Venezuela: Organizaciones políticas, sindicales y sociales llaman a la Abstención Electoral y a la Movilización Popular

Nuestro llamado a la abstención este 6 de diciembre, no tiene nada que ver con la política entreguista, corrupta y pro imperialista de la cúpula dirigida por Guaidó, María Corina Machado o Antonio Ledezma, entre otros sectores de la oposición patronal, porque no representan los intereses del pueblo trabajador y del conjunto de sectores oprimidos.



Organizaciones políticas, sindicales y sociales llaman a la Abstención Electoral y a la Movilización Popular



 



27 de septiembre de 2020.-

El pasado 25.09.2020 se reunieron distintas organizaciones políticas y movimientos sociales (Colectivo Cultural Toromayma, Partido Socialismo y Libertad, Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma, Sindicato Regional de Trabajadores de la Salud del Distrito Capital, Vanguardia Popular, Ruptura-Tercer Camino y Unidad Socialista de los Trabajadores) con la finalidad de darle lectura y difundir un pronunciamiento donde fijan su posición de llamar a la Abstención Electoral para las Elecciones Parlamentarias.  Manifiestan  que el pronunciamiento fue fruto de varios debates y encuentros mediante los cuales estas organizaciones coincidieron en una política común orientada a la protesta y a la movilización, ante la crisis sin precedentes que vive el pueblo venezolano en los últimos años y cuyas manifestaciones más recientes han sido las incalculables movilizaciones y protestas que ha protagonizado el pueblo venezolano en estos últimos días.

En el marco de esa orientación, asumida en conjunto, hacen un llamado a la población venezolana a no votar el día de las elecciones legislativas (6 de diciembre de 2020), ante lo que consideran como un “fraude cantado”.  De igual manera, convocan a un “Cacerolazo nacional por la dignidad” el mismo día de las elecciones (6-D), a las 7 de la noche, como manifestación de protesta y de repudio ante un gobierno que consideran “de facto”, “hambreador” y “anti-popular”.  Finalmente, anuncian una serie de acciones comunicacionales y de movilización durante las diez semanas que anteceden las elecciones.

 

Movilización popular contra el hambre y en favor de la vida.

El gobierno venezolano está escribiendo actualmente otra crónica más de un fraude anunciado, como lo viene haciendo desde el año 2016.

¿Por qué decimos esto? Porque las autoridades de facto, contra viento y marea pretenden realizar descaradamente, el próximo 6 de diciembre, la elección de una nueva Asamblea Nacional a su medida. En pocas palabras, estamos en presencia de un fraude cantado, cuyos elementos están a la vista de todo el mundo: una directiva del Consejo Nacional Electoral (CNE) subordinada al gobierno, pues fue nombrada por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), también afecto al gobierno; inhabilitación política de dirigentes opositores, intervención por parte del TSJ de las directivas de los principales partidos de oposición, sean de la oposición patronal ó del chavismo disidente, sustituyendo sus directivas por otras “ad hoc” nombradas directamente por el mismo TSJ, con lo cual el gobierno logró cooptar a una parte de la oposición para que le hiciera el juego en este proceso de relegitimación; a través de la detención de candidatos o posibles candidatos, ilegalización de partidos, como en los casos de REDES, Marea Socialista y el Partido Socialismo y Libertad (PSL), entre otros; violación de los derechos electorales de los pueblos indígenas, que según el TSJ, deberán elegir sus diputados a mano alzada, en función de un supuesto derecho “de usos y costumbres”; manipulación de los circuitos electorales, aumento del número de diputados y, finalmente; violación descarada del derecho al voto de los millones de venezolanas y venezolanos residenciados en el exterior.

¿Y por qué necesita el gobierno de Maduro una Asamblea Nacional a su medida? Evidentemente, para terminar de controlar todos los poderes, para cubrirse de un barniz de legitimidad, su talón de Aquiles, sobre todo a nivel internacional, ya que requiere de la aprobación de la Asamblea Nacional para poder concretar con toda legalidad los jugosos contratos con sus socios rusos, chinos, iraníes, turcos y gringos.

Por si fuera poco, estas elecciones se van a realizar en medio de una crisis sin precedentes, una verdadera tragedia, reconocida como una de las más terribles del planeta, que se agudiza de día en día en todos los aspectos de nuestra vida cotidiana, y que es producto de la aplicación de un criminal paquetazo antiobrero y antipopular, caracterizado por la desastrosa situación de los servicios básicos, por el hambre y la pobreza generalizada, por una prolongada hiperinflación, por la recesión económica; por la destrucción del salario y de todas las conquistas y los derechos contractuales de las trabajadoras y trabajadores, tanto del sector público como privado, lo que ha traído como resultado una clase trabajadora en condiciones de semi esclavitud, el desmantelamiento de las empresas estatales, en particular de PDVSA, la liberacion de la gasolina a precios internacionales y la transferencia de su comercialización a manos privadas, además, por el ecocidio, la devastación y el saqueo de la naturaleza, por parte de los jerarcas cívico militares de este gobierno, en pro de intereses extranjeros, todo esto en el marco de una política de Estado represiva y autoritaria. Efectivamente, la acción criminal de los cuerpos represivos del gobierno están cobrando más vidas que el COVID 19. Toda esta situación se ve agravada por la imposición de las sanciones económicas del gobierno imperialista de Trump.

 

Es evidente que en medio de esta dramática situación, el pueblo venezolano en general no siente ninguna disposición, ni entusiasmo para salir a votar.

