Venezuela: Entre privatización y dolarización terminó la Revolución

En lo particular respeto el carácter socialdemócrata o neoliberal que Maduro quiera darle a su proyecto político, lo que no comparto y crítico es que sigan utilizando el nombre y la imagen de Chávez para refugiarse en una propuesta política que está muy lejos del gobierno del pueblo y para el pueblo que Chávez quería para los venezolanos.



Entre privatización y dolarización terminó la Revolución

“Cuando el gato se va de casa los ratones hacen fiesta” Lamentablemente para la mayoría de los venezolanos que ciframos nuestras esperanzas en el Comandante Chávez, tuvimos la desgracia que nos lo arrebataron prematuramente los enemigos del proceso bolivariano.

Más temprano que tarde, se sabrá cuantos de los alacranes que hicieron nido en Miraflores intervinieron en el asesinato del líder de la revolución.

Nadie discute las razones que tendría el Comandante Chávez para entregar las riendas del proceso a Nicolás Maduro, sin embargo no creo que 8 años después de estar en el poder los resultados de su gestión eran los que esperaba Chávez.

A todas luces se ve, aunque con legitimo derecho, el Presidente Nicolás Maduro le ha querido dar un sello personal a su gestión de gobierno, para diferenciarse del gobierno de Chávez, quien por supuesto no puede reclamar el cumplimiento del compromiso que en privado seguramente lo hubo para entregarle tamaña responsabilidad.

Este distanciamiento del gobierno del Presidente Maduro del camino de Chávez, tiene su explicación.

La única manera de poder darle entrada a las políticas económicas que atiendan a los requerimientos de los sectores económicos que están detrás de las medidas sancionatorias impuestas por los últimos presidentes de los EEUU contra funcionarios de su gobierno a quienes califican de corruptos, es introduciendo cambios opuestos a las políticas revolucionarias que venía imponiendo el Comandante Chávez.

 

Cuyo propósito está bien claro, tratar de ablandar esas posturas restrictivas que impiden que su gobierno pueda levantar vuelo en el terreno económico.

Eso en mi opinión no tendría nada de malo que Maduro quiera impulsar su propio proyecto político, para lo cual seguramente cuenta con el apoyo de sus más cercanos colaboradores, con el ánimo de perpetuarse en el poder, pero no ya como chavistas, sino como expresión de la corriente madurista.

Lo que no está bien es que muchos de esos personeros, sigan utilizando a Chávez como su bandera política pata entretener a la masa chavista, que no ha dejado de creer en la posibilidad de un nuevo amanecer revolucionario que los retorne al camino de Chávez.

El tema está en que a las políticas económicas del proyecto de Maduro, se le ve la costura neoliberal, lo cual es contrario al proyecto económico chavista, lo que no deja de ser una dificultad a la hora de venderle a la masa chavista un proyecto que atenta contra el legado de su líder.

Dilema escabroso que tendrán que resolver si quieren avanzar con posibilidades de éxito, el solo hecho de distanciarse del proyecto de Chávez, ya genera desconfianza en quienes respetuosamente aceptaron la recomendación de Chávez de votar por Maduro, pero que después de este desastre que está generando la aplicación de sus políticas neoliberales, pienso que le resultara muy difícil atraer hacia su proyecto político a las bases chavistas.

El desarrollo del proyecto neoliberal que promueve la nueva “oligarquía revolucionaria” desde el gobierno, lleva implícito dos grandes modalidades que representan la orientación de las políticas económicas de la actual gestión gubernamental, la primera la constituye el proceso de “dolarización inducida” donde ha tenido una destacada participación el Banco Central de Venezuela que sirvió para destruir el bolívar, disparando el proceso híper inflacionario a niveles nunca visto en Venezuela y por ende la destrucción del salario de los trabajadores, con sus nefastas consecuencias. Empobrecimiento y hambre en los sectores más vulnerables de la población.

