten en masa a los partidos del neoliberalismo izquierdista, principalmente PS y PPD, constituyendo algunos de ellos poderosas e influyentes máquinas económicas.

 

Los cordones industriales son dirigidos entonces por dos grandes tendencias: la guevarista y la troskista, luchando ambas por la línea leninista de transformar el poder de los soviets en el soviet supremo, esto es, el estado. De esa manera el poder popular no era realmente poder popular, sino un  trampolín para el asalto al poder central, que estrangularía la potencia desplegada por los cordones, como fueron sometidos los soviets en Rusia a los dictámenes del soviet supremo y del comité central del partido comunista.

 

En contraposición al centralismo de Lenin, los dos dirigentes del partido socialdemócrata alemán, que posteriormente sería llamado partido comunista, Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, levantan la propuesta del consejismo (sovietismo), donde los consejos se acercan más a la idea de Marx de sustituir el estado por las comunas, o sea, no se trata de que muchas comunas hagan un estado, sino simplemente muchas comunas se puedan federar horizontalmente, lo que evita la centralización del poder que llevó al socialismo en la dirección que tomó de capitalismo de estado, que es camino que acabó con los gobiernos progresistas del continente ansiosos de acumular poder descuidando el protagonismo social.

 

En la revolución de los claveles en Portugal –boicoteada por el partido comunista porque no seguía su estrategia de copamiento progresivo de los aparatos del  poder- decía Otelo Saraiva de Carvalho, al comando de ese proceso: “No me veo en la democracia representativa por partidos políticos. Aún creo en el poder del pueblo y una democracia directa. Cuando aparecieron los trabajadores rurales del Alentejo y quisieron informarse sobre la reforma agraria les animé a coger los fusiles y ocupar las tierras y para que se hiciese, di instrucciones a la Guardia Republicana de que no interviniese.
¿Y las ocupaciones de las casas?
También.  ( https://www.infolibre.es/noticias/tintalibre/2018/04/25/aun_creo_poder_del_pueblo_82083_1042.html )

Así como esos dos ejemplos hay muchos más, como en Venezuela que Chávez, el burócrata  del llamado socialismo del siglo XXI, propuso salir del centralismo estatal y pasar a un estado comunal, es decir dirigido por los consejos comunales, pero no se pudo hacer porque falleció en el examen médico en Cuba y los mandamases decidieron poner a la cabeza al centralista autoritario Maduro, que amarró los consejos al estado central llevando a que millones de ciudadanos emigraran del país. (Para ver informaciones de Venezuela burocracia versus protagonismo social: https://clajadep.lahaine.org/index.php?autman=roland+denis

Los kurdos (nación de 40 millones de personas) viven esparcidos entre cuatro países y decidieron abandonar la lucha por un estado para organizar sus comunidades, clanes, aldeas y ciudades en comunidades autónomas articuladas horizontalmente en el confederalismo democrático que ha ganado gran simpatía mundial. No quieren estado propio, sino vivir con otras etnias, naciones y religiones cada uno con lo suyo, sus maneras, hábitos y costumbres, entrecruzándose intercambiando fraternalmente en cada estado en lo que llaman nación democrática. (Informaciones de las autonomías kurdas https://clajadep.lahaine.org/index.php?s=kurdo&sentence=AND )

Los zapatistas de México han organizado los municipios autónomos en diferentes lugares del estado de Chiapas y el Congreso Nacional Indígena de ese país ha tomado la idea y ya formado decenas de municipios autónomos en ya casi todos los estados mexicanos.

EZLN : https://clajadep.lahaine.org/index.php?s=ezln&sentence=AND

Congreso Nacional Indígena de México:  https://clajadep.lahaine.org/index.php?autman=Congreso+Nacional+Ind%C3%ADgena+M%C3%A9xico

Las principales naciones amazónicas, como los nasa del Cauca, los achuar (los antiguos jíbaros reducidores de cabezas) del Ecuador y Perú, los asháninka y shipibos del Perú y varios otros más están constituyendo sus formas de autogobierno. ( Para ver experiencias y reflexiones sobre autogobierno: https://clajadep.lahaine.org/index.php?s=autogobierno&sentence=AND

Veamos como se expresa el cambio y transición del modelo estatista y de resistencia al estado, hacia un modelo de construcción del protagonismo y autonomía social autogobernante en el capítulo 76 de la serie “Crónicas del siglo 21” del Archivo de Clajadep:

Año 2005: De la resistencia hemos pasado a la construcción. Se cierra un ciclo y se abre uno nuevo en el continente.  ara ver el texto completo: https://clajadep.lahaine.org/?p=25558 aquí sólo colocamos el índice:

Índice
INTRODUCCIÓN. Una hipótesis de trabajo
PARTE PRIMERA. Las noticias más importantes por país
PARTE SEGUNDA. Las noticias y los medios. La desinformación
PARTE TERCERA. Las modificaciones de la lucha social.
PARTE CUARTA. La interrelación horizontal de las organizaciones sociales y las luchas. Influencia mutua y efecto multiplicador.
PARTE QUINTA. Razones del apoyo del capital a las izquierdas
PARTE SEXTA. Las victorias electorales y las que vienen
PARTE SÉPTIMA. Relaciones de los movimientos y localidades con los gobiernos progresistas.
PARTE OCTAVA. Tendencias generales y proyecciones.

Por último veamos lo que ha sucedido con el MIR, la principal organización política que impulsaba los cordones industriales para su transformación en consejos comunales

Chile: El MIR, el Pliego del Pueblo y mi pensamiento actual

Hernán Aguiló Martínez   

Aguiló es uno de los pocos ex dirigentes del MIR chileno que no ha sido arrastrado por los cantos de sirena del progresismo latinoamericano ni por las platas de venezuela, crítico de la corrupción en los gobiernos de Ortega en Nicaragua y Maduro en Venezuela, presenta aquí uno de los mejores análisis de la visión del MIR, con un par de señalamientos que dejaremos que usted descubra. Como es costumbre entre la vieja militancia del MIR, -erigidos por autoproclamación como los custodios elegidos por los dioses para cautelar la ética partidaria- el hombre ha sido atacado e insultado hasta el punto de ser acusado de infiltrado, generándose un gran rechazo en parte importante de la ex membresía y los nuevos cuadros revolucionarios, lo que ha sucedido también con otros por diferentes motivos. Los mecanismos de autodefensa de la vergüenza tienen muchos caminos.

Vea el texto completo en: https://clajadep.lahaine.org/?p=25053  

Así comprendemos que la lucha por el poder popular que hoy día levantan los grupos irregulares y partidos ilegales chilenos, apunta a la toma del poder del estado, pues se niegan en las asambleas a estimular la preparación de los vecinos para aprender a administrar el barrio, pues temen que después no los sigan a ellos como vanguardia que dirigirá el estado con programas super democráticos y maravillosos, pero sin debatir el tema del poder –que debe permanecer intacto para usarlo ellos en una nueva burocracia- como Maduro en Venezuela o  como Ortega en Nicaragua, dictadores que han abandonado la democracia directa por la centralización autoritaria del estado.

De esa manera nuestra tarea es hoy día en cuarentena cambiar las relaciones patriarcales de nuestra casa y conversar con los vecinos para aprender a administra el barrio, producir nuestro alimento y energía, preparándonos desde abajo para el autogobierno de los municipios autónomos.

Jaime Yovanovic (Profesor J)

unlibre@gmail.com