En los 195 aniversarios de Bolivia en 2020, se publicaron en las redes sociales diferentes manifestaciones relacionadas con el día de la independencia del país. Los cibernautas aymaras protestaron por las acusaciones de corrupción, por desatención en salud y en educación por parte del gobierno transitorio de Jeanine Añez, pero también están poniendo en duda la relevancia de la independencia de Bolivia para los pueblos nativos de la región. Manifestaron que no se sienten cómodos celebrando el día de la independencia boliviana de la corona española, generalmente conmemorada el 6 de agosto cada año.
La nación aymara se encuentra dividida en cuatro países andinos: Bolivia, Perú, Chile y Argentina, con cerca de 3 millones de personas que se identifican con este pueblo. El idioma que hablan es el Qullan Jaqi Aru o denominado actualmente aymara. Viven principalmente de la agricultura ancestral y del comercio formal e informal. En la actualidad se encuentran en las grandes capitales de estos países. En Bolivia, aproximadamente 62,2% de la población se identifica como indígena.
Desde que los aymaras ingresan a formarse en las universidades y realizan estudios superiores, aumentan las investigaciones sobre su historia, tecnología, agricultura, organización política, etc, y las tesis que formulan son cada vez más en contra de los que habían descrito los no aymaras sobre este pueblo. Los líderes y docentes aymaras han estado aseverando que los criollos – es decir, los no-indígenas – habían ocultado los conocimientos de la nación aymara en sus publicaciones e historia del país, o los minimizaron.
Elias Ajata Rivera, un joven lingüista aymara, publicó un afiche en la página de Facebook que administra, “Aymar Yatiqaña”. Es una plataforma que tiene 109.767 seguidores que vienen a aprender el uso de la lengua aymara y su cultura.
Dice: “Akanx janiw aka markanakan urupax amtatäkiti ¿KUNATA? – en esta página no celebramos los días de independencia de estos países ¿PORQUE?”. Con esta interrogante explicó a sus seguidores por qué su página no celebra la independencia de diferentes países andinos:
Porque los días en que estos países celebran su independencia no fueron independencia para los aymaras. Las condiciones de explotación continuaron o empeoraron para nosotros.
Continua explicando que los aymaras trabajaban forzosamente como “pongos” durante la época republicana poscolonial, fueron masacrados “por capricho de los patrones” y tenían impuestos indigenales. Escribe:
La independencia de estos países donde vivimos los aymaras no fue la liberación del aymara, fue un cambio de “amo”, pasamos de los abusos de los españoles a los abusos de sus hijos.
La historia narra que los abusos de poder después de la independencia en contra de los aymaras y otros pueblos nativos continuó, llegando hasta la revolución nacional de 1952, cuando con las luchas sociales se conquistó el voto universal, saneamiento de tierras, entre otros. Sin embargo, muchos indicios de desigualdad y racismo en contra de los pueblos nativos siguen hasta hoy.
Además, Ajata argumentó sobre la existencia de los aymaras actuales que se debe a los propios líderes históricos como Tupak Katari, Zarate Willka, Santos Marka T’ula, quienes lucharon por la liberación de este pueblo. Por lo contrario, según Ajata, los nombres que se enseñan en la escuela como Simón Bolivar, Antonio José de Sucre, José de San Martin, Bernardo O’Higgins son adoctrinamientos en contra de la historia de los pueblos originarios. Por ejemplo, el fundador de las repúblicas de la Gran Colombia y Bolivia, Simón Bolivar, pensaba acerca de los indígenas en los siguientes términos: “Más ignorantes que la raza vil de los españoles”.
Para Ajata, el nacionalismo patriótico no tiene sentido para los pueblos transnacionales.
A esta publicación, varios de los internautas respondieron con un “jallalla”, un vocablo aymara para festejos. “Cierto, no se puede celebrar una falsa independencia que nos enseñaron en los colegios, todo fue una patraña. Fue la independencia de los criollos,” respondió otra persona. Muchos estuvieron a favor de la publicación mientras unos pocos mencionaron que su post es racista contra el blanco.
Dos investigadores aymaras con formación a nivel doctorado, Pablo Mamani y David Quispe, compartieron el siguiente mensaje en sus cuentas de Facebook:
En el mensaje se pueden observar términos como “indio”, “salvajes”, “alteños” y “masistas”. “Alteño” hace referencia a los habitantes de la ciudad El Alto, con la mayoría poblacional de aymaras, quechuas, y migrantes de otras comunidades, y masistas es la denominación de los seguidores del partido Movimiento Al Socialismo, MAS, de Evo Morales, pero actualmente asociado a las personas aymaras y quechuas que no están de acuerdo con el actual régimen de gobierno transitorio de Añez. Estos términos se han estado usando mediáticamente para denominar principalmente a los aymaras y quechuas. Los docentes aymara Mamani y Quispe opinan que Bolivia depende de los aymaras, quechuas y su territorio.
Esta percepción en contra del concepto de la “bolivianidad” es retroalimentada por uno de los líderes sociales y profesor universitario aymara, de nombre Felipe Quispe Huanca, quien lleva el sobrenombre de El Mallku, el “cóndor de los andes”. Sus palabras en un debate televisivo fueron criticadas por políticos conservadores cristianos y medios que lo ven como “instigador de odio entre los bolivianos”. Por otro lado, el está apoyado por muchos en la población originaria.
El Mallku realizó fuertes aseveraciones en contra de la estructura política de la bolivianidad:
“No soy boliviano… soy del Qullasuyu, de la nación aymara…tengo idioma, religión, territorio, filosofía…no me gusta vivir bajo la manga del opresor”
Mientras tanto, el ex diputado legislativo Rafael Quispe, que ahora es Director General del Fondo de Desarrollo Indígena en el gobierno Jeanine Áñez, habló de inclusión. En el debate televisivo, dijo:
Nuestros hijos indígenas ya son de clase media, estudiaron y son profesionales. No pueden seguir viviendo con rencor de hace 500 años, no pueden seguir odiando al k’ara [palabra quecha para invasores]. Todos somos bolivianos y debemos unirnos para que el país progrese.
De esta manera, el debate entre El Mallku y Rafael Quispe sacaron a la luz la existencia de una contraposición en cuanto a la bolivianidad.
Aun así, según los comentarios en los posts y conversaciones con aymaras, la mayoría de los aymaras critican rotundamente la noción de bolivianidad. En otra publicación, uno de los ex vicerrectores de la Universidad Pública de El Alto-UPEA, Qhisphiyir Qhisphi, explicó:
“Nada que celebrar 195 años de bolivia, continúa la masacre y el genocidio llegados hace 488 años a estas tierras con la invasión, ejercidos con la colonización, practicados en la república… continuados en el estado. osan decir “independencia”, pero hay extranjeros gobernando con dictadura y tiranía.”