El monocultivo es la tarjeta de presentación de la agroindustria , ahora potenciada en clase ‘revolucionaria’ desde el gabinete reformista, por tanto, es lógico que el grueso del presupuesto de la República dirigido a la inversión agrícola, sea direccionado hacia la gerencia eficiente qué representan los barones de la tierra y el cultivo intensivo, que prometen mayor rendimiento (costo/beneficio) en menor tiempo. Las consecuencias directas de esta genial decisión sería el desempleo para el grueso de campesinos que no pueden ser absorbidos por la industria mecanizada del campo; dependencia directa de los proveedores internacionales de semillas, fertilizantes, pesticidas; destrucción de bosques, contaminación de suelos y ríos; sin embargo estos pequeños daños colaterales, pasan desapercibidos por las estadísticas que muestran el porcentaje de anaqueles surtidos, y hasta las novedosas exportaciones de alimentos, que hinchan de orgullo al ministro en cadena televisiva, y llenan de felicidad a estos intrépidos terrateniente ante el deber cumplido.

Lo sensato, en una sociedad que busca el justo equilibrio en la producción de alimentos como productos que garantizan la nutrición adecuada de sus ciudadanos; y no como mercancías mediadas por la utilidad y beneficio que aporta el mercado .

Consiste precisamente poner en funcionamiento el conocimiento científico - técnico para alcanzar el sumo provecho de la tierra y el trabajo, sin ocasionar mayores daños al sistema ecológico. A esta altura del proyecto agroindustrial diseñado e implementado por los dueños de la tierra y el capital , sólo el ingenuo, el cándido de fe, espera recibir de parte del gobierno algún trato preferencial o apoyo técnico-financiero que le permita dinamizar la producción en su pequeña parcela, fundo o granja.

La discusión entre los trabajadores del campo en consecuencia obliga entre sus agremiados fortalecer los vínculos y establecer planes conjuntos que tiendan a lograr conquistas palpables que permitan avanzar y no generen desencanto, sensación de derrota ante expectativas mas utópicas (pero que lucen bonitas) que reales.

Un encuentro entre productores a realizarce del 5 al 6 de Febrero de 2021 en Biscucuy-Portuguesa por supuesto que es la base fundacional para dar paso a una poderosa organización de campesinos que permita mejorar las condiciones materiales de sus afiliados así como garantizar la soberanía agroalimentaria como esta contemplada en la Constitución

El objetivo además de la organización lleva implícito el intercambio de conocimientos y experiencias que tienden a coadyuvar en el mejoramiento y rendimiento de cultivos , cría de ganado, forraje, aprovechamiento de agua y desechos, reparaciones técnica-mecánica.

No obstante este encuentro se queda corto si quedan fuera de la discusión dos fuerzas esencial para avanzar; primero, el problema de la tierra y el agua que continúa en poder de los terrateniente y ahora protegidos por el ministro ; segundo sensibilizar el resto de la sociedad, a su clase obrera, profesionales e intelectuales para que se incorporen a este foro abierto con miras a convertirse en Congreso Agrícola