Modernidad democrática versus modernidad capitalista: la experiencia del Confederalismo democrático kurdo

“Sangre, sangre, decapitación, destrucción”, estas fueron las palabras escritas por un francotirador del autoproclamado Estado Islámico (EI) en un muro derruido de lo que antes fuera un centro cultural. Debajo de éstas, un miliciano kurdo escribió: “Kobane es el cementerio del Estado Islámico”. Esta confrontación se dio en el contexto de la heroica resistencia del pueblo kurdo en el año 2014 frente a la invasión del EI al territorio de Kobane, perteneciente al Kurdistán sirio.



Modernidad democrática versus modernidad capitalista: la experiencia del Confederalismo democrático kurdo

I

“Sangre, sangre, decapitación, destrucción”, estas fueron las palabras escritas por un francotirador del autoproclamado Estado Islámico (EI)  en un muro derruido de lo que antes fuera un centro cultural. Debajo de éstas, un miliciano kurdo escribió: “Kobane es el cementerio del Estado Islámico”. Esta confrontación se dio en el contexto de la heroica resistencia del pueblo kurdo en el año 2014 frente a la invasión del EI al territorio de Kobane, perteneciente al Kurdistán sirio.

El 13 de septiembre de 2014 tropas del EI (1) comenzaron una ofensiva en contra del cantón de Kobane. Apenas un mes después, el 2 de octubre controlaba ya 350 de sus 354 poblaciones y comenzaba el sitio de la ciudad homónima del cantón. A su paso por el territorio kurdo, tanques y artillería destruían pueblos enteros, y el ejército de ocupación cometía las peores vejaciones en contra de la población civil: esclavitud, decapitación y violación de mujeres, provocando el desplazamiento de más de 300 mil personas.

A pesar de la crueldad de la ofensiva, los kurdos lograron articular la resistencia y a partir de la defensa de la ciudad en cada calle, esquina y casa, consiguieron poco a poco la expulsión del enemigo. La dignidad y decisión del pueblo kurdo recibió la atención internacional, lo que obligó a una Coalición encabezada por Estados Unidos a bombardear las bases del EI en Kobane (2). Además posibilitó la entrada por Turquía de más de 1.000 combatientes pershmerga (soldados del Kurdistán iraquí) bien armados para reforzar la resistencia (3).

A finales de enero del 2015, las fuerzas kurdas habían logrado expulsar completamente al ejército invasor y habían recuperado el control sobre todo el territorio del cantón. Esta contraofensiva logró el repliegue del EI a la ciudad de Raqqa, considerada su capital. Dos años después de esta heroica victoria, que ha llegado a compararse con la batalla de Stalingrado y la defensa de Madrid, las milicias kurdas han logrado el control sobre la mayor parte de Raqqa, y aunque el futuro es incierto, pareciera que pudiera cumplirse la sentencia de que Kobane sería el cementerio del Estado Islámico.

A través de este ejemplo podemos reflexionar sobre dos propuestas que están en juego en el Kurdistán; de un lado, la de la modernidad capitalista, con el avance de la guerra como mecanismo principal de la acumulación y el ejercicio del poder actuales, una nueva Guerra Mundial la Cuarta, (4) expresión de la crisis civilizatoria por la que atravesamos, que en su forma más brutal reproduce la vida mediante la muerte, y reduce sus códigos comunicativos al odio y al dolor (5). La frase del soldado del Estado Islámico en la pared de Kobane señala de manera explícita un proyecto de vida fundamentado en la muerte, que implica desde una forma de configuración de los cuerpos “sangre, decapitación”, hasta una forma de configuración del espacio “destrucción”.

Por otro lado, se encuentra la propuesta de una modernidad democrática hecha por los pueblos kurdos. Proyecto político que busca la transformación de la sociedad desde abajo, generando formas de autoorganización popular que posibiliten un proceso de desenajenación política y económica del sujeto social. Desde esta propuesta, la violencia ejercida para la defensa del territorio adquiere un carácter dialéctico, incluyendo en su acción dos movimientos, el destructivo y el (re)constructivo, “acción violenta implicada en la acción histórica de la sociedad humana sobre sí misma cuando es esa ruptura de un continuum insoportable a la que se refería Walter Benjamin en sus Tesis sobre la historia, y de la que Marx y Engels hablaban como ‘partera de la historia’. Violencia que no apunta a la eliminación definitiva del ‘otro’ sino como vía de tránsito a un nivel de vida conjunto más pleno y satisfactorio” (6).

La frase del miliciano kurdo “Kobane es el cementerio del Estado Islámico” refiere la resistencia militar al ocupante, pero también la defensa de un proyecto de vida, el  Confederalismo Democrático que hace frente no solo al EI sino a la fase neoliberal del capitalismo y a todo el edificio sobre el que se levanta la modernidad capitalista.

 

La disputa entre estos dos proyectos por la organización de la reproducción social se enmarca en una reestructuración del capitalismo planetario que tiene como objetivo el control sobre la vida, y como consecuencia, la reconfiguración del conjunto de relaciones sociales contemporáneas. Tres características nos ayudan a comprender esta transformación, primero, la reorganización territorial del capitalismo, teniendo como centro ya no los Estados nacionales sino tres tipos de territorios diferentes: 1) un pequeño grupo de ciudades donde se concentran las capacidades tecnológicas y científicas, así como el poder financiero, simbólico y mediático mundial; 2) zonas donde se encuentran las reservas naturales mundiales: petróleo, gas, uranio, agua y biodiversidad; y 3) macroregiones productivas. Segundo, la característica de que el territorio se convierte en factor productivo clave en tanto genera directamente valor. Y tercero, la destrucción del Estado nacional, que pasa de ser regulador de la competencia o de los factores de la producción a un mero instrumento de seguridad interna para llevar a cabo la destrucción de la nación (7).

Estas tres características nos permiten ubicar la importancia del territorio kurdo para el capitalismo contemporáneo. Kurdistán es un territorio que se encuentra dividido entre cuatro estados nacionales: el este y sureste de Turquía, el norte y noreste de Irak, el noroeste de Irán y el noreste de Siria. Al igual que todo el Medio Oriente, su territorio es rico en petróleo y gas, (8) fuentes energéticas fundamentales para una producción capitalista basada en los hidrocarburos. Además es rico en agua, recurso indispensable no solo para el capital sino para la vida misma. En términos del nuevo ordenamiento mundial, podemos ubicar al Kurdistán como parte de las regiones donde se concentran las reservas energéticas y naturales, en donde el territorio se convierte en factor productivo clave y en donde se juega, en parte, el futuro de la humanidad.

Por otro lado, Siria y el Kurdistán sirio sirven como punto de conexión para toda la región con Europa a través del mar Mediterráneo, lo que lo ha vuelto centro de disputa entre el capital trasnacional. Esto ha generado la lucha por la construcción de gaseoductos y oleoductos, así como por la apertura de Siria a la economía de mercado, destruyendo la actual forma del Estado nación mediante el capitalismo de desastre (9) iniciado en la región una década atrás.

Con la invasión a Irak en el 2004 se experimentó por vez primera este capitalismo de desastre, cuya intención era la creación del primer Estado corporativo de Medio Oriente (10). La guerra permitió la imposición de una nueva economía en la que “todos los aspectos de la destrucción y la reconstrucción se han subcontratado y privatizado” produciendo un auge económico con la destrucción generada por las bombas, la reconstrucción cuando éstas dejan de caer y la destrucción cuando éstas vuelven a ser utilizadas. Un proceso de destrucción/despoblamiento-reconstrucción/reordenamiento que son las dos caras de las mismas corporaciones, fundamento de esta nueva Guerra Mundial (11).

Esto permitió el enriquecimiento millonario de un puñado de empresas, empezando con la industria militar y sus más de 48 mil soldados privados fuertemente armados que intervinieron en la ocupación, y terminando con la reconstrucción a partir de la privatización de todas las ramas de la economía iraquí  y una legislación que les permitía la extracción del 100% de sus ganancias sin necesidad de reinversiones ni pago de impuestos. Halliburton, Bechtel, Parsons, DynCorp, Shell, Chevron y la rusa Lukoil, entre otras, fueron las beneficiarias, que se enriquecieron a partir de recursos públicos, sin generar ninguna inversión y sin ningún tipo de responsabilidad. Por ejemplo, Parsons recibió 186 millones de dólares a cambio de construir 142 clínicas, de las cuales sólo se construyeron seis, y la mayor parte de las empresas elaboraron programas en la que cada proyecto se subcontrataba a empresas de la región hasta cuatro veces y muy por debajo de su valor (12).

La imposición de este tipo de capitalismo de desastre en Siria comenzó en el contexto del ciclo revolucionario en el mundo árabe del año 2011. La inmolación de Mohamed Bouazizi en un pequeño poblado de Túnez desencadenó una revuelta popular por la democratización de la sociedad que pronto se extendió a Egipto, Libia, Yemen, Argelia, Omán, Barhéin, Jordania y Siria. De acuerdo con I. Wallerstein (2012) en la llamada “Primavera Árabe” confluyeron dos corrientes opuestas, de un lado, la rebelión cuyo objetivo era conquistar la autonomía global del mundo árabe, y del otro, el conjunto de actores geopolíticos que trataban de controlar a la primera corriente desviando la acción colectiva en beneficio de sus propios intereses.

