Aportes para una caracterización de la coyuntura venezolana en el primer trimestre de 2021: Caramelos de cianuro

Artículo de este integrante de la oposición chavista a Maduro organizada en la Plataforma en Defensa de la Constitución Bolivariana.



Aportes para una caracterización de la coyuntura venezolana en el primer trimestre de 2021

Caramelos de cianuro

1.- Caracterizar la coyuntura es intentar describir los rasgos más resaltantes que, en un determinado momento, la componen. Es intentar sistematizar las fuerzas que operan en su interior y entender la resultante de las mismas. Es intentar interpretar el significado de los acontecimientos que han ocurrido y ocurren, todo ello para intentar saber a qué atenernos. Los intentos por caracterizar la coyuntura, individuales o colectivos, pretenden informar, iluminar y hacer actual permanentemente nuestro accionar político. No es un ejercicio que desagrade, pero se intenta más por necesidad que por deleite.

En ese sentido destaco la aparición, el pasado 12 de febrero de 2021 de la carta titulada “Venezuela: El sonido del silencio de las víctimas o la coartada antiimperialista de los victimarios” escrita por el político y economista zuliano Rodrigo Cabezas, de larga trayectoria en la izquierda venezolana. Como no ignoro que el autor concita los afectos más intensos y los odios más feroces, al tiempo que la total indiferencia, recomiendo altamente el confrontarse con el texto haciendo caso omiso del autor. En alguna medida, con ese texto podría decirse que culmina el tiempo de los diagnósticos, y tener esa virtud no es poca cosa para un documento político.

Junto a eso, como banda sonora de la coyuntura, se escucha un rumor de diálogo entre nosotros, entre nosotros y otros, y entre los otros entre ellos. Pincelada de luz en el sombrío cuadro de la situación actual, ese multidiálogo que recorre el país, como lo planteó en el 2016 el prof. Esteban Emilio Mosonyi, es la condición sine qua non para salir de este abismo de destrucción en el que nos encontramos. Escucharnos no es un trámite ornamental en la presente coyuntura. Escucharnos es una base necesaria pero no suficiente del proceso de reconstrucción nacional que está planteado. Escucharnos entre unos y otros no es suficiente para superar la situación, pero sin escucharnos no hay salida.

 

2.- Tras el 6 de diciembre de 2020, junto al del COVID-19 se enseñorea a lo largo y ancho del país el maligno polivirus de “las cuatro des”: Desesperanza, desconfianza, desencanto y desaliento.

Ese fue un momento en el que pareciera haberse dicho masivamente algo como: “que sea lo que Dios quiera, pero yo no salgo en esa foto.”  No desconozco, en ese 70% de abstención, la incidencia del llamado a no votar que hicieron Trump, la Unión Europea, Leopoldo López, María Corina Machado, Juan Guaidó, Henry Ramos Allup, Julio Borges y otros, pero no la considero mayoritaria. Una mitad grande de los abstencionistas lo fueron por asco, por náusea, por no resistirse a la tentación de no hacer caso. ¡Que vayas a votar! ¡No voto un carajo y punto!

A causa de que toda la cara de cañón que se quería expresar se quedaba en eso, en gesto, en mueca, y que, mientras tanto, los “electos” se enfundaban sus curules y empezaban a cuadrar cómo era que iban a pagar y darse el vuelto ellos mismos, la sensación de asfixia no hizo sino crecer. No solo era posible estar en una situación mucho peor que la anterior, sino que además era necesario admitir que se llegó a ella por la inacción de la mayoría de la población. Esa era la anunciada consecuencia de no votar.

Si en vez del 30% hubiese votado el 70% del REP, y hubiese operado el rechazo del 85% del pueblo al gobierno de Maduro/Cabello/Padrino, la Asamblea Nacional sería de mayoría antigobierno y lo que se pudiera esperar sobre las decisiones para un nuevo CNE, para la renovación del TSJ, para el nombramiento del Fiscal General de la Nación serían cosas que tendrían a la gente de todo menos deprimida. Todo el mundo estaría activado, que es la mejor actitud posible para impedir seguir cayendo en el abismo. Pero ganó la abstención y con él se extendió el maligno polivirus de “las cuatro des”.

