El “chavismo disidente” no es la vanguardia de la revolución venezolana

Marín es de los intelectuales venezolanos que más ha conseguido expresar la idea y ontología de los autogobiernos como expresión concreta del protagonismo social autónomo en Venezuela, proyectando hacia adelante el limitado “estado comunal” que planteó Chávez antes de fallecer y que maduro destrozó transformando las comunas en brazos de la burocracia estatal entregada plenamente al capitalismo.
Sin embargo, en este su último artículo, publicado ayer en Aporrea, el autor presenta una fuerte regresión haciendo énfasis en la organicidad del “partido de la revolución”, lo que sería exactamente lo contrario de los autogobiernos, con lo que pareciera caer en la ola de socialdemocratización que recorre las izquierdas fracasadas en sus empeños de revitalizar el cadáver del progresismo y en los nuevos caminos que algunos intelectuales están pavimentando para otras corrientes estatistas como las troskistas (caso de Svampa en Argentina) o indigenistas de izquierda (como Pérez en Ecuador o Choquehuanca de Bolivia). Como sea, los últimos acontecimientos muestran el inicio de readecuaciones de las izquierdas estatistas para enfrentar electoralmente a las derechas y para evitar a toda costa la expansión del protagonismo social y los autogobiernos que están precindiendo de ellos y cortándoles el gas en crecientes procesos abstencionistas y la estruendosa derrota que tendrá el MAS en Bolivia y las enormes dudas que deja el descenso electoral de Correa y el crecimiento de corrientes de izquierda lejanas al totalitarismo progresista en Ecuador.



Construir una nueva organicidad

El “chavismo disidente” no es la vanguardia de la revolución venezolana

Cuando se produce la incorporación de alguna de las voces del “chavismo disidente” a la presente coyuntura electoral, traen un planteamiento político que de alguna manera buscan confrontar el proyecto de pais de Chávez y el desastre del gobierno de Maduro. Esta línea política es para construir “una nueva organicidad para la liberación del pais”.

Esta propuesta política debería partir del reconocimiento de que el “chavismo disidente” no es la vanguardia de la revolución venezolana. Y esto, lo deben reconocer públicamente, porque en la práctica hacen otra cosa.

La propuesta del “chavismo disidente” se fundamenta en el principio de unir contra el “madurismo”, como enemigo principal, a todos aquellos susceptibles de ser unidos, reconociendo sólo una capacidad parcial para dirigir la nueva organicidad. Ese proceso de acercamiento con las tendencias con mayor afinidad política y teórica les permitiría deslindar las distintas corrientes, dando cohesión a por lo menos una de ellas.

Asimismo, plantean que todas las organizaciones estan cruzadas por corrientes chavistas, por lo tanto sería necesario avanzar en procesos unitarios con individualidades, sectores, grupos y partidos. Asi como una relación más profunda con los grupos locales que hacen labor reivindicativa, cultural, cooperativista, ecologistas, entre otras. Relación ésta que debería concretarse en la construcción de niveles de coordinación local y regional en principio, para luego avanzar en procesos de coordinación de carácter nacional.

Es un hecho evidente que esta política le permitiría al “chavismo disidente” ampliar la relación con diversos grupos e individualidades organizados de los movimientos sociales, pero también es verdad que paralizó el proceso de construcción de una nueva organicidad y culminó con la desaparición del trabajo a realizar.

Esto último, tiene que ver con que se desarrolló una concepción de una nueva organicidad que tiene muchas cosas buenas que hemos reivindicado y necesario seguir trabajando, pero que subestima la construcción de una nueva organicidad de carácter popular y revolucionaria. Además, la propia situación del “chavismo disidente”, convertido en un aparato burocrático nostálgico, alejado de las masas y empeñado en su propia defensa, atenta contra un mayor desarrollo de esa política.

Las contradicciones anotadas no pudieran resolverse y se produjo la desintegración del núcleo de los exministros y no su fortalecimiento. De hecho, eso tiene sus razones en la dinámica que va desarrollando el planteamiento de la convergencia para construcción de una nueva organicidad.

Creemos que cualquier lucha concreta que sigan desarrollando los “chavistas disidentes”, demostrará la necesidad de una dirección política, de una coordinación de esfuerzos e iniciativas, de un plan de lucha, de una política para la presente coyuntura y de una política a mediano y largo plazo.

¡Que se abran cien flores y florezcan cien escuelas de pensamiento… ¡

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Y alli se quedan

Izarra, Giordani, Cabezas y Ramírez no logran la unidad politica necesaria para avanzar

La lucha ideológica es un factor ausente en la formulación de la línea política para construir una nueva organicidad para la liberación del pais. Existe una profunda lucha de tendencias, no se oculta, sino que conscientemente se impulsa y canaliza tan sólo los enfrentamientos contra el madurismo desde el chavismo.

Si construir una nueva organicidad para la liberación del pais es hoy algo muy distinto a lo que era cuando fueron ministros de Chávez, ello se debe fundamentalmente a que en todo momento la lucha ideológica ha sido silenciada. Si hoy existe en el chavismo un alto grado de unidad contra el madurismo, ello se debe a que no existe un esfuerzo por mantener una lucha ideológica más o menos permanente y creadora.

Quien lea con detenimiento el artículo de Andrés Izarra, “Tareas del chavismo”, https://www.aporrea.org/ideologia/a300240.html, el artículo de Giordani, “La maldición e inmolación de Chávez“, https://www.aporrea.org/actualidad/a266943, la “Carta a la Izquierda” de Rodrigo Cabezas, https://contrapunto.com/nacional/politica/rodrigo-cabezas-le-escribe-una-carta-al-mundo-de-la-izquierda-internacional/ y el artículo de Rafael Ramírez “El meollo del problema al desnudo“, https://www.aporrea.org/energia/a300041, encontrará en ellos el reflejo de una constante lucha de tendencias; más no ideológica.

La base del planteamiento de los exministros es la organización en su conjunto de compartir los planteamientos de una línea politica sin comprender el alcance y significación de la actividad de construcción de una nueva organicidad chavista.

Vienen madurando en forma más o menos inconsciente, la subestimación de las tareas de construcción de esa nueva organicidad para la liberación del pais; que se expresa en una mentalidad que tiende a ajustar las conveniencias e intereses personales o grupales que al trabajo a realizar.

Esto último, se ve reflejada en una gran cantidad de materiales publicados que en su esencia estan dirigidos tan sólo a promover el sentimiento anti-madurista. Y alli se quedan, sin lograr el objetivo de la unidad politica necesaria para avanzar.

¡Que se abran cien flores y florezcan cien escuelas de pensamiento… ¡