En el caso de Siria, la represión del gobierno de Bashar Al Assad a la revuelta popular derivó pronto en una guerra civil. Desertores del ejército junto con la población civil formaron el Ejército Libre de Siria (ELS) para tratar de derrocar al gobierno. Mientras tanto en el territorio kurdo, se comenzó la construcción del Confederalismo Democrático. En el 2014, el Estado Islámico se incorporó a la contienda, después de sus triunfos militares en Irak, como una fuerza contrarrevolucionaria que le dio un carácter más violento al conflicto.

En este contexto, las corporaciones trasnacionales aprovecharon para imponer el capitalismo de desastre. Éste, además de generar un terrible desastre humanitario en el que de acuerdo a datos de la Agencia para Refugiados de la ONU en seis años de guerra (2011-2017) han muerto 450 mil personas, un millón y medio han sido heridas, cinco millones se han refugiado en otros países y ocho millones han sufrido desplazamientos internos en un país de 23 millones de habitantes, (13) ha generado cuantiosas ganancias para empresas, principalmente estadounidenses y rusas, que se benefician del caos y la destrucción de la guerra (14). Este es uno de los ejemplos más dramáticos de la actual barbarie capitalista, en medio de la cual, los pueblos kurdos tratan de reconstruir sus vidas y plantear una alternativa frente a la modernidad capitalista.

A partir de estos elementos es pertinente preguntarnos, ¿qué es lo que permitió el triunfo de las milicias kurdas sobre el Estado Islámico? ¿En qué consiste la alternativa propuesta por los pueblos kurdos frente a la modernidad capitalista? ¿Cuáles son las características del Confederalismo Democrático?

II

En la Batalla de Kobane, un pueblo mal armado logró vencer, mediante las milicias populares Unidades de Defensa del Pueblo (YPG) y Unidades de Defensa de Mujeres (YPJ), al Estado Islámico, muy superior en pertrechos militares. Esta victoria fue producto de la organización que los pueblos kurdos de Siria comenzaron a construir a partir del 2011 tras las movilizaciones contra el régimen de Bashar Al Assad. A partir de ese momento, el Movimiento de Rojava por una Sociedad Democrática, encabezado por el Partido Unión Democrática (PYD), promovió la autoorganización popular a través de la formación de asambleas a nivel barrial, de pueblos, ciudades y cantones. Desde 2012, estas asambleas operan en la región autónoma de Rojava conformada por tres cantones (Kobane, Afrin y Cizire), construyendo una alternativa a la modernidad capitalista, la Modernidad Democrática propuesta por el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) años atrás.

 

El Partido Unión Democrática se encuentra afiliado al PKK mediante la Unión de Comunidades del Kurdistán (KCK), organización que articula grupos políticos de las regiones kurdas pertenecientes a los diferentes estados en los que se encuentra dividido su territorio.

La división del territorio kurdo en diferentes estados-nacionales fue producto de la desintegración del Imperio Otomano tras la Primera Guerra Mundial, en la cual Francia e Inglaterra definieron la nueva geografía del Medio Oriente. Esta división generó diferentes intentos de emancipación del pueblo kurdo. A partir de ese momento, Turquía comenzó una política asimilacionista que prohibió la lengua y la cultura kurdas; la misma política fue adoptada por el Sha en Irán; y la monarquía iraquí y el régimen sirio-francés terminaron con las luchas de emancipación. Todos los nacientes estados-nacionales se negaron al reconocimiento de este grupo étnico (15).

Los kurdos son un pueblo milenario que se encuentra en las montañas de Anatolia y los montes Zagros, en la región del Medio Oriente ubicada entre los ríos Tigris y Éufrates, y su territorio abarca un área de 45 mil kilómetros cuadrados. Su nombre viene del vocablo sumerio “kur”, que significa “montaña”, así Kurdistán hace referencia al “pueblo de la montaña” (16). A lo largo de su historia, mientras el pueblo kurdo había resistido a diferentes procesos de dominación, la aristocracia kurda se había subordinado, primero, a las dinastías turca y árabe, y después, a inicios del siglo XX, al imperialismo inglés y francés (17).

En 1945, Siria obtuvo su independencia de Francia y tras siete golpes militares llegó al poder, en 1963, el Partido Socialista Árabe Baaz. El Baaz se convirtió en el principal aliado de la URSS en la región durante la Tercera Guerra Mundial, mientras Turquía lo fue de los Estados Unidos. Tanto el bloque socialista como el bloque capitalista mantuvieron la negación de la identidad, lengua, nación, cultura y derechos de los pueblos kurdos.

A partir de la segunda mitad del siglo XX, una identidad kurda fue construyéndose, sobre todo en los medios intelectuales turcos, en un momento en el que la palabra Kurdistán, la lengua kurda e incluso las letras x, q y w existentes en el alfabeto kurdo pero no el turco, estaban prohibidas. Este proceso adquirió fuerza con el movimiento estudiantil de 1968, y en abril de 1973 un grupo de seis personas formaron una organización política con el objetivo de terminar con el colonialismo sobre el Kurdistán, y construir así una nación independiente. A partir de 1975, esta organización se denominó Revolucionarios Kurdos y comenzó una campaña de agitación por todo el Kurdistán turco que llevó a su crecimiento, realizando pláticas y difundiendo sus ideas, primero entre estudiantes, y después entre campesinos y trabajadores (18).

Tanto el ejército turco como grupos armados de la aristocracia kurda comenzaron una ofensiva militar para terminar con el naciente grupo, llevando al asesinato de uno de sus fundadores, Hakki Karer, el 18 de marzo de 1977 por parte de la policía secreta, lo que hizo evidente la imposibilidad de transformaciones legales del Estado para el reconocimiento de los derechos del pueblo kurdo. Las agresiones continuaron y se acentuaron sobre todo en contra de la población campesina.

En medio de un clima de represión, el 27 de noviembre de 1978, 25 militantes fundaron el Partido de los Trabajadores del Kurdistán, estableciendo el programa y estructura del partido. El PKK planteó como objetivo de su lucha “liberar al pueblo de Kurdistán, en la época del hundimiento del imperialismo y el nacimiento de las revoluciones proletarias, del sistema imperialista y colonialista y fundar en un Kurdistán independiente y unitario una dictadura popular (…) El PKK opina que el imperialismo está detrás del colonialismo, racismo y cualquier forma de discriminación. Por eso la liberación del sistema imperialista es una tarea urgente. El imperialismo, los Estados coloniales y sus colaboradores tienen la responsabilidad de que Kurdistán, por su división en cuatro partes, se haya convertido en una colonia y cualquier valor nacional del pueblo kurdo haya sido destruido. (…) Los tratados que dividieron Kurdistán entre la burguesía turca y los imperialismos ingleses y franceses después de la primera guerra imperialista divisional no fueron aprobados por el pueblo kurdo. Por ende son ilegítimos (…) El imperialismo estadounidense es el principal enemigo de los pueblos del Medio Oriente. (…) ¡Viva la independencia y el internacionalismo proletario! (19).

De acuerdo a sus planteamientos, la dirección de la organización estaría en la clase obrera bajo el mando del PKK que la conduciría en alianza con el campesinado y la pequeña burguesía a terminar con el poder feudal kurdo, el colonialismo turco y el imperialismo estadounidense, para la construcción de un Kurdistán independiente y socialista. La organización del nuevo partido posibilitó la incorporación masiva del pueblo kurdo, lo que incrementó la represión por parte del Estado y la oligarquía, y lo obligó al repliegue a las montañas así como a otros países del Medio Oriente para garantizar su supervivencia.

El 12 de septiembre de 1980, un golpe militar depuso al gobierno civil en Turquía y la junta militar encarceló a la mayoría de militantes del partido; miles de presos sufrieron torturas y decenas fueron asesinados en prisión. En este periodo se comenzó con la formación de cuadros que fueron llevados fuera del Kurdistán, y al interior, la cárcel de Diyarbakir se convirtió en el centro del proceso organizativo. A partir de 1982, con la consolidación de la formación, los cuadros políticos se reincorporaron al trabajo en el Kurdistán, estableciendo los primeros contactos con la población local. Al mismo tiempo, se empezaron los contactos en Siria y en Irak, estableciéndose los primeros campamentos militares en estos territorios.

Tras un periodo de organización con los pueblos, el 15 de agosto de 1984 se proclamó el inicio de la resistencia armada y la lucha por la liberación nacional, a lo cual el Estado turco respondió con una mayor represión. En ese año, el PKK atacó varios cuarteles militares y estableció temporalmente el control sobre varios poblados campesinos. La estrategia propuesta se basaba en la Guerra Popular Prolongada y el planteamiento del cercamiento de las ciudades desde el campo bajo la dirección del partido para la toma del poder del Estado.

