Azerbaiyán, con el respaldo de Turquía, lanzó un ataque a gran escala contra Artsaj

La República de Artsaj denominada hasta 2017 como República del Alto Karabaj​ es una república independiente de facto situada en Transcaucasia. Controla la mayor parte de la región del Alto Karabaj y otros distritos de Azerbaiyán fronterizos con Armenia (al oeste).
Este territorio se convirtió en objeto de controversia entre Armenia y Azerbaiyán cuando ambos países se independizaron del Imperio ruso en el año 1918. Después la Unión Soviética estableció el control sobre la zona. En 1923, se formó la óblast (región o distrito) autónoma del Alto Karabaj dentro de la República Socialista Soviética de Azerbaiyán. El 10 de diciembre de 1991, durante la guerra del Alto Karabaj, aquel territorio se autoproclamó como república independiente.​ Hasta el día de hoy, no ha sido reconocida por ningún estado soberano miembro de las Naciones Unidas. La población de la región está formada casi totalmente por armenios



Azerbaiyán, con el respaldo de Turquía, lanzó un ataque a gran escala contra Artsaj

 

En la madrugada de ayer, el Ejército azerí arremetió contra posiciones, tanto militares como civiles, de Artsaj. Hay varios heridos y víctimas fatales.

28 de septiembre

El Ministerio de Defensa de Armenia confirmó que el total de víctimas por los ataques de Azerbaiyán contra Artsaj asciende a 32 personas.

 

27 de septiembre

El presidente de la Auditoría General de Argentina, Jesús Rodríguez, vicepresidente de la Internacional Socialista y de la Fundación Alem, elogió el comunicado de Luis Almagro como “muy acertado”, y opinó que “la crisis del Cáucaso también merece la atención de nuestra región”.

La Cancillería de Argentina emitió un comunicado manifestando su “gran preocupación por los enfrentamientos entre Armenia y Azerbaiyán”, el 27 de septiembre. Además, transmitió las condolencias a las familias de las víctimas. “La Argentina convoca a Armenia y Azerbaiyán, dos países amigos, al inmediato cese de las hostilidades y a la reanudación de negociaciones efectivas bajo los auspicios del Grupo de Minsk de la OSCE, con el objetivo de alcanzar una resolución pacífica del conflicto en el marco del derecho internacional”, señaló el comunicado.

La Embajada de la República de Armenia en Argentina emitió un comunicado de prensa en el que informó que “el 27 de septiembre, Azerbaiyán lanzó una ofensiva militar en gran escala a lo largo de toda la línea de contacto entre Artsaj (Nagorno Karabaj) y Azerbaiyán, atacando también diversas poblaciones e infraestructuras comunitarias, incluso la capital de Artsaj, Stepanakert”. Asimismo, la Cancillería armenia “condenó enérgicamente la agresión de la dirigencia político-militar de Azerbaiyán contra la República de Artsaj” y la consideró “plenamente responsable de las consecuencias de su agresión”. Más adelante, la diplomacia armenia denunció que en julio “las instituciones oficiales azerbaiyanas han coordinado actos de violencia contra ciudadanos armenios y miembros de comunidades armenias en diferentes países del mundo”. “Ha habido casos de obstrucción del trabajo normal del servicio diplomático armenio en el extranjero y de las comunidades armenias, así como una destrucción deliberada de sus bienes personales y de trabajo, que han amenazado la seguridad del personal diplomático y las estructuras comunitarias de diversos países”, aseguró.

La Junta de Gobierno de APPS-Avancemos por el Progreso Social, presidida por Matías Tombolini, expresó su “profunda preocupación y repudio por el ataque a gran escala perpetrado por fuerzas de Azerbaiyán contra Artsaj” y “su solidaridad con el pueblo armenio y sus integrantes en la diáspora”. Desde la presidencia de APPS, Tombolini recordó que “Argentina siempre ha mantenido una posición favorable al mantenimiento de la paz en la región. Resulta imperioso exigir el inmediato cese del fuego, y ponerse a disposición de la querida comunidad armenia en nuestro país y de sus instituciones”.

