El pueblo de San Pablo se sublevó contra los paramilitares

13.Mar.04    Análisis y Noticias

Comunidad de San Pablo se sublevó
by ALEXANDER BECERRA O. Tuesday March 09, 2004 at 09:40 PM
barrancabermeja@vanguardia.com
Indymedia Colombia

El pueblo tumbó al alcalde, le dijo a la Policía que no y atacó de frente a los grupos paramilitares, quemando lo que serían propiedades de algunos miembros de esta organización. Protestaban por el asesinato de un comerciante. Una masa enardecida, cegada por el dolor y con ansias de expresar todo lo que había guardado durante años, fue la que se vio el 9 de marzo en San Pablo.

Serios disturbios se registraron ayer en la localidad de San Pablo (sur de Bolívar), luego de que un amplio sector de los cerca de 30 mil habitantes que componen aquel municipio, se agolparan en las calles en señal de protesta por el crimen de Fidel Peña, un reconocido comerciante, el pasado lunes.

Ante el asesinato de Peña y dado el repudio generalizado por parte de la comunidad de San Pablo, las autoridades municipales desarrollaron un Consejo de Seguridad, que inició sobre las 10 de la mañana. Allí estuvieron presentes representantes del sector comercial, el comandante de la Policía del sur de Bolívar, Jaime Vega Alvarez y la alcaldesa encargada, Laidis Gallego.

“La gente se quiere manifestar, hoy (ayer) habrá una marcha pacífica por las calles del pueblo”, señaló el presidente del Concejo de San Pablo, Freddy Vanegas.

Minutos más tarde un vocero de la comunidad hizo un enérgico pronunciamiento frente al papel de la autoridad, en este caso la Policía, en el casco urbano del ribereño municipio; el coronel Jaime Vega respondió con propuestas encaminadas a trabajar de la mano de la comunidad.

Todo esto sucedía en un recinto cerrado de la Alcaldía; sin embargo afuera la historia era otra, y se empezaba a erigir uno de los días de mayor trascendencia en San Pablo; el día en que el pueblo tumbó un alcalde, le dijo a la Policía que no y atacó de frente a los grupos paramilitares, quemando lo que serían propiedades de algunos miembros de esta organización.

“Esto se veía venir”

Una masa enardecida, cegada por el dolor y con ansias de expresar todo lo que había guardado durante años, fue la que se vio ayer en San Pablo.

A las once de la mañana cerca de dos mil personas interrumpieron el Consejo de Seguridad. “No podemos colocar más muertos, que se vaya el alcalde y la Policía, que se vayan”. Esa fue la frase que desencadenó el “infierno” del 9 de marzo en San Pablo; el mismo que 10 minutos más tarde se traducía en cinco carros, tres de ellos de la Policía, que ardían como cajas de cartón; vidrios de la Alcaldía que no resistían una pedrada más y las calles convertidas en un “festival” de disturbios, ira desenfrenada y terror.

“No aguantamos más; estamos cansados y esta es la respuesta”, decía uno de los manifestantes, quien cargaba en su mano un kilo de concreto, listo para ser disparado sobre el comando de Policía.

El pueblo estaba descontrolado, los carros cada vez eran más ceniza y los agentes de Policía nada podían hacer. Sus instalaciones eran el blanco de la multitud, que atacó por espacio de 30 minutos el cuartel.

“No hacen nada; cómo van a matar a Fidel a una cuadra del comando y no se dan cuenta”, fue el comentario de un líder de la comunidad.

Control y descontrol

Sobre las doce del mediodía y ante la incesante arremetida del pueblo, quien no dejaba de gritar consignas en contra de la Administración, llegaron tropas del Ejército a poner orden en la zona.

El propio comandante de la Quinta Brigada, general Germán Galvis, se apersonó de la situación y calmó por un momento los ánimos de la multitud; la cual lo esperaba en la esquina principal del parque, en actitud desafiante.

“Yo vine a escucharlos no a pelear con ustedes”, dijo el general. “Pues hablemos”, contestó el pueblo de San Pablo.

“General, no queremos más a la Policía aquí. Queremos que esté el Ejército; que se acabe este juego, ellos no hacen nada”, fueron entre otras las apreciaciones de la comunidad, lo cual tuvo una respuesta inmediata por parte del oficial. “Desde hoy queda establecido un puesto de control permanente en el casco urbano de San Pablo”.

Este puesto de control será comandado por Ricardo Andrés Bernal, comandante del batallón Nueva Granada, según explicó Galvis.

