Rafael Uzcátegui
En nuestro país se cumple la agenda del movimiento antiglobalización por quienes ante el mundo se dicen paladines de la lucha contra el neoliberalismo. Cuando Chávez y el resto de sus funcionarios realizan incendiarias proclamas contra el “Imperio” y el “Neoliberalismo”, a los pocos días firman generosos contratos con directivos de multinacionales. En un país caribeño llamado Venezuela, la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace supera las revelaciones de Ripley.
El 27 de febrero de 1989 se realizó en Venezuela la primera revuelta de envergadura contra la aplicación de las políticas neoliberales. Aquello no era producto de la casualidad, era el resultado de una conciencia creciente entre amplias capas de la población que una manera de ordenar la sociedad estaba llegando a su fin. Aquel fue un rechazo a los resultados del acuerdo de alternancia y gobernabilidad realizado entre los partidos políticos del status, las Fuerzas Armadas y la Iglesia concretado en el llamado Pacto de Punto Fijo, tras la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez en 1958. Las formalidades democráticas pudieron sustentarse durante cuatro décadas gracias a la explotación de las riquezas del país y la instauración de redes clientelares entre el partido gobernante y el resto de la población. La promesa de “sembrar el petróleo” sólo sirvió para engordar los bolsillos de sectores minoritarios de la nación.
Chávez logró capitalizar aquellos anhelos de cambio de la sociedad venezolana a su favor, resultando electo presidente con un grueso margen del electorado que endosaba en él un “cheque en blanco” por sacarse de encima el funesto bipartidismo de Acción Democrática y COPEI. A pesar de su origen militar y su discurso izquierdizante, su millonaria campaña electoral era costeada por sectores capitalistas locales e internacionales que vieron en él, la oportunidad para asegurar la gobernabilidad y continuar sus negocios en el territorio. No se equivocaron en sus pronósticos.
Tras cinco años de gobierno el chavismo le ha declarado una guerra sin cuartel a los sectores tradicionales de la burguesía venezolana –Fedecamaras-, recuperando las agendas de los movimientos sociales aglutinados a su alrededor para desgastarlos en rounds de sombra contra los fantasmas del puntofijismo. Junto a esto, la amplificación mediática de los sectores más conservadores del país y sus reiterados -y cada vez más solitarios-, llamados al golpe de Estado han servido al gobierno para distraer la atención de los verdaderos problemas del país y disimular los millonarios negocios hechos por las compañías multinacionales en Venezuela, contratos que, y esto ameritaria un análisis aparte, han sido viables por la desarticulación de buena parte del movimiento social fogueado cualitativa y cuantitativamente tras la experiencia del “Caracazo”.
La verdadera “intervención extranjera”
Amplios sectores de la izquierda venezolana y mundial se han visto representados por el verbo fluido y generoso del comandante Chávez, sus bravuconerias verbales y su repetición de los lugares comunes del discurso revolucionario propio de la Guerra Fria. Resulta lamentable como vocerías pretendidamente “críticas” en el mundo se han dejado encantar por los cantos de sirena de la autodenominada “Revolución bolivariana”, mientras que en la realidad –pequeño detalle no previsto por la retórica- Hugo Rafael Chávez ha profundizado la relación de Venezuela con las tendencias economicistas de la globalización enquistando a la nación latinoamericana en su papel de proveedor seguro de energía y recursos a los compradores del primer mundo, empezando por supuesto con los Estados Unidos. Mientras el proyecto de país del “zurdo de Sabaneta” es un signo de interrogación, el denominado “Proceso” necesita de amplios flujos de inversión extranjera para costear los millonarios programas populistas y clientelares que aseguren su permanencia en el poder.
Entendemos que estas palabras son imposibles de entender para quienes han creído sin rechistar la ficción de una revolución en Venezuela. Enumeramos datos, completamente verificables por los curiosos en el asunto, de cómo la Globalización economicista avanza a paso de vencedores en los sectores hoy claves de la economía mundial.