El Departamento de Estado de Estados Unidos condenó la escalada de violencia y afirmó que la participación de actores externos no será de ayuda y alimentará las tensiones. Por su parte, el equipo de campaña de Joe Biden, candidato a la presidencia por el Partido Demócrata, dijo en un comunicado que Estados Unidos debería impulsar una mayor cantidad de observadores en la línea de contacto y “exigir a Rusia que detenga la cínica venta de armas a ambas partes”.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que están examinando fuertemente la situación y que intentarán detener la escalada del conflicto.

Se conoció el listado de soldados fallecidos en Artsaj:

– Hasmik Arzumanyan (1985)

– Lernik Vardanyan (1978)

– Gyorgi Minasyan (1979)

– Hovik Khachatryan (1990)

– Ashot Mnatsakanyan (1979)

– Agsen Harutyunyan (1997)

– Arsen Mardiyan (1999)

– Ruben Galstyan (2000)

– Davit Torosyan (2001)

– Taron Filiposyan (2000)

– Mayis Grigoryan (2001)

– Garnik Khlghatyan (2001)

– Erik Sahakyan (2001)

– Karen Margaryan (2000)

– Davit Ohanyan (2000)

– Vrezh Barseghyan (2001)

El Ministerio de Defensa de Armenia informó que, como resultado de un contraataque de las subdivisiones del Ejército, se confiscaron 11 unidades de vehículos blindados HMM-3 con su respectivo personal de combate.

 

El Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, se manifestó “sumamente preocupado por la reanudación de las hostilidades a lo largo de la línea de contacto en la zona de conflicto de Nagorno Karabaj”. Además, condenó “el uso de la fuerza y lamenta la pérdida de vidas y el número de víctimas entre la población civil”, y se comprometió a hablar con el presidente azerbaiyano y el primer ministro armenio. Por último, reiteró su “pleno apoyo” al “importante papel de los Copresidentes del Grupo de Minsk de la OSCE e insta a las partes a trabajar en estrecha colaboración con ellos para reanudar urgentemente el diálogo sin condiciones previas”.

La Unión General Armenia de Benefiencia (UGAB) emitió un comunicado en el que repudió el “ataque azerí a la República de Artsaj, a su población civil y a sus derechos, una vez más vulnerados por el gobierno de Azerbaiyán, totalmente falto de la voluntad de diálogo y de una solución por los carriles de la paz”. “El pueblo y el gobierno de Artsaj necesitan más que nunca el acompañamiento de las naciones del mundo manifestándose en contra de este nuevo ataque a su derechos republicanos”.

Nikol Pashinyan mantuvo una conversación telefónica con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y hablaron de las operaciones militares que lanzó Azerbaiyán a lo largo de toda la línea de contacto con Artsaj. El primer ministro destacó en particular la posición excepcionalmente sesgada y agresiva de Turquía, y la necesidad de detener su posible interferencia. Desde el gobierno armenio, informaron que el presidente francés expresó su profunda preocupación por la situación actual y consideró inadmisible una mayor escalada de tensiones. También destacó la importancia de tomar todas las medidas para poner fin a las hostilidades y aliviar las tensiones, y destacó la importancia de intensificar los esfuerzos de los Copresidentes del Grupo de Minsk de la OSCE para restaurar la paz en la región.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, mantuvo una conversación telefónica con el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan. “La parte rusa expresó su gran preocupación por la reanudación de enfrentamientos armados a gran escala. Se señaló que ahora es importante realizar todos los esfuerzos necesarios para evitar una mayor escalada del enfrentamiento y, lo más importante, es necesario detener las acciones militares”, informaron desde el Kremlin. Previamente, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, mantuvo una conversación telefónica con su par armenio, Zohrab Mnatsakanián, durante la cual “expresó su seria preocupación por las hostilidades a gran escala en curso” y llamó al alto el fuego entre los dos países. Además, Lavrov anunció la disposición de Moscú a emprender “esfuerzos de mediación” para estabilizar la situación en Nagorno Karabaj.

El miércoles 30 de septiembre, Armenian Youth Federation (AYF – Unión Juventud Armenia) del Oeste de los Estados Unidos organizará una manifestación en Los Ángeles.

El ministro de Relaciones Exteriores de Lituania, Linas Linkevicius, declaró: “Seguimos de cerca y con preocupación los acontecimientos entre Armenia y Azerbaiyán. Hago un fuerte llamado a la desescalada. La solución pacífica es la única solución posible”.

