Entrevista a Eva Copa, la lideresa del MAS que se unió a Felipe Quispe, “El Mallku”, rechazando el dedazo de Evo Morales

Felipe es nuestra identidad. El Mallku ha luchado por nosotros, es un indígena digno de ser aymara. Él ha peleado en octubre de 2003, ha peleado contra las dictaduras, ha estado con nosotros en octubre de 2019.



Copa: «Yo no he traicionado al MAS, el MAS me ha traicionado a mí»

Mery Vaca / La Paz

Página Siete
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domingo, 3 de enero de 2021 · 00:28
Eva Copa todavía llora cuando habla de lo mucho que le dio al MAS. Critica a algunas roscas, pero aún no se lanza contra los liderazgos. Habla también de su nuevo proyecto y de la transición de 2019.

En la cuadra de su casa, ubicada en la urbanización Mercedario de El Alto, hay doble fila de vehículos estacionados y ya ningún otro auto puede pasar por ahí. Adentro, en el patio de su casa, unas 30 personas, divididas en tres grupos, esperan para poder reunirse con ella. 

Eva Copa, que había decidido tomar un descanso antes del año nuevo, olvida sus planes y recibe a unos y otros dentro de una habitación de la casita de una planta que cobija a su familia. Nos toca esperar, también en el patio, donde se alza una construcción de pisos en obra gruesa.

La ahora exmilitante del MAS (fue expulsada del partido de Evo Morales justo el día en que se realizaba esta entrevista), fue presidenta del Senado durante el año de la transición. Su posición concertadora permitió convocar a elecciones generales nuevamente, luego de que el propio Evo Morales anulara los comicios de octubre de 2019. Durante ese año aciago, Copa se labró un liderazgo en un frágil equilibrio que transitó entre críticas a la vieja guardia masista y su alineamiento al proceso de cambio.

Ella y sus bases esperaban que fuera nominada como candidata a la Alcaldía en El Alto, pero, la dirigencia evista optó por Zacarías Maquera y  los demás precandidatos, menos Copa, fueron incluidos en la lista de candidatos a concejales. En menos de 24 horas, Copa tomó la decisión de inscribir su candidatura con la agrupación Jallalla, que postula a Felipe Quispe, el Mallku, a la Gobernación de La Paz. Quispe es un indianista katarista que en el pasado intentó levantarse en armas con el discurso de la restitución del Kollasuyo y que en el último tiempo se acercó al MAS para hacer frente al gobierno de Jeanine Añez.

Queda claro que Eva Copa no se sale sola del MAS. Con ella se van sus bases y se produce así la primera división importante del partido de Evo Morales.

Enfundada en unos jeans y con el pelo recogido con una vincha, Copa sale entre aplausos, abrazos y besos de sus seguidores. Se disculpa por habernos hecho esperar también y se sienta ante la cámara, mientras sus adeptos observan la entrevista como si de un show en vivo se tratara hasta que, al concluir, la premian con un cerrado aplauso.

¿Por qué lloró cuando presentó la candidatura? ¿De qué se estaba desprendiendo o para quién eran esas lágrimas?

Hay no sé por qué me hacen esas preguntas… (Toma aire y responde) El MAS me ha dado la oportunidad de estar dentro de la Asamblea Legislativa y he tenido más apego a ellos desde octubre y noviembre del año pasado. Este año he estado acompañándolos mucho, he dado alma, vida y corazón por el instrumento. Cuando nadie quiso decir soy masista, he salido yo, he dejado a mi familia, he dejado mi casa (se le nublan los ojos y se quiebra). He hecho tantas cosas, pero han primado otros intereses.

Ahora tiene un nuevo proyecto. ¿Quiénes la apoyan? ¿Cuántos distritos?

Creo que detrás de mi hay mucha juventud y mucha gente mayor que apuesta por la juventud también. El paso que he dado no es nada fácil, pero creo que estoy abriendo caminos para nuevos liderazgos, nuevos jóvenes, (para que las) mujeres se empoderen. Yo tengo compromiso con mi ciudad, con mi pueblo, porque he estado con ellos en los momentos más duros y voy a seguir trabajando por ellos.

En el MAS hay quienes lloraron porque usted se fue, pero hay otros que buscan expulsarla.  ¿Cómo ve esas reacciones?

Yo quiero saber si alguien que ha iniciado el MAS está en un puesto importante, quiero saber si los que han hecho carrera o militancia están ahí y han sido tomados en cuenta. Ustedes lo han visto, todos los que eran precandidatos son (candidatos a) concejales y dónde está nuestra gente, los que luchan, los que buscan reivindicaciones. Yo no me preocupo, yo no me he ido del MAS, a mí me alejaron. Yo no he traicionado al MAS, el MAS me ha traicionado a mí. No todos, un grupo. Cuando fui a inscribirme muchos venían y lloraban, me dolía mucho dejarlos, pero tenía que tomar una decisión. Yo me preocuparía cuando El Alto diga que Eva no es su representante.

