Presidente de México en guerra contra el zapatismo

El gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se inició con un ataque ideológico y la implementación de una burda estrategia de descrédito y mentiras contra el EZLN que logró reclutar a gran parte de la (siempre dispuesta y disponible) “izquierda progre”. A pesar y en contra de toda evidencia, ésta izquierda de bolsillo se enamoró de la 4T (la Cuarta Transformación) de AMLO, de su manejo de medios y de ese ya bien conocido y recurrente contagio voluntario: “es de izquierda, es nuestro, hay que darle tiempo, haga lo que haga está bien y quienes se opongan son enemigos del pueblo” (y el pueblo son ellxs, claro!). Por ejemplo, AMLO puso como Secretario de Ambiente (Ministro) de su Gabinete a Victor Toledo, un recalcitrante y agresivo anti-zapatista.



AMLO en Guerra contra el zapatismo

Pueblos en Camino.

La guerra en Chiapas: Es el Estado, es el gobierno de Morena, de AMLO. Están provocando una guerra en Chiapas para justificar un ataque integral contra el zapatismo. El brutal ataque en curso contra las comunidades zapatistas de Chiapas, contra el Zapatismo, es aterrador. Ahora mismo (compartimos textos de Luis Hernández Navarro, Gilberto López y Rivas) un despliegue paramilitar de terror incendia, asesina, destruye y amenaza.

Las imágenes del Fotoreportaje de Luis Enrique Aguilar publicado el 24 de agosto en DesInformémonos relatan lo que viven las comunidades desplazadas por el terror planificado. Se coordinan (y confrontan, según un libreto perverso) con la Guardia Nacional y, claro, con el Cartel Jalisco Nueva Generación, con el ERPI, el ERI …también se intercambian brazaletes para que, como ya es una táctica reconocida, no se sepa quién es quién. Un día son guerrillas de izquierda (que seguramente las habrá), otro paras (que los hay y son del poder), otro, Guardia Nacional y fuerza pública (que tiene complicidades y se sirve de todas las anteriores), o lo que sea.

El Estado mexicano en coordinación y complicidad (siempre la ha habido) con narcos, terratenientes y gremios económicos, genera, promueve y orquesta conflictos y confrontaciones para desatar una guerra total en Chiapas, para legitimar un ataque integral contra el zapatismo que incluye el terror y la guerra, la propaganda (ver textos y entrevistas abajo) y la conquista de mentes y corazones para legitimar su presencia y extenderla a nombre de “restablecer el orden”. La guerra tiene un componente de propaganda y propagandistas que se presentan como ¨objetivos” y bien informados. La versión de una guerra contra AMLO desde el narco y los zapatistas la están fabricando con una perversión de datos aterradora que involucra al EZLN (“guerrilleros”) con el Cartel Jalisco Nueva generación.

Es absolutamente repugnante y burdo. El gobierno, que impulsa ésta propaganda de la guerra empieza a promover su versión de víctima. AMLO, el agresor, es la víctima! Se va a defender y el clamor para que lo haga, está siendo fabricado.

Era de esperarse. El gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se inició con un ataque ideológico y la implementación de una burda estrategia de descrédito y mentiras contra el EZLN que logró reclutar a gran parte de la (siempre dispuesta y disponible) “izquierda progre”. A pesar y en contra de toda evidencia, ésta izquierda de bolsillo se enamoró de la 4T (la Cuarta Transformación) de AMLO, de su manejo de medios y de ese ya bien conocido y recurrente contagio voluntario: “es de izquierda, es nuestro, hay que darle tiempo, haga lo que haga está bien y quienes se opongan son enemigos del pueblo” (y el pueblo son ellxs, claro!). Por ejemplo, AMLO puso como Secretario de Ambiente (Ministro) de su Gabinete a Victor Toledo. Un recalcitrante y agresivo anti-zapatista (seguramente esa fue una de las principales razones para ubicarlo en ese cargo). Toledo es uno de los ideólogos y principales propagandistas del ataque de la “izquierda” contra el zapatismo y un hombre capaz de estar en todas partes, según convenga y al mismo tiempo.

Es fácil de entender. AMLO y su gobierno tienen la función de restaurar a fuerza de imagen y discurso transformador, la legitimidad del putrefacto Estado Mexicano. Hacerlo y a la vez, aún más importante, impulsar e implementar, a nombre de esa transformación, como proyecto revolucionario y de izquierda, todo el modelo extractivista, modernizador de acumulación y despojo. Con el derrumbe de la legitimidad del PRI, PAN, Partido Verde, PRD (del que viene AMLO), AMLO y Morena aparecen como redentores para que todo cambie y todo siga igual…¡NO! mucho peor. Ya lo está demostrando.

Bajo la administración de AMLO se puede y se está haciendo todo lo que los demás desde la derecha no pudieron alcanzar. El país se entrega a manos llenas a las élites corruptas, a la institucionalidad mafiosa, a los megaproyectos destructivos, a las transnacionales, a los carteles del narco, que privatizan territorios y bienes a costa de pueblos, culturas y luchas… Sin la menor duda, en esta fase del capitalismo, el narcotráfico es una fuente de todo: finanzas, terror, pretexto de militarización, despojo territorial, represión y ganancias incalculables para todos los socios. El Megaproyecto es el denominado bajo el eufemismo repugnante: “Tren Maya”. AMLO fue aprobado y electo por la maquinaria político-electoral mexicana para implementar éste proyecto. No es tren y penetra para destruir y someter territorios, pueblos y organizaciones Maya.