IARA – Instituciones Armenias de la República Argentina emitió un comunicado en el que llamaron a “funcionarios y partidos políticos de la Argentina en particular, para que expresen su repudio el ataque contra Artsaj por parte de Azerbaiyán, de acuerdo con la histórica posición de la Argentina a favor de la paz en el conflicto, y exijan al gobierno azerbaiyano el inmediato cese del fuego”.

La comunidad armenia en España condenó las agresiones de Azerbaiyán contra Artsaj. “Toda la responsabilidad y las consecuencias de estos ataques recaen en el gobierno autoritario de Azerbaiyán y en su presidente Ilham Aliyev”, afirmaron en un comunicado. Asimismo, llamaron a medios y periodistas españoles a “informar con imparcialidad y objetividad de los hechos, corroborando la información y siguiendo únicamente los comunicados oficiales de ambos países”.

Azerbaiyán bloqueó las principales redes sociales en su país por unas horas. Se informó que el gobierno bloqueó Facebook, WhatsApp, YouTube, Instagram, TikTok, LinkedIn y Twitter, así como Zoom, Skype y Messenger.

La actriz y empresaria estadounidense de origen armenio, Kim Kardashian, dijo que “Armenia ha sido víctima de ataques por Azerbaiyán y de una predecible campaña de desinformación. Azerbaiyán está bloqueando las redes sociales a excepción de la propaganda de guerra”. Además, pidió observadores internacionales para investigar y evitar la escalada innecesaria, mientras que compartió una campaña del Consejo Nacional Armenio de Estados Unidos (ANCA) para pedir a la Casa Blanca y al Congreso estadounidense que “exhorte a Bakú a que cese todos los usos de la fuerza, cortar toda la ayuda militar estadounidense a Azerbaiyán que se utiliza contra los armenios y advertir a Turquía que deje de enviar armas y combatientes a Bakú”.

El presidente de la Asamblea Nacional de Armenia, Ararat Mirzoyan, en una sesión especial del Parlamento dijo que Azerbaiyán había declarado la guerra. “Se nos ha declarado una guerra. Una guerra cruel y a gran escala, en la que el enemigo no solo quiere ganar, sino exterminarnos”, expresó Mirzoyan.

Armenia solicitó al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) que exija a Azerbaiyán que detenga el bombardeo de objetos civiles.

El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, emitió un comunicado el 27 de septiembre en el que “condena enérgicamente la reciente agresión militar de Azerbaiyán ocurrida en Nagorno Karabaj, que ignora directamente los llamados de Naciones Unidas para lograr soluciones pacíficas a los conflictos, así como para promover paz y estabilidad duraderas”.

Grupos azerbaiyanos hackearon la mayoría de los sitios de noticias armenias, entre ellos la agencia estatal Armenpress, que ya se encuentra activa.

La Asamblea Nacional Catalana expresó su apoyo “al pueblo armenio frente a la ofensiva militar azerbaiyana, apoyada por Turquía, contra la República de Artsaj” y pidió el “respeto del alto el fuego y una solución pacífica del conflicto”.

“Hoy, el ejército azerbaiyano está dando golpes aplastantes al enemigo en suelo azerbaiyano. Hoy, el ejército azerbaiyano protege la integridad territorial de Azerbaiyán en su territorio”, dijo Aliyev. “Karabaj es nuestro. Karabaj es Azerbaiyán”, agregó en un mensaje dirigido a su población. El Parlamento de Azerbaiyán declaró el “estado de guerra” en algunas regiones del país.

El canciller de Turquía, Mevlüt Çavuşoğlu, y su par de Azerbaiyán, Jeyhun Bayramov, mantuvieron una conversación telefónica luego de los ataques. Çavuşoğlu reiteró el apoyo de Turquía a Azerbaiyán en el conflicto.

El Representante Especial del Secretario General de la OTAN para el Cáucaso y Asia Central, James Appathurai, dijo que “la OTAN está profundamente preocupada por los informes de hostilidades militares a gran escala a lo largo de la línea de contacto en la zona de conflicto de Nagorno Karabaj. Las partes deben cesar inmediatamente las hostilidades, que ya han causado bajas civiles. No existe una solución militar para este conflicto. Las partes deben reanudar las negociaciones hacia una solución pacífica. La OTAN apoya los esfuerzos del Grupo de Minsk de la OSCE”.

