Mexiquenses se organizan frente a crisis alimenticia

En la ausencia del Estado, como ocurría antes de la pandemia, son las redes feministas en el Estado de México quienes han entrado al quite para apoyar a mujeres como Angélica y otras jefas de familia cuyo sustento se vio afectado por la pérdida de trabajos o reducción de ingresos por la cuarentena para mitigar el COVID-19.
La Colectiva Moradas es una de las muestras de solidaridad ciudadana en Nezahualcóyot.



Mexiquenses se organizan frente a crisis alimenticia

Hazel Zamora Mendieta 
https://cimacnoticias.com.mx/
 

Ciudad de México. Angélica Baltazar acude a una casa en Ciudad Nezahualcóyotl para recibir una despensa. Perdió su ingreso económico porque cerraron el tianguis donde vendía “chacharitas”. A la falta de recursos, se junta que Angélica busca a su sobrina desaparecida desde hace 3 años, Evelin Martínez Baltazar. Las angustias se acumulan en la contingencia sanitaria: no pueden comprar alimentos y las autoridades tienen paralizada la búsqueda de su sobrina de hoy 12 años de edad.

En la ausencia del Estado, como ocurría antes de la pandemia, son las redes feministas en el Estado de México quienes han entrado al quite para apoyar a mujeres como Angélica y otras jefas de familia cuyo sustento se vio afectado por la pérdida de trabajos o reducción de ingresos por la cuarentena para mitigar el COVID-19.

La Colectiva Moradas es una de las muestras de solidaridad ciudadana en Nezahualcóyotl, el municipio mexiquense donde se han concentrado el mayor número de contagios por coronavirus. De alguna manera, a través de la recaudación de donaciones, esta agrupación continúa su incidencia en la comunidad, así como el acompañamiento a las familias mexiquenses que buscan justicia para mujeres víctimas de feminicidio o desaparición. 

En aquella habitación donde entregan cada semana las despensas, las mujeres de la Colectiva Moradas escuchan atentas la historia de Angélica. Evelin tenía 9 años de edad cuando salió a jugar con su vecina Karol Guadalupe Hernández Olvera, de entonces 12 años, en el municipio de Chimalhuacán. Por las pesquisas emprendidas por la familia encontraron un video en el que se observa a dos mujeres llevarse a las niñas. Hoy siguen en su búsqueda. 

En tono neutro Angélica comenzó a narrar las negligencias de la Fiscalía de Justicia en la investigación, pero pronto expuso su angustia. Perdió su empleo por abocarse en encontrar a Evelin, lo poco que vendía en el tianguis ahora también lo ha perdido y en la pandemia, las búsquedas de mujeres no son prioridad.

Estrella López, integrante de la Colectiva, señaló a Cimacnoticias que estas son las realidades que escuchan constantemente cuando entregan los apoyos. La pandemia, dijo, ha agudizado las violencias que vienen arrastrando las mujeres, desde la económica hasta la feminicida. 

Cuando la contingencia paralizó la vida económica y social, son las mujeres en el Estado de México que se emplean de manera informal las principales afectadas, indicó Laura, otra integrante de la agrupación. Ella escribe a quienes ayudan: “la señora que vende dulces afuera de la escuela pero está cerrada, es la chica que trabaja de restauradora en la construcción, las mujeres adultas que vendían afuera de sus casas, las trabajadoras del hogar.”

Sólo en el Estado de México el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) indica que en 2018 el porcentaje de la población en situación de pobreza fue del 43 por ciento; otro 5 por ciento estaría en extrema pobreza.

En suma, la entidad está inmersa en violencia , tiene decretadas dos Alertas de Violencia de Género (AVG), una por la cantidad de asesinatos de mujeres por su condición de género y otra por las desapariciones de niñas y adolescentes. 

Comemos todas

Conforme México cruza la etapa más severa del COVID-19, la demanda primordial es la alimenticia. Desde las dos de la tarde, las jóvenes comienzan a empacar en las cajas productos no perecederos como frijoles, arroz, avena, pastas y café. También chocolate en polvo y gelatina para la niñez. Otros productos de primera necesidad como de higiene personal y si sobra algo, lo agregan a la despensa, nada se desperdicia.

“Las Moradas” han decidido apoyar únicamente a mujeres, porque como han advertido organismos internacionales, la crisis que está generando la pandemia agudiza las desigualdades de género. En su manifiesto público sobre la recaudación de alimentos que hacen cada fin de semana, las jóvenes lo explican: “como es bien sabido, somos nosotras quienes en este sistema capitalista llevamos la mayor carga de explotación y opresión”. 

Indican también que las medidas de distanciamiento social obliga a las mujeres a convivir con sus agresores la mayor parte del día. Colocándolas en peligro y generando un ambiente mayor estrés y hostilidad.

Otra integrante de la organización, Ary, consideró que desde el feminismo reconocen esta entrega de despensas como un acto de sororidad, apoyar a otras mujeres. Su lema es “comemos todas o ninguna”. De hecho, precisa, son en su mayoría mujeres quienes donan ya sea con depósitos o alimentos que recogen en las estaciones de metro cercanas a Neza. Grandes empresas privadas se han acercado a la Colectiva para ofrecer sus productos, pero a cambio de publicidad y que ellas, realicen las labores de distribución.

“La base que nos mueve es la sororidad y entender el entorno que nosotras vivimos. Estas son nuestras realidades, de las mujeres que convivimos, que conocemos desde años, algunas amigas, algunas vecinas”.

A las tres de la tarde del sábado, comienzan a llegar con las mujeres con cubrebocas a recoger las cajas de alimentos. Algunas vienen acompañadas por sus parejas, otras por sus hijas. “¡Cuídense!”, no dejan de agradecer a las mujeres de la Colectiva. Como pueden cargan las pesadas cajas, otras prefieren vaciar los productos en bolsas porque se irán en transporte público.

Al aire queda la duda sobre qué sucederá después de la pandemia, cuando todavía las familias sigan sin reponerse del golpe económico. Las integrantes de la colectiva manifiestan que mientras tengan las donaciones suficientes seguirán repartiendo las despensas, una acción que aunque parece mínima frente un problema global, permite a un puñado de mujeres y sus familias comer durante la cuarentena.

Aquí puedes apoyar la iniciativa.