Finalmente, estas elecciones se dan en medio de una terrible crisis sanitaria, producto de la pandemia del COVID-19. Mientras las autoridades despliegan una campaña colosal, desde hace meses para que la gente se quede en su casa y así, supuestamente evitar que la pandemia se agrave, organizan al mismo tiempo una elección que, lógicamente, llamaría a millones de venezolanos a salir a votar sin que existan las condiciones mínimas de bioseguridad, cuestión que ni siquiera existe para los trabajadores de la salud en los hospitales “centinelas”. Por ello, consideramos que es un llamado irresponsable que expone a la población al contagio de covid-19. Todo por el afán del gobierno cívico militar de Maduro de perpetuarse por más tiempo en el poder.

POR TODO LO DICHO ANTERIORMENTE:

  • El próximo 6 de diciembre, llamamos a no votar como manifestación genuina del repudio generalizado a las políticas anti-populares y dictatoriales de este gobierno hambreador y corrupto.
  • Rechazamos la criminalización de la abstención, por cuanto en la CRBV, en su artículo 61, establece el derecho de libertad de conciencia, del cual se entiende que la abstención es parte del ejercicio de este derecho constitucional. Por tanto, no está proscrita en las leyes venezolanas, quedando demostrado que la abstención no persigue fines injerencistas, terroristas ni golpistas.
  • Nuestro llamado a la abstención este 6 de diciembre, no tiene nada que ver con la política entreguista, corrupta y pro imperialista de la cúpula dirigida por Guaidó, María Corina Machado o Antonio Ledezma, entre otros sectores de la oposición patronal, porque no representan los intereses del pueblo trabajador y del conjunto de sectores oprimidos.
  • Convocamos a toda la población a manifestar su rechazo al gobierno y su farsa electoral este 6 de diciembre, con un GRAN CACEROLAZO por la dignidad y contra el fraude, a las 7 de la noche.
  • Nuestro llamado urgente y categórico es a organizarnos y movilizarnos en torno a un plan de lucha contra el hambre y en favor de la vida, que realmente responda a la grave crisis social, sin precedentes en los últimos 50 años en nuestro país.
  • Se requiere con urgencia tomar medidas para evitar el colapso de los hospitales y el incremento de fallecimientos especialmente por COVID-19, y atender la grave situación social que está llevando al hambre y la miseria a millones de personas y que ha precarizado las condiciones de vida y de trabajo de la población en general, producto de la destrucción y paralización de la economía y de la imposibilidad de salir a trabajar debido a las medidas de distanciamiento social, la cuarentena y la represión militar y policial que ha tomado el control de la vida cotidiana y conculcado los derechos más elementales de los ciudadanos
  • Para ello es urgente conformar un Fondo Social de Emergencia para atender la pandemia, igualar el salario mínimo a la canasta básica, pagar una renta de cuarentena a todos los trabajadores y trabajadoras informales igual a la canasta básica; adquirir insumos sanitarios y de bioseguridad, e impulsar un Plan de Emergencia para la adquisición de alimentos y medicinas por parte del Estado. Los recursos para esto se pueden obtener cobrando un impuesto progresivo a las grandes empresas, bancos y transnacionales; suspender los contratos de empresas mixtas con las transnacionales petroleras; suspender el pago de la deuda externa, así como los gastos militares y policiales. Confiscar los bienes de los corruptos y ladrones de cuello blanco, que desfalcaron al país y a PDVSA con importaciones fraudulentas, así como los bienes de los jerarcas civiles y militares que saquean indiscriminadamente en Bolívar y Amazonas amparados en el Arco Minero del Orinoco.
  • Es necesario que se conforme una coordinación nacional para hacerle frente a la pandemia del Covid 19, integrada por los trabajadores de la salud, las academias de ciencias, sindicatos, gremios profesionales, organizaciones vecinales, campesinas, estudiantiles, de género, feministas, entre otras, como parte de una estrategia para hacerle frente de manera integral a la crisis sanitaria por la que estamos atravesando. No sé justifica que la crisis sanitaria sea administrada por las fuerzas armadas y policiales.
  • Llamamos a las organizaciones sociales, populares, sindicales y a la población en general, para articular y organizar la movilización obrera y popular necesaria para salir de este régimen opresivo que nos condena al hambre y la miseria.
  • Solo con la organización y la movilización popular se puede lograr un cambio en favor de las grandes mayorías y una la salida obrera y popular de este gobierno corrupto y dictatorial. Se trata de construir una referencia política de oposición de izquierda y popular identificada con una lucha permanente contra las pretensiones capitalistas de seguir profundizando la devastación de la naturaleza, y la sobre explotación de millones de trabajadoras y trabajadores, que condena al hambre y la miseria del pueblo trabajador y los sectores populares, y que abra perspectivas para un gobierno de los trabajadores.

¡SOLO LA LUCHA CAMBIA LA VIDA!

¡Gran Cacerolazo Nacional por la dignidad el 6-D”

Septiembre de 2020.

Quienes suscriben:

Colectivo Cultural Toromayma

Partido Socialismo y Libertad (PSL)

Corriente clasista, unitaria, revolucionaria y autónoma (CCURA)

Sindicato Regional de trabajadores de la salud del Distrito Capital (Sirtrasalud Dtto. Capital)

Vanguardia Popular

Ruptura- Tercer Camino

Unidad Socialista de los Trabajadores (UST)

Thony Navas, Presidente de Sirtrasalud. Dtto. Capital

José Bodas, secretario general de la Federación de trabajadores petroleros de Venezuela (FUTPV)

Orlando Chirino, coordinador nacional de la Corriente sindical CCURA

Oscar Linarez, delegado de base de Sirtrasalud Dtto. Capital

Johnny Alarcon, antropólogo y profesor de La Universidad del Zulia.

Marco Garcia, secretario de relaciones y propaganda de Sinatra-UCV