El viernes 11 de diciembre en la mañana, tras más de tres horas reunidos, los secretarios generales y negociadores de los seis partidos que conforman el pacto electoral Unidad Constituyente (Ciudadanos, DC, PS, PPD, PR, PRO) se retiraron de la antigua casona de calle París 873, donde se ubica el Partido Socialista, sin haber alcanzado un acuerdo básico: cuál es el número de candidatos que podrá presentar cada colectividad en las elecciones de convencionales constituyentes, cuyo plazo de inscripción vence inexorablemente el 11 de enero próximo.
A menos de un mes de la fecha fatal para la inscripción de los candidatos ante el Servel, desde los partidos políticos y los movimientos que buscan agrupar a los independientes han intensificado las conversaciones para resolver la designación de los postulantes y destrabar varios problemas que se han suscitado, entre otros, el que algunos partidos ya tienen más de 300 precandidatos inscritos, casi 8,7 veces la cantidad de aspirantes que, en el mejor de los casos, podrán entrar en la carrera por un escaño en la convención constitucional. Sólo el PPD y la DC deberán pedir en los próximos días a centenares de interesados que bajen sus postulaciones. “No será nada fácil para los partidos ordenar sus listas y reducirlas para cumplir con los pactos”, admiten algunos de los representantes de las colectividades en estas negociaciones.
Se trata de la elección más importante en décadas, la madre de todas las batallas electorales, según la han calificado desde las directivas partidistas, incluso, desde mucho antes del plebiscito del 25 de octubre pasado, en el que un 78% de los chilenos votó a favor del Apruebo y un 79% optó porque la nueva Constitución fuera redactada por una convención ciento por ciento electa por los ciudadanos.
Pero la importancia de ese hito no ha ido de la mano con la velocidad que han puesto las dirigencias políticas para sacar adelante este proceso histórico. Y es en el mundo opositor donde más atrasados están.
Recién la tarde del miércoles 9 de diciembre pasado, los negociadores de Unidad Constituyente tuvieron la primera reunión de aproximación en esta materia, en la que apenas se expusieron los “criterios generales” que definirán cómo se conformará la lista de candidatos que llevará este bloque opositor.
Hasta ahora hay cuatro propuestas -una de Ciudadanos, otra de la DC, del PRO y una del PPD-PS- circulando entre los negociadores. Y cuadrar todo no es fácil. Cada lista puede llevar un máximo de 195 candidatos, los que serán distribuidos entre los seis partidos opositores del bloque, según una fórmula que ponderará los resultados electorales obtenidos en cada uno de los 28 distritos en la última elección parlamentaria, de concejales y de cores. Pero como esa fórmula premia a los partidos grandes, en Unidad Constituyente ya están hablando de fijar un piso mínimo aceptable para las colectividades más pequeñas. De cuánto es ese piso es la gran duda que aún no se resuelve. Ciudadanos ha exigido contar entre 15 y 20 cupos, una cifra excesiva, según los negociadores de los demás partidos. La DC, el PS y el PPD han pedido entre de 40 y 45 cupos, mientras el PRO solicita que se aplique un mecanismo que asegure 1,2 candidatos para cada colectividad en cada distrito de las regiones donde un partido esté inscrito.
Pero hasta ahora, ni siquiera han logrado calzar ese guarismo. Algo que ven complejo si se suman otras exigencias que impone la ley para esta elección, como son paridad de género, los 17 escaños reservados para pueblos originarios y la norma que obliga a la inclusión de a lo menos un 5% de candidatos con alguna discapacidad, si es que finalmente el Congreso aprueba el texto sobre esta materia. Y, además, está la posibilidad de que tras su salida del Frente Amplio, el Partido Liberal -que ya tiene entre sus precandidatos al abogado Agustín Squella y al escritor Patricio Fernández- decida sumarse al pacto opositor de Unidad Constituyente. Al menos eso esperan desde este último sector a partir de las conversaciones que han llevado adelante en los últimos días el timonel del PPD, Heraldo Muñoz, con el diputado del PL Vlado Mirosevic.
Hasta el miércoles pasado, la DC tenía más de 300 personas preinscritas a través de una plataforma online en la que sumaban rostros nuevos con dirigentes que ya han ocupado diversos cargos de representación en los gobiernos de la ex Concertación y la ex Nueva Mayoría. Entre los nombres que se mencionan figuran la exsenadora Carmen Frei, Ricardo Hormazábal, el exdiputado Rodolfo Seguel, el abogado Luciano Fouillioux por el distrito 13, Aldo Cornejo por el distrito 7, el abogado constitucionalista Patricio Zapata y la exministra Laura Albornoz por el distrito 10, Juan Enrique Pi y Elisa Walker por el distrito 11, Manuel Gallardo y Nelson Leiva por el distrito 28, la exministra Alejandra Krauss por el distrito 12, entre muchos otros.