 

 

Pero con una extraordinaria y ventajosa ganancias para la clase pudiente del país, ensanchando cada día más la diferencia social entre pobres y ricos.

En términos más concretos la dolarización del país es el establecimiento de una dictadura monetaria que solo beneficia a los grupos que por años han tenido acceso a las divisas que produce el país, que sin escrúpulo alguno han puesto a circular el dólar “caleta” representados en “bodegones” tipo almacenes, que actúan como rectores de la especulación.

Están trayendo cualquier cantidad de productos importados para suplir los anaqueles de los “bodegones” que colocan en ofertas al público en dólares, que al hacer la conversión en bolívares representan por encima del 200% más caro, que como se compran al detal esos mismo producto en el exterior.

Esa masa de dólares que recogen a diario los ” INVERSIONISTAS” en las ventas que se realizan en los ” bodegones” no quedan registrados en ninguna parte, por lo tanto no son pechados por el fisco nacional, en otras palabras ” Se despachan y se dan el vuelto”

Pero no tan solo eso sino que también dichos ” INVERSIONISTAS” son beneficiados con exoneraciones de impuestos en algunos productos en “premio por desafiar al imperio” y traer productos de otras latitudes donde no llegan los efectos del bloqueo.

Los llamados “INVERSIONISTAS” importadores, tienen el monopolio de los productos con más demanda en el comercio nacional, esa ventaja les permite imponer las normas, todas las transacciones y operaciones comerciales, deben realizarse en dólares y en efectivo.

Mecanismo mediante el cual se apoderan del dólar circulante colocado por ellos mismos en el mercado al precio criminal impuesto por la página Dólar Today y apadrinado por el BCV.

Un vulgar y descarado “negocio redondo” con el cual están arruinando al pueblo venezolano, que se ve obligado a sacrificar los pocos bolívares que obtiene por la vía de los pobres sueldos, salarios, pensiones y bonos que recibe del gobierno, EN LA COMPRA DE DICHOS PRODUCTOS A PRECIOS DOLARIZADOS.

Práctica ruinosa que en cualquier parte del mundo sería catalogada y castigada como delito de lesa humanidad.

Lastimosamente aquí tenemos un gobierno que no ve ni siente los dolores del pueblo, pero si muy preocupado por tender alfombra roja a los más conspicuos representantes de la oligarquía, que está detrás de estos negocios, donde como siempre el país no recibe ningún beneficio.

Para cerrar con broche de oro en su tránsito del gobierno revolucionario iniciado por el comandante Chávez hacia el camino del neoliberalismo, se lanzan por la calle del medio con su plan privatizador disfrazado de alianzas estratégicas.

En lo particular respeto el carácter socialdemócrata o neoliberal que Maduro quiera darle a su proyecto político, lo que no comparto y crítico es que sigan utilizando el nombre y la imagen de Chávez para refugiarse en una propuesta política que está muy lejos del gobierno del pueblo y para el pueblo que Chávez quería para los venezolanos.

Lo que sí puedo asegurar es que el Comandante Chávez nunca pensó que su revolución terminaría en privatizaciones y dolarización.

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Los Consejos Campesinos de Chávez se niegan a morir

GUSTAVO GARCÍA el vocero principal del Consejo Campesino Luchadores por la Paz de la Balsa, anclado en el corazón de Barlovento, dedicado a la producción de cacao, es un ejemplo a la constancia, perseverancia y lealtad al pensamiento bolivariano.

En su lucha por mantener vivo el mandato del Comandante Chávez, cuando llamo a los productores a organizarse con el propósito de mejorar las condiciones socio económico de los campesinos y campesinas para transformarlos en motores del desarrollo productivo agrícola del país, procedió como otros tantos en organizarse en su área productiva.

A partir de ese momento comenzó su vía crucis por los caminos de la burocracia oficial, asistiendo a cuantos eventos convocaban para oir las propuestas de los productores y para llenarse de esperanza con las tantas promesas que surgen de la boca de los representantes de los organismos encargados de atender la demanda de los responsables de los consejos campesinos para impulsar la producción nacional.