 

3.- El Covid-19 sigue hablando su parla de muerte y ni así alguien lo escucha. Muchos han  establecido un paralelismo entre la asfixia, la insuficiencia respiratoria que produce el coronavirus, y la asfixia que la especie humana, en muy diversos grados de responsabilidad, le produce a la biósfera, a la Pachamama, a la Madre Tierra, al sistema Gaia, como se le quiera llamar, pero el caso es que seguimos sin entender lo que pasa, ¿por qué para unos es nada, para otros una gripeciña, para otros es una gripezota que los lleva a ver el orificio de entrada del famoso túnel y a otros muchos, muchísimos, los hace pasar ese túnel con salida al otro mundo? ¿Qué nos está diciendo la pandemia sobre la  biodiversidad? De lo que si nos está hablando clarito la pandemia es sobre el capitalismo, sobre ese neoliberalismo salvaje que presenciamos en la carrera hacia las vacunas. Sobre ese descarnado “tanto tienes, tanto vales” que está expresado en el hecho de que mientras el Norte Global tiene suministro garantizado de vacunas, el Sur Global ya sabe que no podrá vacunarse. Y aunque eso implique que nunca nos curemos, como humanidad, el Covid-19 seguirá fluctuando en la bolsa de valores, transformadas su curación y su prevención en la mercancía que alimenta a la industria farmacéutica

4.- La reinstitucionalización de la Asamblea Nacional (en adelante AN) empezó a ser saboteada por el PSUV el mismo día de la instalación, el pasado 5 de enero, cuando se le negó su correspondiente sillón al diputado Oscar Figuera, del PCV, para decirle con esa “broma inocente” la animadversión que suscitaba. Que a él no lo quería ni el gobierno de Maduro/Cabello/Padrino, que lo odiaba por disidente, ni la oposición tradicional de centro y derecha con quien no tenía vínculo alguno.

Un mes más tarde, con ocasión del debate parlamentario  sobre el acuerdo de la AN en torno al significado del 4 de febrero de 1992, sucedió algo que retrató a la actual AN de un modo minucioso. El diputado del PCV, Oscar Figuera, pidió la palabra con el propósito de delimitar el apoyo del PCV a la primera parte del acuerdo propuesto para la votación, mas no con la segunda. Sin embargo, la intervención del diputado Figuera tenía más que ver con aludir, con derecho propio, al imaginario chavista sin pagarle impuestos al PSUV, sino como dando a entender que Chávez es de todos. Más vale que no. Lo agarró en la bajadita nada más y nada menos que el flamante Presidente del Poder Legislativo, Dr. Jorge Rodríguez, para decirle, en parrafadas espaciadas de modo de permitir que la bancada del PSUV las aplaudiera de pie, mientras veían con odio al diputado Figuera en la más cobarde y ominosa actitud de todos contra uno, y con sus palabras que no son las mías, que se bajara de la nube, que Chávez era una franquicia que ellos controlaban, un logotipo que sólo ellos podían usar. También le restregó que no le importaba un comino la trayectoria de los partidos históricos, que las propuestas de acuerdo para la AN se aceptaban o se rechazaban, pero que no se picaban por la mitad. Y los aplausos de pie a la intervención del diputado Rodríguez, y las expresiones de odio contra el diputado Oscar Figuera eran la más diáfana exhibición de la actitud que se tenía: Aplastar la disidencia.

Con ese corazón se va a la Comisión Parlamentaria por el Diálogo y la Reconciliación Nacional.