¿Qué está fallando en el MAS? ¿Las viejas estructuras o es Evo Morales?

Yo creo que el MAS se tiene que refundar. Las elecciones nacionales no son iguales que las subnacionales. En las nacionales no había otra opción, no había otro partido de izquierda, pero, ahora estamos en una subnacional, donde van a prevalecer los perfiles de los postulantes. Lamentablemente dentro de algunas personas que siguen en el MAS va a primar el interés, va a primar el llunkerío, van a primar esas roscas viejas. Yo no sé qué lealtad y qué más compromiso querían pedir de mí, si he hecho todo lo posible para poder mantener firme al MAS.

Han dicho que le han ofrecido embajadas, concejalías. ¿Cómo ha sido la negociación?

A mí nunca me llamaron. Yo le llamé al señor (Rodolfo) Machaca (dirigente del Pacto de Unidad) una noche y le dije: Dime por favor si me van a tomar en cuenta o no, yo necesito trabajar, estoy meses sin trabajo y tengo familia. Y me dijo que me van a llamar, y me llamaron en la mañana, fui a una reunión donde nos dijeron que concertemos entre nosotros. Vi cinco precandidatos, pero ninguno quiso retirar su postulación, yo tampoco quise retirar la mía. El señor Maquera me dijo que lo apoye y yo le dije por qué tú no me apoyas a mí, somos aymaras, la sangre nos llama. Yo dije que iba a consultar con mis bases. Mis bases me dijeron: Eva tú no te mandas sola, tú eres la candidata del pueblo y vamos a decidir a quién queremos llevar a la Alcaldía, yo no podía retroceder ya, porque era mucha gente la que estaba de por medio. He esperado hasta el último momento que me llamen y lamentablemente no fue así.

¿Hay machismo también dentro del MAS?

 Yo creo que sí porque yo no veo mujeres que sean realmente del instrumento y que estén ahí. 

Esto que usted vio en El Alto, ¿cree que ha ocurrido en el resto del país también?

Hay mucha disconformidad en todo el territorio nacional, es bien fácil decir que somos un partido muy grande y siempre sucede esto. Sí, está bien, puede suceder, pero no hay que comparar una elección nacional con una subnacional, las subnacionales son territoriales, hay que escuchar al pueblo, pero hay que escucharlo de verdad. Yo por lo menos apostaba a que haya unas primarias internas y me iba a sumar al ganador, pero esperaba que, si el resultado era al contrario, se sumen a mí, pero han hecho que me vaya.

Cuando usted dice que el MAS debe refundarse, ¿qué implica eso? ¿Hay gente que debe jubilarse?

Que deben dar oportunidad a los nuevos liderazgos, en el país no solo existen dos liderazgos, en el país existen muchos liderazgos, y con orgullo son gente campesina, son gente de provincia.

¿Cómo evalúa el papel de Evo Morales dentro del MAS y del gobierno de Luis Arce?

Creo que Luis tiene que tomar sus decisiones, pienso que lo está haciendo. El hermano Evo Morales es el presidente del MAS, en estos momentos está viendo el tema de la campaña, la organización, pero yo pienso que solo el tiempo nos va a dar la respuesta a esta pregunta. Yo estoy fuera, pero yo he hecho campaña muy dura para que Luis y David estén ahí, he hecho campaña nacional, he ido a cada rincón del país, he sacrificado muchas cosas (vuelve a quebrarse) y espero que les vaya bien.

¿Hacia dónde va este liderazgo que nace en El Alto? ¿Pretende ser nacional? ¿Por qué con Felipe Quispe?

Felipe es nuestra identidad. El Mallku ha luchado por nosotros, es un indígena digno de ser aymara. Él ha peleado en octubre de 2003, ha peleado contra las dictaduras, ha estado con nosotros en octubre de 2019, ha hecho campaña por el MAS, lo menos que esperamos nosotros los aymaras era que le digan gracias hermano. Yo esperaba que por lo menos se den un baño de humildad y digan tú has trabajado, ven, acompáñanos ahora, por lo menos eso.

¿Ideológicamente este proyecto es más radical que el del MAS, tomando en cuenta que el Mallku quiere restituir el Kollasuyo, por ejemplo?

Nosotros estamos hablando de la renovación de los liderazgos a nivel nacional, que haya oportunidad para nuestros jóvenes, estamos hablando de la restitución de nuestros derechos como aymaras, porque los aymaras y los pueblos indígenas tienen un lugar importante en el país porque sostenemos este país. No queremos andar peleados con empresarios, clase media, clase profesional, no, porque también dentro de los pueblos indígenas hay clase media, hay clase profesional, nuestros jóvenes son profesionales. Pareciera que lo que estábamos allá era un espejismo, queremos hacer realidad la restitución de nuestros derechos.

Normalmente la gente que se va del MAS, luego vuelve, concerta y transa. ¿Qué va a hacer Eva Copa?

