Zapatistas en la otra Europa

#ÚltimaHora ¡Las Zapatistas están en Europa! El Escuadrón 421 ha llegado a las Azores!! -publicó en Twitter la cuenta @ezlnenmadrid el 11 de junio.



Editoriales 

Zapatistas en la otra Europa

, actualizada 04:04


Scrito quedó: En el sexto mes del calendario, la Montaña habrá de avistar las costas del puerto de Vigo (Ciudad olívica), Pontevedra, en la Comunidad Autónoma de Galicia, Estado Español. Atracará frente al viejo olivo que le da sombra al mar e identidad a quienes viven y trabajan en esas costas. Y sucedió. Serían las 22:10:15 horas del 10 de junio cuando, entre las brumas de la madrugada europea, desde la cofa del vigía de La Montaña se alcanzaba a divisar la montaña hermana, Cabeço Gordo, en la isla Faial del archipiélago de Las Azores, región autónoma de la geografía llamada Portugal, en Europa. ¡Tierra a la vista! ¿Cómo es que llegaron ahí, indígenas Maya, y clamar: ¡No nos conquistaron! ¡Despertad!?

 

#ÚltimaHora ¡Las Zapatistas están en Europa! El Escuadrón 421 ha llegado a las Azores!! -publicó en Twitter la cuenta @ezlnenmadrid el 11 de junio.

 

Es ahora todo un acontecimiento. El mandar obedeciendo -de origen zapatista-, bajar y no subir, inspira a la Europa insumisa.iar la url del video

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En 40 ciudades europeas celebraron la llegada del Escuadrón 421, mientras en México la Secretaría de Relaciones Exteriores negaba el pasaporte a más indígenas zapatistas que buscan viajar a Europa por vía aérea.

 

En su navegar por encontrarse y reconocer las venas abiertas y la insumisión de quienes resisten al neoliberalismo en las viejas tierras de los colonizadores, el zapatismo -representado ahora por el Escuadrón Marítimo 421: cuatro mujeres, dos hombres y una mujer trans, egresado del Semillero Huellas del Caminar de la Comandanta Ramona-, sorprende por su capacidad de refrescar y alegrar las nuevas luchas que no se rinden ni claudican ante la barbarie de lo que denominan la hidra capitalista.

 

“¡Semillas llevamos, semillas dejamos, semillas germinarán!”, dijeron cientos de bases de apoyo zapatista en sus pancartas el 25 de abril, cuando salieron de las montañas del sureste mexicano, selva Lacandona, para despedir al Escuadrón Marítimo 421 que iniciaría la Travesía por la Vida el 2 de mayo en Isla Mujeres, Quintana Roo, a bordo del navío La Montaña.

 

Dijeron al salir: “No vamos a decirle nada a los europeos, vamos a compartir; la vida está en riesgo, es hora de despertar”.

 

“Estamos siguiendo la ruta en donde vino hace 500 años. En este caso para sembrar vida, no como hace 500 años; es lo contrario”.

 

Es previsible que en Europa, el zapatismo y una delegación del Congreso Nacional Indígena -de manera destacada el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra Puebla-Tlaxcala-Morelos-, sostengan primero reuniones en regiones autónomas del Estado Español, como Galicia y Madrid.

 

Irán después al norte del continente, a encontrarse con los movimientos ambientalistas de los países escandinavos.

 

Descenderán luego al Mediterráneo, donde recorrerán en barco las rutas migratorias.

 

El 20 de julio estarían en Génova -que es también la ciudad de Cristóbal Colón- para recordar la muerte de Carlo Giuliani.

 

El 13 de agosto, día en que los españoles arrasaron Tenochtitlán, marcharán sobre Madrid para reiterar que los pueblos indígenas no fueron derrotados y resisten.

 

La delegación permanecerá en el Viejo Continente al menos hasta el 12 de octubre para la demostración final de esa etapa.

 

Los encuentros versarán sobre derechos sociales, feminismo e identidades de género, luchas antirracistas, internacionalistas y decoloniales, defensa de la tierra y el territorio, memoria histórica y libertad de expresión, trabajo y migración, arte, cultura y medios de comunicación.

 

A los europeos les vamos a compartir que está en riesgo la vida, tanto para los de la ciudad como para los del campo. Si no hay vida, no habrá nada.

 

“Esta es nuestra misión, ser semillas buscando otras semillas”.

 

Escrito estaba: Si logramos desembarcar y abrazar con la palabra a quienes allá luchan, resisten y se rebelan, entonces habrá fiesta, baile, canciones, y cumbias y caderas estremecerán suelos y cielos distantes entre sí.

 

Y, en ambos lados del océano, un mensaje breve inundará todo el espectro electromagnético, el ciberespacio y eco será en los corazones: “La invasión ha iniciado”.

 

Es, como decía aquel imaginario Diario íntimo de América, del que hablaba Edmundo O’Gorman a propósito de la entrada del 12 de octubre de 1492, pero ahora al revés, en la otra Europa: ¡Hasta que, por fin, vino alguien a descubrirme!

 

Y tal vez, sólo tal vez, Ixchel, diosa luna, será entonces luminaria en nuestro camino y, como en esta madrugada, luz y destino.