Desde el conuco
El tema campesino, filosofía de vida
Vivir el campo, vivir en el campo, vivir del campo son tres cosas distintas y no es lo mismo tener al campo y a la naturaleza como nuestro aliado de vida, como nuestra madre, como nuestro hogar, que usufructuar las bondades de la madre tierra. El campesino es el campo mismo, es tierra y semilla, es sudor y trabajo, es aire puro y riachuelo que proporciona vida al campo y la ciudad. Tal vez desde el punto de vista filosófico todos somos importantes en este mundo conocido, pero desde el punto de vista existencial y llano, el campesino es quien proporciona a diario el alimento que demanda la población rural o citadina. Además su condición de vida rural lo convierte en guardian de la naturaleza, que produce el agua y el aire como recursos que proporciona nuestra pacha mama. Así que el campesino está íntimamente ligado a la posibilidad de sobrevivencia de vida en el planeta.
Pero este solo hecho, no lo hace aliado natural de la casa grande que habitamos todos, pudiera ocurrir que el campesino sea también un depredador irracional del medio ambiente. Así que debemos comenzar por entender la vida campesina como una simbiosis hombre - madre natura, ambos en una relacion eterna por protegernos mutuamente. Es así como lo inicial es entender la necesidad de retomar una vida de respeto a las leyes sagradas de la naturaleza.
De está manera el campesino está llamando a ser el garante de la vida en el planeta, su condición de guardian de la naturaleza, de productor de alimentos para la población, le otorga un papel destacado en este momento de la historia, en que estamos al borde del colapso global. Hay que visibilizar al campesino como esa figura de importancia capital capaz de dar aportes emblematicos y dar respuestas sustanciales al tema de la vida, de la producción de alimentos, de la ecologia, de la protección del mundo natural.
Siendo así, la tarea primaria es reconocernos nosotros mismos como tál y luego pelear nuestro sitial en la dinámica de vida de esta sociedad capitalista, depredadora, alienante y altamente discriminatoria. Nos arropa la premura del individualismo irracional por dar salida a nuestros problemas individuales cuando son estos problemas colectivos que requieren respuestas en perfecta unidad y en su conjunto.
Qué hacer entonces, necesariamente todo nuestro problema pasa por la necesidad de organizarnos, de agruparnos, de integrarnos de manera tál, que podamos dar respuestas colectivas a la dinámica que nos envuelve día a dia. El movimiento campesino reclama la unidad integradora para encontrarnos en el territorio dando respuestas a las necesidades puntuales y generales que padecemos históricamente en el campo.
Campesinos, conuqueros y yerbateros, nos sentimos convocados para encontrarnos en Biscucuy este febrero próximo, para dar los primeros avances hacia una propuesta racional y nacional de integración, que nos oriente la lucha venidera para mejores condiciones de vida y de trabajo. Fundaconuco, convocante del evento, los espera en este 12 y 13 de febrero en Portuguesa.