Los grupos tribales Sioux de Dakota del Sur han tomado el control de las carreteras que pasan por su territorio para evitar el ingreso del coronavirus. Ellos realizan por su cuenta actividades de control que la gobernadora Kristi Noem ha declarado ilegales, aunque no les ofrece alguna alternativa para su protección. Este pueblo nativo de los Estados Unidos solo dispone de 8 camas en un pequeño centro hospitalario.

Aunque las grandes áreas urbanas de los Estados Unidos han experimentado un decrecimiento en el número de nuevos casos de COVID-19, conocido como coronavirus, la última ola de impacto en este país la vienen sufriendo las reservas indígenas ubicadas en los estados centrales. En esa línea, después de la Nación Navajo, los más impactados han sido la población Sioux, ubicada principalmente en el estado de Dakota del Sur.

En razón de ello, los líderes tribales del pueblo native Sioux han decidido tomar el control de todas las carreteras que pasan por su territorio para realizer controles a los conductors. Estos “puestos de control” son manejados por los propios dirigentes siouxs quienes se han hecho cargo del control sanitario de su población en vista del abandon en el que los tiene el Gobierno Federal.

La población Sioux en los EE.UU. está compuesta principalmente por dos grandes tribus en el territorio de Dakota. Estos grupos son Cheyenne River Sioux y Oglala Sioux son los que tomaron la iniciativa de proteger a su población a través de estos puestos de control con los que además prohiben el ingreso a su territorio a aquellas personas que presenten sintomatología relacionada al coronavirus.

Amenazas de las autoridades

Lejos de ofrecer una asistencia sanitaria, la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem ha incurrido a una serie de amenazas contra la población nativa de su estado. Ella ha declarado que estos puestos de control son ilegales y les ha ordeno retirarlos, amenazando con emplear a las fuerzas del orden en un eventual desalojo que, hasta el momento, no ha ocurrido.

“Los puntos de control en las carreteras estatales y de EE.UU. no son legales, y si no los retiran, el estado llevará el asunto a un tribunal federal”, declare Kristi Noem, gobernadora de Dakota del Sur y militante del Partido Republicano.

El representante del grupo Cheyenne River Sioux, Harold Frazier ha respondido a las delcaraciones de Kristi Noem advirtiendo que, lejos de ofrecer implementaciones que protegan a la población nativa, las palabras de la gobernadora encubren una amenaza hacia ellos. Frazier ha advertido que, el único hospital que opera dentro del territorio Sioux solo tiene 8 camas, las cuales podrían ser ocupadas muy rápidamente si el virus se expande dentro de esta población.