Por eso, el EZLN anunció “Nos defenderemos“, con firmeza. Por eso y en silencio, el territorio zapatista procedió a extenderse y a consolidarse…”y rompimos el cerco”. Por eso el gobierno y el Estado Mexicano hacen que arda Chiapas y están en proceso de implementar un plan de guerra integral contra el zapatismo encubierto (burdamente) como conflictos internos, narcotráfico y guerra entre toda clase de actores. Es la guerra de AMLO para el poder del capital mafioso-fascista-transnacional y progresista, contra el zapatismo. Seguramente la mayor promesa de AMLO al poder para que le permitieran llegar a Presidente, aún más grande que el Tren Maya, es acabar con el zapatismo aparentando que eso no es lo que quiere (a veces). Habrá todavía muchxs, demasiadxs, en México y fuera, que apoyen a AMLO a ultranza como el intocable e incuestionable líder de izquierda.

Acá lo decimos con quienes lo vienen advirtiendo y señalando con todos los argumentos y evidencias desde hace mucho tiempo. AMLO y la 4T son la guerra a muerte del capitalismo mafioso desde el establecimiento mexicano contra la tierra, contra las autonomías de los pueblos y contra los pueblos zapatistas y el EZLN. Las traiciones a Emiliano Zapata las encabezaron personajes de los que AMLO y su séquito son herederos. Francisco Madero encabezó y se aprovechó de la Revolución Mexicana para derrocar a Porfirio Díaz y llegar al poder prometiéndole a los más ricos terratenientes de siempre que no entregaría tierras a indios y campesinos que dieron sus vidas y sacrificios para recuperarlas. Lo prometió a los embajadores de EEUU, de Francia y de España. Fue, a nombre de la revolución, el Presidente de las oligarquías de los imperios.

Ésta traición logró que la revolución se entregara a los que el pueblo derrotó, contra quienes luchó Emiliano Zapata. Hoy, el EZLN y los pueblos zapatistas de Chiapas están sufriendo la traición anunciada con el terror, la guerra y la mentira. El Tren Maya, la 4T, AMLO y sus progres, son enemigos de los pueblos y de la tierra, con máscaras de revolucionarios. Hoy más que nunca, hay que apoyar al zapatismo que tanto nos ha inspirado, enseñado y apoyado en las luchas de los pueblos desde Chiapas.

¡Viva el Zapatismo!, ¡Viva el EZLN!

Pueblos en Camino. ¡Así No! Dominación y Despojo
Fuente:

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Zapatistas repudian cobarde ataque de paramilitares de la Orcao en Chiapas
 
Hermann Bellinghausen
Periódico La Jornada
Miércoles 26 de agosto de 2020, p. 18

El Concejo Indígena de Gobierno del Congreso Nacional Indígena (CIG-CNI) repudió el cobarde ataque de integrantes del grupo paramilitar llamado Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (Orcao), que el pasado sábado 22 de agosto alrededor de las 11 de la mañana robaron y quemaron las instalaciones del Centro de Comercio Nuevo Amanecer del Arcoíris, que se encuentra ubicado en el sitio conocido como crucero de Cuxuljá, municipio autónomo Lucio Cabañas, dentro del municipio oficial de Ocosingo, Chiapas.

La organización de pueblos, barrios, naciones y tribus originarias de México destaca que la Orcao ha mantenido desde hace años una presión y violencia constante sobre las comunidades zapatistas; como es el caso del municipio autónomo Moisés Gandhi, para detener la organización autónoma, privatizar las tierras que han costado la lucha y organización de los pueblos originarios bases de apoyo zapatistas. Ello, para amedrentar y amenazar a las y los compañeros que desde abajo vamos apostando por la esperanza, como las diversas agresiones contra compañeros del Congreso Nacional Indígena, que fueron violentados y secuestrados por paramilitares de Orcao, los Chinchulines y gente del partido Morena.

El CIG-CNI denuncia la guerra que, desde arriba, se está desplegando en contra de la organización de las comunidades zapatistas, al mismo tiempo que arriba los malos gobiernos buscan imponer, por todo el país, megaproyectos de muerte a los que nos oponemos y nos opondremos, porque no estamos dispuestos a renunciar a nuestros territorios y permitir la destrucción que prometen los poderosos.

Responzabilizan de estos hechos a la Orcao, a la que insisten en llamar paramilitar, al partido Morena, al gobierno del estado y al federal, que no han dejado de sembrar la violencia en la región con el fin de golpear no sólo a nuestras hermanas y hermanos de las comunidades bases de apoyo del EZLN, sino a todos los pueblos que soñamos la lucha por la vida, con sanar a nuestra madre tierra y no dejar que se privatice, que no regresen nunca más los patrones capitalistas y los malos gobiernos a los territorios autónomos zapatistas y que esa luz siga floreciendo en los territorios de los pueblos originarios del CNI- CIG y toda la humanidad.

Aunque apenas ahora se registre en los medios de comunicación nacionales, las acciones violentas de los transportistas afiliados a la Orcao ha sido continua. Este año se han repetido fuertes choques entre ellos y contra otros transportistas, sobre todo en el importante crucero de Cuxuljá y en el tramo carretero hacia Oxchuc, con vehículos incendiados, persecuciones aparatosas, saqueos, personas heridas. En dicho contexto también se han registrado en tiempos recientes asaltos e incluso asesinatos en la ruta a la cercana ciudad de Ocosingo.