Gobierno de kurdos amarillos firma acuerdo con Irak para controlar el autogobierno de la región autónoma de Shengal

El 9 de octubre se firmó un acuerdo entre el gobierno amarillo de la región autónoma del Kurdistán del Sur (dentro de Irak) y el gobierno central iraquí sobre el futuro de Shengal (nombre kurdo de esa región autónoma en Irak). La población de la región (compuesta mayoritariamente por kurdos yazidíes) y el Consejo Autónomo de Shengal no participaron en las conversaciones preliminares para el acuerdo que determinaría su futuro.



Los yazidíes critican el acuerdo de Shengal entre el KDP e Irak

 

Feleknas Uca (HDP), Hecî Çelik (NAV-YEK) y Riham Hiço (Consejo Autónomo de Shengal) critican el acuerdo del KDP con el gobierno iraquí sobre el futuro de Shengal como un “acuerdo de culpables y traidores”.

El partido gobernante de Kurdistán del Sur, el KDP, es uno de los responsables de haber permitido el genocidio de ISIS contra el pueblo yazidí en Shengal. Debido a la retirada de los Peshmerga de la noche a la mañana, la población quedó a merced de los asesinos del “Estado Islámico” (ISIS). En lugar de aceptar su responsabilidad histórica por el genocidio, el KDP continúa su política hostil contra Shengal, apoya al régimen turco del AKP/MHP en sus ataques a la región y hostiga al autogobierno de la zona. El KDP hace todo lo posible por recuperar el control de la región. El 9 de octubre se firmó un acuerdo entre el gobierno de la región autónoma del Kurdistán del Sur y el gobierno central iraquí sobre el futuro de Shengal.

Entre otras cosas, el acuerdo aborda cuestiones de política administrativa y de seguridad y la provisión de infraestructura estatal. Según el acuerdo, Hewlêr [Erbil] es ahora responsable de la administración de la región, y el gobierno central iraquí es responsable de la seguridad. Si bien varias unidades de combate están a punto de ser disueltas, todavía no está claro lo que significará concretamente para las Unidades de Defensa de Shengal (YBŞ).

El KDP recuperará el control de la región

La población de la región y el Consejo Autónomo de Shengal no participaron en las conversaciones preliminares para el acuerdo que determinaría su futuro. En su lugar, hubo mediadores internacionales. Por ejemplo, Felah Mustafa, miembro del Politburó del KDP, agradeció a las Naciones Unidas, los EEUU, Alemania y Francia por mediar en el acuerdo.

Cuando ISIS invadió  Shengal el 3 de agosto de 2014, los Peshmerga (equipados con armamento pesado) salieron de Shengal y el KDP y el gobierno central iraquí dejaron a la comunidad yazidí a merced del genocidio con los ojos bien abiertos. ISIS asesinó a miles de hombres y secuestró a mujeres y niños para venderlos como esclavos o adoctrinarlos y convertirlos en niños soldados. Actualmente, miles de mujeres y niños están “desaparecidos”.

La defensa de Shengal fue inicialmente asumida por una decena de combatientes del PKK en lugar de los Peshmerga que habían huido. El grupo guerrillero acabó recibiendo el apoyo de las fuerzas guerrilleras y las fuerzas de las YPG/YPJ de Rojava y así fue capaz de liberar un corredor para escapar. Junto con las recién establecidas YBŞ e YJŞ la región pudo ser liberada del ISIS. En noviembre de 2015, el centro de Shengal fue liberado. Justo antes de la liberación de la ciudad, el KDP marchó de nuevo y ocupó parte del territorio. Para prevenir nuevos conflictos entre las fuerzas kurdas, las HPG y las YBŞ guardaron silencio sobre la renovada entrada de los Peshmerga del KDP.

En marzo de 2017, el KDP situó sus fuerzas llamadas “Roj Peshmerga” en Sinune y Khanasor. La contramilicia equipada con las más modernas armas alemanas, como vehículos tipo Dingo, atacó a las YBŞ. La provocación fracasó, sin embargo, debido a la protesta masiva de la población yazidí.

El KDP huye por segunda vez

En octubre de 2017, el referéndum de independencia del KDP fracasa debido a la actitud del gobierno iraquí. El KDP se retiró de nuevo y dejó la zona de Shengal a las unidades de movilización popular (Hashd al-Shaabi) del gobierno iraquí. Posteriormente, se llegó a un acuerdo entre la administración autónoma de la región de Shengal y el gobierno central iraquí, y se reconoció oficialmente a YBŞ como parte del ejército iraquí.