En la DC conformarán en los próximos días un equipo electoral con miembros de la mesa directiva y del consejo nacional que definirá los criterios que se utilizarán para designar a los candidatos que finalmente irán en la lista.
En el PPD el enredo es parecido. La colectividad se comprometió a llevar un 50% de independientes y hasta ahora ya tienen más de 143 personas que no pertenecen a sus filas interesados en ir como candidatos en un cupo PPD. Pero, simultáneamente al proceso de inscripción online, aseguran dirigentes de esa colectividad, Francisco Vidal llamó a las directivas regionales para incluir los nombres que surgían desde las comunas. Así sumaron a 120 precandidatos más.
Entre los 263 precandidatos que lleva el PPD figuran el de la periodista e independiente Lucía López por el distrito 10, la exsubsecretaria Jeannete Vega en el distrito 8, el diputado Rodrigo González por el distrito 7 (debe renunciar a la Cámara antes del 11 de enero próximo), la exministra de Transportes Paola Tapia por el distrito 7, la extesorera del partido Pía Castelli por el distrito 12, y el abogado independiente de la Fundación Ciudadano Inteligente Mauricio Daza por el distrito 28, entre muchos, muchos más.
El PPD conformó hace algunos meses un equipo formado por Francisco Vidal, el senador Guido Girardi y la vicepresidenta Katherine Araya para revisar las precandidaturas y definir los distritos donde podrían tener una mayor elegibilidad. El equipo estaba integrado también por el exdiputado Jorge Insunza, quien se retiró al momento de inscribir su candidatura.
Hace un mes, este equipo se reunió por Zoom con más de 105 precandidatos independientes, a los que debieron explicarles que muchos no podrían entrar en la lista.
El PS siguió una estrategia diferente a la de sus socios. El partido creó un comité de búsqueda de candidatos, integrado por el diputado Marcelo Schilling, la vicepresidenta Karina Delfino y el secretario general de la tienda, Andrés Santander. Este equipo lleva meses seleccionado a eventuales candidatos en cada distrito, según su inserción en la zona, nivel de conocimiento, respaldo de organizaciones sociales locales, historial político y adscripción a los principios del PS, entre otras variables de elegibilidad. Así llegaron a una nómina de 150 precandidatos, en la que figuran independientes como los escritores Jorge Baradit y Pedro Cayuqueo, y de militantes como el actor Alejandro Goic, Paulina Vodanovic y Catalina Lagos Tschorne, entre varios aspirantes más
Sólo en el distrito 10 (Santiago, Ñuñoa) -bastión clave de la oposición-, en el PS hay más de una decena de candidatos preinscritos, aun cuando todo indica que la colectividad ya definió apoyar allí a un independiente como Baradit.
En el PRO, en tanto, suman cerca de 280 los precandidatos. La directiva ya hizo un primer filtro para seleccionar, según diversas variables, que tengan un mínimo de elegibilidad. Hasta ahora 30 pasaron esa primera barrera, los que se suman a otros “39 precandidatos VIP”, por su trabajo territorial e historial político que también están en la nómina.
Más cauta aún, la directiva radical instruyó a las presidencias regionales que contactaran a militantes e independientes con alto conocimiento en las distintas zonas para ver si estaban interesados en ir en un cupo del partido, al menos uno por distrito.
Fue hace más de dos meses, en medio de las negociaciones para las primarias de alcaldes y gobernadores que el bloque Chile Digno, que integran el PC, la Federación Regionalista Verde Social (FRVS) y movimientos más pequeños, le ofreció al Frente Amplio un acuerdo electoral para conformar una lista de candidatos a convencionales que “convoque a quienes están a favor de cambiar el modelo neoliberal”. Chile Digno ofreció entonces al FA dividirse por mitades iguales los 195 cupos. Hasta ahora, el FA no ha respondido oficialmente a esa oferta.
Sin embargo, la semana pasada, Comunes y Convergencia Social ratificaron pactar con el PC. Mientras, durante este fin de semana en RD se está realizando una consulta virtual para consultarle a su militancia si se debe hacer una alianza con Chile Digno o con sectores de Unidad Constituyente.
En el PC estaban a la espera de la decisión de RD para reiniciar la próxima semana las negociaciones con el FA. En los planes estaba considerado hacer un punto de prensa conjunto para anunciar el nuevo pacto electoral y mostrar algunas de las cartas que llevarán a la elección de convencionales.