En 1985, la guerra se intensificó y el PKK definió que “la violencia… en Kurdistán no solo será la comadrona que facilite el parto (de una sociedad nueva), sino que creará todo de nuevo. La violencia revolucionaria ha de desempeñar este papel, y a nuestro entender adoptará la forma de venganza revolucionaria” (20). Esta concepción llevó a la subordinación de la perspectiva política de la organización a la perspectiva militar, así todos los militantes debían integrarse a la formación para la lucha armada (21).

 

Los combates se concentraron en el campo donde las milicias combatían junto con los pueblos a los terratenientes kurdos colaboradores del Estado. Entre 1985 y 1988, los enfrentamientos se recrudecieron y a pesar de varios ceses al fuego declarados por el PKK para intentar una solución pacífica, el Estado turco optó por la vía militar (22).

En 1990 se generaron grandes movilizaciones civiles kurdas en Turquía, dando origen al “serhildan”, o “intifada kurda”, en el que participaron movimientos estudiantiles, grupos culturales, organizaciones de mujeres y otros grupos civiles kurdos organizados. Estas manifestaciones fueron creciendo hasta 1992, siendo particularmente importante, la celebración Newroz durante estos años. Las movilizaciones desembocaron en enfrentamientos con la policía y la represión estatal, lo que ayudó a que el partido engrosara sus filas, tanto en el sector civil como en el guerrillero.

Con la incorporación masiva de mujeres en este periodo, la organización comenzó a transformarse, formándose las primeras unidades guerrilleras de mujeres, y en 1994, la primera organización política, llamada Movimiento Libre de Mujeres de Kurdistán. Esta participación comenzó a transformar poco a poco la práctica e ideología del PKK.

Aunque desde su formación se pensó como aliados a los estados del “socialismo realmente existente”, nuca subordinaron sus planteamientos políticos a ninguno de éstos. En el Quinto Congreso del Partido, celebrado en 1995, se realizó una crítica a las principales deficiencias de la construcción del socialismo en la URSS, que se calificó de “la fase inferior y más brutal del socialismo”, y se planteó la necesidad de la construcción del “hombre y la mujer nuevos” como paso necesario para evitar estos errores.

En el aspecto ideológico, una caída en el dogmatismo, el materialismo vulgar y el chovinismo de la Rusia imperial; en el aspecto político, un centralismo extremo, la congelación de la lucha de clases democrática y la defensa de los intereses del Estado como único factor decisivo; en el aspecto social, la restricción de la vida libre y democrática de la sociedad y el individuo; en el aspecto económico, el predominio del sector público y la no superación de la sociedad de consumo que imita a países extranjeros; finalmente, en el aspecto militar, la prioridad dada al ejército y al armamento por encima de todos los demás ámbitos (23).

En el mismo Congreso se retiró de la bandera del PKK la hoz y el martillo, señalando que la construcción socialista sería producto no sólo de los trabajadores sino del conjunto de la población. Así, a mediados de la década de 1990, tras el derrumbe del bloque socialista y con la transformación organizativa que había significado el crecimiento del partido, principalmente en su sector femenino, se comenzó una transformación ideológica de fondo.

En 1998 se declaró un nuevo cese al fuego, y el presidente del PKK, Abdullah Öcalan, viajó a Europa para impulsar el comienzo del diálogo, sin embargo, a su paso por Kenia fue detenido y entregado al gobierno turco (24). A partir de ese momento, el proceso de reestructuración y crítica del partido se profundizó y llevó al desarrollo de la propuesta de la Modernidad Democrática basada en el Confederalismo. Éste se sustenta en las ideas del Municipalismo libertario y el ecologismo social del anarquista Murray Bookchin y busca la construcción de un socialismo libertario, con una sociedad democrática, ecológica y ética. De acuerdo a Abdullah Ocalan: “En contraste con un entendimiento centralista y burocrático de la administración y el ejercicio del poder, el Confederalismo posee un tipo de autoadministración política donde todos los grupos de la sociedad y todas las identidades culturales pueden expresarse en reuniones locales, convenciones generales y consejos. Esta explicación de la democracia abre el espacio político a todos los estratos de la sociedad y permite la formación de grupos políticos diferentes y diversos. De esta manera, también se avanza la integración política de la sociedad como un todo. La política se vuelve parte de la vida cotidiana (25).

El planteamiento de la toma del poder por el partido fue abandonado completamente y fue sustituido por el de la democratización de la sociedad a partir de la conformación de órganos colectivos de toma de decisiones, cuyo objetivo ya no era la de un Kurdistán independiente y socialista, sino la de construir espacios autónomos confederados. Por otro lado, en términos militares se criticó el fetichismo de las armas y se transitó de la idea de la vanguardia guerrillera hacia la de la autodefensa no restringida al ámbito militar, sino centrada en el proceso de autoorganización y de defensa de la identidad, con lo que el poder militar se subordinó al poder político.

Entre 1998 y el 2005, se dio esta reestructuración e impulso de la construcción del Confederalismo por parte del PKK, concluyendo con la formación de un frente amplio llamado Unión de Comunidades del Kurdistán que articula a más de 400 organizaciones políticas y sociales kurdas en los cuatro estados. En el ámbito militar, el alineamiento estratégico al Confederalismo se tradujo en la transformación del Ejército Popular de Liberación del Kurdistán (ARGK) en las Fuerzas de Defensa del Pueblo (HPG) (26), impulsado originalmente en las montañas de Qandil (27).

De manera diversa y de acuerdo al contexto local, se comenzaron experiencias en la construcción de esta propuesta, articulados a través del Congreso Popular del Kurdistán (Kongra Gel). En Irak, se desarrolló por vez primera la experiencia del Confederalismo en el campo de refugiados de Makhmur a partir del 2004, reconstruyendo la vida de más de 20 mil personas; posteriormente se desarrolló en comunidades de la zona de las montañas, y actualmente el Partido por la Solución Democrática del Kurdistán (PCDK) resiste frente a la represión del Gobierno Regional Autónomo del Kurdistán, subordinado a los intereses de Estados Unidos; en Turquía se organizaron formas de autogobierno paralelas al gobierno oficial a partir del 2007 en la zona conocida como Bakur; en Irán, el Partido por la Vida Libre del Kurdistán (PJAK) ha comenzado a ganar fuerza a partir del llamado a la construcción de una sociedad multiétnica y de la formación de grupos de autodefensa; finalmente, en Siria con la expulsión de todas las estructuras del régimen de Bashar Al Assad en 2011 y la consolidación del Movimiento de Rojava por una Sociedad Democrática y el Partido Unión Democrática es donde esta experiencia ha adquirido una mayor fuerza (28).

III

En un salón se imparte un curso de feminismo, los asistentes sin embargo no pertenecen a ninguna escuela o centro académico, se trata de policías que además de éste, deben tomar un curso de resolución no violenta de conflictos antes de poder portar un arma. Estas medidas forman parte del proyecto de la nueva policía de Rojava, sin embargo éste no concluye ahí. De acuerdo a las asambleas populares, el objetivo es que toda la población pueda formarse en un curso de entrenamiento policial para así poder prescindir de este órgano coercitivo (29). Este es sólo un ejemplo de cómo la población del Kurdistán sirio está comenzando a tomar el control sobre sus propias vidas.

A partir del ejercicio del Confederalismo Democrático, las decisiones sobre el conjunto de la vida social son tomadas en asambleas construidas por la población civil llamadas comunas (Komin) y guiadas por la ideología de la vida colectiva (Jiyan Comunal). La esencia del socialismo democrático kurdo reside en este concepto, que implica la construcción de hombres y mujeres nuevos, aprendiendo a vivir colectivamente y mejorando su práctica a través de múltiples procesos de crítica y autocrítica (tekmir).

Hasta hoy, los pueblos kurdos de Rojava han construido cuatro niveles de toma de decisiones:

  1. Las comunas locales, formadas por un pueblo o el distrito de una ciudad, que articula entre 30 y 400 familias.
  2. Las comunas de distrito, compuestas por entre 7 y 30 comunas locales.
  3. Las comunas regionales (TEV-DEM), formadas por las ciudades y los pueblos alrededor, e integradas hasta el día de hoy por tres cantones Kobane, Cizire y Afrin.
  4. El Consejo Popular del Kurdistán Occidental (PCWK) (30) que articula los tres cantones de Rojava (31).

 

Los trabajos en estos cuatro niveles se organizan a partir de diferentes tipos de Comités: los de Defensa, Economía, Política, Sociedad civil, Sociedad libre, Justicia, Ideología y de Mujeres. Las comunas se organizan de manera territorial y en ellas participan hombres y mujeres de los diferentes grupos étnicos de la región, tomando decisiones de manera colectiva. Además, existen comunas de mujeres para luchar contra el orden patriarcal, y de grupos étnicos específicos.