Trato sucio

Aunque las HPG se retiraron de la zona tras la liberación de la región de Shengal en abril de 2018, el KDP afirmó que el PKK seguía presente y apoyó al Estado turco en sus ataques a la región. El nuevo acuerdo se concertó el 9 de octubre, coincidiendo con el aniversario de la conspiración internacional contra Abdullah Ocalan. En la política de Oriente Medio, las fechas tienen un alto valor simbólico y no puede descartarse que la fecha haya sido elegida con intencionalidad.

“Los traidores no tienen nada que decir sobre Shengal”

Destacadas personalidades yazidíes han expresado su opinión sobre el acuerdo en una entrevista con ANF. Riham Hiço, co-presidenta del Consejo Ejecutivo de la Administración Autónoma Democrática de Shengal, critica el acuerdo como una continuación de la “masacre del 3 de agosto”. “Ustedes [el KDP y el ejército iraquí] estuvieron en Shengal dos días antes del 3 de agosto. Pero cuando llegó el ISIS, ambos huyeron y dejaron a los yazidíes expuestos al genocidio. Por lo tanto, las dos fuerzas son culpables. El gobierno iraquí cometió un crimen al retirarse de la región de Shengal. El KDP no sólo cometió un cirmen, también una traición. No tienen absolutamente nada que decir sobre la región de Shengal”.

“La ONU y EEUU son cómplices”

Hiço critica el papel de las potencias internacionales en este acuerdo y subraya: “Este acuerdo se celebró bajo supervisión de EEUU y la ONU. Vemos a estas fuerzas como cómplices de esta conspiración, que no es más que una continuación de la masacre del 3 de agosto”. La co-presidenta también recuerda los ataques del KDP en marzo de 2017, el intento del KDP de tomar el control de la ciudad y los ataques aéreos turcos sobre la región y llama al acuerdo actual una continuación de esta política.

“No aceptaremos este acuerdo a cualquier precio”

“Este acuerdo es un trato para destruir a los yazidíés”, afirma Riham Hiço. “No lo aceptaremos. Hewlêr y Bagdad están haciendo tratos a nuestra costa. Hemos hecho grandes sacrificios por una vida libre y no para que Bagdad y Hewlêr empujen a los yazidíes como regalos entre ellos. No aceptaremos ninguna decisión que no se corresponda con nuestra voluntad. Cueste lo que cueste, estamos dispuestos a hacer el sacrificio. No somos un bocado que se pueda tragar tan fácilmente. Hemos dejado clara nuestra postura y seguiremos haciéndolo”.

“Exigen responsabilidad porque nos hemos defendido”

“No habrá vuelta al statu quo antes del 3 de agosto. Los gobiernos de Hewlêr y Bagdad, que deben ser llevados ante la justicia, nos exigen responsabilidades. Nos dicen: ‘¿Por qué os habéis armado, por qué os habéis defendido?’. Quieren que se les explique el hecho de que no nos dejamos aniquilar. Ellos mismos deben rendir cuentas. En Shengal no hay lugar para los traidores. Shengal es el hogar de los yazidíes y permanecerá libre. No aceptaremos otra cosa”, enfatiza Riham Hiço.

“No es aceptable en ningún sentido”

Hecî Çelik, de la organización paraguas yazidí NAV-YEK, señala la fecha del 9 de octubre como el aniversario del complot contra Abdullah Öcalan y el comienzo de la ocupación del norte y el este de Siria. “No creemos que esto haya sido una coincidencia. Vemos este acuerdo como una continuación de la conspiración”.

“El acuerdo tendrá graves consecuencias”

Çelik advierte: “Debe quedar claro para todo el pueblo kurdo que las consecuencias de este acuerdo, que hace caso omiso de la voluntad de los yazidíes, serán graves. Este acuerdo conlleva un gran peligro. El público internacional debe seguir de cerca esta decisión. Nosotros, como instituciones yazidíes, protestaremos contra ella y no aceptaremos el acuerdo”.

Uca: “Se trata de la consecución de los objetivos del ISIS”

La diputada del HDP yazidí, Feleknas Uca, hizo el siguiente comentario sobre el acuerdo: “Uno de los objetivos de la embestida del ISIS era despoblar la región de Shengal. Lo que el ISIS no logró hacer, ahora se pretende lograr a través del acuerdo. Es una decisión que ignora completamente a Shengal. Si el foco del acuerdo fuera realmente Shengal y los yazidíes, pedirían su opinión a aquellos que han resistido en Shengal durante años y han construido un sistema bajo grandes sacrificios. También en vista de la amenaza contra Rojava, está claro que se trata del plan para cortar la conexión allí”.

