Nicaragua: El oportunismo político y la falacia para sacar provecho y ocultar las causas de la dictadura de Ortega

Las declaraciones de CXL navegan entre el oportunismo político y la falacia, primeramente, buscando como sacar provecho de una terrible situación y por otro lado, ocultando los problemas estructurales que dieron origen al régimen de Ortega Murillo, la dictadura del modelo corporativo, construido bajo el pacto de co-gobernanza entre las élites emergentes del orteguismo y el gran capital.



Del face de Mónica López Baltodano  https://www.facebook.com/monica.lopezbaltodano

 

Jimmy Gómez

Las declaraciones de CXL navegan entre el oportunismo político y la falacia, primeramente, buscando como sacar provecho de una terrible situación y por otro lado, ocultando los problemas estructurales que dieron origen al régimen de Ortega Murillo, la dictadura del modelo corporativo, construido bajo el pacto de co-gobernanza entre las élites emergentes del orteguismo y el gran capital.
1. La rebelión de abril fue en contra del modelo corporativo, cuyos efectos estructurales afectaron a la población de diversas maneras. Su dimensión extractivista, en alianza con las transnacionales y el gran capital afectó a comunidades campesinas, pueblos originarios y afrodescendientes, en relación con sus derechos territoriales, modos de vida, formas de autogobierno y organización y puso en peligro los bienes comunes. La dimensión patriarcal, en manos de un dictador violador, en contubernio con los sectores más conservadores, instauró un modelo agresivo en contra de las mujeres, las personas LGBIQ+ y profundizó aún más la crisis del Estado laico. La dimensión socioeconómica, estuvo regida por un modelo de exclusión y desigualdad, que garantizó la apropiación del “crecimiento” económico al gran capital y a la elite orteguista, sumado a graves actos de corrupción y colusión entre ambos sectores. Un modelo de estado colonial subordinado a las necesidades del mercado y alianzas geopolíticas, que continuó con procesos de colonización interna y racismo estructural en contra de los pueblos originarios y afrodescendientes. Una maquinaria represiva, que actuaba en contra del que se opusiera a cualquiera de las caras del modelo y de los intereses particulares de los dos sectores que diseñaron y se beneficiaron de él, que destrozó los movimientos sociales, sindicales y estudiantiles, hasta hacerlos una caricatura de sí mismos. Y podría seguir en la caracterización del modelo corporativo, pero con esos ejemplos basta.
2. Es por eso por lo que la rebelión fue plural, diversa y con distintas demandas, porque la dictadura implementó un modelo agresivo que pisoteo todos los derechos, todas las soberanías populares, todos los cuerpos, sacudió todas las historias de opresión que hemos vivido. Catalizado por el horror de la violencia ejercida en contra de los y las estudiantes y jubilados, todas esas expresiones salieron a converger en las calles, donde todas eran bienvenidas con alegría, incluso hasta personas que en unos días atrás, estaban con el régimen, celebrábamos cada declaratoria a nuestro favor.
3. Las izquierdas, las feministas, las ecologistas, las y los defensores de derechos humanos, las ONG, el sandinismo disidente, los progresistas y la comunidad LGTBIQ+ fue parte de esa diversidad que se metió con compromiso a luchar juntas con otros sectores, convencidos de buscar un mejor país. Asumiendo diferentes tareas, unos brindando refugio, logística, protestando, sacando exiliados, incidencia internacional, en el tranque. Junto con personas y colectivos, con profundas diferencias ideológicas, pero convencidos en la necesidad de salir de la dictadura.
4. Y esto no es para buscar medallas, es para visualizar y romper esa campaña de estigmatización que, en tiempos de dictadura, profundiza la polarización y la creación de una otredad, que, al ser invisibilizada, denigrada, puede ser más fácilmente deshumanizada y por tanto destruida. Campaña a la cual, la dirigencia de CXL, los ultraconservadores y sectores fascistas, han contribuido, hasta el nivel de compartir la misma matriz de opinión, tener los mismos blancos y hasta compartir los mismos contenidos. Porque ambos finalmente, comparten la misma agenda estructural retardataria de Nicaragua.
