Entre la espada y la pared
Mientras los dos principales partidos políticos compiten por la supremacía en esta temporada política actual, hay mucho más en juego que la sencilla democracia.
La América Negra enfrenta opciones inconclusas; se ven cada vez menos claras. Trump se revela como un ogro, la amenaza fundamental a las vidas de los Negros, un racista. Su némesis, Biden, parece ser un amigo, dado su papel anterior de copiloto para el primer presidente negro de Estados Unidos, Obama.
Pero dijo Shakespeare: “El mundo es un escenario y los hombres y mujeres son sólo actores”. Cuando Biden subió al grasiento podio de la política en los años 90, su ambición lo llevó a sacrificar el futuro de miles – decenas de miles—de jóvenes, al enviarlos a prisiones para adultos con sentencias de cadena perpetua. Casi todos eran Negros y Morenos.
Biden se define como el candidato de la empatía, pero solo un tipo sin corazón puede condenar a chicas y chicos a pasar la eternidad en una celda.
Entonces lo más aconsejable es considerar a los dos candidatos con mucha cautela. A los dos se les puede preguntar: ¿Las vidas negras en realidad importan?
Trump, demonizado en los medios, parece ser intolerable. Los antecedentes legislativos de Biden son poco conocidos, excepto por algunos periodistas y académicos. Ninguno de los candidatos tiene una historia admirable con respecto a la gente negra, sino todo lo contrario.
A los participantes en los movimientos les toca exigir claridad y políticas reclamadas por la gente negra. Lo que los años de Obama nos enseñaron es que las esperanzas y emociones no bastan.
Desde la nación encarcelada soy Mumia Abu-Jamal.
—(c)’20maj
28 de agosto de 2020
Audio grabado por Noelle Hanrahan, www.prisonradio.org
Texto circulado por Fatirah Litestar01@aol.com
Traducción Amig@s de Mumia en México