Petróleo
A pesar de que la compañía de petróleo estatal se presenta como “La Nueva Pdvsa”, sus lineamientos no difieren sustancialmente de la estrategia asumida por anteriores administraciones, las cuales aseguraban en los mejores términos para los amos del Norte el flujo de hidrocarburo. Ni siquiera durante la pasada guerra de Irak, cuando algunos sectores sociales del país sugirieron su cese como medida de protesta por la invasión, el chorro de petróleo dejó de proveerse a los puertos del Tio Sam. De esta manera Alí Rodríguez Araque, presidente de la compañía estatal de petróleo, anunció que según cifras confirmadas por el Departamento de Comercio de Estados Unidos en el año 2003 PDVSA fue la segunda empresa mundial en colocación de crudos en EEUU. Esto significa más de 47 millones de barriles de crudo venezolano vendidos a Estados Unidos, con un valor de mil 333 millones de dólares.
Venezuela es y será un abastecedor confiable de energía para su principal comprador. La sentencia proviene del propio Chávez el cual declaraba el pasado 9 de marzo “no tenemos ni pizca de dañarla –la relación con USA-, en 5 años hemos estado abastecimiento de manera constante y segura, cada día de esos 365 años de petróleo a los Estados Unidos”. Lo particular de esta declaración es que se produce 9 días después de que, presidiendo una “marcha antiimperialista” (digno de Ripley, repetimos) el mismo Chávez afirmaba lo contrario: “Debe saber el señor Bush que si se le ocurre la locura (…) de invadir a Venezuela (…) sepa el pueblo de Estados Unidos que lamentablemente ni una gota de petróleo les llegará desde Venezuela”.
Según el boletín noticioso de la propia Pdvsa, “Destacadas personalidades del Departamento de Energía y la Agencia de Información Energética, así como de la Corporación para la Inversión Privada Internacional, Exim Bank, Banco Mundial, IFC, Fondo Monetario Internacional, Banco Interamericano de Desarrollo y firmas asesoras de organismos gubernamentales, inversionistas y empresarios recibieron, con marcado interés, información de primera mano sobre la actualidad operacional, comercial y financiera de PDVSA, así como sobre su orientación de negocios hacia el mediano plazo”.
La búsqueda de inversión extranjera ha mostrado sus frutos. Shell y ExxonMobil participará en los proyectos de explotación y exploración de crudos pesados que se encuentran en la Faja Petrolífera del Orinoco donde existe la mayor concentración de recursos del hemisferio, pues se estiman reservas de 275 mil millones de barriles.
Petróleos de Venezuela y la empresa italiana ENI (Ente Nazionale Indrocarburi) suscribieron un memorándum de entendimiento para desarrollar y explotar avanzadas tecnologías de procesamiento de crudo extrapesado y gas.
Gas
El ministro de Energía y Minas Rafael Ramírez anunció que Venezuela empezará a colocar gas natural en el mercado estadounidense en el año 2008, como parte de sus planes para fortalecer su imagen de “fuente energética confiable”. Para cumplir el objetivo se incrementará en 60% la actual producción gasífera de 7 mil millones de pies cúbicos al día. De esta manera los proyectos en marcha por Pdvsa son los siguientes: Jose 250 (450 millones $), Gas Anaco, Gasoducto La Guajira (255 millones $) en la Interconexión Colombia-Venezuela; ICO (510 millones $), Grupo Trío Yucal Placer (TotalFinalElf, Repsol, Inepetrol, Otepi), inversiones estimadas en 400 millones $ y Repsol-Area Barrancas (225 millones $). Entre las oportunidades de inversión cuentan, entre otros, el Proyecto Mariscal Sucre.
Plataforma Deltana: Chevron-Texaco recibió la concesión para realizar labores de exploración y explotación de gas en el tercer bloque de la Plataforma Deltana, un a´rea ubicada en las áreas marítimas limítrofes con Trinidad y Tobago con reservas estimadas en 38 billones de pies cúbicos de gas natural. Ramírez informó que la Chevron iniciará en junio de 2004 las perforaciones con una inversión estimada de 170 millones de dólares. La compañía tiene tres de los cinco segmentos de la Plataforma Deltana y en su explotación trabajará junto con Pdvsa y los consorcios internacionales British Petroleum, Totalfinalelf y Statoil, los cuales según las estimaciones comenzaran a producir el gas a partir del 2009.
Proyecto Gas Anaco: Pdvsa recibió de la Societé Generale e ING Bank un préstamo adicional de 125 millones de dólares para el financiamiento del proyecto Gas Anaco. El mismo fue contratado bajo términos favorables mediante el Citibank como banco líder del sindicato, amortizable cada seis meses, en un lapso de cinco años y a una tasa de interés de alrededor del 1,72%.