Entre los nombres que ha levantado el FA, y en específico Comunes, figuran las precandidaturas de la expresidenta de ese partido Javiera Toro por el distrito 11, el sociólogo y presidente de la Fundación Nodo XXI, Carlos Ruiz, y de la extimonel de la Fech Emilia Schneider, ambos en el distrito 10. En el distrito 2, Comunes cedió el cupo a la independiente y miembro de No+AFP Odette López, mientras que en el distrito 7, ese partido postula a la dirigenta trans Constanza Valdés. En el distrito 8 tienen inscritos a la vocera del movimiento Ukamau, Doris González, y al dirigente de Modatima, Eduardo Acuña. En el distrito 9, Comunes ya confirmó a Andrés Hidalgo, a la independiente y vocera de derechos humanos Haydée Oberreuter, y Gonzalo Rubio, el médico que realizó el primer aborto legal por tres causales en Chile. Además, están postulando por el distrito 14 al exintegrante de la mesa técnica del proceso constituyente Sebastián Aylwin.
Convergencia Social está respaldando en el distrito 11 a la exsecretaria general del Movimiento Autonomista Constanza Schönhaut y al independiente Jaime Bassa. RD, en tanto, busca llevar en sus cupos al abogado Fernando Atria por el distrito 10, al abogado y comunicador Daniel Stingo por el distrito 8 y a la exdirectora de comunicaciones de la campaña de Beatriz Sánchez, Giovanna Roa, por el disputado distrito 10. También promueven las candidaturas de Carolina Pérez en el distrito 11, del ex presidente de la Fech Daniel Andrade en el 13 , de la abogada Amaya Alves en el distrito 20, y el de la dirigenta de la Asociación de Trabajadoras de Casa Particular, Luz Vidal.
Aunque en la oposición no han cerrado por completo la puerta a la posibilidad de llegar a una lista unitaria es cada vez más difícil que esto se logre. Al contrario, en los últimos días, entre los dirigentes políticos ya ni siquiera se está hablando de que la oposición llegue al 11 de abril divididos en dos listas, sino que podrían llegar a ser más de cuatro. El Partido Humanista, por ejemplo, en su estrategia por fortalecer a la diputada Pamela Jiles como abanderada presidencial, también está armando su propia lista, junto a organizaciones sociales, con miras a la elección de convencionales constituyentes.
Asimismo, desde que se habilitó el proceso constituyente, han surgido organizaciones que agrupan a los independientes. Uno de ellos es el grupo “Independientes No Neutrales”, que es dirigido, entre otros, por el ingeniero Rodrigo Jordán, la economista Andrea Repetto y el exdirector del Hogar de Cristo Benito Baranda. Fuentes de ese movimiento señalan que ya tienen una lista de 60 personas preinscritas para llevar a la elección. Ahí se encuentra a Baranda, el director ejecutivo de Fundación para la Confianza, José Andrés Murillo; la decana de la Facultad de Derecho de la Universidad Alberto Hurtado, Miriam Henríquez, y la periodista Patricia Politzer.
Hasta ahora, agregan, mantienen la estrategia de ir en una sola lista sin pactar con los partidos. Sin embargo, personas que eran parte del movimiento, luego de la demora de las iniciativas para facilitar la inscripción de candidaturas independientes fueron acogidas por los partidos e irán como independientes en listas de las colectividades. Este es el caso de Squella, que irá en una lista del Partido Liberal, y también de Ernesto Garratt, que podría ir en una del PPD.
Con todo, debido a que recién se aprobó el jueves pasado la ley que facilita la inscripción de candidaturas independientes, mañana se espera que varios de estos movimientos lleguen hasta el Servel para sostener una reunión con las autoridades de esa entidad para escuchar cómo será el procedimiento y el reglamento que se va a establecer para esas inscripciones.
A diferencia de lo que ocurre en la fragmentada oposición, el oficialismo decidió llevar adelante un trabajo unitario para la selección de los candidatos a convencionales. Desde el 20 de noviembre pasado, Rodrigo Ubilla y Paulina Núñez, por RN; Gonzalo Blumel y Hernán Larraín Matte, en representación de Evópoli, y Felipe Salaberry y Ernesto Silva, por la UDI, se reúnen tres veces a la semana con estudios electorales en mano a definir “las mejores cartas del sector”. La búsqueda -advierten en los partidos- ha dejado de lado la estrategia tradicional de asignación de cupos en función de los representantes que tiene cada uno en las distintas zonas, sino que, por ser esta una elección única, la lógica es decidir por la mejor figura, independiente del partido que sea. La cuadratura, entonces, está en levantar un nombre fuerte que pueda arrastrar a otros, atendiendo, además, a la paridad de género e independientes. En ese punto, confían en que lograrán una lista que incluya entre el 50 y el 60% de no militantes. Para ir elaborando su listado, además, cuentan con un estudio que analizó los resultados de las parlamentarias de 2017, que les permite ver cuáles son las zonas fuertes de cada partido, puesto que los distritos para esa elección eran los mismos que los actuales.