En las asambleas territoriales, las comunas locales nombran representantes para las de distrito, en las de distrito para el cantón y en el cantón para el Consejo. Estos delegados forman parte de una copresidencia integrada en todos los casos por un hombre y una mujer. Los delegados son rotativos y revocables en caso de no responder al mandato de las comunas locales (32).

A partir del 19 de julio del 2012, con la expulsión de todos los funcionarios del régimen, se comenzó la construcción del Cofederalismo en los primeros dos niveles, creando cerca de 1.500 comunas. En el 2014 se continuó con los siguientes dos niveles, proclamando oficialmente el Cantón de Cizire el 21 de enero de 2014, el Cantón de Kobane el 27 de enero, y el Cantón de Afrin el 29 de enero (33). Esto permitió la consolidación de la autonomía, y el crecimiento de 1.500 a 4.000 comunas al día de hoy (34). Éstas funcionan como formas de socialización de la política y politización de la sociedad, es decir, como formas organizativas que permiten que la política se vuelva un asunto de la vida cotidiana, formas de contrapoder que toman decisiones de abajo hacia arriba.

De manera paralela a las comunas existe la Autoadministración democrática que opera en cada cantón, organizada a partir de la división de poderes en Asambleas Legislativas, Consejos Ejecutivos, Comisiones de Elecciones, Cortes Supremas Constitucionales y Consejos Municipales. Ésta es una forma de poder más tradicional vinculada al ejercicio del poder de arriba hacia abajo, aunque enfocada a la defensa de las comunas y a la resolución de conflictos por la vía pacífica.

Dentro del Parlamento, 40% de los representantes son nombrados por el Consejo Popular del Kurdistán, es decir, por las comunas, y el resto son nombrados a partir de votaciones de la población por diferentes partidos políticos (35), lo que permite combinar la democracia directa y la representativa. Todos los órganos de gobierno e instituciones están compuestos por 40% de cada sexo y funcionan también mediante la copresidencia integrada por un hombre y una mujer (36).

Es importante resaltar que aunque la democracia directa y la representativa conviven, tanto las milicias (las Unidades de Defensa del Pueblo y las Unidades de Defensa de Mujeres) como la policía no se encuentran bajo el mando de la Autoadministración sino de las comunas, lo que las convierte en garante del ejercicio autonómico y las encarga exclusivamente de las tareas de autodefensa.

Esta forma organizativa quedó plasmada en un texto constitucional llamado Contrato Social que entró en funciones el 6 de enero del 2014 y que rige oficialmente la autonomía de Rojava. La nueva Constitución señala en su preámbulo: “Nosotros, los pueblos de las regiones autónomas democráticas: kurdos, árabes, asirios caldeos, asirios arameos, turcomanos, armenios y chechenos, por nuestro libre albedrío, enunciamos el siguiente Contrato Social para establecer justicia, libertad y democracia de acuerdo con los principios de equilibrio ecológico, de igualdad, de no discriminación por motivos de género, religión, idioma; para dar cuenta de una sociedad democrática y de una vida en común basada en un marco político y moral que promueve el entendimiento mutuo y la convivencia en la diversidad; y para garantizar los derechos de las mujeres y los niños, la protección, la defensa y el respeto a la libertad de religiones y creencias.

”La Administración de las comunidades autónomas democráticas no acepta el entendimiento basado en el concepto de Estado-Nación. No acepta una sociedad basada en un estado militar ni religioso, ni acepta la administración en un poder centralizado.

”La Administración de las Comunidades Autónomas democráticas está abierta al consenso social, hacia la democracia, el pluralismo, mediante el cual todas las formas étnicas, sociales, culturales y nacionales puedan expresarse a través de su propia administración (37)”.

Alrededor de cuatro millones de personas se rigen bajo este Contrato Social, de las cuales la mayoría son kurdos y el resto pertenecen a los otros grupos étnicos de la región. La gran diversidad étnica y religiosa que había sido un elemento para la dominación colonial, es hoy la base para la organización política y social de los pueblos y permite la representación de todos los grupos en las comunas y la Autoadministración, incluyendo a la disidencia sexo-genérica.

En términos económicos, el texto constitucional establece que tanto los recursos naturales del suelo y el subsuelo, como los edificios, las tierras y los terrenos son públicos y serán administrados socialmente, y aunque la propiedad privada no está prohibida, se permite la expropiación de ésta por razones de utilidad pública o interés social (38) y se promueve el cooperativismo (39). Todas las tierras pertenecientes al Estado (alrededor del 80% del territorio de Rojava) fueron expropiadas y entregadas a la población más pobre para comenzarlas a trabajar en cooperativas agrícolas.

El objetivo del Confederalismo es la creación de una economía comunal que permita la formación de una sociedad justa y sostenible, en la que la administración de los recursos sea colectiva y sirva para la satisfacción de las necesidades de la población y la construcción de una vida digna.

Durante el gobierno de Al Assad, Rojava era el granero de Siria, donde se producía 60% del trigo consumido en el país, por lo que no existió un desarrollo industrial de la región. Debido a esto la mayor parte de la economía está sustentada en la agricultura. Con base en la economía campesina, las comunas tienen el proyecto de generar un desarrollo industrial basado en la producción cooperativa y ecológica, usando los recursos naturales de manera sostenible y minimizando su gasto y consumo.

Los Comités de Economía se dedican a impulsar la formación de cooperativas en las esferas de la producción, la distribución, la circulación y el consumo. Para fortalecer éstas se formaron el Centro Económico de Rojava y el Centro para la Economía de Mujeres. Hasta ahora se han desarrollado cooperativas de producción agrícola y ganadera, que han reactivado estas actividades en la región y permitido la disminución del precio de alimentos básicos como el pan y la leche; de la construcción, que han ayudado a la pavimentación y el desarrollo de infraestructura; de la industria del procesamiento de alimentos, textil y calzado; y la única refinería estatal de la región fue cooperativizada (40).

Las cooperativas actualmente agrupan a más de 100 mil trabajadores, quienes son dueños de las mismas, y existen desde las pequeñas integradas por menos de 10 personas, hasta las que agrupan a miles. De manera paralela se ha promovido la formación de cooperativas de mujeres. Todas éstas tiene un Comité Coordinador y de manera colectiva se definen las reglas, el funcionamiento, la incorporación de nuevos miembros y el financiamiento. Del total de ingresos 80% es para los integrantes de la cooperativa mientras 20% se destina al Centro Económico de Rojava para la formación de nuevas cooperativas o para generar recursos para los gobiernos autónomos (41).

Algunos ejemplos nos ayudan a entender el funcionamiento de la nueva economía. En la ciudad de Qamishlo el Centro para la Economía de Mujeres impulsó la formación de una cooperativa para la producción de lácteos, equipando un local en el barrio de Al Antariyah con 12 refrigeradores, contenedores, fogones y cacerolas, así como con electricidad y agua. En la cooperativa trabajan doce mujeres (incluida una madre soltera desempleada desde hace diez años por ser viuda) en la elaboración de queso y yogur. Diariamente reciben una tonelada de leche de vaca de las cooperativas integradas al propio Centro, que las mujeres se dividen para cocer, pasteurizar y elaborar los quesos o verter en cubos especiales para producir el yogur, al final todas las mujeres limpian el local. El queso regular, el queso del Medio Oriente (mshalalé), el queso de yogur (labnéh), el yogur y el líquido de queso son distribuidos en las diferentes tiendas cooperativas mediante camiones refrigeradores de acuerdo a la demanda y son vendidos por debajo de su precio de mercado (42).

En Qamishlo se han desarrollado otras cooperativas de mujeres, de textiles, agrícolas, de conservas, panaderías y restaurantes que además de ayudar a mejorar su situación económica, permiten terminar con la dependencia económica hacia los hombres, garantizando la igualdad y posibilitando un proceso de politización de las mujeres a partir de la toma de decisiones sobre su propio trabajo, como lo señala una de las socias “las cooperativas nos permiten a las mujeres ganar confianza y apoyar a nuestras familias durante la actual crisis económica” (43).

Por otro lado, se organizan cooperativas que agrupan a miles de socios como las de Hevgirtin y Karsek. La primera se ubica en todo el cantón de Cizire, cuenta con 26 mil socios y desarrolla trabajos agrícolas, ganaderos, industriales, comerciales, de distribución y de consumo, con el objetivo de que el conjunto de la población del cantón pueda incorporarse, ya sea como productores o consumidores, y pueda crearse una economía sostenible.

En el segundo caso, se trata de una cooperativa que incluye siete proyectos agrícolas y ganaderos que articula 4.000 socios, a los cuales se les entregaron 15 mil hectáreas en las que producen trigo, comino, frijoles, garbanzos y lentejas; desarrollan invernaderos para la producción de pepino, tomate, cebolla, ajo, rábano, lechuga, espinaca, col, zanahoria, perejil y acelga; crían 1.500 ovejas; y siembran árboles frutales, incluyendo olivos. Vinculado a la producción de frutas se desarrolla una cooperativa de mujeres para la elaboración de conservas, que además de venderse en el mercado a precios bajos, sirven como parte de la alimentación de las milicias.

