Mónica Baltodano: «Heluchado más contra estedictador que contra Somoza”
La Prensa
Aquí cuenta cómo fueron las campañas de navidad sin presospolíticos en los años 60 y 70. Analiza el presente de la oposición y elposible escenario de un fraude electoral.
Este es el tercer año en que Nicaragua hay una campaña llamada “Navidad sin presos políticos”. Era algo que no se vivíadesde los tiempos de la dictadura somocista.Mónica Baltodano fue presa política en tiempos de Somoza y enestos primeros días de diciembre ha estado trabajando contemas relacionados a las históricas campañas que se hacían afavor de ellos. Aquí cuenta cómo fueron, en qué se diferencia larepresión de antes con la de ahora, el papel que tiene en labúsqueda por salir de la dictadura, el presente de la oposición yel posible escenario de un fraude electoral.También recuerda los años en que estuvo presa en las cárcelesde Somoza y aquellas manifestaciones por las cuales logró serliberada.¿Cómo fue ser presa política en tiempos de Somoza?La cárcel para las mujeres fue mucho más dura que para loshombres, porque los hombres estaban en La Modelo. Teníanalgunas cosas como el sol, departían entre ellos, mientras lasmujeres estábamos en la central de Policía en donde nuestrasceldas eran de dos por tres y nos mantenían en aislamiento. En1978 se hizo una larga carta de parte de las presas paradenunciar estas condiciones. Pero nosotros, al igual que lospresos de hoy, desde adentro hacíamos resistencia y éramosacuerpados por las personas de afuera.¿Cree que ese acuerpamiento de parte de los ciudadanos habajado en la actualidad?El gran drama que hay ahora es el control de las universidades ypor eso expulsaron a todos los estudiantes que lideraban.Porque saben que el movimiento estudiantil es una fuerzabeligerante que siempre es más generosa en esta lucha. Porejemplo, en 1971 todos los colegios religiosos fueron tomadospor los estudiantes, se tomaron iglesias, catedrales fuerontomadas demandando la libertad de los presos políticos. Desdefinales de los 60 y sobre todo en los años 70 nosotroshacíamos tomas de iglesias, de colegios. En verdad que habíarepresión, pero teníamos la opción de la movilización ysalíamos caminando de Managua hacia León en gruposestudiantiles.Muchos sandinistas participaron de estas acciones y sufrieroncárcel. ¿Por qué cree que el régimen no deja realizar este tipode protestas?Daniel Ortega actúa así porque junto a su esposa han construidoun muro. No tiene bandera y no está inspirado por ningúnprincipio, ni por ningún proyecto, todo lo que hablan de defensadel pueblo es pura palabrería. Es un muro que se centra en ladefensa del poder a toda costa. Hubo un tiempo que el mismoSomoza se miraba inamovible, pero la gente supo encontrar lasmaneras.Lea: «Es una vergüenza la actitud del Ejército»Hay alguna manifestación que recuerde en especial.En 1973 hubo una jornada por la libertad de solo dos presospolíticos. Francisco Ramírez, que era un guardia que fue condenado a seis años de cárcel por haber entregado su fusil ala guerrilla y lo descubrieron. Cuando se hizo esta campaña, élya tenía ocho años detenido y ya había cumplido su condena. Elotro era un profesor universitario llamado Efraín, que lo habíancapturado y como era socialista lo tenían detenido sin ningúntipo de juicio. Fue una campaña de dos meses entre diciembre yenero. Ellos salieron a finales de enero. Con decirte quemonseñor (Miguel) Obando fue junto a Carlos Tünnermann yotros académicos, los que conformaron el primer comité por lalibertad y la Navidad sin presos políticos en el año 1969.En estas campañas incluso participó la madre de DanielOrtega.En 1968 las madres de los presos políticos le hicieron una cartaa Robert Kennedy, donde plantearon la situación y le solicitaronque intercediera por ellos. La recibió y dijo que los senadoresestaban informados. Entre esas madres estaba la mamá deDaniel Ortega, doña Lidia Saavedra. Desde ese año, la lucha porlos presos políticos era una lucha de todo el año, no erasolamente para la Navidad. Había jornadas que sedesarrollaban a lo largo del año, había huelgas de los propiospresos que se encadenaban con la de las madres que se iban ala Cruz Roja.¿Por qué cree que tuvieron éxito estas campañas?En el régimen de Somoza, que yo lo he estudiado mucho, habíaciertos espacios entre las instituciones y te encontrabas enalgunos casos a jueces que daban fallos completamente libres.Ahora el que te vigila, el que te acosa y el que te reprime, tecaptura, te juzga, te condena y te maltrata es el mismo aparatoque depende de una sola voz que está en El Carmen. Ese es unmatiz diferente con otras dictaduras. Eso explica mucho lasdificultades que se están viviendo actualmente. Nadie llegó apensar en los años 60 que, por ejemplo, se hicieron dosenormes jornadas pidiendo la liberación de presos políticos y seconsiguió la libertad de Germán Pomares, Catalino Flores,Santos Medina y de una serie de presos políticos que nadiepensaba que la dictadura los iba a soltar. Yo misma salímediante una de estas jornadas.