¿Elecciones parlamentarias en Venezuela?

El descrédito es enorme, de la gestión de Maduro, de la de Guaidó, de Leopoldo, de Capriles, de Henry Falcón, del CNE, de las Fuerzas Armadas, del Banco Central, y un largo etcétera.

 

Y la brecha entre lo que realmente se espera con el voto, por un lado, y el combate a la hiperinflación, la inseguridad, la carestía, la destrucción de los servicios públicos, por el otro, es enorme. No hay conexión entre ellos.

Pero no olvidar: el 2020 que va cerrando ha sido un año de permanentes protestas y movilizaciones –no olvidamos septiembre-, de otras voces y pulsiones que también se revelaron a todos los partidos y líderes de la política venezolana.

Precisamente la contracara de esa otra política artificial.

 

Más allá de su posición sobre si votar o no, a mi juicio, este país ya no se puede sostener sobre los mismos códigos políticos dominantes de los últimos lustros.

Toda esa posibilidad de otra política, se está produciendo hoy en Venezuela, desde abajo.

Ya cada quien juzgará si puede generar o no masa crítica. Si tiene potencialidades o no.

Pero otra política, desde los tejidos populares, quiere emerger. Eso hay que verlo.