Inmersión, pandemia y cambio

Mario Solís, de Ecuador, Jaime Yovanovic, de Chile, y otros lanzan esta reflexión colectiva necesaria para el cambio civilizatorio.
Estamos inundados de análisis y propuestas donde la mayoría aspiran a disputar espacios dentro de las estrategias clásica de lucha por el poder, y cada vez son más los que aspiran a reflexionar y actuar dentro de la línea de explorar nuestro cuerpo y nuestras sensaciones para sentipensarnos como parte del mundo natural y de la vida que hoy encuentra las mejores condiciones para expresarse en su carácter autopoiético, es decir de producirse y reproducirse a si misma, lo que nos lleva al encuentro de las comunidades originarias para sacarnos de encima ese estado que hoy se disfraza de “benefactor”.



INMERSIÓN, PANDEMIA Y CAMBIO 2020

Universidad Libre. Mario Solís, Jaime Yovanovic  y otros

2020

 

IN/EX

‘Inmersión con Exposición’

Mario Lenin Solís

2020

 

“(…) esta obra nuestra, tiene que ser un principio, no un final. Del mismo modo que yo, como arquitecto, busco nuevos conceptos para las viejas formas caducas, a fin de infundirles nueva vida, así también todos nosotros, cada uno en su esfera, hemos de procurar rejuvenecer, reformar nuestro tiempo y nuestro entorno, para que madure una nueva cultura más noble y podamos alcanzar una vida mejor. Nosotros queremos construir, escribir, enseñar, pintar, pero queremos, ante todo que el destino y la vida no se configuren al azar ni como fruto de la improvisación sino al servicio de un futuro más libre, más alegre y más puro que el tiempo que hemos conocido hasta ahora. (…)

Herman Hesse,“Noche de Junio”. Edit. Muchnik. España 2001. Pág. 112.

  

RESUMEN

“Inmersión, Pandemia y Cambio” 2020,  rebelión de amor con dignidad (RAD) como “energía estética”, poesía del cosmos y ética utópica del animal humano, en un pequeño planeta Tierra; con posible inmersión en lo personal-colectivo, pequeños cambios como la ‘renovación-educativa participativa’ para toda la vida; inmersión en ‘lo humano-natural’, que con el apoyo del Alma Mater Social (Universidades), valorar, la conexión neuro-emocional física, con lo ‘ético-estético’, opción de desarrollo personal e íntimo y colectivo,  en una posible nueva civilización  SXXI, tercer milenio, ¡o no!

 

PALABRAS CLAVES: Inmersión, cambio, humano-natural, auto-educación compartida (Alma Mater Social ‘Natura), mutación, dualidad, crítica, serenidad, ética,  estética, experiencia lúdica, social, intercultural.

 

Con efecto mundial de vela que se enciende, (…)

Hablan como les vienen las palabras,

cambian ideas bebiendo

- César Vallejo,  GLEBA -

 

Pero antes que se acabe

toda esta dicha, piérdala atajándola,

tómale la medida, por si rebasa tu ademán, rebásala,

ve si cabe tendida en su extensión. (…)

No olvides en tu sueño pensar que eres feliz,

que la dicha es un hecho profundo, cuando acaba,

pero al llegar, asume ()

- César Vallejo, “Poemas Humanos”. Edit. Losada. Buenos Aires, 1979. Págs. 50 y 52.-

 

Despertar con dignidad y amor en rebelión con el ALMA MATER SOCIAL de MATER NATURA (AMSMN)

 

 CONTENIDO

 

PRESENTACIÓN

INTRODUCCIÓN                                                            

I          INMERSIÓN EN EL CAMBIO                              

II        HUMANO NATURAL                                            

III       METÁFORAS CON CITAS A PIÉ DE PÁGINA      

 

 PRESENTACIÓN

La Universidad Libre, Mancomunal de la Tierra y del Común, presenta esta reflexión madurada entre varios y publicada para seguir siendo madurada, de la vida que se piensa a si misma, es decir en realidad no somos nosotros los que pensamos, lo que sería mucha pretensión, además de justificar las teorías de que el pensamiento puro ha creado lo existente -negando así el carácter autopoiético de la vida y justificando a quienes se han apartado del equilibrio natural para destruirlo-, de allí que hablamos de senti-pensar, es decir algo así como pensar sintiendo o sentir pensando, o tal vez que el pensar fuere una forma de sentir, y de esa manera al sentipesar estamos estableciendo contacto directo con la memoria histórica de la vida presente en cada cuerpo de la especie animal que somos.

Los instantes o destellos de comprensión de la vida y de nosotros que han conseguido algunos científicos, algunos ideólogos y algunos técnicos, son sólo eso: destellos e instantes, pero los magos, los artistas y los poetas han ido más lejos y se han sumergido en una inmersión más profunda mostrándonos verdaderos focos y rayos tan fuera de la realidad científica limitada que finalmente conseguimos descubrir que la famosa pugna entre el humanismo de la razón humana y la voluntad divina de los dioses, ambas han sido solamente los modos del poder patriarcal que ha pasado desde la destrucción del común mediante el sometimiento de la mujer y la esclavitud, a la pugna entre los señores de la tierra y los señores del capital ambos contra las comunidades campesinas que se cohesionaban tras la mujer-bruja hasta que el capital los unifica a todos por vía del instrumento constitucional de los tres poderes del estado en una dinámica que ha conseguido atraer a los contestatarios de izquierda, con lo se ha acabado la falsa contradicción ideológica que se presentaba llena de argumentos y de guerras, concentrándose todos hoy en el aparato estatal.

El poder estatal es disputado hoy por esas dos grandes tendencias: la razón, que doblega al más rebelde, y la espiritualidad que ha sido doblegada por la religión, esa ideología del viejo poder patriarcal que ha succionado la espiritualidad de los ancestros comunitarios mediante el truco de la tergiversación y sobrevaloración de sus lenguajes, símbolos y significantes evitando cuidadosamente la inmersión en la vida misma y su carácter permanentemente transformador y autopoiético que re-levantan masivamente hoy las comunidades originarias que se insurgen contra la civilización.

Esa espiritualidad ancestral, que no es más que la acción del sentipensar comunitario, esto es la inmersión en nuestro propío cuerpo y a través de el-ellos-nosotros en la memoria histórica de la vida, se encuentra hoy día con los artistas, magos, rebeldes y poetas que nadan entre los sentimientos, sensaciones, instintos y sueños donde dejamos de ser sujetos yo, para adentrarnos en el sujeto nosotros, el sujeto común, la comunidad, y desde allí somos todos magos porque entendemos o queremos entender que somos vida y hacemos vida, estamos vida y creamos vida, y reconocemos-sentimos la vida en los otros animales y vegetales y minerales, todos ellos vida y parte de la vida que no hablan, sino a través de nosotros. Gran responsabilidad.

Esta pandemia nos ofrece la oportunidad de una inmersión colectiva en estas reflexiones cuyo resultado serán las acciones en dos planos: de defensa y de resistencia de la vida de todos y para todos, y en segundo lugar de construcción y recuperación del ser gregario, del sujeto común, de las formas de vida comunitaria articuladas con la madre tierra.