¿Se imaginó alguna vez que tendríamos luego de 40 años otrascampañas de Navidad sin presos políticos?Yo nunca me imaginé que un régimen o un gobierno que seconsiderara sandinista podía realizar los actos y crímenes delesa humanidad que se realizaron en 2018. Llegar a capturar a800 personas, entre ellos periodistas. Nunca, nunca me podíaimaginar que eso iba a ocurrir bajo una bandera supuestamentede izquierda, progresista o revolucionaria. Por eso sostengo quees un régimen que verdaderamente no se puede enfrentar comosi fuera de izquierdas. No es de izquierdas, pero es un régimenque tiene que ser enfrentado con la unidad de todo un pueblosin distingos ideológicos o políticos, porque solamente con launidad de todas las fuerzas es que vamos a impedir que seprolongue. Su afán es prolongarse más allá del año que viene.Hablando de unidad, se dice que parte del oxígeno que todavíatiene la dictadura se lo debe a esta oposición que se mira dividida.Siempre ante regímenes dictatoriales y criminales hay sectoresque se vuelven bien pragmáticos. El sector empresarial escriticado porque ya se había advertido de que lo que estabahaciendo Daniel Ortega era construir una dictadura. Elempresariado volvió a ver a otro lado y puso como que laagenda democrática no era su principal interés. Pero solamentela movilización social es la que puede romper muchas cosas.Un ejemplo.Esta movilización popular puede impedir que ciertos sectoresde la politiquería ya conocida, el zancudismo o el empresariofrío retornen al esquema de vivir como si aquí no pasa nada.Por eso el régimen pone tanto énfasis en impedir lamovilización. Por eso la principal tarea de quienes quierenderribar esta dictadura debe ser la de la organización popular ytiene que ser tomando en cuenta los problemas reales ycotidianos de la gente, si no la gente no entiende el lenguajepolítico y no es así.¿Qué papel juega usted actualmente en esta lucha por salir dela dictadura?Mirá, nosotros consideramos que por todo el conjunto defactores que se están moviendo el protagonismo principal debeser de las nuevas generaciones, nuevos liderazgos y quenuestro papel debe ser de acompañamiento, de brindarelementos de investigación, de experiencia, pero sinprotagonismos en primera línea. Ya que hay un rechazo de lagente a nuestra generación. Hay que darles visibilidad a lasnuevas generaciones, pero sin eludir nuestra responsabilidad.¿Por qué cree que se ha despertado este rechazo?En parte es un rechazo que tiene que ver con trabajos deinteligencia dirigido por el propio régimen. La dictadura tieneuna línea clarísima del principio de dividir para vencer, entonces,trata de crear contradicciones, fisuras y rechazos, mediante susagentes y redes sociales en las que tienen control dondeorganizan ese tipo de campañas. Pero también es verdad queeste régimen navega con banderas sandinistas, revolucionariasy de izquierdas y hay una respuesta por un sector de lasociedad que yo diría un poco inmadura y con poco análisispolítico y que optan por el rechazo general. Sin darse cuentaque las posibilidades para parar esta dictadura solo puedenestar en la más amplia unidad. Eso no significa que vamos adejar de pensar diferente. Hay que dejar las actitudes sectarias.Mencionó la parte de la responsabilidad. ¿Usted quéresponsabilidad tiene en todo esto que está pasando?Desde el año 1998, cuando comenzó a fraguarse el pacto,empezamos a denunciarlo. Mirábamos el peligro para lainstitucionalidad frágil que todavía teníamos ante los arreglosde Arnoldo Alemán y Daniel Ortega. A lo largo de 22 años hetenido una conducta absolutamente diáfana para enfrentar laspolíticas de Daniel Ortega y la corrupción. Hemos sufridorepresión y yo recuerdo hace unos 10 años que la Policía noslevantó porque tratamos de romper un cerco que evitaba larealización de una movilización. Yo digo que he luchado máscontra este dictador que contra Somoza. Me siento parte activay beligerante de mi lucha antidictatorial desde mucho antes y nome siento bajo ningún concepto responsable de esta dictadura de Daniel Ortega.