El Papa Francisco llamó a Armenia y Azerbaiyán a “realizar actos concretos de buena voluntad y fraternidad” para una solución pacífica del conflicto de Nagorno Karabaj, y afirmó que está orando por la paz en la región.

Según el Ministerio de Defensa de Artsaj, Azerbaiyán perdió 14 drones, dos helicópteros y una cantidad no especificada de equipo blindado en medio del ataque a Artsaj.

Unas 10.000 personas se ofrecieron como voluntarios para enlistarse al ejército armenio, algo que, según el Ministerio de Defensa armenio, “no era necesario”. La portavoz del Ministerio de Defensa de Armenia, Shushan Stepanyan, dijo que la rápida cobertura de los ataques por parte de los medios de comunicación turcos y azerbaiyanos indica que este último ataque fue premeditado.

Los hechos

Azerbaiyán comenzó un ataque a gran escala contra Artsaj el domingo 27 de septiembre.

Las autoridades informaron que el ejército azerbaiyano lanzó ataques con misiles a lo largo de toda la línea de contacto, dirigidos también contra asentamientos pacíficos y civiles, incluida la capital, Stepanakert. Hasta el momento, se consideró que hubo dos civiles muertos (una mujer y un niño) y unos 30 heridos, así como 16 soldados muertos y más de cien heridos.

“Las acciones de Azerbaiyán constituyen un acto de agresión contra la República de Artsaj, que, de conformidad con las disposiciones de la Carta de la ONU, ejerce su derecho inherente a la legítima defensa y toma todas las medidas necesarias para repeler la agresión y restablecer la paz en la región”, informó la Cancillería de Artsaj.

Los mediadores del conflicto, el Grupo de Minsk de la OSCE, llamaron a “ambos lados a cesar las hostilidades inmediatamente”, sin condenar específicamente la agresión de Azerbaiyán. Meses atrás, Aliyev había calificado la mediación en el conflicto como “sin sentido”.

El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, declaró la ley marcial en todo el territorio, medida compartida por el presidente de Artsaj, Arayik Harutyunyan. “La guerra nos fue impuesta y es nuestro deber defender nuestra patria y nuestras familias”, declaró Harutyunyan. “Quiero afirmar que no es solo Azerbaiyán el que está luchando, también es Turquía quien está luchando contra nosotros”, reafirmó Harutyunyan, quien detalló que Turquía suministró a Azerbaiyán aviones no tripulados y aviones modernos. “Hace más de un mes que realizan vuelos de reconocimiento con ese tipo de arma. Utilizan principalmente drones, que son el orgullo de los militares turcos. Esto ya está fuera del alcance del conflicto entre Artsaj y Azerbaiyán”, dijo Arayik Harutyunyan.

Pashinyan, por su parte, afirmó que están examinando si Armenia reconocerá Artsaj, un hecho que continuaría con un referéndum en Artsaj para unirse con Armenia.

El presidente turco Recep Tayyip Erdogan anunció que “hacemos un llamado al mundo entero para que apoye a Azerbaiyán en su lucha contra la ocupación y la opresión”.

El Buró de la FRA-Tashnagtsutiún instó a la comunidad internacional a que condene las acciones de Azerbaiyán que intentan desestabilizar toda la región y advirtió sobre la participación de Turquía en el conflicto. El Consejo Superior de la FRA-Tashnagtsutiún de Armenia emitió un comunicado en el que pone a disposición de las Repúblicas de Armenia y Artsaj todas sus capacidades, especialmente apoyando al ejército de defensa y en el frente exterior: “A partir de ahora todos somos soldados del ejército armenio, listos para cualquier misión de combate”, dice el texto.

La agresión de Azerbaiyán ocurrió luego de que el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, dijera en la 75º asamblea de las Naciones Unidas que “Armenia ataca deliberadamente a la población civil y perpetra provocaciones a lo largo de la línea de contacto”. En julio pasado, el ejército azerbaiyano atacó la región de Tavush, Armenia. La dirigencia azerbaiyana en aquella oportunidad amenazó con volar la planta nuclear armenia de Medsamor, mientras que una multitud marchó en Azerbaiyán a favor de reanudar la guerra contra Armenia y Artsaj.