Uca criticó a los otros partidos del Kurdistán del Sur por su silencio. El político advirtió que se podrían hacer acuerdos similares para todas las llamadas “áreas en disputa” y preguntó: “¿Cómo puede el KDP tomar tal decisión solo?”

ANF – ERSİN ÇAKSU/DERIK

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El pueblo yazidí, cuatro años después de la masacre de Sinjar
José Andrés Fernández Cornejo
21/08/2018
https://www.huffingtonpost.es/jose-andres-fernandez-cornejo/el-pueblo-yazidi-cuatro-anos-despues-de-la-masacre-de-sinjar_a_23505781/

Sentados en una manta de su tienda de campo de refugiados y acompañados del incesante té (çay), Falah nos muestra orgulloso el vídeo de la boda de su hermano. Una celebración con más de mil invitados, en un enorme salón de bodas, plasmada en un vídeo de boda artístico y exclusivo. Una boda yazidí que tenía lugar en Sinjar, a principios de 2014. Las imágenes muestran una vida que transcurre con normalidad, como en cualquier lugar del mundo… Sobrecoge pensar en lo que sucedería poco tiempo después.

Los yazidíes son un grupo étnico que mantiene una religión preislámica, el yazidismo. Son kurdos (hablan el kurmanji) que no experimentaron un proceso de islamización y que conservaron una religión tan antigua como la parsi o zoroástrica (con la que está emparentada). Sus principales núcleos de población se encuentran en los distritos de Sinjar (Sinyar o Şingal, en kurdo) y de Shekhan, al noreste y norte de Irak, respectivamente, ambos en la gobernación de Nínive. También hay algunas importantes comunidades de yazidíes en Armenia, Georgia y Alemania. En total pueden sumar en torno a las 600.000 personas, según Birgül Açikyildiz, especialista en la cultura yazidí.

La práctica de los ritos religiosos yazidíes se realiza con un cierto secretismo y nunca en presencia de personas que no sean miembros de su religión
El yazidismo es una religión monoteísta (que toma algunos aspectos del cristianismo, del Islam, particularmente del sufismo, y del judaísmo). Su principal figura es Melek Taus, el principal de los siete ángeles que Dios puso para proteger al mundo, y que a menudo se representa con forma de pavo real. Los yazidíes creen que el Sheik Adi (el jeque Adi ibn Musafir, que murió en 1162) fue un avatar de Melek Tous, y por eso tienen que hacer como mínimo una vez en la vida una peregrinación a su sepulcro en Lalish, cerca de Mosul (quienes viven cerca de Lalish acuden una vez al año a la “fiesta de la Asamblea”, que se celebra entre agosto y septiembre).

La práctica de los ritos religiosos yazidíes se realiza con un cierto secretismo y nunca en presencia de personas que no sean miembros de su religión. Esto va unido a un alto grado de endogamia, incluso dentro de su propia comunidad, en donde se distinguen tres tipos de castas diferentes (murids, sheikhs y pirs). Dicha endogamia y aires de misterio que rodea a su religión y cultura es un producto lógico del hecho de ser una minoría étnica y religiosa, aislada y marginada, en un entorno fundamentalmente musulmán a menudo muy hostil con ellos (en particular los árabes suníes). Los yazidíes mantienen un registro histórico de fechas en las que sufrieron una serie de genocidios, masacres e intentos de conversión forzosa (varias de ellas bajo el dominio otomano).

Ante el avance de los luchadores de Dáesh, el 2 de agosto los aproximadamente 7.000 soldados Peshmergas se retiran inesperadamente del distrito de Sinjar

El Estado Islámico, ISIS, o Dáesh, surgió en el contexto de la “insurgencia” tras la invasión de Irak en 2003. Posteriormente crecen en la vecina Siria, aprovechándose de la guerra civil que se desarrolla en ella. En 2014, en Irak, se hacen fuertes en Faluya y en junio de ese año se expanden por una parte del norte del país, tomando finalmente Mosul (en donde constituyen el “califato”).

En ese comienzo del verano de 2014, ante el avance de Dáesh el ejército iraquí se retira de amplias zonas del norte del país. El vacío dejado en algunas de estas zonas por el ejército iraquí es ocupado por los Peshmergas iraquíes (Peshmerga es el término usado por los kurdos para referirse a los combatientes kurdos, ya sea en Turquía, Irak, Siria o en Irán). En Irak, desde el final de la primera Guerra del Golfo en 1991, surge de facto la región autónoma del Kurdistán, que cobra naturaleza constitucional en 2005. La Región Kurda de Irak, con capital en Erbil, es la zona más próspera y la única zona estable que existe en el país. Dispone de un alto grado de autonomía, hasta el punto de tener presidente, primer ministro y ejército (los Peshmergas iraquíes).