Me honro con la amistad de Oscar Figuera desde los años setenta del siglo pasado, cuando él desde la Central de Trabajadores de Aragua (CTA), y yo desde la Central Nacional de Trabajadores Textiles (CENTRATEX), impulsábamos la existencia de la Central Unitaria de Trabajadores de Venezuela (CUTV), que era, hace ese casi medio siglo, la forma de disentir, de decirle al Sistema, a la Dominación que no, que no nos sometíamos. Sé perfectamente que no le hicieron ni coquito las miradas de odio, ni los aplausos en su contra, de pie, por parte  de la fanaticada oficialista. Que se debe haber reído, pues esa barajita, la de quedarse solo frente a la corrupción, ya la tenía, y desde hace muchos años. Pero en todo caso debe quedar muy claro que la fracción parlamentaria del llamado Gran Polo Patriótico se permitió la voluntad manifiesta de aplastar, casi de desaparecer a quien, en ese momento preciso, los adversaba. Que la exhibición de esa conducta profundamente antidemocrática pareciera no solo no avergonzarlos, sino por el contrario, hacerlos sentir muy orgullosos.

Pueda que a mucha gente eso le parezca algo banal, indigno de ser comentado, pero yo creo que ese es un descriptor profundo del momento que vivimos.

Sin embargo, solo para contrariar, perdón, solo para contrastar, a los pocos días de lo anteriormente narrado, las redes sociales ardieron con las imágenes de la fiesta de cumpleaños de de la novia del presidente del Poder Legislativo, Dr. Jorge Rodríguez, amenizada con un concierto privado de la banda de rock “Caramelos de cianuro”.

En la foto de los miembros de la referida banda de rock con la cumpleañera nadie llevaba tapaboca, y no guardaban distanciamiento físico, pero ese cumpleaños sí estaba permitido.

Hace setenta años, en 1951, pasaba lo mismo. Los altos funcionarios de aquél “gobierno” también daban fiestas rimbombantes, amenizadas por las mejores orquestas, y hacían lo posible para que eso se supiera en todos lados, de modo que todo el mundo temiese la dimensión de su poder. En el país en el que centenares de miles de niños hacen una sola comida y además falla, el presidente del Poder Legislativo y su novia celebran el cumpleaños de ésta con un concierto privado de la banda de rock “Caramelos de cianuro”. Si ese fue el acompañamiento musical, ¿con qué brindarían?

El hecho sacó a relucir al Leoncio Martínez, al Job Pim, al Aquiles Nazoa que habita en el pueblo venezolano, cuando el twittero @maisong lanzó a las redes su histórico y nunca bien ponderado : “ Asier, Asier, Asier que se gobierna…”

La profundización obscena de la desigualdad social es el ámbito en el que se produce la presente coyuntura. Eso es, sin duda, lo que más está pasando. Muchisísimos con muy poquito. Muy poquitos con muchisísimo.

5.-  La cosa electoral está bastante más complicada de lo que se podría imaginar.

La procesión del PSUV es pública y notoria. Entre otras manifestaciones, como el regaño público del presidente Maduro al precandidato que se lanzó en el estado Bolívar por jugar “posición adelantada”, o como las intervenciones del vicepresidente del partido, diputado Diosdado Cabello, en la Plenaria extraordinaria de éste, ordenando al resto de los partidos del llamado Gran Polo Patriótico que se abstuvieran de postular candidatos del PSUV, que las designaciones se conocerían en su momento, estamos llegando a la consigna de la democracia participativa y protagónica: “ Lo que diga Nicolás”.

En el campo de la múltiple oposición al gobierno de Maduro/Cabello/Padrino, la procesión es otra pero también hay procesión.

El universo de la oposición guaidoísta se impactó con la carta pública que destacadas personalidades de ese espacio político le dirigieron a Juan Guaidó para que encabezara el regreso a la ruta electoral. El documento examinaba, con una crudeza que revelaba una dolorosa cercanía con la política del mantra, las consecuencias nefastas de seguir abandonando los espacios y proponía, con claridad meridiana, el retorno a la ruta electoral por más espinosa y ardua que resultara ésta. Pero el video, cuidadosamente realizado en sus detalles de producción, como la separación en micro capítulos por ejemplo, difundido por María Corina Machado, en el que aparece apoyando el recrudecimiento de las sanciones y llamando a la población a prepararse para la “etapa dura”, no permiten creer que el camino a la ruta electoral esté despejado.

