CHILE: EL CAMBIO EN ESTE FIN DE AÑO Y COMIENZO DEL OTRO
Jaime Yovanovic (Profesor J)
Estamos en el medio del cambio, el tránsito de una situación a otra. Pero… ¿Qué es lo que está cambiando?
El estallido dijo a las claras que hasta aquí tenemos que llegar y que hay que cambiar. La partidocracia corrió a reunirse para diseñar la gran aspirina que repartirán para calmar los dolores del pueblo, y astutamente los estrategas del alto mando político del poder descubrieron que la enfermedad tenía un culpable, que no eran los empresarios, los ricos, las empresas destructivas, los grandes propietarios, incluso ellos, la partidocracia atornillada a los sillones del poder, no, ellos son blancas palomas. El gran culpable es Pinochet y su constitución, pero ellos, los que administraron el país, dejaron la crema y nos obligaron a salir a las calles al estallido, ellos son inocentes y nos proponen como gran remedio curalotodo que incorporemos algunas modificaciones a la constitución, pero sin tocar el escondrijo donde se ocultan ellos, los que cortan el queso, los que reparten la torta, la sala de máquinas que hace funcionar la constitución: el poder.
Así todos los que tengan reclamos, propuestas, dolores y sugerencias podrán venir a rendir pleitesía al poder y traer sus opiniones a la muy seria payasada de la convención constituyente para llenar el gran saco con nuevos derechos del pueblo, una lista donde se hará historia de que “hemos conseguido” algo increíble. Unos derechos fabulosos, pero que sólo serán concedidos una vez- que el demandante pase el filtro del poder judicial, de la inspección del trabajo, de la contraloría, de los informes ambientales, de la maraña de la justicia y los abogados, del ministerio, del papa, del papeleo, del registro, de los lobbies, las palancas municipales, la cacha de la espada y el paragua del tony, en fin de la gigantesca burocracia estatal y partidaria de los hijos del sol favorecidos porque chuparon las medias del candidato.
La conclusión Es que obviamente por ahí no cambiamos nada, pues seguiremos la misma pelea de partidos por enchufarse en alguna parte de la máquina de moler carne, aunque sea de chofer.
Tampoco proponen cambios los partidos ilegales que disputan también otra constitución y otro poder, salvo que ellos ocuparían los mismos sillones-
Entonces ¿dónde están los cambios?
El cambio está en los sujetos del cambio. Que antes eran los partidos que decían a la gente por donde había que ir y por donde pisar. Hoy son los vecinos del barrio y la población, que sin esperar decisiones, firmas o acuerdos de partidos, están desarrollando la producción propia de alimentos mediante huertas comunitarias, los preparan y distribuyen abiertamente en las ollas comunes. La nueva constitución va a reafirmar el papel de los partidos y no tocará para nada el papel de los vecinos.
Además existen en los barrios y poblaciones múltiples iniciativas de vecinos como brigadas del pueblo ayuda al pueblo, brigadas sanitarias, pedagógicas, de arte y cultura, etc lo que indica que efectivamente el cambio de sujetos del cambio se está inclinando hacia la autonomía y el protagonismo social dejando de lado las eternas batallas de los partidos por asumir el poder.
Algunas asambleas han caído en el juego y han quebrado la unidad del pueblo dividiéndose según las candidatura a algún cargo de constituyente o municipal, de modo que este proceso no dejará de tener sus altos y bajos donde cada corriente espera ganarle a las otras y más dividen y la solución está en dejarlos que peleen entre ellos mientras avanzamos en la construcción de las formas vecinales de aprender a administrar el barrio,
Lo más claro es que en los barrios altos predomina la paz social del poder y la gran propiedad, mientras en los barrios medios se pelean la izquierda con la derecha y el centro debido a que ellos viven bien y se benefician del actual sistema, de modo que es en los barrios populares donde irá creciendo la tendencia del cambio real, mientras en los barrios medios puede acrecentarse la tendencia de apoyo a las tareas del cambio en los barrios populares desde la ética y la sensibilidad, dado que no podrán efectuar grandes cambios en su barrio.
Eso significa que la lucha ideológica debe salir de los principios generales y los valores sociales o políticos para transformarse en una lucha práctica de mostrar el ejemplo de lo que puede hacer la autogestión en la producción de alimentos, energía, salud, arte, cultura, etc en los barrios populares en su modo compartido de vivir y convivir entre vecinos que abandonando la tutela del poder y de los partidos que lo disputan, asumen la democracia directa como modo de encontrarse y construir en lo cotidiano.
Si no construimos nos estancamos, pues la tendencia absorvente de los partidarios del poder es muy fuerte y arrastra muchos incautos logrando que nuestro discurso q uede marginal en medio de un protagonismo autónomo social que ha deja do de serlo, pero que aún no moviliza toda su potencial constructivo.