A través de los ingresos de los diferentes proyectos se han comprado cuatro cosechadoras, cuatro tractores, dos camiones para el transporte de diésel, y dos camiones y un autobús para la transportación de los cooperativistas. Además se abrió una farmacia agrícola y existe el proyecto de desarrollar la cría de abejas y vacas, construir una fábrica de lácteos, una de elaboración de aceite de olivo, y desarrollar un centro vacacional para los trabajadores.

Así, las cooperativas trabajan de manera articulada para la satisfacción de las necesidades de la población y son el fundamento material del resto de proyectos del Confederalismo, como explica una de sus integrantes: “No queremos más valor. La cooperativa agrícola vende productos a bajo coste a la cooperativa de ganado, que vende su leche a la cooperativa de procesamiento de productos lácteos. Ésta última vende su producto a la cooperativa comercial, que luego lo vende a la gente a un precio barato. Así se eliminan cinco intermediarios (…) Nuestras actividades de cooperación son el principal campo de lucha en Rojava. La economía es la base de todo, social y material. Esta es nuestra comprensión de la situación, así como de nuestra gente. Estamos tratando de construir una vida completamente comunal y esto es la base general de todo nuestro trabajo. Se puede ver en todos los campos que van desde la diplomacia a la educación. El pilar más importante es la economía” (44).

Poco a poco, en un contexto de guerra y enfrentando un bloqueo económico, los pueblos de Rojava van volviéndose dueños de su vida, satisfaciendo las necesidades más apremiantes de la población y construyendo de manera colectiva un horizonte de futuro. Sobre la base de la economía cooperativista y la toma de decisiones democráticas se han desarrollado sistemas de seguridad social, trabajo, educación, salud y vivienda, que de acuerdo al texto constitucional deben estar asegurados para toda la población.

Dentro del proyecto educativo, la primera política adoptada fue la incorporación de la lengua y la cultura kurdas. La enseñanza del kurdo se castigaba con cárcel y en muchos casos con tortura, así al triunfo de la revolución se abrieron las primeras escuelas en los tres cantones, y tan sólo dos años después, en agosto de 2014, sólo en el cantón de Cizire se habían abierto 670 escuelas con 3000 docentes que enseñaban kurdo a 49 mil estudiantes (45). Esta enseñanza se desarrolló junto a la del árabe y las otras lenguas de la región.

Cada cantón desarrolla un proyecto educativo propio, de acuerdo a sus características étnicas e históricas. A partir de estos elementos se elaboran tanto los planes de estudio como los libros de texto, articulados a partir del objetivo común de crear una educación teórico/práctica vinculada a los principios del Confederalismo, el paradigma democrático, la economía ecológica y la emancipación de género. Así lo que se busca es generar una educación enfocada a la resolución de problemas surgidos en la construcción de una sociedad nueva.

Las Academias se encargan de la educación superior y éstas están vinculadas a las diferentes áreas del proceso revolucionario, se han creado Academias de Mujeres, de Economía, de Ideas y Pensamiento Libre, de la Ciudad, de Ley, Sociología, Historia, Lenguaje y Literatura, de Política y Diplomacia, entre otras. En la Academia de Mujeres se ha desarrollado la Jineolojî, o ciencia de las mujeres, la cual recupera la historia del sujeto mujer y su devenir histórico social. Esta ciencia se empieza a enseñar desde el nivel secundario y se considera uno de los pilares educativos y de la transformación revolucionaria en Rojava.

En términos de la salud, aunque se han mejorado los servicios en hospitales y clínicas, el contexto de guerra y el bloqueo económico han dificultado los avances por la falta de medicamentos y equipo. Un testimonio del antropólogo David Graeber nos ayuda a comprender el complejo escenario en el que ésta se desarrolla: “Te encuentras con un médico que daba un poco de miedo con su cazadora de cuero, de apariencia militar y expresión austera. Hablas con él y te explica: ‘Bueno, creemos que el mejor enfoque para la salud pública es la prevención, la mayoría de las enfermedades están causadas por el estrés. Creemos que si reducimos el estrés los niveles de enfermedades del corazón, diabetes, incluso cáncer disminuirán. Así que nuestro objetivo es reorganizar las ciudades para que tengan un 70% de espacio verde…’. Hay toda clase de esquemas locos y brillantes. Pero luego hablas con otro médico y te explica cómo a causa del embargo turco, ni siquiera pueden conseguir medicinas o equipamiento básico, todos los pacientes con diálisis a los que no se pudo ayudar a sortear la frontera han muerto… Esa brecha entre sus ambiciones y sus circunstancias increíblemente difíciles” (46).

Quizá a partir de este testimonio podamos resumir la propuesta de la Modernidad Democrática del Kurdistán sirio, una apuesta revolucionaria “loca y brillante” que antepone a lo posible, lo necesario.

IV

La experiencia del Confederalismo Democrático nos permite pensar posibles caminos para la construcción de una modernidad no capitalista, una modernidad democrática (47). En ésta la construcción política desde abajo se convierte en el fundamento de un ejercicio autonómico de los pueblos que posibilita la recuperación de lo político: el retorno de la politicidad al conjunto de la sociedad, ejercicio político que rebasa la esfera estatal y de la política institucional, y que se fundamenta en la capacidad social para decidir sobre los asuntos de la vida en sociedad, (48) permitiendo la construcción de lo común a partir de la creación de relaciones y acciones a nivel de lo cotidiano (49).

 

En este sentido la propuesta emancipatoria del Confederalismo se distancia de la forma dominante de entender el proceso revolucionario desde finales del siglo XIX y durante todo el siglo XX, criticando las ideas de un sujeto trascendental, la vanguardia revolucionaria y la toma del poder. Frente a la idea de un sujeto unitario con un proyecto unívoco, desprendido de la contradicción capital/trabajo que generó formas organizativas centradas en la clase obrera como los Consejos, los sindicatos, el anarcosindicalismo o la forma partido, el Confederalismo propone una organización que permite la articulación de sujetos diversos a través de estructuras territoriales, en donde el conjunto de la sociedad puede asumir su propia politicidad, cobrando centralidad la contradicción valor/valor de uso.

Siguiendo los planteamientos de Marx la reproducción de la vida social no implica únicamente la reproducción física de los individuos sino que ésta “representa ya una forma determinada de la actividad de estos individuos, una forma establecida de manifestar su vida, un modo de vida fijado”, es decir, que en este proceso, la sociedad adquiere una forma social que coincide “tanto con lo que producen como con la forma en que lo producen” (50).

Así, el ser humano es un animal que, al mismo tiempo de asegurar su reproducción material, asegura su reproducción política, que “no sólo debe producir ciertas cosas, sino que, además y simultáneamente, debe también ‘producir y consumir’ la forma concreta de su socialidad” (51). Este proceso de reproducción material y política del ser humano es al mismo tiempo un proceso de reproducción simbólica, proceso de creación y consumo de significados.

“En la fase productiva sucede como si el sujeto humano intentara ‘decir algo’ a ese ‘otro’ que será él mismo en el futuro ‘inscribiéndolo’ en el producto útil; intención que se cumpliría en la fase consuntiva cuando él mismo, deviniendo ‘otro’, ‘lee’ dicho mensaje en el útil producido. Para un ser cuya condición fundamental es la libertad, que produce y consume objetos cuya forma está en cuestión, hacerlo implica necesariamente producir y consumir significaciones. Es el carácter ´político´ del animal humano, lo que hace de él, inmediatamente, un ser semiótico (52)”.

En este sentido podemos entender el carácter político/semiótico del ser humano como la necesidad y capacidad de la sociedad humana de darse una forma concreta a sí misma, de decidir sobre la reproducción de la vida en sociedad. El ejercicio del Confederalismo representaría un momento extraordinario de actualización de la politicidad humana, en el que el conjunto social redefine la forma de su socialidad (53) al tiempo que establece una forma política particular. Esta práctica combate el prejuicio que afirma que “no hay más política que la estatal”.

“La idea de democracia secuestrada por este prejuicio, explicitada por el mito que confunde la sujetidad comunitaria con la sujetidad del capital, pierde su sentido esencial, el de apuntar hacia toda la multiplicidad de figuras que puede adoptar la presencia del pueblo en su propio gobierno, y tiende a referirse solamente a una suerte de mecanismo de representación de los intereses de los socios de una empresa en las disposiciones de su consejo de administración (54)”.

A partir de la construcción del Confederalismo, los pueblos kurdos generan nuevas formas de configuración e institucionalización de la política, que se traducen en una forma de gobierno basada en la autoconstitución de un sujeto colectivo a través de las asambleas de las comunas y la Autoadministración, las cuales construyen la política como un asunto de todos los días, como una actividad cotidiana y permanente, que se afirma y despliega en todos los aspectos de la vida social.

Para reconocer la radicalidad de esta experiencia tendríamos que ver que en su práctica autonómica, se da la liberación de la “forma natural de la vida social” de su sujeción a la “tiranía del capital”, liberación que “no sería el acceso a un mundo angelical, sino la entrada en una historia en la que el ser humano viviría su propio drama y no, como ahora, un drama ajeno que lo sacrifica día a día y lo encamina, sin que él pueda intervenir para nada, a la destrucción” (55).

