Movimiento 5 estrellas Las aguas revueltas del Movimiento 5 Estrellas
Muchas corrientes, ningún líder y con un nuevo caso judicial. La futura estabilidad del Movimiento 5 Estrellas va más allá de su formación, ya que de su solidez depende la durabilidad del primer ministro, Giuseppe Conte.
Muchas corrientes, ningún líder y con un nuevo caso judicial. Aunque sea socio mayoritario del Gobierno italiano, es el partido con más problemas de identidad de la política transalpina. Pero su futura estabilidad va más allá de su formación, ya que de su solidez depende la durabilidad del primer ministro, Giuseppe Conte. Mientras tanto, arriesga también una importante bifurcación. En definitiva, el Movimiento 5 Estrellas (M5E) anda en aguas revueltas.
La actual situación de crisis de la formación anti establishment empezó oficialmente el pasado mes de enero, cuando su último líder y actual ministro de Exteriores, Luigi Di Maio, decidió dejar las riendas del partido con la intención de volver. Estaba previsto que hubiera primarias a lo largo de la primavera, pero la crisis sanitaria del coronavirus, por obvias razones, ha dejado todo en situación de bloqueo.
Pero el problema de estabilidad del partido grillino va más allá de la propia formación, ya que el Movimiento 5 Estrellas es el socio mayoritario del actual Gobierno italiano, presidido por el primer ministro Giuseppe Conte, que comparte con los socialistas del Partido Democrático (PD) de Nicola Zingaretti.
Ambos partidos participan en el mismo Ejecutivo, principalmente, en aras de prolongar la permanencia del líder de la soberanista Liga, Matteo Salvini, en las filas de la oposición y posponer lo máximo posible su entrada en el Palazzo Chigi.
En este clima, hay dos hechos que podrían complementarse. Por un lado, el Movimiento 5 Estrellas tiene importantes problemas de liderazgo. Por el otro, el premier Giuseppe Conte, aun teniendo altos índices de popularidad entre los italianos, no está inscrito a ningún partido como para aspirar a seguir liderando la política italiana. La conjunción de estas dos realidades, según se ha estado leyendo en la prensa italiana en los últimos días, podría favorecer la estrategia de Di Maio de que Conte entre dentro de la formación grillina: “Estaría muy contento si Conte se dedicara al Movimiento 5 Estrellas y entrara a formar parte de él. Conte podría ser el candidato a primer ministro para las próximas elecciones generales”, aseguró el actual ministro de Exteriores transalpino.
Según una encuesta publicada hace unos días en el diario italiano Corriere della Sera, si Conte fuera líder del partido de Grillo, el Movimiento 5 Estrellas pasaría del actual 17% hasta el 24% en las encuestas, intercambiándose las cifras con el PD y superando incluso la Liga del soberanista Matteo Salvini. A todo esto, ante la presencia de numerosas corrientes internas en el seno del Movimiento 5 Estrellas, vuelve a aparecer la figura de Alessandro Di Battista, ex parlamentario grillino que constantemente vuelve a la escena para reivindicar el espíritu original y reformista del partido antiestablishment. Dicha posible vuelta de Di Battista con el objetivo de enfrentarse a Di Maio ante las próximas primarias podría desestabilizar aún más la solidez del partido para mantener a Conte como primer ministro. Por esta razón, de hecho, Di Maio vería con buenos ojos que Conte entrara formalmente dentro del Movimiento 5 Estrellas. Según algunas fuentes consultadas por la prensa italiana, podría incluso ocupar una vacante como parlamentario del Senado.
Dentro del partido grillino hay quienes, junto a Di Battista, querrían ya un nuevo congreso. Pero según el fundador del Movimiento 5 Estrellas hace una década, el cómico Beppe Grillo, no es una buena idea en este momento. Según apuntan diferentes medios italianos, el creador del M5E está en constante contacto con los peces gordos del Partido Democrático en aras de mantener la promesa de hacer durar el actual Ejecutivo de Giuseppe Conte lo máximo posible y frenar a los soberanistas. Ha sido muy sonada en la prensa la forma en la que Grillo ha frenado las intenciones de Di Battista, sin mencionarlo directamente, a través de la red social Twitter: “Hay quienes viven en el día de la marmota”, escribió Grillo ante la idea de convocar inmediatamente un nuevo congreso.
¿Por qué, cada vez más, se perfila una bifurcación Di Maio versus Di Battista? Di Maio, sobre la base de una estrategia más segura, preferiría que la directiva grillina se mantuviera, incluso dentro de su heterogeneidad, como un bloque unido y de funcionamiento colegial para afrontar la falta de liderazgo, mantener a flote el Gobierno de Conte e impedir a la derecha nacionalista volver al poder en el país. Para estos tres objetivos, Di Maio tiene cierta experiencia tras dos años en el Ejecutivo transalpino. Sin embargo, Di Battista cuenta con el poder de internet. El grillino conocido en Italia por su fuerza de convocación cuando el Movimiento 5 Estrellas estaba todavía en auge, tiene una gran aceptación entre los militantes de un partido que se basa en las votaciones telemáticas y defiende la democracia electrónica.
A todo este clima de incertidumbre que están viviendo las filas del Movimiento 5 Estrellas, en los últimos días se ha sumado también un importante problema judicial. Desde hace unos días, la Fiscalía de Milán ha iniciado una investigación para estudiar la supuesta financiación ilegal del partido grillino en 2010 a raíz de unos fondos ocultos procedentes de Venezuela, por un total de 3 millones y medio de euros en metálico. En la información recientemente publicada por el diario ABC el partido fundado por Beppe Grillo habría recibido, supuestamente, esa cantidad a través del hoy presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien hace diez años era ministro de Exteriores del Gobierno de Hugo Chávez. Por su parte, Davide Casaleggio, hijo del cofundador del M5E Gianroberto, ha presentado una querella por difamación.