Pernando BARRENA Mahaikide
«La izquierda abertzale busca votos para dar nuevos pasos en clave de iniciativa política»
Recién aterrizado en Euskal Herria tras participar en Dublín en la Asamblea Nacional de Sinn Féin, Pernando Barrena destaca que votar el 14 de marzo por la autodeterminación supone sentar las bases para dar un vuelco político a la situación política de Euskal Herria. Y evidenciar además, como en mayo, que la ilegalización de Batasuna «no disolverá a la izquierda abertzale como un azucarillo».
Pernando Barrena está participando activamente en la campaña a favor de la papeleta autodeterminista, una opción que considera necesaria para hacer frente a la ilegalización decretada por el Estado español y para sentar las bases para lanzar nuevas propuestas políticas de cara a la solución del conflicto.
Acaba de regresar de la Asamblea Anual de Sinn Féin en Dublín, que coincidía con el inicio de esta campaña. ¿Qué ha percibido allí?
En Irlanda hay una larga tradición de tener un conflicto, salvando las distancias, similar al que padecemos en Euskal Herria. Si dices que eres vasco en Irlanda, te sitúan, y más en la Asamblea Anual de Sinn Féin, ya que la militancia del movimiento republicano conoce muy bien cuál es la realidad de Euskal Herria y existe una tradicional relación entre la izquierda abertzale y los republicanos irlandeses. La izquierda abertzale siempre tiene una cálida acogida en este foro, ya que los republicanos son un aliado importante en el panorama europeo, y mucho más desde los acuerdos de Stormont, que apuntan en la línea de resolución del conflicto en claves democráticas que la izquierda abertzale lleva planteando desde hace años. Este año hubo mociones que fueron más allá de las tradicionales de solidaridad con la causa vasca, los presos políticos o la ilegalización de Batasuna, sino que se planteó una campaña de boicot a los bienes españoles y especialmente a las vacaciones. Comparan el papel del PP con los peores años de Margaret Thatcher.
La campaña aquí ha empezado con críticas a la posición de la izquierda abertzale desde el PNV. ¿Qué valor tiene apostar por una papeleta que va ser declarada nula por las autoridades españolas?
En las elecciones forales y municipales del 25 de mayo, cuando la izquierda abertzale hizo público su planteamiento de acudir a los comicios con la papeleta de AuB o las plataformas locales, desde los partidos políticos que dialécticamente tienen una posición en contra de la ilegalización pero intentan laminar votos a la base social de la izquierda abertzale se difundió un mensaje de que era un voto que no servía para nada. Pero el 25 de mayo la izquierda abertzale, con los resultados que obtuvo en las peores condiciones, demos- tró que es mucha izquierda abertzale y que sigue teniendo una base social consolidada que, aunque se den circunstancias duras como ilegalización o marginación total en la campaña electoral, sigue apostando por ese proyecto político y es capaz de dar pasos para provocar vuelcos en el escenario político. Si durante estos meses hemos podido desarrollar un nivel significativo de iniciativa política lectura del Plan Ibarretxe, vía para el diálogo del Anaitasuna o participación en Nazioa Eztabaidagunea, ha sido por la demostración de apoyo popular que la izquierda abertzale recibió el 25 de mayo. Ahora, lo que hay que subrayar es que tenemos el reto de volver a demostrar a Madrid lo que ya se hizo el 25 de mayo: que la ilegalización no les va a servir para disolver a la izquierda abertzale como un azucarillo en el agua. La izquierda abertzale necesita volver a asentar un suelo sólido que le permita hacer una política decidida en este país en un momento trascendental.
¿Se han fijado algún objetivo de votos?
No, porque son unas circunstancias muy especiales y no estamos hablando de una contienda electoral al uso. La izquierda abertzale tiene en mente la referencia de los resultados de mayo y la concepción de que necesita cuantos más votos mejor para dar nuevos pasos en clave de iniciativa política.
Existe el riesgo de que la base social de la izquierda abertzale opte por el denominado «voto útil» al que apelan Nafarroa Bai o Aralar-Zutik…
No percibimos que ese riesgo sea real. Esa sensación se alimenta por manifestaciones de formaciones como Nafarroa Bai, que habla de la voz de los sin voz y que trata de ser un camelo para algunos sectores de la base social de la izquierda abertzale. Pero pensamos que cuando Nafarroa Bai dijo no a la iniciativa de Bergara estaba diciendo no a la izquierda abertzale y estaba despreciando la posibilidad de acuerdo político y electoral y a la propia base de la izquierda abertzale. Parece que ésta mancha, como dice Nafarroa Bai, su pureza democrática, pero que no mancha a la hora de reclamar su apoyo. Esto evidencia que su planteamiento es pivotar sobre el ventajismo que les da la Ley de Partidos para agredir políticamente a la izquierda abertzale.
En esta campaña ya se han impedido varios actos de la izquierda abertzale. ¿Cómo valora la actuación de los gobiernos de Madrid y de Lakua?
Estamos a comienzos de semana y hemos conocido ya el apaleamiento por parte de la Ertzaintza de miembros de la izquierda abertzale en Lekeitio, la prohibición del acto en el Velódromo o las trabas para el acto de mañana en Burlata en forma de negación de locales por parte del Ayuntamiento. Esto demuestra que esta campaña va a ser similar a la del 25 de mayo: confrontación directa, prohibiciones y negación a un sector de la población del derecho a expresar sus ideas. Es una consecuencia de lo que supone la ilegalización: la eliminación del sufragio universal y hacer que haya ciudadanos de segunda. Hay responsabilidades diferentes. Aunque todo tenga origen en la ilegalización y todas las órdenes se dicten desde Madrid por parte de Aznar y sus adláteres, otras formaciones como Aralar o EA tienen un discurso hipócrita, pre- fieren mirar hacia otro lado y hacer su campaña convencio- nal dejando al margen esta conculcación de derechos.
La izquierda abertzale ha insistido en que está haciendo campaña mirando más allá de las urnas. ¿Qué hará el 15 de marzo? ¿Va a haber que hablar con las fuerzas a las que critica?
La izquierda abertzale tiene claro que un nuevo escenario político en este país tiene que partir de una nueva política de alianzas entre las fuerzas políticas, sociales y sindicales que buscan el cambio. Seguramente, entre esas fuerzas no hay un acuerdo, hoy por hoy, sobre qué significa cambio político y en base a qué claves tiene que darse. Nosotros tenemos claro que hay que basarse en no repetir los mismos errores que hace 25 años y que la solución tiene que tener como nombres y apellidos «territorialidad» y «autodeterminación». Con territorialidad queremos decir que a ningún vasco, dependiendo de dónde viva, se le impide ejercer el derecho a decidir sobre el futuro de este país. Y somos los vascos quienes tenemos que decidir el futuro de este país, no intereses ajenos. No son dos contenidos de la agenda política abertzale, sino dos planteamientos democráticos sobre los que tiene que pivotar el cambio político. -