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FUENTE: Diario Armenia / Edición: Kurdistán América Latina

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Garo Paylan: “Los perdedores serán los pueblos armenio y azerbaiyano”

 

Tras la nueva escalada bélica en la región, varias personalidades, organismos internacionales, partidos políticos y organizaciones salieron a expresar su preocupación. El parlamentario de izquierda que representa al Partido Democrático de los Pueblos (HDP, por sus siglas en turco) en la Asamblea Nacional de Turquía, Garo Paylan, hizo una declaración contundente y pidió sentido común.

Siempre claro y coherente, Paylan, de origen armenio, escribió en Twitter: “En Karabaj, hay enfrentamientos a gran escala entre las fuerzas armenio-azerbaiyanas. Nuestro país debe dejar de ser quien  derrame gasolina en el incendio. Esta guerra no será la ganadora, pero los pueblos armenio y azerbaiyano serán los perdedores. Asumámonos responsables del alto el fuego”. Acompañando esta frase, el diputado etiquetó el Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía.

El diputado le hizo una serie de preguntas al vicepresidente de Turquía Fuat Oktay: ¿por qué considera a los azeríes como hermanos y armenios como enemigos cuando tenemos ciudadanos azerbaiyanos y armenios? ¿Por qué echas gasolina al fuego durante la guerra en Karabaj? ¿Por qué llamamos a la guerra cuando todo el mundo pide un alto el fuego? ¿No comprende que la política exterior racista es una pérdida para todos? ¿Apoya la guerra para vender más armas a Azerbaiyán?

A su vez, la Junta Ejecutiva del HDP publicó un comunicado en el que llama “a los gobiernos de ambos países para que declaren un alto el fuego y tomen medidas para proteger a los civiles primero”.

En la declaración apuntaron contra la política del gobierno encabezado por el Sultán Erdogan en la región, ya que con su retórica nacionalista alienta al gobierno azerí a la guerra.

“La coalición AKP-MHP ha acelerado sus políticas de conflicto, tensión y guerra, tanto dentro como fuera, para consolidar su base y mantenerse en el poder. Como HDP, exigimos que se utilicen métodos diplomáticos pacíficos en lugar de métodos militaristas en la región desde el Cáucaso hasta el Medio Oriente, el Mediterráneo Oriental y África del Norte, y que las políticas que enemistarían a los pueblos deben abandonarse de inmediato. Rechazamos todas las guerras de poder en las que está involucrado el gobierno del AKP”, señalaron en el comunicado.

“Declaramos una vez más que apoyaremos cada paso hacia el logro de una estabilidad regional en la que los pueblos puedan vivir juntos, libres y en paz”, sentenciaron desde el Partido Democrático de los Pueblos.

Recordamos que el HDP continúa sufriendo la persecución por parte del gobierno del fascista de Erdogan. Entre semana, ordenaron la detención de más de 80 miembros del Partido. Por ahora no pesa sobre Paylan ninguna orden de detención, pero se sabe que la Justicia enviará un pedido a la Asamblea Nacional para que le sean quitados los fueros a él y a sus compañeros, en total, siete diputados del HDP.

FUENTE: Nor Sevan

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Turquía y su política intervencionista: ¿podría centrarse ahora en el conflicto de Nagorno-Karabaj?

 

Turquía lleva meses llevando a cabo una política expansionista en el Mediterráneo Oriental y Oriente Medio a través de intervenciones como las protagonizadas en las guerras de Libia o Siria. Precisamente, desde territorio sirio llegan informaciones sobre que la nación otomana ha reclutado presuntamente a cientos de mercenarios sirios para apoyar a la nación musulmana amiga de Azerbaiyán en el choque que le enfrenta a Armenia, dentro del marco de la disputa entre azeríes y armenios por hacerse con el control de la autoproclamada República de Nagorno-Karabaj, cuya población es de mayoría armenia y rechaza la autoridad azerí a pesar de que en tiempos de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) este enclave estaba encuadrado en la República Socialista Soviética de Azerbaiyán.

Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, prosigue así con su estrategia encaminada a ganar posiciones en el arco mediterráneo y Oriente Medio, de cara a obtener una mejor posición geoestratégica y para también poder hacerse con el control de la explotación de recursos de hidrocarburos en el Mediterráneo Oriental. La nación euroasiática toma parte en la guerra de Libia ofreciendo sustento al Gobierno de Acuerdo Nacional (GAN), del primer ministro Fayez Sarraj, en su lucha contra el Ejército Nacional libio, del mariscal Jalifa Haftar. En el conflicto del país norteafricano, Turquía ha destinado incluso a mercenarios a sueldo provenientes de Siria, adscritos a grupos supuestamente ligados en el pasado a entidades terroristas como Daesh y Al Qaeda. Esta intervención en el país libio se fraguó a partir del acuerdo sellado por Erdogan y Sarraj a finales del año pasado por el que se aseguraba el soporte militar turco al Ejecutivo de Trípoli y por el que se repartían zonas económicas exclusivas en el Mediterráneo, valiosas por sus recursos de petróleo y gas; las cuales fueron denunciadas por la Unión Europea (UE) y países como Grecia y Chipre por violar determinadas fronteras marítimas. Por otro lado, Turquía incursionó también en territorio sirio con la excusa de hostigar a los kurdos, a los que acusa de materializar actos terroristas en el sur del país turco. A partir de ahí, el Ejército otomano se instaló desde hace meses en la frontera turco-siria para establecer puestos de control, haciendo frente así al régimen del presidente Bashar Al Assad, que, apoyado por Rusia, trata de avanzar para derribar el último bastión insurgente rebelde de Idlib, donde se refugian elementos ligados al yihadismo. Acción que se ve entorpecida por la oposición turca.

 

Los datos sobre el supuesto traslado de mercenarios sirios a Nagorno-Karabaj se publicaron en las redes sociales durante la semana pasada y fueron compartidos por los refugiados, la oposición siria y diversos analistas. Los medios de comunicación turcos y griegos alentaron los rumores sobre el tema.

Turquía ha intensificado en las últimas fechas su retórica contra Armenia, acusando a la nación caucásica de “jugar con fuego” y de haber reclutado a “terroristas”. El nuevo discurso puede servir a Ankara para justificar una nueva participación en un conflicto, en este caso apoyando a Azerbaiyán en el Cáucaso; una pugna en la que entraría con la fórmula utilizada ya en Libia, es decir, enviando a la frontera armenio-azerí a soldados a sueldo llegados de la guerra de Siria. Una iniciativa que ha podido venir sirviendo para los intereses geoestratégicos turcos y también para desviar la atención y generar un enemigo común de la nación ante la pérdida de apoyos que está teniendo el régimen de Erdogan dentro del propio país debido al descontento social existente ante la crisis económica que se padece, y ante los problemas sufridos por el impacto de la crisis sanitaria del coronavirus, que no se logra atajar.

A finales de julio, el ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, se comprometió a “vengar” a los soldados azeríes muertos en los enfrentamientos con Armenia. Además, el 22 de septiembre, el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlut Çavusoglu, exigió que Armenia detuviera su “agresión” contra Azerbaiyán. “Ankara está al lado de Azerbaiyán… y que Dios tenga piedad de los soldados que cayeron recientemente”, aseveró el ministro otomano.

Durante años, Turquía ha querido presuntamente reclutar rebeldes sirios como una forma de transformar la situación en Siria al servicio de su política exterior. En esta línea, grupos como Legion Al Sham, luego el Ejército Sirio Libre (ELS) y el Ejército Nacional Sirio (ENS) fueron vinculados al régimen de Erdogan dentro de esta estrategia.

En las últimas horas, Azerbaiyán y Armenia han intensificado su disputa respecto al enclave de Nagorno-Karabaj, con unos ataques que ambos bandos se atribuyen mutuamente. Los últimos choques armados han dejado un número indeterminado de víctimas; y el presidente de la autoproclamada República de Nagorno-Karabaj, Arayik Harutyunyan, ha impuesto la ley marcial con vistas a “la movilización general de las personas mayores de 18 años”, tras convocar una sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional.