Así son tres las grandes tareas del encierro:

1.- Transformarnos en lo inmediato en nuestra casa y núcleo afectivo o familiar, conversando y estudiando fraternalmente sobre el caracter centralizado autoritario de las relaciones patriarcales para pasar a una estructura relacional horizontal que recupere el carácter de eje central de la mujer, en este caso la madre. Ese tema debe tratarse con sumo cuidado y cariño, pues se trata de deconstruir años y generaciones de vida social tergiversada. Para empezar, asumir tareas domésticas analizando su carácter y el aprendizaje social que se extrae de cada una de ellas.

2.- Iniciar nuevos tipos de conversaciones, relaciones y acciones con los vecinos, generar amistad y confianza, hablar de uno mismo y abrir la puerta del corazón. Hablar de “nosotros los vecinos”, instalar la idea del común que se teje entre todos, descubrir formas de generar encuentros, ya sea en el patio, a través de reja o en la vereda.

3.- Retomar contacto directo con la tierra, sacar el cemento de patios y jardines, revolver y mojar la tierra para que se activen los gusanos y bichos diverdos. Meclar con la tierra las hojas de la poda y los desechos orgánicos de casa. Plantar árboles frutales, sembrar amaranto en los lugares por donde van a llegar las abejas, mariposas, pájaros y los demás insectos y animales. Seleccionar y obtener sin transgénicos los productos alimenticios y medicinales que va a cultivar.

Divulgue estas reflexiones e invite a sus amistades a conocerlas y a participar.

El texto completo y sus modificaciones irán siendo publicados en http://clajadep.lahaine.org sección Universidad Libre

Las reflexiones y colocaciones para contribuir al texto se hacen en separado indicando en qué parte deben ir y pueden enviarse al correo unlibre@gmail.com o colocarse como comentario en https://www.facebook.com/groups/ULibreLaMancomunal

Considere este texto como un pretexto para el contexto

Jaime Yovanovic (Profesor J)

 

  INTRODUCCIÓN

 ‘Inmersión, Pandemia y Cambio del Animal Humano, 2020’, intentemos marcar con un punto aparte, a este año 2020, muy especial y como una grada de acceso a la próxima década; vale recordar a Herman Hesse, que escribió en los primeros años del siglo veinte: “…cada uno en su esfera, hemos de procurar rejuvenecer, reformar nuestro tiempo y nuestro entorno, para que madure una nueva cultura más noble y podamos alcanzar una vida mejor.”, tiene actualidad, en la puerta de la tercera década del siglo XXI, rejuvenecer al mundo desde el entorno más cercano, con rebelión de amor y dignidad[1], rejuvenecer con los más jóvenes de la sociedad, convertir las plazas públicas en el lugar de la dignidad humana, valga repetir; tanto en la gestación, como en el desarrollo y fortalecimiento de la ¡dignidad humana!, a secas; acercarse a un mundo que no dude de la importancia de la vida, del agua, de la comunidad, del amor, de la ética, de la salud, de ‘la dignidad’, del arte, de los valores éticos, con consecuencia, pertinencia, perseverancia y reciprocidad; que la apropiación privada de la vida y de la naturaleza no tenga ningún sentido; menos la usura global actual,  depredación de lo humano y lo natural; la cuarentena es oportunidad de inducir propuestas, consensuar, criticar, reconstruir, crear, descubrir, renovar la educación como participativa y para toda la vida, con la naturaleza;  posibles rutas hacia un ‘cambio de civilización’; con auto-crítica y aprendizajes durante toda la vida; un comienzo de dignidad diaria, con diversidad, lograr un despertar público e íntimo; ciudadano y colectivo sin exclusión alguna; dedicar el tiempo suficiente y prudente, con el apoyo científico, técnico y tecnológico para intentar tener éxito en el cambio y con persistencia volver a insistir ante el error o el fracaso.

Las peticiones actuales que hacen los más jóvenes de mundo deben ser atendidas con responsabilidad, hasta que la dignidad se haga costumbre;[2] dar participación real a los más jóvenes, en la toma de decisiones; que fluya su visión, inocencia, transparencia como la expuesta, en gran parte, en los Viernes del Futuro[3]; surco de agua, bajan las gotas, avanzan, se unen, llenan, desbordan; el proyecto ‘Octubre 2019’, es un poco el ¡tiempo presente!; la naturaleza, tiene su verdad, suma el impacto de la “pandemia COVID 19”, marca interdependencias y urgencias.

Asumir este ‘instante de pandemia’, semanas o años, con la fuerza de un carnaval latinoamericano y la sabiduría de una inmersión en el cambio; que enfrenta los problemas actuales con  cuarentena, entierros masivos y enormes endeudamientos de los pueblos (Estados) con la red de usura global; la pandemia tiene tiempo de mutar sin pesimismo, es la oportunidad de dignidad, la motivación y reforzamientos científico desde la “alma mater social de mater natura”[4], para que ese “despertar con dignidad, asegure protección a la naturaleza, (‘mater natura’), y del animal humano en general[5]

La ‘inmersión en el cambio’ se haga una costumbre, encarne, sea intencional, singular, espontáneo, sentido, parte de la identidad; a hilar muy fino; un ‘posible camino’, un ‘kapakñan andino’[6], por las alturas ir a un ‘buen vivir’, ¡pronto!, en la ‘tercera década’[7]; con la coalición de los más jóvenes, que por la edad, se sienten ‘eternos’; acrisolar su ilusión y fantasía con los más viejos que pueden, algunos topar la armonía; que las madres encabecen una coalición potencial de extremos para enfrentar los errores actuales; ¡metáfora patética y posible!: la social-universidad‘Alma Mater Social’, es decir, el bien común inalienable y para toda la vida,[8] alma mater de mater natura con letra minúscula, espacio social abierto, inter-cultural de dignidad humana consecuente que fluye en lugares públicos de bien común público, popular, ciudadano, desde cada corazón con los otros![9]

Este posible ‘cambio de civilización’, puede parecer, ser la ‘última oportunidad de la humanidad’, de reapropiarse de la realidad; desde el interior de uno/a, de modo consciente; con lo social, lo abierto y la naturaleza, como entes ‘históricos’, con la oportunidad creativa de una rebelión emocional de amor y dignidad, para superar errores repetidos,  inmensos delitos, como la actual ‘usura global permanente’, que se agrava con el control tecnológico, digital y control social extremo[10]; en este siglo XXI, década 3, año 2020; brota la utopía en el pantano de un poder usurero que crece demasiado, ¡absorbe, anula, paraliza y mata!; el cambio de civilización podría ser el “ocaso del individualismo extremo de las sociedades posmodernas”; fin del predomino del racionalismo, del falso ‘progreso’, del consumismo  y todo lo que arrastra la forma de vida actual; ir a un “despertar emocional” en defensa de la vida, de la tierra, del agua y de las nuevas generaciones; estos últimos, dueños del futuro, de la belleza de la vida sentida, reflexionada y vivida[11] con lo estético y lo ético integrado al resto de la sociedad, acompañados de los más jóvenes con los más viejos (Los más jóvenes con su cuerpo indemne y los más viejos pudiendo solo topar la piel de la armonía).[12]