5. Es necesario agregar, que esta campaña de difamación también incluyó a sectores moderados y progresistas del liberalismo, que no estaban comprometidos y sometidos a al gran capital, más abiertos a la pluralidad y que tenían un cuestionamiento más certero al modelo de consenso. Que, aunque no convergían con las izquierdas y los sectores progresistas, no estaban en la línea de la exclusión.
6. En este discurso falaz, se oculta que existe desde las izquierdas en Nicaragua, un fuerte cuestionamiento crítico a la violencia, la corrupción, el autoritarismo y el verticalismo existente históricamente en el FSLN, que son junto a la cultura política tradicional, ingredientes de esta dictadura. Cuestión que no se ve en estos sectores, que no han hecho un cuestionamiento crítico a los diversos gobiernos conservadores, excluyentes, autoritarios, a las élites, a las actuaciones de las paralelas históricas (conservadores y liberales), al somocismo y las subordinaciones coloniales que hemos vivido, ni tampoco han cuestionado el modelo de consenso y el papel de las oligarquías en este. En este país, la izquierda y la derecha le han fallado al país y han roto sus promesas. No olvidemos que del seno de la primera, se produjo el orteguismo y del liberalismo, el somocismo, las dictaduras más sangrientas y corruptas, que ya es decir bastante en un país, cuyo historia está llena de estos episodios y estos deleznables sujetos.
7. En la imposibilidad de la convergencia, lo que realmente la impidió, lo que efectivamente diferenció, fue la búsqueda del gran capital de salvar el modelo de consenso, que aún con todas las evidencias de ser la dimensión estructural, la economía política de la dictadura, siguen queriendo mantener. Dispuestos a ofrecer a cambio un aterrizaje suave, que le diera impunidad a la dictadura, por los crímenes de lesa humanidad y la corrupción, en esto último, también a algunos sectores del gran capital que participaron en la repartición mafiosa del botín, tanto por medios legales como no legales; así como la decisión de participar en el “despegue”, unas elecciones sin las mínimas garantías. Hoy es evidente, que hasta esa opción esta casi liquidada, porque eso es lo que tiene querer negociar con el fascismo.
8. El relato de la dirigencia de CXL, es directamente proporcional y de gran utilidad a la dictadura fascista de Ortega Murillo. Construyen ambos un falso relato, que oculta la naturaleza del modelo de consenso, de los cómplices y beneficiarios de este, por tanto de las responsabilidades compartidas; a ambas le incomoda las izquierdas, las feministas, los movimientos sociales, los ecologistas, porque se les cae la máscaras, porque se pone fin a la falacia de un enfrentamiento de izquierda-derecha, que le es útil a la dictadura, para sus falsos discursos antimperialistas y de no intervención, para que ambos, mantengan enajenada un base fiel de seguidores y a la vez, para neutralizar cualquier debate y pensamiento crítico que de salidas profundas a un país que nunca fue república, para que no seamos ni colonia, ni satélite de un imperio cualquiera que sea, ni la hacienda encomendera de las familias oligarcas, dictatoriales, de viejo y nuevo cuño.
Guste o no le guste, aunque nos invisibilice, los y las que somos y estamos luchando desde la izquierda crítica, desde el ecologismo, desde las diversidades, desde las disidencias, desde los movimientos sociales, desde la no-violencia, sin partidos, sin caudillos, sin direcciones nacionales y sin secretarios generales, desde abajo, seguiremos sin pedir permiso a la dictadura y al gran capital. Igual lo harán los otros sectores que ustedes invisibilizan. Lucharemos por la libertad, para que la democracia este en la soberanía del pueblo, por la justicia, la memoria histórica y la verdad, por todos los derechos. Incluso demandaremos su libertad, sin son secuestradas por este régimen fascista.