Perú: Los que resisten y construyen, gobierne quien gobierne

Perú y México fueron los centros del dominio colonial y las rutas del saqueo de riquezas que contribuyeron a la acumulación originaria que sembró y multiplicó las relaciones capitalistas en Europa. Fueron los lugares donde las huestes invasoras descubrieron que había una centralización que compararon a los nacientes estados europeos, pero que en nada se asemejaban.



Perú: Los que resisten y construyen, gobierne quien gobierne

Jaime Yovanovic (Profesor J)

 

Perú y México fueron los centros del dominio colonial y las rutas del saqueo de riquezas que contribuyeron a la acumulación originaria que sembró y multiplicó las relaciones capitalistas en Europa. Fueron los lugares donde las huestes invasoras descubrieron que había una centralización que compararon a los nacientes estados europeos, pero que en nada se asemejaban y así y todo sirvió a sus fines de ocupación, hasta que en México las diferentes resistencias se identifican con las luchas del sur encabezadas por Emiliano Zapata y que duran hasta hoy esta vez encabezadas por los municipios autónomos y los autogobiernos locales.

 

En Perú sucedió algo parecido encabezado por Tupac Amaru cuyo nombre, lucha y experiencias perviven hasta el día de hoy en las zonas rurales, campesinas, indígenas, afrodescendientes y periferias de las ciudades. La gran mayoría de peruanos son quechuas y más aún son los llamados mestizos, es decir con sangre europea, le siguen los aymaras, los amazónicos y finalmente los blancos.

La población urbana es de 70% y poblados rurales 30%, a diferencia de Chile que tiene 88 y 12%, pero en ambos países como en todo nuestro continente, la inmensa cantidad de barrios periféricos (empobrecidos) supera ampliamente la suma de los barrios medios y la pequeña cantidad de barrios altos.

 

En las regiones andinas como Cuzco y Puno todas las ciudades y poblados conservan las tradiciones quechuas y aymaras en todos los terrenos como el arte, la arquitectura, la agricultura, carnavales, etc y aún la subjetividad aymaquecha que llevó a los levantamiento como el de Ilave.

 

En las regiones amazónicas la tónica es la autonomía y los autogobiernos como los de las comunidades ashuar, asháninkas y shipibos.

 

En el campo existen varias organizaciones campesinas la mayoría atrapadas por los partidos y unas pocas autónomas que buscan ampliar sus lazos con las comunidades originarias, algunas están ligadas a los partidos de la izquierda progresista agrupados en la Vía Campesina y la Cloc y otras como las Rondas Campesinas donde una (la de Castillo) está dirigida por la izquierda progresista, otra por otros sectores de izquierda y varias que están explorando las formas de trabajar sin partidos. Algunas organizaciones del campo se han acercado a la propuesta del troskista Hugo Blanco que no abandona su lucha por acceder al poder del estado aunque se diga zapatista.

 

Los maestros tanto urbanos como rurales están divididos en múltiples fracciones derivadas del grupo salido del PC: el Bandera Roja, que tiene varias subdivisiones, una de las cuales devino en el Sendero Luminoso.

 

El sindicalismo en general está dominado por el PC tradicional estalinista y la academia tiene de todas estas tendencias, la mayoría de las cuales se aproximarán a Castillo otras harán de oposición de “izquierda” detrás de los sillones del poder.

 

Entre los académicos hay una camada muy interesante que se apoya en los estudios de Aníbal Quijano sobre la descolonización y la autonomía que rescatan las primeras experiencias de la gran toma de El Salvador en Lima que luego se fue dividiendo y subdividiendo conservándose un pequeño pero activo núcleo que levanta las banderas de la autonomía comunitaria y la autogestión, de forma parecida al Centro Cultural La Legua de Santiago de Chile.

 

Finalmente está la lucha contra las minería que concita la atención y la resistencia de extensas y diversas comunidades donde confluyen varias de las dinámicas señaladas como Cajamarca, donde se instalará uno de los ejes de las pugnas con la burocracia gobernante, como fueron los campamentos sin casa y los consejos comunales campesinos reprimidos por el gobierno progresista de Salvador allende en Chile.

 

Se abre una nueva época en Perú y es necesario superar las diferencias izquierda-derecha para pasar a levantar la lucha identitaria y contra el extractivismo en todas sus manifestaciones, luchas que unifican las realidades de los pueblos originarios, campesinos, poblados, periferias de las ciudades, etc en pos de la autonomía comunitaria que haga posible sembrar las semillas de los autogobiernos locales en todas partes.