El proceso de búsqueda ha sido monitoreado personalmente por el Presidente Sebastián Piñera. De hecho, este viernes, alrededor de las 18.30 horas, el mismo equipo llegó hasta la casa del Presidente en San Damián para darle a conocer los avances en la nómina de candidatos.
También estaban Cristián Larroulet e Isabel Plá en la cita. Esta última figura como posible candidata a la convención por el distrito 11, puesto que fue concejala por esa zona, aunque en la UDI advierten que es una carta fuerte en cualquier sector. El 11, de hecho, es el gran bastión del oficialismo, considerando que tiene cinco de los seis diputados actuales. Por lo mismo, en el bloque señalan que una de sus apuestas es poner en ese distrito a aquellos candidatos que pueden ser menos conocidos, pero tengan más competencias en materia constitucional. La UDI, por ejemplo, quiere llevar por esa zona a la abogada Constanza Hube y no pierde las esperanzas de levantar a Arturo Fermandois. RN, en tanto, apostaría por el constitucionalista Gastón Gómez y Víctor Manuel Avilés, el abogado Andrés Carey, y ha sondeado a la periodista Karin Ebensperger, lo mismo que a Cecil Chellew y al economista Bernardo Fontaine. En el distrito 12, en tanto, una de sus figuras es Bernardita Paúl, hija de la diputada Ximena Ossandón. Otros nombres en su lista: Francisca Desbordes y Ricardo Ibáñez, por el distrito 6; Raúl Celis, en el 7; Graciela Ortúzar y Verónica Campino, en el 9; el economista Juan José Balsa, en el 10.
Según cuentan en Chile Vamos, el partido más avanzado en su lista de candidatos es Evópoli. Y destacan una gran jugada entre sus precandidatos: se trata del ingeniero comercial y exmodelo Hotuiti Teao, quien iría en cupo indígena representando a Rapa Nui. Otros nombres en su nómina serían la exministra del Deporte Pauline Kantor en algún distrito de la Región Metropolitana, lo mismo que el exalcalde de Santiago Raúl Alcaíno. Por Los Ángeles propone al empresario Ítalo Zunino, mientras que en La Araucanía, donde el partido tiene un senador y dos diputados, ya están levantando las candidaturas de Richard Caifal, actual gobernador de Cautín, y del dirigente gremial Alejo Apraiz.
En la UDI el encargado de agrupar los potenciales candidatos ha sido el diputado Guillermo Ramírez. Y aunque manejan con bastante hermetismo su listado preliminar, una de las grandes dudas es si finalmente el expresidente de ese partido Pablo Longueira va o no en la nómina. Otro nombre que podría estar es el del exministro Víctor Pérez, el del también exministro y parlamentario Rodrigo Álvarez, el exdiputado Edmundo Eluchans y el de la dirigenta gremial de la UC Javiera Rodríguez.
Desde La Moneda, en tanto, ya advierten que podrían partir algunas autoridades a engrosar la lista de candidatos. Se menciona a los subsecretarios Katherine Martorell, Juan José Ossa y Carol Bown, pero no se descarta que puedan convencer también a algunos ministros, como Cristián Monckeberg y Antonio Walker, de sumarse al desafío.
Pese al trabajo unitario que destacan en la conformación de la lista -que aspiran a tener cerrada en un par de semanas, luego de poner todas sus cartas sobre la mesa-, Chile Vamos debe resolver pronto si incluye al Partido Republicano, liderado por José Antonio Kast, en su pacto. Y ahí las posiciones son dispares. Mientras la UDI insiste en sumarlos para evitar la dispersión de votos, Evópoli es más escéptico y RN rechaza la idea.
El argumento que ha primado en ese partido, hasta ahora, es que el costo de sumarlos en términos de imagen es mayor al “daño” que podría hacerles el partido de Kast si va por fuera. El cálculo es que podría restarles hasta siete escaños. Por otra parte, advierten entre quienes llevan las negociaciones, los dirigentes del Partido Republicano están en la lógica de pedir cupos, no de apostar a los mejores candidatos de todo el bloque, como han apostado los otros tres partidos. Una lógica que, en todo caso, está por verse si persiste hasta el 11 de enero, el día de la inscripción.