Desde la construcción de cooperativas hasta la enseñanza de la historia y lengua kurdas; desde el desarrollo de las asambleas barriales hasta la proyección de un nuevo tipo de ciudad; desde el trastocamiento de las relaciones de género y el desarrollo de la Jineologî hasta la formación de milicias populares para el combate del Estado Islámico; desde la inclusión de la diversidad étnica y religiosa hasta el proyecto de desaparición de la policía; los pueblos kurdos van satisfaciendo sus necesidades y resolviendo de manera colectiva las problemáticas a las que se enfrentan, decidiendo de manera democrática sobre todos los aspectos de su vida.

Esta nueva práctica política implica un permanente ejercicio de la memoria, la imaginación, la invención y la creación, como mecanismos de reproducción cultural, pero también un permanente ejercicio de diálogo con experiencias muy diversas de todo el mundo. Como señaló el Movimiento de Liberación de las Mujeres de Kurdistán al dirigir una carta a María de Jesús Patricio y el Congreso Nacional Indígena de México: “Los pueblos indígenas son las venas por las cuales los principales valores culturales y sociales de la humanidad se vienen transmitiendo desde los primeros momentos de la socialización hasta nuestros días. Sin duda ningún pueblo es superior a otro, pero en un momento en que la modernidad capitalista trata de destruir todo valor comunal, los pueblos indígenas son el resguardo del tejido social de toda la humanidad. Los miles de años de memoria colectiva resurgen en nuestras canciones, en nuestros rituales, nuestras oraciones, nuestros tatuajes, nuestras danzas y nuestras tradiciones. Por lo tanto, la lucha por la identidad propia contra los intentos de la modernidad capitalista de borrar las raíces y la memoria de nuestros pueblos, se convierte en la más valiosa de las resistencias. En América Latina como en el Kurdistán, las mujeres lideramos esa resistencia. En nuestros países, que fueron las cunas de miles de años de cultura de la diosa madre, la mujer y la vida, la mujer y la libertad, la mujer y la tierra, la mujer y la naturaleza están inextricablemente vinculadas entre sí (56)”.

La memoria y el diálogo se convierten así en elementos dinamizadores de la práctica social, permitiendo la configuración de nuevas prácticas políticas. Al mismo tiempo, este proceso de diálogo permite el aprendizaje y solidaridad con experiencias diversas, construyéndose una perspectiva internacionalista (57), como se expresa en la misma carta: “A pesar de los ríos, las montañas, los desiertos, los valles, cañones y mares que nos separan, somos hermanos y hermanas indígenas, sin importar en qué parte del mundo estemos. Nuestra lucha, nuestra resistencia contra la ocupación y el colonialismo, nuestro sueño por una vida libre es común y en este sentido, como Movimiento de Liberación del Kurdistán, declaramos que consideramos la lucha por la autodeterminación, la auto-administración y la autodefensa de los pueblos indígenas de México organizados en el Congreso Nacional Indígena (CNI) como nuestra propia lucha y la apoyamos basados en los principios de solidaridad revolucionaria (…) la victoria ya está dada. Porque el sistema capitalista modernista se alimenta de la división de las fuerzas y de la desorganización de los pueblos y las sociedades que quiere dominar; pero ustedes ya han construido el terreno para el éxito formando su unidad organizada. De ahora en adelante es importante no perder de vista este objetivo, que no es otro que el de crecer en organización. Su triunfo será nuestro triunfo. Nuestra lucha es su lucha. Somos el pueblo hermano de las montañas que han surgido de las mismas aguas profundas. Incluso desde nuestras diferentes lenguas compartimos los mismos sueños, nos enamoramos de la misma utopía y resistimos en aras del mismo amor. Les enviamos desde aquí toda la fuerza necesaria en esta nueva etapa, los saludamos con nuestros más genuinos sentimientos revolucionarios y los abrazamos con toda nuestra solidaridad y camaradería (58)”.

 

De esta forma, la propuesta de absorción de lo político en lo social es pensada  por los pueblos kurdos no sólo para el Kurdistán o el Medio Oriente sino para el mundo entero y reconocen múltiples experiencias además de la del Confederalismo, como la de los pueblos indígenas de México, en las que se desarrollan procesos de autodeterminación, autoadministración y autodefensa, a partir de los cuales es posible hacer frente a la barbarie capitalista.

La construcción del Confederalismo Democrático fue posible por la organización de los pueblos que les permitió la recuperación de su capacidad de decidir sobre sí mismos a partir de la desaparición de la burocracia estatal y la sustitución de las fuerzas represivas por las milicias populares, y de la formación del movimiento cooperativista, mediante la socialización de los medios de producción. Este proceso de reapropiación de la vida hecha por los pueblos kurdos quizá sea más evidente en la práctica de las mujeres, quienes han logrado, mediante su organización y lucha, reconfigurar de manera radical todos los aspectos de su vida.

De esta manera, la experiencia kurda nos permite pensar en la posibilidad de construir un nuevo tipo de relaciones sociales, que no se fundamenten en la reproducción de la ganancia sino de una vida digna para las personas, por lo que podríamos concluir junto con Bolívar Echeverría que “el único cambio que puede actualmente tener efectos reales, y no ser sólo una contribución más en el camino a la catástrofe, es un cambio que tiene que ser radical, de orden y profundidad civilizatorios, no sólo económicos, sociales o políticos” (59).

Ese cambio radical se construye hoy en las comunidades autónomas del Kurdistán a través del jiyán comunal y su experiencia en términos prácticos es la prefiguración de una modernidad no capitalista. Aunque aún de forma precaria en términos económicos y resistiendo a un brutal ofensiva militar y un criminal bloqueo económico, el Confederalismo Democrático nos demuestra, de manera concreta, lo que puede ser la vida guiada por el sujeto social y no por el sujeto automático del capital. La toma colectiva de decisiones sobre nuestra propia sociedad que nos permita la satisfacción plena de nuestras necesidades a partir de una relación ecológica con la naturaleza, así como una infinita apertura hacia los “otros”, que implique un reconocimiento de la riqueza de la diversidad y un constante cuestionamiento de la forma de nuestra propia socialidad, es decir, el desarrollo de nuestra identidad evanescente por medio del mestizaje (60) que posibilite el despliegue del conjunto de nuestras potencialidades humanas para la construcción de una sociedad democrática, ecológica y ética.

Notas:

1- El Estado Islámico surgió en 2003 como la rama iraquí de Al-Qaeda frente a la invasión de Estados Unidos a Irak. En 2013 durante la guerra civil en Siria se transformó en Estado Islámico de Irak y Levante (ISIS) al aliarse con la rama siria de Al-Qaeda. Finalmente en 2014 con la conquista de la ciudad iraquí de Mosul proclamó el restablecimiento del Califato y con ello cambió su nombre al de Estado Islámico (Ala Kur, La batalla de Kobane y la experiencia comunal del Kurdistán sirio, 2017 <https://www.mas.org.ar/?p=5495>:2017). Los combatientes kurdos lo llaman DAESH ya que implica connotaciones peyorativas y hace énfasis en que no reconocen a dicha organización como un Estado (G. Rivera “Introducción” en Rojava. Comunalismo libertario desde el Kurdistán Occidental, Ediciones La Social, México, 2015, p.8).

2- La postura de Estados Unidos ante el Estado Islámico ha sido ambigua, apoyándolo o combatiéndolo dependiendo sus intereses. En el contexto de los bombardeos, EU había sido duramente criticado por su falta de resultados en su combate al grupo extremista. Aprovechando la resistencia kurda, comenzó los ataques aliado con Turquía (que en repetidas ocasiones ha combatido a los kurdos junto con el EI) y con el Gobierno Regional del Kurdistán de Irak (aliado de EU). Esto ha llevado a diversas críticas hacia el pueblo kurdo por aceptar la ayuda de EU, las cuales se profundizaron en 2017 cuando las milicias recibieron armamento estadounidense para combatir al EI en Raqqa. Al respecto los combatientes kurdos señalaron que el apoyo por parte de la administración de Obama en Kobane respondió a los intereses geoestratégicos de EU y no al sufrimiento que estaba generando los ataques del EI. Con relación al apoyo recibido en Raqqa un comandante kurdo señaló “Por supuesto que es útil que Trump nos envíe un par de Humvees. Esto definitivamente ayuda en nuestra lucha contra Daesh. Pero recordemos que un F-16 vendido por Trump a Turquía podría destruir estos vehículos en un segundo. Sabemos qué lado escogerán finalmente los Estados Unidos cuando tengan que hacerlo, y no será el nuestro“(Marcel Cartier, YPG-YPJ ¿Revolucionarias o peonas del sistema?, 2017 <https://rojavaazadimadrid.wordpress.com/2017/05/21/ypg-ypj-revolucionarias-o-peones-del-sistema/amp/>).

