Ecuador: Como el movimiento indígena está desbaratando el equema del poder

Juan Cuvi es miembro de la Comisión Nacional Anticorrupción (CNA), Master en Desarrollo Local. Director de la Fundación Donum, Cuenca. Ex dirigente de la guerrilla Alfaro Vive Carajo, Parte de la Red Ecuador Decide Mejor Sin TLC.



Cómo desbaratar un esquema

Por Juan Cuvi

Ecuador Today

El movimiento indígena está actuando con una lógica que contradice todos los convencionalismos políticos. En primer lugar, obtuvo una votación impredecible e indetectable en las pasadas elecciones; luego, ejerció todas las presiones posibles para evidenciar las irregularidades cometidas durante el escrutinio; finalmente, llama a votar nulo en la segunda vuelta. Hay, sin lugar a duda, una estrategia coherente detrás de estos hechos.

Las alarmas de la anquilosada institucionalidad política y electoral ya se activaron. Como en todo sistema que funciona a partir de procedimiento estandarizados, la presencia de una anomalía provoca un cortocircuito general. Ya se puede oler la chamusquina de los cables pelados.

Desde los grupos de poder se ha desatado una feroz ofensiva en contra de la propuesta del voto nulo. Las críticas incluso llegan al extremo de ridiculizar esta posición. Ciertos sectores de la derecha de jalan de los pelos argumentando que se le estaría facilitando el retorno al correísmo corrupto y autoritario. Como si ellos mismos no fueran los principales responsables de esa posibilidad: bastaba con que Guillermo Lasso aceptara su derrota el 7 de febrero para darle los santos óleos al populismo de Alianza PAIS. En una segunda vuelta frente al candidato de Pachakutik, Andrés Arauz era cadáver.

Lo que más les enloquece a estos adalides de la formalidad política es que el movimiento indígena está desbaratando este esquema de dominación política con los mismos instrumentos del sistema. Les está dando una cucharada de su propio brebaje. Porque pronunciarse a favor del voto nulo no incumple con ninguno de los preceptos de la democracia representativa. Es un derecho tan válido como optar por uno de los candidatos finalistas.

En realidad, más que a una disputa electoral estamos asistiendo a una posible inflexión de la vieja lógica del poder. El panorama político no solo es incierto, sino extremadamente frágil. Una profunda crisis de inestabilidad está a la vuelta de la esquina. Y no serán las elecciones, sino las fuerzas políticas en disputa, las que terminen dirimiendo el conflicto. Al movimiento indígena, la línea de continuidad entre el paro de octubre de 2019, el triunfo electoral del 7 de febrero y un eventual éxito del voto nulo el próximo 11 de abril le perfilan como un actor central en un escenario de crisis.

El gobierno que surja de las próximas elecciones tendrá que atravesar el desierto de la convulsión política sin el agua de la legitimidad electoral. Por eso, ambas candidaturas finalistas están desesperadas por congraciarse con el movimiento indígena. Saben que ahí radica uno de los principales factores para alivianar o acrecentar la carga. La diferencia es que ahora tendrán que negociar con un actor legitimado en la lucha social y en las urnas.

Marzo 24, 2021

Juan Cuvi es miembro de la Comisión Nacional Anticorrupción (CNA), Master en Desarrollo Local. Director de la Fundación Donum, Cuenca. Exdirigente de la guerrilla Alfaro Vive Carajo, Parte de la Red Ecudor Decide Mejor Sin TLC.