En el ámbito de la oposición que se deslindó del guaidoísmo y rompió con la dictadura de la Maquinaria López, Henry Ramos Allup y Julio Borges, junto a fuerzas con perfil propio como Avanzada Progresista y Soluciones, que conforman bancada en la AN, no tienen problema alguno en participar, antes bien, son fervientes defensores de la participación electoral, lo que parecen no saber es cómo.  

Para el espacio de la oposición al gobierno del presidente Maduro que proviene del proceso bolivariano, este es el momento de máxima reivindicación de la Constitución de 1999: El Referendo Revocatorio del próximo año 2022. Y se mira a las Elecciones Regionales de finales de este año 2021 desde la perspectiva y el compromiso del Referendo Revocatorio.

La abstención que el pasado 6 de diciembre no se abstuvo por acatar línea de Trump, ni de la Unión Europea, ni de Guaidó, ni de Machado, ni de nadie, sino por asco del universo de la política y los políticos, por hastío, por náusea, también ve como algo inútil el persistir en esa conducta pero no tiene fácil explicarse qué fue lo que cambió para tener otra actitud, en fin.

Dentro de ese 85% de rechazo al presidente Maduro que reflejan las encuestas está ese 67,2% de la población que, de acuerdo a DATANALISIS, no se reconoce ni del gobierno ni de la oposición. El modo en que ese deseo de cambio, que está implícito en el descomunal rechazo, tome una expresión electoral en la mayoría de la población, no es en modo alguno un tiro al piso.

6.- Mientras tanto, los verdaderos caramelos de cianuro que nos regala el gobierno de Maduro/Cabello/Padrino a cada rato, están relacionados con la aplicación de ese engendro mortuorio de la espuria, ya fenecida, y siempre mal llamada Asamblea Nacional Constituyente, que pasaría muy bien como la Constitución Nacional de la República de Alí-Babá y los cuarenta ladrones y que se conoció como la Ley Antibloqueo.

¿Vendieron Lácteos “Los Andes”? ¿A los iraníes?¿Por cuánto?¿Y el control obrero?¿Vendieron  Agro-Patria, ex Agro Isleña, a un consorcio de capital en código cifrado?¿Militares?

¿Están desguazando campos petroleros de operaciones integradas para venderlos por peso, como si de chatarra se tratase?

¿Está invirtiéndose el desfalco en comprar a Venezuela a precio de gallina flaca, en secreto, sin licitación, sin aviso ni protesto?

¿Se conocerá, en el futuro, al Socialismo del Siglo XXI como el sistema en el que el pueblo no tenía derecho a saber ni conocer lo que se hacía con sus recursos?

¿Qué sigue? ¿CANTV? Hablan del mexicano Carlos Slim. ¿Será verdad?

Uno de los caramelos de cianuro que más recurrentemente aplica el gobierno de Maduro/Cabello/Padrino es el de la desinformación. Del Boletín Epidemiológico en adelante se nos arrebató el derecho a saber las materias que son de carácter público y de actualización y publicación obligatoria. Pero mucho más que eso, se criminaliza el querer saber. Como pocos descriptores de la coyuntura está el secreto, la opacidad y más allá de eso el “mejor no quieras saber”, mira lo que le pasó a Alcedo Mora, mira lo que le pasó a Carlos Lanz…

7.- “Quien no sabe a qué puerto se dirige, ningún viento le es favorable” nos recuerda Séneca, y aplica su aserto perfectamente a nuestra situación. Para que el potente viento del 85% de rechazo al presidente Maduro, conduzca al deseado puerto de la salida de este gobierno a la embarcación en la que navega el pueblo de Venezuela, es necesario discutir mucho para poder ponernos de acuerdo. Tenemos que apurarnos. Nos queda muy poco tiempo.