3- Ala Kur, op. cit.

4- Las Guerras Mundiales se caracterizan por tres constantes: 1) La conquista y reorganización de territorios, 2) La destrucción de un enemigo y 3) La administración de los territorios. Desde esta perspectiva podríamos entender la “Guerra Fría” como la “Tercera Guerra Mundial”, que se desarrolló entre 1945 y 1989, y que de acuerdo con Fred Halliday se expresó en más de 140 guerras locales que produjeron más de 30 millones de muertos. La globalización neoliberal sería la “Cuarta Guerra Mundial”, una nueva guerra de conquista, que a través de mecanismos financieros y militares crea y conquista mercados, y en la cual la humanidad se convierte en el enemigo a vencer. Para conocer esta propuesta recomiendo el libro Escritos sobre la guerra y la economía política del Subcomandante Insurgente Marcos (2017). Aunque existen puntos de coincidencia entre esta propuesta y la desarrollada por los pueblos kurdos y su principal ideólogo Abdullah Ocalan, éstos caracterizan el periodo actual como la “Tercera Guerra Mundial”.

5- Daniel Inclán, Crisis civilizatoria y lo político: 10 hipótesis sobre el capitalismo y la política en el siglo XXI, 2017.

6- Bolívar Echeverría, “De violencia a violencia” en Vuelta de siglo, Era, México, 2010.

7- Sergio Rodríguez, “Apuntes sobre el pensamiento crítico frente a las mutaciones de la hidra”, en El pensamiento crítico contra la hidra capitalista II, s/r, p.p.50-51.

8- En el Kurdistán se encuentran 75% de las reservas petroleras del territorio iraquí, 50% de las iraníes y casi la totalidad de las turcas y sirias, y se calcula la existencia de 100 billones de metros cúbicos de gas (Francisco Torres, “Fracturas y tensiones entre oriente próximo y el sureste europeo: el Kurdistán” en revista Investigaciones geográficas número 55, mayo-agosto 2011, España 2012:159).

9- Naomi Klein, La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre, Paidós, Barcelona, 2007.

10- La importancia de los hidrocarburos en la región había mantenido a algunos de sus países al margen de la forma neoliberal del Estado, pues éstos podían mantener un control importante sobre sus economías a partir de la renta petrolera.

11- Naomi Klein, op. cit., y SCI Marcos, Escritos sobre la guerra y la economía política, Pensamiento Crítico, México, 2017.

12- Naomi Klein, op. cit., p. 468.

13- ACNUR, Emergencia en Siria, 2017 http://www.acnur.org/que-hace/respuesta-a-emergencias/emergencia-en-siria/

14- Es importante señalar que tras el control por parte del EI de los pozos petroleros de Irak, éste funciona como una empresa trasnacional muy lucrativa cuyo capital se calcula en 2 mil millones de dólares, que le permite financiar un ejército de 30 mil hombres poderosamente armados, y que lo integra perfectamente a la sociedad occidental que dice combatir (Jerome Baschet, “Hacernos mundos frente a la hidra del capitalismo criminal” en El pensamiento Crítico frente a la Hidra Capitalista III, s/r, p.331).

15- Abdullah Öcalan, Guerra y paz en el Kurdistán. Perspectivas de solución política de la cuestión kurda, International Iniciative, s/r, 2008, p.15.

16- Alejandro Haddad, La autonomía que nunca tuve, 2014 http://kurdistanamericalatina.org/los-origenes-del-pueblo-kurdo-2/

17- Abdullah Öcalan, op. cit., p.17.

18- Alex Jong, ¿De apisonadora estalinista a mariposa libertaria? La evolución ideológica del PKK, 2015, https://rojavaazadimadrid.files.wordpress.com/2015/09/z-pkk.pdf

19- PKK en Baran Serhad y Suphi Toprak, Historia y presente del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), 2015, http://www.laizquierdadiario.com/Historia-y-presente-del-partido-de-los-Trabajadores-del-Kurdistan-PKK

20- Bruinessen en Alex Jong, op. cit., 2015, p. 17.

21- Este culto a la violencia es una primera reacción del PKK frente a la criminal respuesta del Estado turco, que hasta el día de hoy ha cobrado la vida de más de 40 mil personas, ha generado el desplazamiento de pueblos enteros y el encarcelamiento y tortura de miles de kurdos.

22- Como parte de la represión, en 1987 el gobierno turco firmó un acuerdo con el gobierno sirio que le permite la incursión militar en su territorio para combatir células del PKK a cambio de acceso al agua del río Éufrates (Torres, 2011:161). Este acuerdo, vigente hasta el día de hoy, ha permitido que en julio del 2017, el ejército turco haya invadido el cantón de Afrin mientras las milicias kurdas combaten al EI en Raqqa. Frente a esta invasión los kurdos han comenzado la resistencia armada señalando “Afrin será el Kobane del Estado turco”.

23- Alex Jong, op. cit., p.23.

24- Abdullah Öcalan, preso hasta el día de hoy en la cárcel de aislamiento de la isla de Imrali, se encuentra condenado a cadena perpetua por el gobierno turco acusado de los delitos de terrorismo y separatismo armado.

25- Abdullah Öcalan, Confederalismo democrático. Propuesta libertaria del pueblo kurdo, El Rebozo Palapa editorial, Oaxaca, 2014, p.27.

26- De esta organización militar madre se desprendieron posteriormente otras milicias populares, las Unidades de Defensa del Pueblo (YPG) y las Unidades de Defensa de Mujeres (YPJ) en Siria, las Unidades de Resistencia de Shengal (YBS) y las Unidades de Mujeres de Shengal (YJS) en Irak, las Unidades de Kurdistán del Este (YRK) en Irán y las Unidades de Defensa Civil (YPS) en el sureste turco. Además en Rojava se formaron las Fuerzas Guerrilleras Populares Revolucionarias Internacionales (FGPRI) como parte de las YPG, integrado por voluntarios internacionalistas, a cuyo interior se creó en 2017 el Ejército de Insurrección y Liberación Queer (TQILA), bajo el lema “Estas maricas matan fascistas” (Comité de Mujeres en Solidaridad con Kurdistán,  Se conforma el Ejército de Insurrección y Liberación Queer dentro de las YPG, 2017, < http://kurdistanamericalatina.org/se-conforma-el-ejercito-de-insurreccion-y-liberacion-queer-dentro-de-las-ypg/>).

27- En medio de este proceso de reestructuración, a petición de Turquía, en el año 2004 el PKK fue incluido en las listas de organizaciones terroristas hechas por Estados Unidos y la Unión Europea.

28- ALB Noticias, “Entrevista: El confederalismo democrático, propuesta libertaria del pueblo kurdo” en Confederalismo democrático, El Rebozo, México, 2014, p.p.54-57.

29- Pinar Ognuc, “Me volví diez años más joven en Rojava. Entrevista a D. Graeber” en Rojava. Comunalismo libertario desde el Kurdistán Occidental, Ediciones La Social, México.

30- Actualmente, parte de la estrategia militar en contra del Confederalismo Democrático consiste en tratar de aislar a los cantones e impedir su comunicación a partir del control sobre los caminos que conectan sus territorios, lo que ha complicado la puesta en práctica de este cuarto nivel de toma de decisiones.

31- Al finalizar la redacción de este texto una reorganización territorial fue aprobada, el 28 de julio del 2017, por la Asamblea a través de la Ley de Regiones Administrativas. La nueva organización territorial de la Federación Siria del Norte comprende tres regiones federales compuestas por seis cantones: 1) La región de Cizire, compuesta por el cantón de Heseke (formado por las áreas de Heseke, Dirbesiye, Serekaniye y Tel Temir) y el cantón de Qamishlo (formado por las áreas de Qamishlo y Derik); 2) La región del Eufrates compuesta por el cantón de Kobane (formado por el centro de la ciudad de Kobane y sus aldeas, pueblos, ciudades y distritos, el distrito de Sheran y el distrito de Qenaya) y el cantón de Gire Spi (formado por el Estado de Girê Spî y sus aldeas, y pueblos, el distrito de Eyn Isa y el distrito de Siluk); y 3)La región de Afrin compuesto por el cantón de Efrin (formado por las zonas de Afrin, Cindires y Raco) y el cantón de Shehba (formado por de Shehba y los distritos de Ehrez, Fafîn y Kefer Naya). (ANF, El Norte de Siria está compuesto ahora por 3 regiones federales, 2017, en http://kurdistanamericalatina.org/el-norte-de-siria-ahora-esta-compuesto-de-3-regiones-federales/).

32- Workers Solidarity Movement, Una perspectiva anarquista de las cooperativas y comunas de Rojava, 2016, https://rojavaazadimadrid.wordpress.com/2017/03/09/una-perspectiva-anarquista-de-las-cooperativas-y-comunas-de-rojava/

33- Dylan Murphy y Rojava Report, Comprendiendo la revolución de Rojava, 2015, https://rojavaazadimadrid.wordpress.com/2015/03/01/comprendiendo-la-revolucion-en-rojava/

34- Workers Solidarity Movement, op.cit.