El ‘cambio de civilización’ demanda pertinencia, identidad con diversidad, consecuencia, persistencia y continuidad en lo cotidiano y en lo que trasciende en el tiempo: Historia ‘sentida’; con voluntad, con lo afectivo, en el trabajo, en la calle; emocional, social, estético, alcanzar a semejantes, plantas, animales, ríos, lagos, montañas etcétera; demanda consistencia teórica, en crítica  y autocrítica por pertinencia, consecuencia, respeto, responsabilidad, qué difícil cumplir todo lo mencionado, está muy cerca del corazón y de conexiones sutiles del cerebro y el cuerpo con el contexto; en cada uno de sus latidos el corazón es instante de vida, temporal y permanente que pasa, trasciende, se desvanece y queda para los que vienen; emoción, ideas, experiencias, actitudes, acciones; es un sentir y un hacer intergeneracional, es un desear y un pensar, un comprometerse y un cumplir; “aya uma en chakana”[13]; en Chile se enfatiza en que “no son treinta centavos, sino que es todo”, percepción que permite mencionar el “despertar con dignidad”[14], cada día ver con serenidad y auto-crítica lo que somos, vivimos y lo que debemos cambiar para ser un poquito más consecuentes.

Los cambios al acumularse provocan mutaciones; siempre  llega el momento del salto cualitativo para ¡toda la especie!; Alma Mater Social de Mater Natura,  con sus estudios, investigación, análisis, crítica para toda la vida del animal humano; sus enfoques, prácticas, propuestas, ajustes de lenguaje, conceptos, supuestos (hipótesis), valores,  dignidad, coherencia, consecuencia, transparencia, fidelidad, se enrosque todo con un poco de armonía, serenidad y perseverancia entre todos, lo que alcance y partir de lo íntimo, personal, casual o no, de cada persona (Es lo que recomiendan viejas tradiciones), incorporar los cambios constantes, ¡¡lograr la inmersión!!, en ese fluir permanente de ‘mater natura’ y sobre la marcha, ¡transformar lo nuevo como un verdadero salto de calidad![15]

Entre utopías y utopías escuchamos algo sobre un ‘reencantamiento del mundo’, una “ética de la estética”; una estética en medio de la filosofía; el enlace de lo trascendente con la cotidianidad, los animales y las plantas serán parte de la familia; en contra al desencanto actual de pandemia, se sugiere el ‘reencantamiento del mundo’, remover todo, traer una visión holística sin verdades impuestas y menos absolutas; una ‘participación emocional’ y racional-científica que completen la ciencia, la ética, el arte.[16]

La ONU declara que estamos en ‘grave emergencia’, que corresponde de inmediato cuidar la supervivencia planetaria, ¡no hay otra oportunidad!; se cita el acuerdo en Incheon, 2015, los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) y que las instituciones de educación superior que son el motor del cambio social; la UNESCO agrega la ‘Agenda 2030’ y las instituciones de educación superior de América Latina y el Caribe, en su Conferencia Regional (III CRES), realizada en Córdoba, Argentina, por el Centenario del ‘Grito de Córdoba’ (Reforma Universitaria)[17], lo ratifican con su Plan de Acción 2018-2028; que se podría calificar de ‘transición civilizatoria’;[18] ‘a asumir’ con responsabilidad, será.

Los más jóvenes por su modo de ser, su compromiso y espontaneidad dan luces al futuro y a posibles rutas a seguir; son oportunidad, de una nueva fuerza social que se incorpore a algunos los cambios; tienen belleza, inocencia, actitud activa, compromiso, generosidad, emoción intensa de la  vida; superan las verdades absolutas, ‘la mercantilización de la vida’; los más jóvenes tienen, elementos que al aplicarse, pueden permitir superar el fracaso actual; claridad, creatividad, entrega personal y colectiva, actitud crítica, apertura, modestia y mucho amor, cúmulo de virtudes para ir a una ‘acción concreta e inmediata’; un ‘cambio decisivo’ y diverso, posible en la transición; inmersos en el cambio, con acceso al poder real y ojalá a mantenerse sin contaminación.

Los pueblos autóctonos con su inocencia y sabiduría acumulada y en proceso de desvanecimiento pueden hacer lo propio, con sus aportes diferentes, son una opción en diversidad desde lo cultural, tienen presencia; incluir críticamente e irremediablemente a lo europeo, colonialista, occidentalista, categórico, racionalista, violento, monoteísta, egocentrista, usurero extremo y dominante; lo que, con perseverancia, se deben superar[19]; con el posible cambio y el aporte original; ejemplo, de las ‘huertas urbanas verticales’[20] o las ‘huertas escolares de auto-consumo’, las huertas de edificios, comunitarias, en calles, realizadas en grupo, familia, comunidad y otras experiencias, con nuevas ‘formas de vida social’[21], que pueden estar ligadas a una nueva alma mater social de mater natura; es otro ‘empezar de cero’, ¡de cero!

 

Estamos, -se dice, a veces-, lanzados al azar en el aparente vacío de la materia oscura,[22] un modo de ver, en un contexto, sea micro o más amplio, como el cosmos; es esa realidad que no entendemos ni podremos entender ¡nunca!, parte de un descenso o de un cambio que parece irreversible[23]; pero, que puede ser un ‘despertar’ o un cambio de civilización. La sugerencia literaria de nuestro ‘Don Juan’[24], es parar al mundo, detenerlo y acercarse de modo distinto a la realidad, parece una pandemia, mirar lo que sucede en el detalle de la calle que tenemos cerca, apartarnos un poco de lo que creemos que somos, ver con otros ojos el espejo y así asumir las extremas limitaciones que tenemos.[25]

 

Los más jóvenes del mundo tienen sus ‘viernes de futuro’,[26] ya comentados; algunas universidades, trabajos prácticos, esfuerzos interdisciplinarios, proyectos relacionados con lo cotidiano, lo popular; intentos ligados a necesidades esenciales de las personas, explorando un posible cambio de civilización; es momento de recordar lo que Slavoj Zizek mencionara en una ocasión: que Lenin, por el año 1922, en su mejor estilo beckettiano, hace resonar las palabras de “Rumbo a lo Peor” [Worstward Ho]:  “Intentar de nuevo. Fracasar de nuevo. ¡Fracasar mejor!”; como hoy, “empezar, desde el principio, una y otra vez, desde lo interno y desde abajo”, una y otra vez sin cansarse, desde lo simple, desde lo cotidiano, repetir y repetir desde el intento; rescatar la necesidad de volver a empezar, cuantas veces sea necesario; no, en el avance ‘lineal’ cuantitativo, sino todo lo contrario, detenerse críticamente, en el sentimiento, en la pasión, asumir una visión circular y dialéctica, con creatividad; podemos hallar soluciones;[27] tener, por ejemplo, una ciencia más libre, más consecuente, se afine, por ejemplo, los alcances de la ‘responsabilidad social universitaria’ (RSU), que se la extienda al Estado y al resto de la sociedad; que los objetivos de desarrollo sostenible, ODS sean precisados en los alcances del cambio; tenga acceso la ciencia, con el arte, técnicas y tecnologías amigables, tener acceso a lo sostenible, a la responsabilidad, al entusiasmo, hacia un buen vivir o lo que se considere posible, adecuado, prudente, insistir empezando de cero tantas veces como sea necesario; que el ‘cogobierno universitario’ ayude a construir la nueva democracia y lo contrario.

