Coalición opositora a la dictdura de Nicaragua prevé fortalecerse tras romper con los liberales

El Partido Liberal Constitucionalista, de la mano del ex presidente Arnoldo Alemán, ya cargaba con el antecedente de haber realizado un “pacto” con el FSLN entre 1999 y 2000, en el que se repartieron los poderes del Estado



Coalición opositora de Nicaragua prevé fortalecerse tras romper con los liberales


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Managua, 3 dic (EFE) 

La Coalición Nacional, que se ha presentado como la gran fuerza política que enfrente al sandinista Daniel Ortega en las próximas elecciones, espera fortalecerse tras romper con el partido del expresidente nicaragüense Arnoldo Alemán (1997-2002), dijo este jueves uno de sus dirigentes.

 

“Ahora podemos trabajar con mucha más confianza. Siempre hubo un temor de que en algún momento, a través del PLC, por su pasado (de alianzas con los gobernantes sandinistas), se viera afectada la Coalición Nacional”, dijo a Efe el miembro del consejo político de ese grupo opositor, Jesús Tefel.

La Coalición Nacional decidió separar de su seno al Partido Liberal Constitucionalista (PLC), que es la segunda fuerza en la Asamblea Nacional, debido a que ese colectivo atraviesa una crisis interna y ha dejado que el Consejo Supremo Electoral, controlado por los sandinistas, decidan su suerte.

Los miembros de la gran coalición temen que el Poder Electoral de la razón a una parte de los dirigentes del PLC, que en el pasado han pactado y acordado con los sandinistas reformas a la Constitución y la repartición de los poderes del Estado.

PLC ERA UN RIESGO PARA GRAN COALICIÓN

“El pleito de cúpulas del PLC representaba un riesgo de que el FSLN tuviera brazos dentro de la Coalición”, explicó Tefel, representante de la Unidad Nacional Azul y Blanco ante la gran organización opositora.

El PLC, de la mano de Alemán, ya cargaba con el antecedente de haber realizado un “pacto” con el FSLN entre 1999 y 2000, en el que se repartieron los poderes del Estado, y bajaron el porcentaje para que un candidato a la Presidencia ganara en primera vuelta, lo que permitió el retorno al poder del exguerrillero sandinista Daniel Ortega, en 2007.

Tras la expulsión del PLC, la Coalición Nacional quedó conformada por la Unidad Nacional Azul y Blanco, el Movimiento Campesino, Fuerza Democrática Nicaragüense (FDN), Partido de Restauración Democrática (PRD) y el partido indígena Yatama (”Hijos de la madre tierra” en lengua miskita), ninguno de los cuales cuenta con la experiencia organizativa de los liberales.

El PLC, liderado por el expresidente Alemán y que mantiene una disputa por el control entre la diputada María Haydée Osuna y la exlegisladora María Fernanda Flores, esposa del exmandatario, venció a los sandinistas en las elecciones presidenciales de 1996 y 2001.

Tefel no vio problema en eso, al decir que “los liberales han venido desertando”.

“Si ese partido tuviera esas estructuras que dice tener, tendría el 50 % de diputados en la Asamblea Nacional (Parlamento y no el 15 %). No estaríamos en dictadura. Toda esa gente (bases liberales) han terminado en nuestras organizaciones”, sostuvo.

OPOSITORES DISPERSOS

El dirigente opositor también descartó que sin el PLC la agrupación sufra el efecto de debilitamiento que enfrentó la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia tras separarse de la Coalición Nacional.

“El hecho de tener al PLC nos restaba la posibilidad de fortalecernos, hoy se nos abre el camino para comprometernos a representar y dar la cara por Nicaragua”, indicó.

En cambio, agregó, la “Alianza Cívica se debilitó porque no quiso dar la lucha interna, dio la espalda a la unidad, se aislaron, y a lo interno no todos estaban de acuerdo con esa actitud”.

La Alianza Cívica, a la que pertenecen empresarios, estudiantes y miembros de la sociedad civil, aunque no tiene personalidad jurídica, se encuentra en el limbo, sin sumarse, de momento, a ningún partido político, aunque mantiene contactos con Ciudadanos por la Libertad.

Los cambios de posiciones entre la disidencia nicaragüense se a menos de un año de las elecciones del 7 de noviembre de 2021, en las que los opositores esperan derrotar a los sandinistas y a Ortega, al que tildan de “dictador” y acusan de mantenerse en el poder desde 2007 por supuestos fraudes electorales y violaciones a la Constitución.