Chile: El golpe de 1973, los que negociaron una democracia que no sirvió y hoy quieren hacer lo mismo con el plebiscito arreglado

He aquí algunas duras reflexiones sobre el golpe militar del 11 de septiembre de 1973 y el plebiscito de octubre:



El golpe de 1973, los que negociaron una democracia que no sirvió y hoy quieren hacer lo mismo con el plebiscito arreglado
 
Jaime Yovanovic (Profesor J), abogado constitucionalista
 
He aquí algunas duras reflexiones sobre el golpe militar del 11 de septiembre de 1973 y el plebiscito de octubre:
Cuando sucede el golpe aquel aciago 11 de septiembre de 1973, Allende toma el fusil y se prepara para enfrentar a la fuerza militar desplegada por las fuerzas armadas, confiando que habría resistencia, lo que no sucedió y el presidente hubo de echar marcha atrás llamando a la gente a irse a sus casas. Veamos por qué:
Efectivamente en diferentes puntos del país la gente se reunió en lugares preestablecidos a esperar las armas prometidas, que no llegaron. El partido comunista no permitió que se abrieran los arsenales que estaban preparados para la ocasión. Quienes tenían las llaves no las soltaron por órdenes superiores, a pesar de que llegaban militantes a pedirlas llegando en ocasiones a presentarse escenas de llanto y de ira.
El partido socialista, desorganizado y dividido en tendencias respondió poco y nada, el MIR estaba paralizado afinando contactos, reorganizando y salvando vidas. En muy pocos días comienza la reacción. Tropas de militantes y dirigentes del MIR se concentran en un par de poblaciones que son bombardeadas a mansalva. Grupos de combate y militantes sueltos del MIR coordinan con sectores del partido socialista y miembros de distintos partidos o corrientes y lanzan contraofensivas en algunas ciudades y regiones. En el sur José Gregorio Liendo, el comandante Pepe, dirigente mirista de los trabajadores forestales se adentra en la cordillera con un grupo de combatientes y algunos pasan a la Argentina sumándose posteriormente a la guerrilla del ERP en las montañas de Tucumán.
En fin que hubieron muchos brotes de resistencia y los muertos, heridos, prisioneros, torturados y desaparecidos se multiplicaban por todas partes.
Allende cuando vio que nadie vendría se echó para atrás, mandó a la gente a sus casas y que ya se abrirían las grandes alamedas, pasando el bastón de mando a Miguel Enríquez, el secretario general del MIR. Eso significaba que su idea no era que los partidos de la Unidad Popular se entregaran, sino que coordinaran la lucha con los miristas, pues se había acabado la vía pacífica de la toma del poder y se pasaba a la fase armada. Así lo entendieron grupos socialistas y grupos comunistas, donde estos últimos comenzaron a tocar los pitos dentro del partido para pasar a la fase armada, por lo que la dirección de ese partido encomienda a Teillier reunir a los disidentes y organizarlos en el Frente Patriótico Manuel Rodríguez y salir todos a combatir en forma casi suicida al más puro estilo talibán con un cargamento de armas que llegaron de Cuba en barco y fueron colocadas en lugar que en minutos fue atrapado por la inteligencia chilena y luego el atentado a Pinochet en que supieron misteriosamente del ataque y cambiaron al dictador de auto en el último minuto. En fin cosas extrañas que pasan como el partido comunista boliviano que dejó abandonado al Che Guevara rompiendo el acuerdo que tenían con el partido cubano.
Teillier se sobaba las manos, pues se había librado de un buen grupo de militantes que le hacían olitas a su estrategia de virar el partido del reformismo obrero al reformismo pequeño-burgués.
Los estalinistas del frente rodríguez se alían con el MIR, cuyos dirigentes tras la muerte de Miguel Enríquez y Bautista Van Schouwen abandonan la postura de Miguel Enríquez y dan un fuerte viraje hacia el estalinismo estrechando relaciones con Corea del Norte, Alemania oriental y aún con la URSS. Los resultados de los cambios de política del MIR a la larga van a dar en la división en tres tendencias: la democrática o institucionalizante, dirigida por Nelson Gutiérrez y Jécar Nehgme, la militar dirigida por Hernán Aguiló y la social, con menor presencia en cuadros de dirección y con centenares de cuadros medios y militantes fogueados en la construcción barrial y las barricadas, y finalmente llega el quiebre, la escisión donde buena parte de los institucionalistas se van a integrar las filas del PPD y del PS o más adelante las filas del PRO del hijo de Enríquez. Otros se dividen en otras tendencias básicas como el MIR Demetrio que ha hecho alianzas electorales con el partido comunista, el GAP o grupos de acción popular, grupos guevaristas, hijos de Mafalda, EGP o ejército guerrillero de los pobres, grupo de dirección nacional y varias más.
Los ex miristas que constituyeron el movimiento del agua Modatima se incorporaron al partido Igualdad, en tanto de las dos o tres fracciones miristas de la Villa Francia una de ellas forma el movimiento poblacional Ukamau y se identifican con el MIR electoral de Demetrio, que defiende abiertamente la dictadura de Maduro en Venezuela y la estrategia del nacional populismo de los gobiernos progresistas.