 

El 2030 espera ‘que la sociedad asegure’ (o lo inicie), a nivel superior, educación de calidad para todos, durante toda la vida’; desafío oportuno, se lo debe analizar[28], conversar, profundizar, difundir y hacerlo con generosidad, con transparencia, cotidiano y la práctica, ir a una ‘nueva academia no-academia’, una nueva ciencia, arte, democracia, Estado, o  un ‘no-Estado’; intentar un cambio en la vida personal y social[29]; que no tenga los errores anteriores, la metáfora: fluir con neblina o en un ‘rápido’ de agua andina, estar sumidos en el constante cambio, de lo nuevo y de lo viejo, acordar cierta estabilidad frente a la intrepidez de las aguas  y sus giros repentinos, con la estabilidad de manejar lo intrépido con alegría, participar del cambio, sugiere una Alma Mater Social de mater natura con presencia y diversidad de pensamiento; encuentros, afectos, ética con dignidad, estética con amor; conversación extendida, amplia y por el tiempo necesario. Es como dice Bolívar Echeverría es un “desafío primario”; se requiere apertura, autonomía, exploración vital de vivencias, actividad concreta de responsabilidad ante lo que nace; investigar, priorizar, conocer lenguajes, culturas; reconocer la diversidad, el plural humano; volcar la nueva educación a jardines, parques (selvas y pantanos), montañas; asumir el trabajo científico con un compromiso comunitario, artístico y social con la naturaleza, como ‘bien común efectivo’, que la inmersión en el cambio sea sistemático, sentido, compartido con situaciones concretas, de contexto, contradicciones, oportunidades, particularidades, en sentido circular, siguiendo al pista de la serpiente quetzal que se arrastra y vuela, muerde su propia cola casi en espiral, despierta y duerme por siglos.

 

Emerger con un posible cambio de civilización, es pensar en los recién nacidos vivos; ese latido volcado al alba de la aurora boreal,  que topa la poesía, trepa con afán la fantasía, cruzar como águila o mono volador de árbol a árbol, buscando la emoción del chasquido estético; pasa por páramos de ceniza, caminos de volcanes apagados, navega hacia lejanas islas y después de soñar, despierta en mundo nuevo; entre nosotros, lo desconocido es lo nuevo, que será de ellos, del futuro, de los ‘nacidos vivos’ sanos  y que vibran como la energía; pero antes, como ahora, vemos incendios enormes  y vivimos la pandemia 19, ¡algo lastima a todos!;[30] en estos días, se arrastra entre turbulencias de muerte; turbulencias con armas, estrategia militar, ritos, jerarquía cerrada, entrenamiento, misales e insignias, gritos, sectarismo y mitos de violencia, etcétera; recorren calles desoladas entre las sombras enormes de vigas hundidas en lo más profundo del océano, de nuestros desiertos y el inconsciente colectivo; esos enormes edificios, desde las cavernas se guardan impresiones de vida, sentires, afectos y conocimientos en oscuros nichos tapados con ceniza, no se los vive, ni se vibra; hay huellas en lugares donde todo tiembla, se hunde o gira; turbulencias nos habitan, la tarea es desecharlas. Más lejos o más cerca, algunos obreros martillan la tarde con pasión resuena, como disparos de bengalas, de pedido de auxilio, sin venganza de balas, lo que tiene la vida son aullidos de la conciencia, terremotos repentinos del piso; es la sociedad natural y humana que sobrevive en la Tierra.[31]

Con ‘identidad’, recupera el verde del rojo, el plural se extiende y consolida su pasión desde pareja, con familia y los hechos, se acumulan sensaciones, afectos, recuerdos pequeños y concretos, más que palabras, gravitan; el fuego arde con todo, acciones, emociones y metáforas; importa que al verde natural se lo meta en el rojo que huele, en infusión todos los colores flotan en un rojo, en un verde aurora, en un blanco como el aire o vapor de agua; neblina que se transporta en lo transparente y hace un fragmento de lo que somos, se desvanece; la inocencia de los más jóvenes, es verde natural que no tiene el ocre sulfuroso del tiempo, ataca al cemento del pasado con sus ramas, son plantas, animales y en lo humano el arte, no retiene esencia para nada, ¡la siente!

 

Es la ‘usura global’, muerde a todos los habitantes de la Tierra; los devora poco a poco, con esas deudas infinitas, que para pagar solo sus intereses, los pueblos donan generosamente su sangre, por sus extremos: origen, presente, vida y muerte; adaptación y continuidad, respeto a lo que aparece como desastre. Nuevos mundos vendrán, si vienen, podrán se una exhortación hecha de raíz y magma, en flexibilidad, podrá ser que retuerce la sangre, en ardiente rojo; envuelva lo que nace como si se tratara del parto de un nuevo milenio; con salida al mar en el Cabo de Hornos que se enfría, cada día; en otro extremo se abre un nuevo ser y sin ser o entender lo que sucede o sucedía antes, ¡está en lo nuestro!; en un callejón sin salida siempre buscamos el futuro; por los golpes de la práctica tenemos que aprender a ser flexibles e inteligentes, todo se abre como la flor o las alas de las aves y sorprende; continúa, es parte del contenido emocional de lo que late, incluso la piedra se incendia de vida, se conmueve con las pinturas rupestres; son manos que la tocan y ojos que la ven; emerge la textura terrestre en los detalles; elementos que el hombre nuevo puede considerar o no considerar, sentir o no sentir es la base;[32] es ese salto que esperamos, llegar a ese ‘golpe seco en la espalda’, que un jueves gris, topo el hombro de César Vallejo, y marcó en un verso un trozo de su vida; si por que con la poesía se aprende a sentir un poco más dentro de nuestro propio cuerpo y corazón; incluso más que nuestros ojos; en la práctica la ‘elocuencia es emocional’, las personas que son parte de nuestra identidad, se hacen de nuestros sentimientos, sentidos o simplemente aparecen a caballo o en una moto para gritar la emoción a flor de piel; gritar y ver que no se inmutan con la pausa del silencio, al final de la sabiduría; ¡así se aclara lo que somos!, desde un pasado remoto que medio conocemos y detrás de la espesa neblina del sueño y la manipulación de las minorías históricas actuales y remotas; este futuro que ahora tenemos, parece que no sirve; puede ser que estemos, muy cerca, sin saberlo; parece, que entre los más jóvenes de hoy, hay esa sensación de esa ilusión que imputa un cargo en contra  y con mucho cuidado; pienso, es muy frágil, se puede quebrar; se desboca, arranca a la deriva o piensa.

