MST realiza ocupaciones para presionar a Lula

29.Mar.04    Análisis y Noticias

Sintierras lanzan nueva campaña de invasiones de haciendas en Brasil

BRASILIA, 28 (AFP). El Movimiento de los trabajadores rurales Sin Tierra (MST) lanzó este fin de semana una nueva campaña de ocupación de tierras para reclamar el cumplimiento de las promesas de reforma agraria formuladas por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Tres propiedades fueron ocupadas el sábado, y otras cuatro, este domingo por unas 2.000 familias en el estado de Pernambuco (nordeste), indicó la estatal Agencia Brasil.
El diario Correio Braziliense dio parte de otra invasión por 300 familias en el sudoeste del estado de São Paulo (sudeste).
La campaña nacional debe prolongarse hasta el 17 de abril, fecha del octavo aniversario de la matanza en 1996 de 19 labriegos en un enfrentamiento con la Policía Militar en el estado de Pará (noreste), precisó el líder del MST en Pernambuco, Jaime Amorim, citado por la agencia.
Amorim explicó que el objetivo es “presionar al Gobierno Federal para que acelere el proceso de reforma agraria”.
Lula prometió a fines del año pasado asentar a 115.000 familias este año y a 400.000 en todo su mandato (2003-2006).
Sin embargo, el programa sufre grandes retrasos: en el 2003, el Gobierno había prometido instalar a 60.000 familias, pero al final solo unas 36.000 recibieron parcelas.
El MST ya había amenazado con romper la “tregua” dada a Lula en noviembre.
“El plazo del Gobierno se agotó. No existe ya plazo, no existe tregua. Queremos que el Gobierno se muestre útil y comience el asentamiento de familias”, dijo a mediados de mes el líder del MST, João Paulo Rodrigues.
El sitio en internet del MST (www.mst.org.br) señala en su último informativo que, si no se cumple el objetivo semestral de asentar a 47.000 familias antes de fines de junio, los movimientos campesinos “presionarán por la sustitución de los responsables del fracaso”.
Las invasiones de tierras, consideradas improductivas por sus propietarios, a menudo dan lugar a enfrentamientos con guardias armados contratados por estos últimos.
Casi un millón de brasileños esperan, en precarios campamentos a la vera de los caminos, beneficiarse de los programas de reforma agraria.