(Eleva la voz como para que la escuchen los presentes) Pero, yo soy alteña… Los alteños no transamos, tampoco somos llunkus, ganamos nuestro lugar con esfuerzo, con trabajo. No todo el MAS está enfermo, no todo el MAS ansía poder, no todos en el MAS están por cargos, el MAS también está por convicción.

¿Eso quiere decir que si gana las elecciones no va a volver al redil? Porque le deben estar llamando mucho.

Ojalá que me llamaran, ojalá que me llamaran. No, no lo van a hacer… Pero, si Dios quiere que gane esta candidatura, voy a trabajar con el gobierno central, con el gobierno departamental por mi ciudad, pero nadie me va a hacer cambiar mi posición, primero está mi pueblo, y por ellos tengo que trabajar.

Respecto al gobierno de transición, usted primero dijo que hubo una transición constitucional, luego que hubo golpe. Finalmente ¿cuál es su posición al respecto?

Nuestro país ha pasado un momento muy difícil. Jurídicamente había vacíos, no creo que los directivos del Senado y de Diputados hayan renunciado porque quisieron renunciar, hubo persecución. A Borda lo secuestraron a su hermano; Adriana (Salvatierra) dice que la esperaban con una citación de aprehensión y por eso dice que se fue a la Embajada de México a ocultar; y Medinacelli, nuestro primer vicepresidente, le pusieron dinamita en su casa y tuvo que renunciar; Susana Rivero no aparecía, supongo que también estaba siendo amedrentada. Estaba vacía la Cámara Alta como la Baja, se tuvo que sacar un comunicado del Tribunal Constitucional, que no sabemos si es valedero o no. Se autoproclamaron ellos, sin tener el quórum correspondiente ni en el Senado ni en la Asamblea, pero había vacíos. Nosotros después de cuatro días restituimos la Cámara Alta como la Baja, pero el conflicto social era muy duro como para seguir peleando, y nosotros hemos apostado a la pacificación, hemos apostado a la reconciliación porque era nuestra gente la que estaba muriendo, la que estaba yendo presa, la que estaba siendo perseguida vilmente. Y, en todo ese proceso, llegamos al ascenso de los militares, para lo que yo he pedido que se cumpla la CPE en torno a la reglamentación y nunca me lo hicieron llegar y hacen un ascenso por decreto. Y ahí dices qué pasó… Se amotinan los policías, piden la renuncia los militares, ha sido un golpe planificado, no creo que, desde octubre y noviembre del año pasado, sino desde tiempo atrás. Para mí ha sido un golpe planificado y ha sido una sucesión forzosa.

Usted dice que la cadena de sucesión ha sido obligada a renunciar, pero hay gente  del MAS que dice que fue una decisión del partido de que todos renuncien para que haya un vacío de poder. ¿Cuál es la verdad?

A mí también me dijeron que renuncie, pero yo no iba a renunciar.

 ¿Quién le dijo que renuncie?

Nuestra compañera que era presidenta del Senado (Salvatierra). Pero ahí cada uno tiene que tomar su posición. Nosotros hemos tomado la decisión de mantenernos firmes.

Usted aprobó la ley de convocatoria a elecciones y la ley de prórroga de mandato. ¿Acaso no fue una forma de legitimar al gobierno de Añez?

Hay muchos temas de discusión en el marco jurídico y serán ahora las autoridades las que hagan las investigaciones que correspondan. Yo no quiero entorpecer las investigaciones, yo estoy diciendo lo que he vivido, lo que he hecho es por mi gente, porque ya no quería ver más conflicto, más muerte en mi país.

 

¿Cuál es su oferta para El Alto?

Oportunidades, generación de empleo. Los alteños no queremos que nos regalen nada, solo queremos oportunidades para demostrar que el joven alteño también es capaz de generar empresa. Vamos a empezar por hacer un diagnóstico en el mercado laboral, plan urbanístico en El Alto. Tenemos que tener una vida digna. 

Hay quienes dicen que su salida le va a costar al MAS incluso la gobernación por el peso electoral que tiene El Alto. ¿Cuál es su análisis al respecto?

Yo quiero ganar y quiero que gane mi gobernador.

¿Después qué viene, la presidencia?

(Ríe) Yo si me he animado a dar este paso es porque les he hecho prometer que yo les acompaño esta gestión, y me he arriesgado mucho. Quiero que haya nuevos liderazgos, que hagan una revolución y que transformen nuestra urbe. 

¿El Alto va a dejar de ser el bastión del MAS y va a ser el bastión de Eva?

No me creo muy poderosa, el único unipotente y poderoso es Dios. Yo no, el cargo es pasajero, y no hay que dar mucho poder a las personas, el poder tiene que transmitirse, los cargos tienen que ir rotando, no nos podemos quedar ahí toda la vida. Que pase las elecciones del 7 de marzo y ahí veremos cómo va a estar la ciudad de El Alto.