 

Cada golpe provoca una lucha a muerte por la vida, cada golpe en el hombro es un despertar, con urgencias del corazón, cada silencio empuja a su contrario, cada muerte es vida, es amor, es reciprocidad, decencia, es la razón de ser de la emoción cargada de identidad, en colectivo, es decir, cada nacimiento lo mismo, es optimismo, que de algún modo, está colgando por el cuello en el egoísmo, en el miedo, en ese golpe en el hombro o un ataque por la espalda; pero ni tan cerca ni más allá del beso como el ego y el abrazo en fusión de dos cuerpos de la calma; el presente está en el esfuerzo constante de estar inmersos en el cambio, ver a través del pasado al futuro, dos puntos o/y suspensivos; la duda pesa, la traición no está, como en una llamada de larga distancia, repentina, esas que se presentan como grito de alegría y/o pena; ¡es el instante presente que emerge!, una caderona que pasa, es el único eterno, la oscilación de la espiral, se mantiene en pié más allá de la muerte, porque el instante no tiene límite; piel y encuentro; sentido, conexión; el poema, la emoción, en lo natural son tiempo;[33] esfuerzo en lo pequeño, de cada día, con el colectivo más cercano; es poder ser individuo, consciente, limitado, perecible con sus limitaciones y de pequeñas grandezas; individuo que se enciende con los otros, en la tarea potencialmente ¡posible!, de ser en colectivo individuo y de modo feliz aprender a estar solo, consciente y bien acompañado,[34] con el cosmos y la naturaleza terrestre; volver a dos tiempos, con dignidad, desde los y las cavernas y en las caravanas de la vieja esclavitud, que siguen latentes, migración, para ser simplemente libres y un poco, felices, ¡con todo el cuerpo, mente, emoción, sentimiento y las experiencias concretas! Humanos[35], el misterio oscila, repito, ¡en lo nuestro!, a cuerpo entero, mestizo/a latinoamericano/a. La dualidad es parte de la transformación constante, Aya Uma de dos caras, la Chakana del Quetzalcoatl, con aspectos distintos, de energía terrestre, estética y dos caras a descubrir, una se arrastra y la otra vuela o lo contrario, tienen luz en plena oscuridad, el día de hoy 27 de abril de la pandemia de año nuevo; opuestos que se unen, interdependientes, se ayudan recíprocamente, se perfeccionan; mantienen o rompen; no es suficiente conocer las dos caras de la realidad; las dos dimensiones a dos tiempos extremos, vitalidad, decepción o muerte y renacimiento; las nuevas generaciones con voluntad, el jawa y el uray, direcciones del gran camino[36], lo que está arriba, la techumbre y lo que baja, la ‘madre tierra’; los mayas, lo sintetizan con ‘la serpiente emplumada’, que crece con la belleza de las plumas del quetzal.

 

Algún momento, a todos, nos pesa el cuerpo, la vida, el frío, el fuego; mientras la respiración abre, libera, suelta, engarza y/o a veces, aprisiona o salta; ¡sucede!, el aquí, el allá, el ¡ahora!, es lucha con el aire, respiración como realización, instante; emoción que trasciende, verdad en medio de la reciprocidad; un cuadro que se cierra con los tonos grises de una tempestad en pandemia, parece un color medio fundido con la oscuridad, huipala[37]; el cerro va por la lucha de los contrarios y con la fusión de los cambios crece; ¡deposita su celo para hablar de la dignidad; es destello, sin dirección; verso que circula entre las personas, silencio que mira de reojo el 18 de octubre del 2019, Chile, Ecuador, Brasil y Australia; incendio, chasquido de cascada; luz con marca de intensidad; caudal volcánico en deshielo, tumulto en pandemia, catorce días; parece agua, ¡lágrima!, interior en el desierto y lo contrario; sueña el corazón lo materno, el cuerpo con la naturaleza; vemos al instante, frente a nosotros, por techos y nubes, en tropel, parecen huracán de piedras, viento y metáforas; todos son ala, veta, aliento, ‘sub palabras’, gestos hundidos al hueso; a un simple corazón que late en el misterio; en el somos: ¡instante!, el camino a tientas, por el socavón perdido, a tiempo, como toda verdad nace, arde y quema, deja huellas en ceniza y se desvanece; tienta al cieno cierto y abierto que crece con el agua y desde los cerros abraza al pasar al viento, a las plantas y se reparte; es el instante gira en su contra, mientras la aurora boreal como un corazón cegado va al encuentro del cerebro, el Sur ¡espera![38]

 

Una brisa de neblinas andinas pasa cerca del oído interno del eco, busca el puerto de la risa, el parpadeo de sal de las alturas, salar; busca una salida, pero encuentra un señuelo irreal, arrojado como dardo al pavimento, sobre ese pavimento que llevamos dentro, que digerimos todos los días; es lo que tenemos de las calles; si, somos urbanos pero el camino es rural y va por dentro, es fuego; imágenes falsas, promesas no cumplidas; ¡todo necesita agua, mucha agua!, la quieren vender;[39] pero no pertenece a nadie; ¡cuidado!, caen espadas junto a bombas, drones vuelan como ataúdes ocultos debajo del cristal de los escaparates, ¡grandes rebajas!; la muerte asecha, también se queja el miedo, los asesinos del mundo deambulan con toda libertad. Ante estas dificultades corresponde tener un enfoque crítico y autocrítico; en la rutina, en sí mismo, interno y que delibere a tiempo; sentir la naturaleza a ciudades llenas de contaminación, peligro, abandono; paredes destruidas, colmadas de paisaje triste; pueblos, en los que cada cráneo pierde neuronas cada día y gana conexiones, cada piel pierde sus escamas, como la lluvia no sube, cae, se desvanece en ríos y mares; ¡estamos dentro y el tiempo se acaba!, grita y describe la tragedia, a veces en la noche de amor sigue feliz, envuelta en éxtasis.[40]

Cada instante es punto de conexión, hecho concreto y complejo, interconexiones e interdependencias;[41] la solución al problema, de lo que se piensa, siente y hace cada uno/a; es un proceso interno, pequeño, casi casual y al mismo tiempo, estable, grande, complejo y definitivo asumido por todos, energía estética en acción, rebelión de amor con dignidad, poesía del cosmos, ética utópica del animal humano en la Tierra; son las circunstancias y los hechos concretos los que trascienden; cada aspiración y expiración interconecta, es naturaleza; respirar es el modo de manifestarse y de ser que tiene la naturaleza.[42]

 