Esas zonas en donde los Peshmergas iraquíes habían sustituido al ejército iraquí eran áreas fuera de la Región Kurda de Irak, pero vecinas a ella y en donde había importantes poblaciones kurdas. Una de ellas era el distrito Sinjar, formado por la capital, la ciudad de Sinjar, de unos 90.000 habitantes, más la montaña de Sinjar con todas las pequeñas poblaciones que hay en su alrededor, de manera que la población total del conjunto del distrito era de unos 180.000 habitantes, la mayoría yazidíes.

La presencia de los Peshmergas más una pequeña milicia yazidí (las Unidades de Resistencia de Sinjar) creada en 2007 para defenderse de los ataques de insurgentes suníes radicales, quizás hacía pensar que el peligro de caer en manos de Dáesh no era muy alto. Sin embargo, ante el avance de los luchadores de Dáesh, el 2 de agosto los aproximadamente 7.000 soldados Peshmergas se retiran inesperadamente del distrito de Sinjar. La sensación que queda es la de una súbita desprotección total de la población yazidí frente a unos luchadores fanáticos que veían en frente, no a unos iraquíes más, sino a unos herejes adoradores del diablo (así es como algunos musulmanes ven a los yazidíes).

Hawas relata cómo les despertaron, durante la noche (del 2 al 3 de agosto), avisándoles por el móvil de que el Dáesh estaba ya en la aldea vecina. La gente corría de un lado para otro, lloraba… Su aldea, Tillizair, es de las que están en la cara sur de la montaña. La mayoría de los habitantes de esta aldea (y de otras de alrededor de la montaña, así como muchos de los habitantes de la capital) escaparon, literalmente con lo puesto, hacia la única salida que les quedaba: la montaña de Sinjar. Hamed y su familia, de la localidad de Khana Sor, todavía no incomunicada por Dáesh, pudieron escapar en el coche de su primo, en el que viajaron tres familias, hacia una zona segura en Siria, a lo largo de dos días de viaje llenos de percances.

La montaña de Sinjar (1.463m en su punto más alto, unos 70km de un extremo a otro), en apenas un día albergaba a más de 50.000 refugiados yazidíes cercados por los fanáticos de Dáesh. Otras decenas de miles habían escapado hacia el Kurdistán iraquí o hacia el sirio. Otras decenas de miles no consiguieron escapar. Entre estos últimos se produjeron unas 5.000 víctimas mortales, muchos de ellos varones que no se quisieron convertir al Islam, y unas 5.000 desapariciones y raptos, sobre todo de mujeres jóvenes y niñas que fueron esclavizadas por los miembros de Dáesh (todo esto ha recibido la denominación de “genocidio yazidí”, desde el momento en que el objetivo de Dáesh era eliminar físicamente a toda una comunidad; algunos países, como Australia, han reconocido oficialmente dicho genocidio).

Hawas y su familia penetraron en la montaña de Sinjar por un paso de la cara sur defendido por milicianos yazidíes. En esos días, las largas caminatas a pie con unas temperaturas de cuarenta y pico grados y la falta de alimentos y agua causaron varios centenares de víctimas mortales. Hawas tuvo que dejar a su padre, de edad avanzada, y que ya no podía seguir a pie, en una pequeña aldea de la montaña, accesible para el Dáesh, en donde quedaron confinados varias decenas de ancianos. Confiaban en que no constituirían un objetivo estratégico para Dáesh (y así fue, afortunadamente).

En los diez días posteriores al 3 de agosto se generó una gran alarma internacional en torno a la noticia de los refugiados yazidíes cercados por las fuerzas de Dáesh. Los Estados Unidos de Obama hicieron varios lanzamientos aéreos de alimentos y agua a los refugiados (Hawas relata cómo los bidones de agua reventaban al estrellarse contra el suelo). Además, realizaron varios bombardeos sobre posiciones y convoyes de Dáesh, e incluso se llegaron a plantear la posibilidad de intervenir con fuerzas terrestres. También apoyaron con lanzamientos de comida y agua varias unidades aéreas del Reino Unido y de Australia.

