Ecuador: ¿Qué son las Brigadas de Solidaridad Kitu?

Las Brigadas de solidaridad nacen a partir de la crisis sanitaria global y local, nacen de la necesidad de inventar nuevos métodos de solidaridad y lucha en estos tiempos de aislamiento y virtualidad.



Entrevista a Sixto Machado, miembro de las Brigadas de Solidaridad KITU

 

 

Conversamos con Daniel Galeas (Sixto Machado), politólogo, editor, educador montessori y gestor cultural. Involucrado en procesos de lucha y de autogestión. Coordinador de residencia y sostenedor del proyecto Casa Uvilla, única casa okupa en Quito.

Brigadas Solidarias

¿Quiénes son, qué hacen?


Las Brigadas de solidaridad nacen a partir de la crisis sanitaria global y local, nacen de la necesidad de inventar nuevos métodos de solidaridad y lucha en estos tiempos de aislamiento y virtualidad.

Las brigadas tienen un punto emergente previo, empezamos en el Paro Nacional de Octubre y desde ahí venimos haciendo varias tareas encaminadas a la solidaridad activa. 

Somos varios colectivos e individualidades que hemos reactivado esa red de octubre, debido a los altos índices de personas que en esta cuarentena la están pasando mal, tomando en cuenta que el 46% de la población en Ecuador vive del trabajo informal, viven el día a día, esto quiere decir que si no se sale a trabajar, no se tiene plata, si no se tiene plata, no se come, por esto decidimos activar la solidaridad sin caridad, generando procesos.

En la Casa Uvilla, conversamos colectivamente y decidimos por unanimidad poner la casa a disposición de estas brigadas solidarias.

 


¿Cómo se están organizando?


 

Estamos reinventando estas herramientas de lucha desde la virtualidad, en un primer momento hicimos una fiesta con esta red y logramos recaudar fondos. Ese dinero fue destinado para comprar implementos que nos permitan dar seguridad a las familias que vamos a apoyar.

Además también una parte de estos recursos se canalizó para comprar los insumos de alimentación básica; ahí nació la idea de crear una red de donaciones, para que la gente pueda venir a la Casa Uvilla y dejar los alimentos para que nosotras redistribuyamos. 

Sin embargo esta crisis sanitaria nos hace cambiar de estrategia a cada momento, los toques de queda cambian de horario repentinamente, hay días que se puede salir y otros no, el contexto cambia tanto que tenemos que adaptarnos y la gente se ve limitada, por no decir impedida, de venir y dejar las cosas en la casa, por ejemplo estos días estábamos abiertos para recibir donaciones de alimentación y no ha venido nadie, sin embargo tuvimos bastantes transferencias y con ese dinero nos fuimos a San Roque y compramos: lenteja, arroz, aceite, atún, quinua.

Hemos armado fundas de comida para alrededor de 20 familias.


¿Cuál es la respuesta que han tenido en términos sociales?


Existe una buena recepción, aunque el miedo sea un factor determinante, pese a eso ha existido una respuesta positiva. La intención de esta iniciativa es descentralizar y generar estas redes en cada barrio, pero es difícil por el desconocimiento y el miedo. Sabemos que el Centro Cultural Independiente de Turubamba también se activó en esta iniciativa y con ellas nos vamos articulando tanto en experiencias como en protocolos de seguridad. Pero en lo social se siente como un like (en Facebook), que bueno lo que están haciendo, pero…por miedo y por el incremento de muertes por el virus queda en ese gesto virtual.

Creo que antes había muchos memes y todos nos reíamos, pero ahora no es nada chistosa la situación, es bastante compleja. También el apoyo o no a las brigadas tiene que ver con esa gestión negligente por parte de los poderes estatales.

 


¿Cuál es el protocolo que tienen para evitar el contagio?

Hemos tenido la suerte de contar con compañeras médicas y hemos tenido un canal de comunicación con las brigadas solidarias que se armaron en Italia. A partir de estas conversaciones hemos creado nuestros propios protocolos que tienen que ver con la desinfección, una ropa específica para estas tareas, guantes y mascarillas específicas. Además del distanciamiento corporal en caso de recibir o entregar los productos. Estos protocolos están abiertos para que otros espacios o iniciativas lo puedan usar y modificar de acuerdo a su realidad. 

¿Su sistema de transparencia y auditoría cómo funciona?

Hemos creado una página en Facebook, en la que subimos todo el dinero que entra a la cuenta y el registro de las compras y las entregas. Para lograr seguir teniendo apoyo es importante ser lo más transparente posible y eso lo hacemos con la ayuda de las redes sociales.


¿Cuál es su posición frente a la prioridad del gobierno de pagar los bonos 2020?

La política de este gobierno no es algo que nos debería parecer raro, no debería extrañarnos porque es la política que vienen implementando y no van a hacer lo contrario.

Pero sí, venimos hablando sobre la necesidad de salir a las calles apenas se pueda, por que ahora no solo es el abuso policial que está existiendo, también estas políticas que se pagan bonos en lugar de invertir en sanidad. Nosotros los de abajo tenemos que aprender a organizarnos, tenemos que lograr una organicidad mucho más fuerte, ya no solo en las calles sino a la hora de pensarnos el día a día, la vida.


 

Ante la injusticia social en su máxima expresión nosotros tenemos que aprender a responder. Para mucha gente la cuarentena no es un tiempo de introspectiva sino de angustia. Hay que atreverse a levantar una propia brigada, una propia red de apoyo.

No somos las únicas personas ni las primeras, hay muchas organizaciones de base cuya ética es la acción y la solidaridad. Heredamos tradiciones históricas, tan solo nos hacemos cargo.

Acá no se levantan más banderas que la del apoyo mutuo, que más que bandera, es una práctica, una forma de ser/estar en el mundo y que, entendemos, nos llevará a mundos mejores.