Mientras algunos migrantes calientan sus manos con el frio, otros mueren ahogados o de olvido, todos respiramos parte de su grito; persigue a las gaviotas, son ansiedades; nadie los ve, son invisibles, migrantes que no pueden intervenir en el suelo que pisan; son fantasmas que siguen sin saber a dónde van, su cuerpo resiste; el amor exalta, la vida los arranca, la tarde es un volcán abierto, un millón de pequeños excesos que halan cada paso y mantienen las semillas terminales en el camino; fogosamente somos caminantes como descripción de vida; desde los dinosaurios diminutos vigilan la rutina, desde el aire, son las aves que vigilan nuestra huida, que tiene leyes, religiones, principios, mucho dinero mal habido y mal distribuido; muchas armas demenciales en contra de la inocencia infantil de la mayoría de los pueblos del mundo; que un poco distantes, siguen con sus picos y patas con garras, piruetas y rituales, religiosos, políticos, académicos, militares, delictuales; junto a los publicistas del consumismo, no saben reír; somos todos miserables, con patas y pezuñas, torturantes; ¿podremos decir: basta?, avanzar o no hacerlo; pero a galope se destapan los augurios de catástrofe; terremotos de cambio, por la estepa pasan como sombras hacia el osario de delirios, entre ostras fosilizadas de los viejos acantilados del Chimborazo, fosas son las señales de los restos de un mongol cercano, descifrador de milenios; se dice que ve que todo se une; que el cambio es ¡asiático-andino!; ¡bienvenido, bienvenida! Somos uno. Se ensamblan ataduras, las velas se inflan y el mar se expande; ¡somos nómadas!, navegantes como el viento, que se desplaza, es un felino gigante inflado de helio, liviano, que recorre sobre los abismos y sus pisadas, las que deja, son de tigre blanco, de bengala, espiritual; nadie las siente, articula y mastica sin palpitaciones o ruido, sin prisa respira y siente que el amor es el único ardor que salva.

Los conflictos humanos son globales, muy graves, con su nueva dimensión de pandemia; la usura extrema, emerge como enorme serpiente, el dominio del mundo ha sobre pasado las opciones complejas ‘tradicionales’, están fuera de contexto; esto tiene ‘la solución’, otro peligro;[43] recuperar conscientemente lo que llevamos dentro, la posibilidad de reconstrucción, del compromiso, de la sensibilidad ética, estética; que se asimile el saber acumulado, intercultural; que sea el tesoro de la colectividad; parte de la historia real y del bien común a perfeccionar.

 

La soberanía avanza en puntillas como luna llena, contempla la caleta de peces con ternura, acaricia al oído y dice quedamente: viva la vida; es una descarga eléctrica que enciende el infinito y ¡zap!, repentinamente alumbra la verdad del amor con el aliento unido al beso que transita la sangre, que galopa el futuro por dentro, en las entrañas del río, del corazón y de la selva; en las calles, en las esquinas, en los parques, la fiesta popular es como una madre, que pare sus hijos quedamente y desde las entrañas, con dolor y amor del corazón; amor y fiesta, en medio del arte, del color, de la poesía y degusta de la música y la comida; la vida se convierte en vertiente en medio del mar, se cocina en la tierra, en el aire, en la oscuridad y nadie ni en el silencio calla. Su única referencia concreta es la luna que se abre, como dos brazos que quieren abrazar.

 

[1]           18 de octubre del año 2019; grito espontáneo, libre, sentido y consensuado, que los lugares públicos sean centros de dignidad; de cualquier naturaleza, esquinas, cafés, teatros, centros deportivos, culturales, incluso los conocidos ‘centros comerciales’, lo sean. Futuro.

[2]           Grito lanzado en Chile, en la Plaza Dignidad.

[3]         15 de marzo 2019, piden con urgencia el favor de cuidar el clima del mundo, resuelve el skolstrejk för klimatet (huelga estudiantil por el clima), inicia Greta Eleonora de Suecia, con el llamado a los “Viernes de Futuro”, algo que se expande por el mundo, en miles de ciudades.

[4]           Posible: “Rebelión de amor y dignidad de mater natura” ALMA MATER SOCIAL DE MATER NATURA (AMSMN), ¡integrar la universidad con la naturaleza!, a su servicio y ‘para toda la vida’, vivencia colectiva, identidad sentida, ‘cambio de civilización’.

[5]          La especie humana aún no aprende a estar unida en vida con la vida o como dicen algunos pueblos andinos, sentir que somos ¡naturales”!; en continuidad, discontinuidad, dualidades, contradicciones, cada instante.

[6]    Camino de la vida y de los pueblos, con el ‘aya uma en la chakana del quetzalcoatl’ (dualidad en doble dualidad de lo terrestre marino y aéreo en movimiento y transformación).

[7]           Que las nuevas prácticas florezcan; un vivir estable y en una kayak-huasi, canoa de velocidad que desciende en el río rápido, adaptándose al instante, se mantiene en un movimiento, dualidades entre seguridad y peligro, enfrentar con éxito la violencia y peligros actuales; cada instante baja, curva, se arrastra, se detiene o salta a gran velocidad, en medio de vertiginosos cambios, bruscos giros, emoción a flor de grada      

[8] Según la Resolución Estratégica de ‘acciones y recomendaciones para la próxima década’, 2021-2030, de la Segunda Conferencia Mundial de la Educación Superior (UNESCO), en París. 2019.

[9]   Nunca antes ha sucedido algo parecido, un “desastre” a nivel global, pandemia 2020, los incendios forestales intencionales, Australia, Brasil, son la gota que rebasa al vaso de la vida y de la estabilidad de la armonía; es la crisis actual, arrastra sombras de confusión desesperada, de actitud terrorista desde el poder, traficantes de todo tipo, redes financieras sin sentido humano o valores, desde la producción y mercantilización de armas, la inducción forzada de guerras, ‘producción mercantil de consumismo exacerbado’ y destructor.

[10]  Como el crédito social en China actual (2019), un control de las personas, extremo peligroso; parece parte de un enorme pantano de ideas, supuestos y falsedades, en red, imposiciones que persiguen, limitan, encierran.

[11]               Belleza sentida, con su carga esencial estética-ética.

[12]          Armonía es amor y ‘conexión en la red’ para ir a la piel.

[13]          AYA UMA – CHAKANA QUETZATL dualidad y doble dualidad con la serpiente emplumada de Quetzal.

[14] En las calles, se planteó: ¡no son treinta centavos, sino treinta años de un golpe traicionero en la nuca del que debemos ¡despertar!

[15] Antes fue (Aún es) lo racional, el mercado, lo individual en ego, la propiedad en usura; apropiación, dominio, consumismo, violencia; se exaltó ‘lo estructural planificado’, el falso progreso, el control extremo del poder establecido, impuesto; supuestamente verdadero, justo, correcto incluyendo la corrupción; lo que se completó con el mito de que el ser humano es especial, centro del universo y  un no animal no peligroso; ¡basta!

[16]          Recuperar conexiones con todo, con los semejantes, con lo natural, lo material, lo energético; priorizar ‘el sentido de lo colectivo desde lo íntimo’, ‘sensibilización decidora’ conciencia y voluntad de los jóvenes y todos; enfatizar la falta de contacto con la naturaleza, que provoca un vacío, un sin sentido en lo individual y en lo colectivo.    