35- Además de los partidos políticos kurdos existen partidos de mayoría árabes, asirios y yazidís. La relación con otros partidos se ha complejizado con la liberación de diversos territorios antes controlados por el EI, que comienzan a incorporarse al Confederalismo y que están formados en su mayoría por población no kurda.

36- Idem.

37- Constitución en Dylan Murphy y Rojava Report, op. cit.

38- El tema de la expropiación de tierras es compleja pues se combina con las relaciones interétnicas. “Bajo el feudalismo tribal, los jefes de estas tribus son, a menudo, grandes terratenientes, piensa en ellos como familias muy grandes, que, por lo tanto, pueden usar las lealtades tribales para generar una defensa, incluyendo una defensa armada de esas parcelas[…] En este contexto, lo que podría pretender ser una reestructuración de las líneas de clase (esto es un conflicto entre aquellos que trabajan la tierra y los terratenientes) conlleva el peligro real de crear, en su lugar, una resistencia cruzada de clases a lo largo de las líneas de lealtad tribales si esto se impone desde fuera. Y, por supuesto, el hecho de que por ahora la influencia ideológica inicial en Rojava es abrumadoramente kurda, lo que hace un problema mucho mayor si los terratenientes y su tribu son árabes. Lo que empieza como un conflicto por la tierra puede rápidamente convertirse en algo más parecido a una limpieza étnica” (Workers Solidarity Movement, op.cit.).

39- Constitución de las Comunidades autónomas kurdas de Rojava, 2014, http://www.resumenlatinoamericano.org/2014/10/18/especial-texto-completo-de-la-constitucion-de-las-comunidades-autonomas-kurdas-de-rojava/

40- Es importante señalar que aunque los yacimientos petroleros se concentran en el Kurdistán, la mayor parte del crudo era sacado para ser refinado fuera de la región.

41- Cooperative Economy, Rojava: economía y cooperativas en plena revolución, 2017, http://kurdistanamericalatina.org/rojava-economia-y-cooperativas-en-plena-revolucion/

42- Cooperative Economy, El Centro para la Economía de Mujeres abre una fábrica de productos lácteos, 2017, https://rojavaazadimadrid.wordpress.com/2017/04/29/el-centro-para-la-economia-de-mujeres-abre-una-fabrica-de-productos-lacteos/

43- Hawzhin Azeez, Cooperativas de mujeres: un vistazo al modelo económico de Rojava, 2017, https://rojavaazadimadrid.wordpress.com/2017/02/05/cooperativas-de-mujeres-un-vistazo-al-modelo-economico-de-rojava/

44- Walet Deniz, Las mujeres de Rojava celebrarán la primera “Conferencia sobre economía de las mujeres de Siria del Norte”, 2017, < https://rojavaazadimadrid.wordpress.com/2017/07/07/las-mujeres-de-rojava-celebraran-la-primera-conferencia-sobre-economia-de-las-mujeres-de-siria-del-norte/>

45- Janet Biehl, “Dos Academias en Rojava” en Educación, autonomía y guerrilla en Kurdistán, Pensaré Cartoneras, s/r.

46- David Graeber en Pinar Ognuc, “Me volví diez años más joven en Rojava. Entrevista a D. Graeber” en Rojava. Comunalismo libertario desde el Kurdistán Occidental, Ediciones La Social, México.

47- De acuerdo con Bolívar Echeverría, la modernidad y el capitalismo son dos procesos históricos diferenciables. Señala que “Por modernidad habría que entender el carácter peculiar de una forma histórica de totalización civilizatoria de la vida humana. Por capitalismo, una forma o modo de reproducción de la vida económica del ser humano, una manera de llevar a cabo aquel conjunto de sus actividades que está dedicado directa y preferentemente a la producción, circulación y consumo de los bienes producidos. Entre modernidad y capitalismo existen las relaciones que son propias entre una totalización completa e independiente y una parte de ella, dependiente suya, pero en condiciones de imponerle un sesgo especial a su trabajo de totalización” (Bolívar Echeverría, “Modernidad y capitalismo (15 tesis)” en Las ilusiones de la modernidad,  UNAM/Itaca, México, 1997, p.138). Así, la modernidad como proceso ambivalente y no acabado, aunque efectivamente se totaliza en términos históricos bajo su forma capitalista, no agota en ésta sus posibilidades de realización.

48- Siguiendo al propio Echeverría en el discurso moderno dominante se da una doble negación del ejercicio de lo político, primero reduciéndolo a la política, y segundo, reduciendo la política al ámbito estatal. El ejercicio de lo político en tanto capacidad del sujeto social de darse una forma concreta, tendría dos momentos extraordinarios de actualización en el terreno de lo real, 1) cuando la comunidad se pone en peligro (la guerra/una catástrofe), y 2) cuando la comunidad se reencuentra consigo misma (la revolución); y por lo menos tres en el terreno de lo imaginario, 1) el juego, 2) la fiesta y 3) el arte. Por otro lado, cuando lo político se institucionaliza en su forma de política, ésta se ejerce en tres niveles, el de la sociedad política, el de la sociedad civil y el de la sociedad natural (Bolívar Echeverría, “Lo político en la política”, en Valor de uso y utopía, Siglo XXI Editores, México, 1998).

49- Maria Jaidopulu, La política desde la perspectiva de la vida cotidiana: densificación del tiempo-espacio político y cultura de solidaridad, 2017.

50- Carlos Marx y Federico Engels, La ideología alemana, Ediciones de Cultura Popular, México, 1979, p.26.

51- Bolívar Echeverría, Definición de la cultura, FCE, México, 2010, p.55.

52- Ibídem, p.74.

53- Es importante resaltar que además de este ejercicio extraordinario de lo político en el terreno de lo real que ha permitido la reconfiguración del conjunto de la socialidad de los pueblos de Rojava, el ejercicio extraordinario de lo político en el terreno de lo imaginario también es fundamental, manifestándose en prácticas artísticas y festivas en diferentes momentos de la vida diaria, que abarcan desde la celebración de una victoria militar por las milicias populares o la inauguración de una nueva cooperativa hasta la organización de festivales artísticos, elementos que brindan a la revolución del Kurdistán no solo una perspectiva ética sino también estética.

54- Bolívar Echeverría, Lo político en la política”, en Valor de uso y utopía, Siglo XXI Editores, México, 1998, p.83.

55- Ibídem, p.p. 196-197.

56- Movimiento de Liberación de las Mujeres de Kurdistán, Carta del Movimiento de Liberación de las Mujeres de Kurdistán a María de Jesús Patricio Martínez, vocera del Concejo Indígena de Gobierno, 2017, http://www.congresonacionalindigena.org/2017/06/19/carta-del-movimiento-mujeres-kurdistan-komalen-jinen-kurdistan-maria-jesus-patricio-martinez-vocera-del-concejo-indigena-gobierno/

57- Bajo esta misma perspectiva colectivos y brigadistas de todo el mundo han llegado a Rojava para trabajar en diferentes áreas de la autonomía como la salud, la economía, la jyneología, la Academia de Arte y cultura, y las milicias populares. Estos trabajos han llevado al desarrollo de la Academia Internacionalista, en donde los brigadistas reciben cursos durante tres meses en los que estudian la lengua, historia y cultura kurdas, los planteamientos teóricos de Abdullah Ocalan y la experiencia de diversos movimientos de resistencia a nivel mundial como el zapatismo mexicano. (Sara Ainhoa, Entrevista con la comuna internacionalista: “La autodefensa no solo es coger un arma, es luchar contra el estilo de vida capitalista”, 2017,  <https://rojavaazadimadrid.wordpress.com/2017/07/10/entrevista-con-la-comuna-internacionalista-la-autodefensa-no-solo-es-coger-un-arma-es-luchar-contra-el-estilo-de-vida-capitalista/>).

58- Ídem

59- Bolívar Echeverría, “Lejanía y cercanía del Manifiesto Comunista a ciento cincuenta años de su publicación” en Vuelta de siglo, Era, México, p.116.

60- En la experiencia del Confederalismo podemos encontrar una práctica radical de este proceso de mestizaje a partir del diálogo entre grupos diversos que dejan interpelarse para enriquecer su forma de vida con la apertura de su propio código cultural. Como señala Echeverría, “si la identidad cultural deja de ser concebida como una sustancia y es vista más bien ‘como un estado de código’ -como una peculiar configuración transitoria, a dicho código de la subcodificación que vuelve usable, ‘hablable’ a dicho código-, entonces esa ‘identidad’ puede mostrarse también como una realidad evanescente, como una entidad histórica que, al mismo tiempo que determina el comportamiento de los sujetos que la usan o ‘hablan’, está simultáneamente, siendo hecha, transformada, modificada por ellos”. (Bolívar Ehceverría, “La identidad evanescente” en Las ilusiones de la modernidad, UNAM/El Equilibrista, México, p.74.)

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FUENTE: Rodrigo Hernández / Kurdistán América Latina