«Sentimos una conexión emocional con las zapatistas»: colectivo del País Vasco
Las Abejas de Erletxea
Sentimos una conexión emocional con las zapatistas y creemos que puede haber mucho que aprender y compartir con ellas, es por eso que ante la oportunidad, nos atrevimos a meter un pequeño mensaje de invitación en una botella y lanzarla al mar desde nuestras montañas queridas, a ver si era recogida allá en otras queridas montañas y comprobar cuán intensa es esta conexión emocional.
Desde el 1 de enero de 1994 hemos seguido la lucha zapatista como nuestros ritmos vitales nos lo han permitido, en ocasiones con inusitado interés, y en otras con poco tiempo para estar informadas, todo lo que podíamos conocer e informarnos de lo que allí sucedía.
De la visita de la delegación zapatista esperamos mucho cariño, muchos cuidados mutuos y mucha plática. ¿No es esto lo más importante? Para organizarnos ante su llegada comenzamos como todo en este primer mundo, aceleradas, pues todo tiene que ser para ya. Pero con el tiempo nos detuvimos un momento y vimos que lo que debemos hacer es seguir en nuestras luchas cotidianas, que al fin y al cabo es lo que queremos compartir. Por todo ello, en lo que nos dé la vida nos sumaremos a las múltiples coordinadoras y comisiones, a nivel local, a nivel provincial, a nivel Euskal Herria, a nivel de Europa y por qué no, a nivel Intergaláctico, pero sin descuidar nuestro día a día.
Las abejas de Erletxea, como nos gusta definirnos, somos una colmena de información y reflexión, de acción y agitación, pero también un espacio tanto físico y tangible como potencial e imaginado. Somos un espacio tan tangible como el local ubicado en la calle Mayor de Irun, Gipuzkoa, Euskal Herria, Planeta Tierra, y tan intangible como las ideas, reflexiones y sentimientos que de allí emanan.
Erletxea es conjunto, es colectividad, es común, es unión, es un esfuerzo grupal. Es un tránsito, un camino por andar con una dirección clara en un horizonte lejano pero que nunca perdemos de vista. Es feminista o no será. Es lo nuevo y lo viejo sonando en una misma melodía. Es necesidad de cambio y de acabar con el dolor, y sobre todo con aquellos que lo producen y lo reproducen. Queremos acabar con el SISTEMA CAPITALISTA, con todas sus letras y en mayúsculas. Somos un aguijón en el culo de lo normativo y de lo establecido. Es querer todo y quererlo ya. Es tiempo de soñar lo posible y exigir lo imposible. En definitiva somos tú, somos vosotras, vosotros y vosotres. Somos pequeñas islas con aspiraciones de archipiélagos de lucha y transformación social; nuestro denominador común es el trabajo colectivo.
Si algo nos gusta y caracteriza es el enredo, con las iguales y con las diferentes. Esto no siempre es posible, pero no desistimos y siempre estamos trabajando con otras. Históricamente desde hace casi nueve años, que son los años de nuestra andadura como Erletxea, pero de un recorrido personal de cada una de nosotras más largo (vamos despacio pues venimos y vamos largo), siempre hemos buscado el trabajo con otras.
En estos momentos a nivel local nuestros mayores enredos son con STOP Desahucios y Irungo Harrera Sarea (Red de Acogida de personas migrantes) así como un espacio con gente del denominado tercer sector llamado Korapilatuz (Enredando).
Nuestra implicación normalmente suele ser como personas del colectivo, iniciativa y lucha. Lo personal es político y lo político personal. Siempre buscando aunar, sumar, desde la diferencia con respeto y pensando en las personas. En ocasiones los enredos son muchos y el tiempo es escaso; a veces las situaciones son humanamente duras y hay que frenar y cuidarse.
No es bueno mirar siempre en una sola dirección, la local, así que nos gusta levantar la cabeza más allá de nuestra realidad en nuestro pueblo y por eso, desde siglos pretéritos (el siglo XX) hemos compartido las experiencias, las luchas, los saberes, las alegrías, sinergias, etc.. con la gente de la coordinación Baladre, desde Irun para el mundo y más allá.
Las situaciones de falta de recursos ya eran preocupantes desde la crisis del 2008 que en nuestro pueblo llegó como una oleada en 2012. Desahucios hipotecarios en un primer momento, y después de alquiler, con cantidad de situaciones de riesgo de calle, que se venían a sumar a las ya existentes. Todo ello bajo la criminal espiral de falta de empleo que genera la falta de ingresos y que, como un dominó, inició el ciclo de la precariedad y la exclusión, pues sin empleo no tienes derechos. Y es aquí donde ponemos nuestras mayores energías, en informar de los derechos y denunciar las situaciones de injusticia y maltrato por parte de las instituciones a las personas sin recursos. Ello desde la misma precariedad de las “abejas” que componemos Erletxea.