[17]    El ‘Manifiesto de Córdoba’ es un aporte clave y concreto a la utopía latinoamericana; con compromiso ético renovado, entusiasmo, optimismo personal y  social; con la emoción juvenil comparte sugerencias vitales importantes.

[18] Se mercantiliza con el mito expoliador y destructivo de ‘falso progreso’; la paradoja, repito, es que la ciencia y tecnología, en la práctica incrementa velozmente los peligros de la destrucción del planeta y de la especie humana; la ciencia, la investigación, la educación, el arte incluso de las instituciones educativas públicas se están mercantilizando; incluso en algunas universidades se prioriza la producción de prototipos de armas; los gobiernos inundan al mundo con una comunicación social o masiva muy manipulada, lo mismo con los alimentos, las medicinas manipuladas genéticamente y tantos objetos innecesarios; se crean visiones de catástrofes, de necesidades, enfermedades globales, carencias, temores; la manipulación de la vida financiera es extrema, se acerca a mafias delictivas, tráfico de drogas, personas, se industrializa ‘la seguridad’, se exacerba al miedo y la explotación, la xenofobia con los migrantes, etcétera; hay despilfarro de vidas, destrucción de familias y personas; algunos, incluso se atreven a negar el cambio climático o decir que el agua es parte de la ‘propiedad privada’, lo mismo de siempre y los mismos; las nuevas generaciones se sienten muy vulnerables, vulneradas y protestan airadamente, ¡es patético, porque es real!

 

[19]          Tenemos elementos, acciones, actitudes que somatizan y fortalecen la “estupidez civilizada” dominante, capitalista, individualista, el extremo más oscuro del ‘animal-humano’, que somos; cada día se nos aparta más de la ‘mater-natura’ y del cambio de civilización.

[20]          Ver experiencia sueca: www.plantagon.com</strong>

[21]          Que los andinos y otros pueblos llaman ‘buen vivir’.

     [22]          El 96%; pero todo es matergia, ‘materia-energía’[22], cosmos que fluye por el instante; lanzados al vacío oscuro, sin entender un ápice de su complejidad, con el azar, el aparente desorden

[23]               “Hoy” 28 de enero de 2019 (Ya pasó) se difunde en Internet el dato de que hace 56 millones de años hubo una catástrofe climática por un volcán de Escocia, que alteró el medio ambiente, cambio del clima, pero el actual, ¿es diferente? ¿La suerte está echada?

[24]               Personaje de las obras del peruano de Cajamarca Carlos César Salvador Arana Castañeda, difundidas más en México.

[25]              Establecer directa y subjetivamente una relación distinta con todo que fluye sin detenerse, espiral, instante; salir de lo acostumbrado, estable, seguro, habitual, establecido; es ese detener al mundo por un momento,[25] sería abrazar su dinamismo, estar inmersos en el cambio permanente de la naturaleza.

[26]               El llamado a nivel mundial de Greta Thunberg.

[27]               Priorizar lo correcto es el desafío inmediato, tenemos el medio ambiente, la defensa de la naturaleza’, la salud integral, la renovación de la educación, el cuidado del agua, la paz, la equidad, la seguridad y estratégicamente o sobretodo dignidad con el despertar, desmontar un sistema de dominio, apropiación y despilfarrador; idear lo distinto, un imaginario que vaya más allá de lo establecido, crítico, con apertura; ir a cómo lograr que cada persona, comunidad, sociedad viva en paz y lo haga con éxito, con apoye del Alma Mater. Un proceso formativo que facilite la inmersión en el cambio, en lo humano, en la naturaleza y en ello, pese la sugerencia de revalorar el papel de la educación superior en el mundo, con toda su diversidad y a plenitud, a largo plazo.

[28]               La III Conferencia Regional de Educación Superior para América Latina y el Caribe 2018 (CRES 2018), mencionada, afirma, la educación es: “…un bien público social,  derecho humano universal, y un deber de los Estados-que- En consonancia con el cuarto Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda de Desarrollo adoptada por la UNESCO (OUN) para 2030, el “Foro Mundial” en Incheon, Corea, 2015;  -insta- a los Estados, promover una vigorosa política, que amplíe la oferta de educación superior, revisar el acceso al sistema, generar políticas de acción afirmativas para lograr el acceso universal y apertura académica para considerar: la educación como herramienta eficaz de calidad y eje central de un cambio profundo en la historia humana.

[29]               Lo que postula la Reforma Universitaria de Córdoba (1918): una práctica sostenible en todos los aspectos, enfrentar el desastre del actual: cambio climático, corrupción, desigualdad, etc., la crisis humana; hacerlo con la ‘nueva academia’, el nuevo ‘buen vivir’ o como se llame, de todos, lo esencial e ineludible, que debe ser afinado, corregido, mejorado; incluso en los detalles mínimos y cualitativamente en conjunto o totalidad.

[30]          Pueblos renovados y a los conservados en la inercia de no ser; para muchos es un aullido que desde sus alas heridas se desprende, desde sus garras desgastadas y sin uso; es un aullido que alborota la noche; en toda la tierra, quedan huellas de ese dolor, que parece orificio dejado por el paso de una serpiente diminuta que vive en el corazón, es de la tierra; siempre resiste a los recuerdos y a los retornos; es dolor de los errores y cegueras de la humanidad, este pandemónium herido en el que habitamos, en cuerpo y alma; mientras muchos se agachan ante la guerra, con reverencia inusual, que incluso se disfraza de sagrada; mientras a tajadas los medios devoran el alma humana con la publicidad, la venta y la manipulación permanente, cibernética.

[31]         Al término del día, cambias, la tarde parece una metáfora; la vida es late y en la curva universal padece a dentelladas, sortilegios; abraza, madura, enciende, asimila o muerde el aire, respira; la vida es lo que nace, crece o sueña, utopías; es el dolor y el amor, el temor, la alegría, aspectos que caminan de la mano, vida y muerte van por la circunferencia, del enlace generacional-familiar, va por lo alto lo mismo que por bajo, al comienzo y al fin; todo vuelve, dibuja la larga, sinuosa, apretada y fría línea que queda entre islas, olas o fronteras; como hace unos años en Chile, pasó una fila de pingüinos colegiales, muy cerca de la Antártica; hoy, dicen, que los mismos jóvenes ¡están despertando!; no son sombras las que quedan en el límite, no son migrantes, son seres humanos que caminan desde muy lejos, desde un golpe militar o sequía.

[32]          Estamos ‘ad portes’ de una posible extinción de la especie humana; poder impulsar cambios radicales y arribar a nuevos enfoques, mutaciones con cierta comprensión de cada contexto, en diversidad, con una emoción enervada de serenidad, ante opuestos dando giros dialécticos, repentinos y al azar; reconocer que estamos en el instante presente, ‘oportunidad permanente’ de poder cambiar, perseverar y preservar la convivencia, la continuidad; ver en la cotidianidad estar enlazados, navegar el cambio, ese ‘rápido’, de aguas veloces; reconocer la realidad; que lo dominante cambia, gira a su contrario; sin perder la visión de conjunto, tener certezas temporales de lo correcto y errores cometidos; enmendar, navegar el cambio, estar en una kayakhuasi; kayak la pequeña y frágil nave que es ‘nuestra casa donde vivimos o estamos’; reconocer que existen tendencias, cambios repentinos, ajustes que se deben hacer, sin perder la visión del detalle concreto, ¡sobrevivir!, como persona digna y especie.