No obstante, mientras esto sucedía en el centro de la ciudad, su periferia ardía en llamas. La multitud se había dado a la tarea de saquear una a una, las que según ellos serían las casas y negocios de los grupos paramilitares.

El panorama era dantesco, televisores, neveras, estufas, colchones y hasta ataúdes ocupaban las calles, todos ellos envueltos en llamas.

“Llegó el alcalde”

Quizá uno de los momentos más críticos de los hechos de ayer fue el momento en que llegó repentinamente el alcalde de San Pablo, Ezequiel Rodríguez; justo cuando todo parecía haber terminado.

“Llegó el alcalde”, gritaban los manifestantes, mientras corrían como locos hacia el auto en que se transportaba el burgomaestre.

“Si el pueblo quiere que renuncie pues renunciaré”, fueron las palabras de Rodríguez, quien fue asistido por el Ejército, ya que “lo iban a linchar”, señaló uno de los uniformados.

Finalmente el alcalde Ezequiel Rodríguez tuvo que salir de la zona, bajo estrictas medidas de seguridad. El Ejército reportó normalidad en el orden público terminada la tarde y los pobladores de San Pablo vivirían una noche rodeada por los recuerdos de aquel 9 de marzo.

“No sé por qué pasó esto”

Vanguardia Liberal habló con el alcalde de San Pablo, Ezequiel Rodríguez, minutos antes de que fuera trasladado a Barrancabermeja, por parte de las tropas del Ejército. Estas fueron sus declaraciones.

Vanguardia Liberal: Alcalde, ¿por qué las cosas llegaron hasta este punto en San Pablo, que hoy se derivan en su salida del pueblo?

Ezequiel Rodríguez: Realmente, pues estoy sorprendido porque no tengo motivos para salir. No sé qué fuerzas oscuras están alterando el orden público en el municipio. Nos duele mucho el asesinato de Fidel Peña, un gran amigo”.

V.L: ¿Cuál es su visión sobre los hechos de hoy en San Pablo?

E.R: “Pues yo no estaba en San Pablo, hoy llegué y me encuentro con que Fidel fue asesinado y todos esos hechos de violencia. Fue una destrucción total en mi casa y en todo el pueblo”

V.L: ¿Va a renunciar ?

E.R: “Pues vamos a mirar con el señor gobernador, con el señor Presidente, para ver qué se hace. Si el pueblo eso es lo que quiere, yo renuncio”.

Ejército hizo presencia

Luego de los hechos ocurridos ayer en la localidad de San Pablo (sur de Bolívar), el comandante de la Quinta Brigada, general Germán Galvis, se refirió a las medidas especiales que, de hecho, serían implementadas desde ayer mismo.

La principal de ellas y que llenó de confianza a los habitantes del vecino municipio, fue la instalación de un puesto de control permanente, en el casco urbano de San Pablo, luego de las generalizadas solicitudes expuestas ayer.

“Habrá un puesto de mando del batallón Nueva Granada acá en San Pablo y estará comandado por el coronel Ricardo Andrés Bernal. A partir de hoy, la comunidad lo pidió y debemos responderle”, señaló Galvis.

Asimismo el alto oficial señaló que continuarán los operativos de control en la zona, a fin de mantener el orden no sólo en el casco urbano de los municipios vecinos, sino también en el área rural.

“Así es. Tenemos desplegada una fuerza de control importante en la región del sur de Bolívar y los operativos continuarán”, puntualizó Germán Galvis.

Minuto a minuto

Consejo de Seguridad

A LAS 10:30 de la mañana se adelantó un Consejo de Seguridad, en el cual estuvieron presentes representantes de la comunidad, miembros de la Policía y los concejales de San Pablo.

Contra la Policía

CUANDO TRANSCURRÍAN LAS 11 horas de ayer, los manifestantes se agolparon a las instalaciones del comando de Policía, donde iniciaron la arremetida contra la fuerza pública.

Presencia militar

A LAS DOCE del mediodía llegaron las primeras tropas del Ejército, las cuales tomaron el control de la situación en San Pablo.

Contra los “paras”

DESPUÉS DE LA una de la tarde se registraron los primeros saqueos, sobre aquellas propiedades que presuntamente serían de miembros de los grupos de autodefensas que operan en la zona. Cinco casas fueron asaltadas.

Se llevan al alcalde

A LAS TRES y treinta de la tarde, el alcalde de San Pablo, Ezequiel Rodríguez, fue sacado de la zona bajo estrictas medidas de seguridad. Sólo minutos antes había arribado a la población del sur de Bolívar.