Sobre los resultados de las elecciones parlamentarias opino lo siguiente:

1. Hubo una alta abstención que, de acuerdo a lo observado en los distintos centros de votación, pareciera ser muy superior a la anunciada por el CNE.
2. El gobierno disminuye bastante su votación con respecto a las elecciones a ANC en julio 2017, demostrando que el PSUV está en franco proceso de declive en su respaldo popular.
3. La escasa votación obtenida por los partidos de oposición que participaron en estas elecciones indica que no pudieron motivar a un pueblo que, aunque se opone mayoritariamente a Maduro, está desilusionado y apático.
4. La ciudadanía está sin líderes y sin programa para enfrentar al gobierno. El rechazo a Maduro no tiene formas políticas de expresarse.
5. En la escasa votación opositora influyó la enorme división con la que se presentó a estas elecciones. Por lo menos 10 listas de diputados para enfrentar a la única lista del PSUV-GPP. Los líderes de esos partidos opositores demostraron lo lejos que están del sentir popular, al no haber agotado todos los esfuerzos para alcanzar acuerdos unitarios.
6.  Me sorprende la escasa votación de la APR-PCV. Pensé que podía recoger buena parte del descontento de las bases chavistas, pero no ocurrió.
7.  Se verifica lo efectivo que sigue siendo la política de extorsión y chantaje que el PSUV aplica contra los empleados públicos y las comunidades por ellos organizadas. Me refiero a la obligación de votar (y en muchos casos permitir el voto supervisado) so pena de perder el trabajo y perder los “beneficios” como el Clap. Varios millones de venezolanos aún se dejan manipular por esa política de extorsión.-
8. El gobierno queda dominando a placer la AN. Prácticamente no necesita la ley antibloqueo porque la mayoría que tiene le permite cualquier cosa.
9. Se evapora la posibilidad de avanzar en la reinstitucionalización democrática de la nación, y en cambio el gobierno avanza en imponer su modelo neoliberal autoritario con rótulo “socialista”.
10. No obstante, la lucha por reivindicar los derechos democráticos consagrados en la Constitución de 1999 sigue planteada. Desde la calle, desde las luchas populares en cualquier rincón del país, mantendremos la exigencia de respeto a los derechos humanos, a los derechos laborales, exigiremos la independencia de los poderes públicos, lucharemos por la abolición de la ley antibloqueo y la ley contra el odio, denunciaremos la inconstitucionalidad de proyectos económicos como el Arco Minero y las Zonas Económicas Especiales, y seguiremos enarbolando la urgencia de un plan de emergencia para enfrentar la crisis económica y la pandemia del covid.
11. Queda la necesidad urgente de trabajar en la unidad de los que luchan y en la conformación de un Bloque Popular de oposición que desde las luchas sociales, desde la calle, se constituya en referencia política alternativa contra el madurismo y el guaidoismo.

Mi compromiso lo concibo en la construcción de espacios de unidad sindical y comunitarios para enfrentar en la calle al neoliberalismo-autoritarismo madurista.

Unidad de la oposición que lucha (deslindada del guaidoismo) y organización de una referencia política alternativa, son las tareas urgentes de quienes enfrentamos a este engendro que hoy gobierna Venezuela.

Maracaibo. Tierra del Sol Amada. 07 de diciembre de 2020