[33]          La tarde desplaza a la cuerda de la guitarra con sensaciones andinas, orilla la voz, en un avenir desde el desierto, la tarde canta a las plantas y desde la cordillera o la semilla, se dirige al mar; navega por oídos receptivos, con resonancias sutiles que llegan al corazón; la tarde desde piedra antigua, casi a sangre viva, enlaza la inmensidad del cosmos que late y motiva a la dignidad; en su espacio pequeño el tiempo presente y concreto, se revuelca como un chancho y en serena intensidad de hueso tierno, late, topa tierra, la piedra y late, es magma que se convierte en metal y late como la tarde.

[34]          Confundidos, tratamos de atar la a identidad como arde el fuego,, voraz como lo que no existe, volver, arder y ser ceniza, instantes; habría que trabajar mucho, entrar con toda la ciencia, a secas con toda la filosofía, la solemne tecnología, en especial con el arte y en serio, para que se provoque enfoques lúcidos, transparentes, con valores y dignidad.

[35]          Conversando, para aprender a desaprender y a estar juntos; en las limitadas dimensiones de la vida, cada uno/a, mantener las cortas diferencias específicas y las limitadas distorsiones de las convergencias vivas y las muertas de la natura, de los errores y aciertos, en vida; estar hundidos en lo que fluye, ir inmersos por los mismos baches, involucrados por las mismas calles, por los mismos errores, aprendidos; sutilmente impuestos, pegados a viejas veredas de viejas casas en viejas ciudades retenidas y con repetición constante, ¡no ser!, con la misma propaganda publicitada, política, ideológica, divina, hasta llegar a tener ¡los estúpidos sueños de conquistar el mundo!, con verdades ocultas, supuesto progreso de las ganancias, riqueza material que se disuelve y con un costo humano muy alto; el pequeño planeta gira, cerca del sol, según la fecha; planeta, inunda tu vivir migrante, proteína animal y lodo muerto; como vegetal que respira y culturalmente es fractal, como el perro busca, gira sobre sí mismo, busca su lugar para dormir sus sueños, lo conocen los pueblos autóctonos, miran al vino cuando salpica alegría.

[36]          El gran camino es el ‘Kapak ñan’.

[37]          Bandera de arcoíris multicolor, milenaria, de los pueblos tibetanos y andinos y ahora usada para otros fines, como sucedió con la suástica.

[38]          Gira el corazón de pie/l a cerebro, de pié en el cuerpo; corazón a lo concreto como amor a secas, desde la puerta de sol a sol y luna abierta que solo refleja; agua de sangre, saliva de amor, mundo entero; ¡estamos!, que todo se enlaza en el desierto, el caudal subterráneo con el silencio; gira cada palabra, en su esquina ¡es dignidad!, es fuego, cerebro, voz, cariño y completo; que cada persona cante y baile su realidad, con sus vecinos, a su ritmo; todos sean socios de sueños, punto inicial, detalle concreto; a dos pasos, el avance que conoces y esperas, que recuerdas, de algún modo, no estamos separados ni unidos, somos, cualquier intento de cambiar el sentido del viento, no regresa y somos especie animal y terrestres, basta de teorías, es cierto, es baile, verso, incluso vals; en cualquier rincón de la cordillera, es un valle en medio de la selva que resbala por el tiempo con todo mi amor.

[39]          El ‘kayak’ baja en ascensor desde los cimentos, en la duda, afirmo que todo esto es cierto. Esgrimir la ética entre esas costras de metal después de una guerra, me parece tierno y mortal; que importancia tiene lo que nos rodea, en este débil instante de pandemia19 y sin conocimiento; es estar en otro tiempo, en otra época, en otra civilización. El momento pasado terminó, el sistema te cambia de piel a cabeza, como el ofidio cambia como la ceniza del incendio; todas sus escamas de reptil, desaparecen entre millones de páginas de publicidad o palabras vendidas, impresas, ¡pandemia dominante!, es lo que tienes

[40]         Son emociones innatas, simples, cotidianas, corretean en sus propias pisadas, son infancia, murmullo de mar, el silencio que flota en su espuma blanca, que brama en el lomo de algunas palabras fundidas, como: soluna, oro lluvia, charco de plata, redondez de nirvana, cruce de caminos, amor sentido o revolución de infinitos; todo es cercanía compartida, referencia exacta, es respirar al mar en proa al viento con cetáceos en la espalda; millones de años con misterios que saltan cada día en medio de las aguas.  Existimos con la sensación interna e intensa de arar en el frío, de arar en el mar y en todo lo concerniente a fluidos y vapores de la tierra: lava, agua, sangre, grava, neblina, savia, semen, saliva, ceniza; sembrar emociones es vivir el fuego, el amor, cada día; es escarbar el golpe, la mentira, la usura global, lo mismo que la oportunidad de un cambio. Sí, hay la sensación de que somos iguales y humanos, mamíferos, cetáceos de montaña; que podemos sentir con sensaciones innatas; sí, los dos, en la boca de ambos, un plural intencional e indispensable en lo concreto; pájaros que anidan, en lo más alto del sombrero, se agitan, saltan, vuelan, se esconden en nidos de paja y dicen que ¡somos iguales!

[41]          El momento, el hecho, el detalle; la vida personal, la colectiva,  del grupo pequeño o de la comunidad, fluyen: acertar a la primera con un camino, es difícil; cada persona tiene su oportunidad, su modo de acertar, de equivocarse y un año concreto de nacimiento; sus opciones y actitudes, van enlazadas, se pueden equivocar, acontece y no retornan; es histórico, único e irreversible; para cada uno en su contexto, cada cambio tiene sus efectos y dependencias, es especial; pero, a pesar del aparente movimiento circular o fractal, no se repite nunca, es lo extraordinario de este desafío, es único e irreversible, es  un ¡jamás!

[42]        Tiene su contrario en el vientre, al final, lo encogido debe ser abierto, lo atrapado debe ser libre, lo entregado, rumiado, soñado, compartido; lo contraído debe ser amado, a poca distancia, la palabra en silencio, con todo lo dicho, advierte al mundo ¡un silencio!, ratifica el miedo; no se puede parar la muerte, ni curar a los heridos. Solo el amor levanta la vida, la vieja arqueología, cada mañana, espera nacer.

[43]          En realidad, la mayoría de las tendencias políticas resultan caducas, tránsfugas, inútiles porque el capitalismo se armado de verdaderos capos de mafia; acumulan experiencias de, traición, de engaños, de clandestinidad y corrupción; es un momento distinto, ¡se aspira!; que cierre una civilización y lo nuevo venga más flexible etc..

 

Continúa ….