Hawas comenta que los milicianos del PKK fueron sus salvadores

Entre tanto, varios cientos de voluntarios del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (el PKK de Turquía) se desplazaron en autobuses y camiones hasta la zona de Sinjar. Lo mismo hicieron varios cientos de voluntarios de la milicia kurda siria “Unidades de Protección Popular” (YPG). El 9 de agosto consiguieron abrir un corredor por el que tan solo el primer día pudieron salir unos 10.000 refugiados, en camiones y tractores traídos por los milicianos del PKK. El día 12 habían salido la mayoría de los refugiados. Hawas comenta que los milicianos del PKK fueron sus salvadores.

A partir de aquí comienza la diáspora de decenas de miles de refugiados yazidíes. Unos pocos permanecieron refugiados en la montaña de Sinjar, y la gran mayoría acabó en los campos de refugiados del norte de Irak (como el de Domiz), en campos de refugiados de Turquía (como el de Midyat), y en campos de Grecia (adonde llegaron varios miles jugándose la vida al cruzar en bote a las islas de Lesbos y Chios). Mukades, una joven kurda de Turquía, nos explica que cuando empezaron a llegar miles de refugiados a Diyarbakir (Turquía), aparte de la ayuda de la AFAD (la agencia turca para emergencias y desastres), las autoridades locales se volcaron en asistirles y, sobre todo, cientos de chicos y chicas de esa ciudad se ofrecieron como voluntarios para ayudarles en esas primeras semanas.

La zona de Sinjar ha ido retornando gradualmente al control del gobierno iraquí o de la Región Kurda de Irak (Dáesh fue expulsado de la ciudad de Sinjar en noviembre de 2015). Por otra parte, tras la masacre de agosto de 2014 se creó otra milicia yazidí que ha contribuido a la expulsión de Dáesh, la Êzîdxan Protection Force (HPÊ), que incluye una rama femenina, la Êzidxan Women’s Units (YJÊ) (en situaciones límite es frecuente que tengan lugar procesos de empoderamiento de la mujer; esta ganancia de libertad de las mujeres yazidíes no debería tener vuelta atrás). Sin embargo, en la actualidad es una zona devastada y muy insegura.

Una parte pequeña de los refugiados ha vuelto a sus lugares de origen. Otra parte importante permanece en campos y ciudades del norte de Irak, como Zakjo, en la región autónoma del Kurdistán. Y una tercera eligió iniciar una nueva vida en la UE (fundamentalmente Alemania o Suecia), en Canadá o en Australia. Una parte substancial de estos últimos refugiados permanece aún en campos de Turquía y Grecia, esperando a ser acogidos en alguno de aquellos países. Corren tiempos de populismo, miedo y xenofobia en la UE y no se sabe cuándo conseguirán viajar a estos países, o si se les autorizará a hacerlo alguna vez. Hamed y Gulan, padres de tres hijos y cuatro hijas, están firmemente determinados a emigrar a alguno de estos países, porque quieren que sus hijas vivan en un lugar en donde haya paz y seguridad. Además, muchos yazidíes no quieren regresar a Sinjar no solamente por la devastación y la inseguridad reinantes, sino porque perdieron a algún ser querido y no quieren volver a rememorar aquello.

Algunos países están admitiendo a contingentes formados por varias decenas de familias yazidíes
Muchas de esas familias que aparecían en el vídeo de la boda del hermano de Falah, tienen ahora a sus miembros esparcidos por varios países y lugares y lo tienen muy difícil para poder reunificarse alguna vez.

Han pasado ya 4 años desde la masacre de agosto de 2014. Es mucho tiempo para quienes, como Hawas y su familia, siguen en los campos de refugiados de Turquía y Grecia esperando a ser admitidos en sus destinos finales. Vivir en un campo de refugiados, hacer tú todos los días lo mismo mientras el mundo avanza, no tener un futuro mínimamente claro cuando vienes de una situación de total desarraigo, es una situación muy, muy difícil que conduce fácilmente a la desesperanza. Algunos países lejanos y mul ticulturales, como Canadá y Australia, están admitiendo a contingentes formados por varias decenas de familias yazidíes. Quizás en la España que proclama Pedro Sánchez, la España abierta, progresista y liberal deberíamos hacer lo mismo. ¿Por qué no?

José Andrés Fernández Cornejo. Profesor titular de Economía Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid y co-director del grupo de investigación “Análisis económico de la diversidad y políticas de igualdad” (http://www.ucm.es/aedipi/)

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 Más info sobre el pueblo yazidí: https://clajadep.lahaine.org/index.php?s=yazidies&sentence=AND