EL ESTALLIDO SOCIAL Y EL PLEBISCITO
Los partidos de la unidad popular de Allende finalmente se unen a los golpistas de la democracia cristiana y forman los bloques de gobierno de la Concertación y de la Nueva Mayoría que asumen el gobierno de la dictadura, el de la falsa democracia que implementa el más aplaudido modelo económico capitalista del mundo a donde vienen millones de inmigrantes, pero que ha acrecentado el extractivismo destructivo del ambiente, la salud y la madre tierra, así como ha aumentado la pobreza y la miseria que llevan al estallido social de donde salen las asambleas vecinales
Las asambleas vecinales
Son dos las líneas centrales que orientan el quehacer de estas asambleas, dejando de lado los cabildos, que son espacios institucionales que aspiran a discutir la nueva constitución.
Asambleas como órganos de poder popular
Son aquellas que se plantean ser instrumentos de deliberación y ejecución política al estilo de un parlamento del pueblo, pero también como órganos de dirección o mando donde se diputan la conducción varias tendencias que desean subordinar a la población local a sus estrategias de acumulación de fuerzas territoriales para el asalto al poder central.
Asambleas como coordinación de las actividades barriales
Son espacios donde se encuentran y armonizan su accionar las dinámicas barriales como brigadas de salud, ollas comunes, huertas comunitarias, energía alternativa, escuela barrial, actividades artístico-culturales, comprando juntos, etc.
La nueva constitución como carta organizacional y normativa del estado
Los partidos legales y los ilegales tienen en común que se orientan hacia la toma del poder, sea paulatinamente siguiendo las reglas del juego ocupando un cargo tras otro hasta llegar a la presidencia de la república, o ya sea mediante la lucha armada combinando la lucha insurreccional con la guerra popular. La toma del poder se refiere al estado, el instrumento de poder, sosteniendo la idea de que al ocuparlo podrán hacerse cambios que mejoren la vida de las persona.
Ese aparato del estado es el instrumento que la oligarquía independentista copió de los europeos que habían sido derrotados pero que a ellos, los señores, les serviría para direccionar a la gente en la dirección que ellos querían: el respeto de las grandes propiedades en que habían sido divididas las tierras ocupadas por la colonia y cargos de impuestos y demás medidas que ocuparían ellos mismos para cuidar y acrecentar su haciendas, mientras los miles y millones de originarios y mestizos eran sometidos a la marginalidad y la obediencia, situación que sigue igual hasta hoy, con la excepción de los universitarios que pueden escalar posiciones en este charco de barro llamado país y en tanto estudian son reclutados por la masonería, las iglesias o los partidos políticos para convencerlos que defendiendo sus intereses estarán defendiendo el país –y al estado, claro-. Y obviamente al lavarles el coco les meten el gustito por la propiedad y el estatus, se arreglan el cabello y cambian su modo de vestir y luchan por su casa y auto entregándose al mercado y a la deuda, llegando hasta hoy al frente amplio banda de universitarios arribistas y arrogantes que se creen los salvadores de la patria y entran al juego del poder igualito que los partidos que traicionaron a Allende.
Y esos miserables en santa alianza han formado el pacto para ir al plebiscito y como han entrado todos en patota al juego están arrastrando e ilusionando a la gente igualito como hicieron cuando nos dijeron que ahora viene la alegría y nos vendieron la pomada del país más potente en el desarrollo del capitalismo neoliberal y tuvimos que salir a las calles cabreados del payaseo y los muy caraduras más encima nos ponen la misma música para que sigamos el mismo baile, que ya parece la marcha del desfile militar y podemos imaginarnos como estarán los generales muertos de la risa ahogándose en carcajadas mientras el pueblo miserable y marginado poco a poco se va despabilando y dejan de confiar en esos que nos venden sus culebras de la new constitución que de new no tendrá nada salvo uniformes más lindos para los milicos y armas más sofisticadas, así que mejor dejo de escribir y me voy a la huerta que va avanzando y ya se ven los brotes por todos lados del alimento que nos da la madre tierra y que preparan las viejas de la vecindad, igual –o parecido- a lo que ocurre en el otro barrio y en el otro, en cientos y cientos de ollas comunes y huertas comunitarias que representan de verdad a esas grandes alamedas donde los vecinos aprenden a administrar el barrio y el otro barrio y el otro en una ola enorme que no sabemos cuándo, pero sí sabemos que pasará a llevar a todos estos políticos de pacotilla, sus milicos y su estado para que podamos sembrar en todas partes mano a mano y codo a codo con los lof mapuche y los ayllus andinos.