Gustavo García desde su inicio como vocero principal del Consejo Campesino, se ha planteado la idea de introducir cambios en la rutina de los productores de cacao, ofreciéndole otras alternativas que le proporcionen mejores condiciones económicas y sociales.

Entre esas alternativas comenzó a diseñar un proyecto para instalar en los predios del Consejo Campesino un CENTRO DE PROCESAMIENTO DE CACAO, para producir materia prima para la exportación, tales como: cacao en polvo, manteca y licor. Con ese fin procedió a darle personalidad jurídica al Consejo Campesino, y nutrirlo de toda su documentación, permisos, códigos, licencia y patente para satisfacer los requisitos de Ley.

Con esa propuesta bajo el brazo ha recorrido durante 8 años las dependencias e instituciones financieras del estado, sin encontrar respuesta, a pesar de haber demostrado hasta la saciedad, que su principal objetivo es fortalecer al gremio de productores de cacao de su región y producir por esta via divisas para el país que bastante las necesita.

Argumentos que no han hecho mella en la resistencia burocrática del estado, sin embargo Gustavo García no ha dado su brazo a torcer y con todo lo que representa esta pandemia sigue dispuesto a continuar transitando en medio de las dificultades hasta lograr implementar su proyecto cacaotero.

En una conversación informal que sostuve con este empecinado productor de cacao, me confesó que además de la fe que tiene en su proyecto, siente que su perseverancia cuenta con la voluntad de Dios y eso es lo que le da fuerza para seguir adelante.

Fortaleza que lo ha llevado a tocar otras puertas, buscando asesoría y acompañamiento. Como resultado de estas últimas gestiones, tiene encaminado la firma de una alianza comercial con una empresa nacional con vínculos internacionales, así mismo un grupo de profesionales están contribuyendo, gestionando financiamiento para dicho proyecto. Además me dijo que goza del respaldo de un amigo llamado SANDY que se encuentra en los Estados Unidos que en los tiempos difíciles nunca le ha dado la espalda.

Esta narrativa parece ser el fiel reflejo de lo que acontece con la mayoría de los medianos productores del campo venezolano, que no gozan de los mismos privilegios que han recibido del gobierno los grandes “empresarios del campo” pero que la mayoría viven en las urbes de las principales ciudades del país, situación que los aleja de las vicisitudes y ronchas que viven los campesinos para poder mantenerse en el campo.

¿Sera que esta pandemia hará el milagro de hacer que las instituciones y entes financieros del estado, admitan que por encima de los intereses de los particulares, están los derechos de un sector de productores nacionales, que deben ser atendidos para que le garanticen los alimentos a la población a precios justos como lo establece la constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela? Particularmente en tiempo de calamidad como la que estamos viviendo.

O hará llamar a la conciencia de los gobernantes para que limpien el camino de las corruptelas que han germinado en el terreno de la producción y comercialización de los alimentos que se producen en el país, al punto que muchos de nuestro rubros agrícolas, pesqueros, avícola y pecuario, ya no están presentes en la mesa de las familias de los sectores populares por sus elevadísimos precios, hoy tristemente dolarizados por voluntad del Banco Central de Venezuela.

De modificarse la conducta como aspiramos de los organismos del estado que conducen la política económica del gobierno, muchos seran los GUSTAVOS GARCÍA que verían cristalizados sus sueños de convertirse en medianos empresarios produciendo divisas para su país, al contrario de lo que hacen la mayoría de los llamados “grandes empresarios” que jamás repatrían un dólar de los tantos negocios que realizan en el exterior con dineros aportados por el estado venezolano.

En medio de estas expectativas el CONSEJO CAMPESINO LUCHADORES POR LA PAZ DE LKA BALSA con Gustavo Garcia al frente seguirá aferrado a su empreño de sobrevivir a pesar de las dificultades.