¿Por qué no pudieron evitar desde dentro que Ortega se hicieracon el control del partido?Es un proceso bien complejo y que es muy difícil exponer conbrevedad. Desde que Ortega dejó de ser presidente manejó lasriendas económicas del Frente Sandinista y las riendas de lasorganizaciones populares. Se convirtió como el interlocutor. Poresos medios fue excluyendo y expulsando a todo el que se leoponía. Así hacen los caudillos, dictadores y fascistas. Ortegautilizó métodos fascistas para excluirnos. Esto que nosotrosvemos contra la sociedad se aplicó primero contra la disidenciainterna. Tanto el acoso, las amenazas, el chantaje, todo esoocurrió y de esa manera se fue apoderando del aparatopartidario.¿Usted que vivió la dictadura Somocista cómo cree que se salede este dictador?La única manera que ha conocido la humanidad es a través devencer el miedo. Si nos dejamos vencer por el miedo, vamos atener dictadura para mucho tiempo. Sin exponerseinnecesariamente porque no se trata de eso, pero la oposiciónen su conjunto va a tener que aprender de que la única maneraes superando el miedo. Este nos paraliza, nos desmoviliza yhace que tareas no se realicen por pensar que puede pasar talcosa.¿Ortega ya superó a Somoza?Ambos son tan dictadores y tan crueles tanto el uno como elotro. Pero, además, Ortega es cobarde. Es una dictaduracobarde porque ahora se enfrenta a un pueblo desarmado. Noes como antes que pudimos desarrollar un movimiento armadocapaz de obtener la victoria con el apoyo popular. Aquírealmente lo que determinó la victoria fue el levantamiento detodo el pueblo por medio de las insurrecciones. No fue nadamás el Frente Sandinista y ese es mi enfoque histórico sobreesa jornada. Fue el pueblo, cuando se decidió y se alzó enarmas. No fue la organización pequeña del Frente Sandinista laque lo consiguió. Somoza masacró en 1959 a cuatroestudiantes, mientras que en dos meses este hombre (Ortega)asesinó a más 300 personas. Yo siempre he dicho que elSomoza del principio no es el Somoza del final y Ortega en solosus primeros años de dictadura mató a más personas queSomoza.En uno de sus arranques de 2018, Rosario Murillo llamósomocistas a todos los que protestaban contra su dictadura.Son los mecanismos para la construcción de su narrativa. Ellosintentan mantener el núcleo duro de respaldo de losparamilitares y los mantienen con la narrativa de que ellossiguen siendo sandinistas, que lo que defienden es el poder delpueblo, que defienden la segunda etapa de la revolución y todoes completamente falso.Además: El viaje de Mónica Baltodano ¿Cree que en Nicaragua todavía hay somocistas?Todavía quedan algunos que se reivindican y uno los ve enredes sociales. Algunos dicen que con Somoza no hubomasacre, que nunca tiraron bombas de 500 libras y lo dicen de la manera más descarada. Arnoldo Alemán venía delsomocismo y reivindicaba ese liberalismo.Más allá de personajes como Juan Carlos Ortega y otros hijosdel anillo de poder del orteguismo, ¿cree que hay una nuevageneración de sandinistas que queden haciéndose llamar unaespecie de herederos de la revolución?Si uno mira la historia, esas ideas no fenecen de un día paraotro. Sí habrá, pero eso yo no lo miro negativo porque estamosreivindicando la posibilidad de que siga existiendo la pluralidadde ideas. Si hay gente que se diga comunista, que se reivindiquecomo socialista o de ultraderecha ese no es el problema. Elproblema es cómo mediamos entre estas diferencias y si unosquieren eliminar a otros físicamente. Para mí el problema noestá en la existencia de diferentes ideas, sino en la debilidad dela democracia que hace que pueda llegar un caudillo que seadueñe de todos los poderes del Estado y que con mano dehierro reprima al que piensa diferente o que deje un reguero decadáveres.Se nota una especie de apatía de la población hacia gran partede la oposición.Esto es porque se siente una desconexión entre los liderazgos yel accionar de la sublevación de abril. No podemos olvidar quemuchos de los artífices de esa sublevación siguen en el exilio,presos y otros que siguen acosados de tal magnitud que nopueden ni moverse. Hay una cierta desconexión que tiene queser resuelta. Y yo no te voy a decir cómo se resuelve, pero debede hacerse y esa es la única manera de salir de esta dictadura yyo creo que es por medio del relevantamiento de la luchapopular.Hay gente que tiene puestas todas sus esperanzas en laselecciones de 2021 y siempre existe el escenario de un nuevofraude electoral.Ese es el escenario más dramático y que en medio de una grandesmovilización, en medio de una gran incapacidad de construiruna unidad, Ortega se salga con la suya, haga reformascosméticas que pueden engañar a los mecanismosinternacionales y haga un nuevo fraude electoral. Ese es unescenario y deberían de pensar en eso los que por interesesmezquinos y pujas de poder no están poniendo su mejoresfuerzo por hacer una unidad.