Los últimos combates se iniciaron a primera hora de la mañana, según reseñó el Ministerio de Defensa de Azerbaiyán. Fuentes oficiales azeríes indicaron que las Fuerzas Armadas armenias habían atacado posiciones militares de Azerbaiyán en Nagorno-Karabaj y sus alrededores dejando varios muertos y heridos, aunque no se precisaron cuántos. “A las 06:00 (hora local), las fuerzas armenias llevaron a cabo una provocación a gran escala sometiendo a un intenso bombardeo con armas de gran calibre, morteros y artillería a las posiciones del Ejército azerí a lo largo del frente y nuestros poblados en la zona fronteriza”, afirmó el Ministerio de Defensa de la antigua república soviética en un comunicado oficial.

Azerbaiyán ha manifestado que su Ejército está “respondiendo con medidas para cesar la provocación enemiga y garantizar la seguridad de los civiles que viven cerca del frente”, según informó el medio de comunicación Sputnik.

Por su parte, el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinian, señaló en cambio que el enemigo había lanzado una “ofensiva sobre Artsaj”, denominación armenia para la República de Nagorno-Karabaj. “Las fuerzas de defensa están resistiendo con éxito la ofensiva”, dijo Pashinian en la red social de Facebook. El Ministerio de Defensa de la nación caucásica aseguró que habían derribado dos helicópteros y tres drones azeríes en Nagorno-Karabaj. “Continúan los combates”, añadió la portavoz ministerial, Shushan Stepanian, en la misma red social.

Mientras, el portavoz del gobierno de la autoproclamada República de Nagorno-Karabaj, Vargram Pogosian, confirmó que la capital, Stepanakert, y varias localidades propias habían sufrido fuego de artillería y avanzó que habría una respuesta “proporcionada”, instando a la población a “buscar refugio”.

A mediados de julio, ya hubo enfrentamientos en la zona que separa la región azerí de Tovuz de la provincia armenia de Tavush, cerca de Georgia (también antigua república soviética), a varios cientos de kilómetros de Nagorno-Karabaj, que es desde 1988 un foco de enfrentamiento entre las dos ex repúblicas soviéticas de Armenia y Azerbaiyán.

En este escenario, Ankara reiteró su apoyo a Azerbaiyán frente a la agresión armenia en la madrugada del domingo, y muchos funcionarios y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía declararon su apoyo inquebrantable a su aliado. Así, altos funcionarios de Turquía condenaron los ataques armenios contra civiles azerbaiyanos. En un comunicado oficial, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía manifestó que Armenia está organizando otra provocación.

“Condenamos en los términos más enérgicos el ataque armenio, que es una violación flagrante del derecho internacional y que ha causado víctimas civiles. Con estos ataques, Armenia ha demostrado una vez más que es el mayor obstáculo en el camino hacia la paz y la estabilidad en la región”, según añadió la nota oficial.

“Azerbaiyán, por supuesto, utilizará su derecho legítimo de autodefensa para proteger a sus civiles y su integridad territorial. En este proceso, el apoyo de Turquía a Azerbaiyán es inquebrantable. Sin embargo, si Azerbaiyán quiere que los apoyemos, lo haremos”, agregó la comunicación ministerial.

Azerbaiyán insiste en recuperar su integridad territorial, mientras que Armenia defiende los intereses de la República de Nagorno-Karabaj, de población mayoritariamente armenia. El conflicto vivió una escalada de violencia en abril de 2016 y, si bien se logró pactar un nuevo alto el fuego, se siguen registrando enfrentamientos esporádicos en la zona fronteriza. Un área sobre la que siempre ha habido negativas a la hora de negociar.

La disputa por Nagorno-Karabaj se inició en 1988, cuando este territorio de mayoría armenia decidió separarse de la entonces República Socialista Soviética de Azerbaiyán, que estaba englobada a su vez en la URSS. Bakú perdió el control de Karabaj y siete distritos adyacentes tras los fuertes enfrentamientos de 1992 y 1994 con Ereván.

Para buscar una solución negociada al conflicto, se configuró en 1994 el llamado Grupo de Minsk (Bielorrusia), copresidido por Estados Unidos, Rusia y Francia. Entidad que incluye, además, a Alemania, Bielorrusia, Finlandia, Italia, Suecia y Turquía, así como a Armenia y Azerbaiyán, y a la dirección de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

FUENTE: Raúl Redondo / Atalaya