Muere joven indígena tras ataque de invasores
Un indígena muerto y otro herido de gravedad fue el resultado del ataque de invasores en contra de la comunidad de Ahsawas, en el territorio de Mayangna Sauni Bu, en el Caribe Norte de Nicaragua.
El joven indígena identificado como Simón Silva, de 26 años, recibió un impacto de bala de escopeta y falleció de forma instantánea. Mientras tanto, Santos Gómez, de 50 años, lucha por su vida tras el ataque.
Las víctimas iban hacia sus parcelas, pero a 300 metros de sus viviendas fueron emboscados por los tres o cuatro invasores, quienes los atacaron con disparos de escopeta desde un lado del camino, según la declaración de los pobladores de Ahsawas a la policía.
El terrible suceso ocurrió el viernes 10 de julio, a las 12: 20 p. m., cuando los colonos armados atacaron a sangre fría y sin motivo a los indígenas que se dirigían a sus parcelas.
“Los colonos son un virus peor que la COVID-19″
“En nuestros territorios existe un virus peor que la COVID-19 y son los colonos”, afirmó un líder de Mayangna, quien prefirió mantenerse en el anonimato.
Asimismo, indicó que estos ataques no son nuevos. En lo que va del año, se ha registrado el asesinato de ocho miembros de las diferentes comunidades indígenas del territorio Mayangna.
“Nos encontramos preocupados por la vida de cada indígena, cada día se está derramando mucha sangre. Por eso, hacemos un llamado a las organizaciones correspondientes, porque cuando nosotros reclamamos a los invasores, ellos nos amenazan de muerte”, señaló el vocero denunciante del ataque.
El suceso fue informado un día después del ataque, porque recién el 11 julio lograron compartir la denuncia a los medios de comunicación.
Por su parte, el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más se pronunció frente a este ataque para exigir a las autoridades nacionales que investiguen los hechos y sancionen a los responsables.
“El Colectivo condena este nuevo ataque ejecutado en un contexto de desprotección histórica, agravada por la afección de la COVID-19, lo que constituye un doble castigo y crimen de Estado en absoluta impunidad”, revela el comunicado del organismo.
Ataques e impunidad permanente
“Mañana no sabemos qué comunidad será atacada”, fue la expresión de un indígena del territorio Mayangnas ante los ataques constantes de los invasores.
En lo que va del año, se ha registrado tres ataques a las comunidades del territorio Mayangnas. Producto de esos lamentables sucesos, ocho indígenas perdieron sus vidas por defender sus tierras.
La primera agresión ocurrió el 29 de enero, fecha en la que cuatro indígenas fueron asesinados y otros diez desaparecieron durante el ataque armado de un grupo de invasores en la comunidad Alal, en el territorio de Mayangna.
Fueron 80 colonos que abrieron fuego en contra de los indígenas, luego quemaron 16 viviendas con el objetivo de quedarse con sus territorios.
Como se recuerda, la segunda embestida sucedió el 26 de marzo, tres indígenas murieron tras ataque de invasores. Las víctimas se encontraban en sus parcelas en la comunidad de Wasakin, Rosita, Caribe Norte.
Con la violencia ejecutada el 10 de julio, se suman tres ataques a las comunidades indígenas del territorio Mayangna.
“Nosotros somos víctimas de estas violaciones y las organizaciones nacionales e internacionales no han hecho nada para sanear los territorios”, afirmó el líder indígena.
Desde 2015, el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) ha advertido que las comunidades indígenas del Caribe de Nicaragua corren el riesgo de ser exterminadas y en grave situación de abandono debido a la constante invasión de sus territorios.
Por eso, los indígenas del Caribe nicaragüense reclaman que no se respeta la autonomía de sus territorios, y que los invasores han provocado asesinatos, secuestros, heridos, y desplazamientos forzosos, así como la pérdida de 1.5 millones de hectárea de bosques desde 2009.
La impunidad ha prevalecido en los hechos violentos durante estos años. Se exige que se investigue y se realice acciones que traigan justicia a las víctimas a fin de proteger los derechos de los pueblos originarios.