Mariscal Sucre: Venezuela firmará un acuerdo con la gigante anglo-holandesa Royal Dutch/Shell para desarrollar el proyecto de gas natural licuado (GNL) Mariscal Sucre. Royal Dutch/Shell encabezaría el desarrollo del Mariscal Sucre, un proyecto de 2,7 millardos de dólares, que incluye perforación costa afuera para extracción de gas natural, un oleoducto y una planta de gas natural licuado en la Península de Paria al oriente del país. Por otra parte, Pdvsa, Shell y Mitsubishi, reafirmaron los compromisos suscritos en noviembre de 2002 para este proyecto.
Petroquímica
Pequiven –filial de Pdvsa- y ExxonMobil proyectan construir en conjunto una planta de oleofinas –materia prima para la industria del plástico-en el complejo industrial de Jose, estado Anzoátegui. Según comentarios de las autoridades del MEM tal proyecto se convertirá en la piedra angular del plan de desarrollo del sector petroquímico nacional, creando 200.000 empleos en un lapso de entre cuatro y cinco años. La inversión global para llevar a cabo el desarrollo asciende a 2,65 millardos de dólares y tendrá como objetivo alimentar al mercado del plástico nacional e internacional, alcanzando según las proyecciones producciones anuales de 1 millón de toneladas de etileno, 780.000 toneladas de polietilenos y 400.000 toneladas de glicoles.
En el año 2000 se anunció la firma del acuerdo para la construcción de la planta de oleofinas. El cronograma de ejecución sufrió un retraso debido al proceso de fusión de las petroleras estadounidenses Exxon y Mobil. Para iniciar el proyecto se necesitaba conseguir el 60% de los recursos por intermedio del financiamiento bancario internacional, aproximadamente 1,5 millardos de dólares.
Luego de tanto tiempo, según la valoración de la revista económica venezolana Quantum (paradójicamente de tendencia oficialista), “la concreción de este proyecto podría interpretarse como la intención del Ministerio de Energía y Minas de “compensar” a Exxon Mobil, tras haberla descalificado como socio del proyecto de gas natural licuado Mariscal Sucre, y después de que esta empresa decidiera no participar activamente en la licitación de las áreas para la exploración y aprovechamiento de las reservas de gas natural existentes en la Plataforma Deltana”.
Carbón
El 13 de noviembre del 2003 Hugo Chávez anunciaba la elevación de la producción de carbón en el estado Zulia a 36 millones de toneladas métricas, una decisión enmarcada en el llamado proyecto “Puerto América”, una obra valorada en 60 millones de dólares enclavada en la Isla de San Bernardo, un megapuerto clave por su cercanía estratégica al sureste de los Estados Unidos. La producción del mineral tiene como destino a las empresas multinacionales del carbón Anglo American, RAG Coal, Tomen, Excel e InterAmerican Coal. El anuncio hace oídos sordos de las reiteradas denuncias sobre la contaminación, la devastación ecológica y la presencia de enfermedades producto de la industria carbonífera de la región.
Telecomunicaciones
De acuerdo a estimaciones preliminares del Producto Interno Bruto (PIB) presentadas por el Banco Central de Venezuela, el sector de las Telecomunicaciones registró al cierre de 2003 un crecimiento del 1,9%, ubicando al sector en el mayor rango de variaciones positivas con respecto al resto de las actividades no petroleras. La actividad comunicaciones evidenció una rápida recuperación frente a las dificultades presentadas a comienzos del 2003; registrando en el último trimestre del año un crecimiento de 4,6% con relación al mismo período de 2002. ¿Habrá que recordar que las principales empresas del sector son multinacionales como Telcel Bellsouth?
Deuda externa
A pesar de ser una de las promesas electorales del candidato Chávez, el presidente Chávez se ha mostrado como un puntual pagador frente a los compromisos contraídos por el país con los organismos multilaterales de financiamiento. En una entrevista concedida a Marta Harnecker en agosto del 2002, declaraba que “no creo que un proceso revolucionario deba, necesariamente, para serlo, desconocer temas compromisos como el de la deuda externa; u otros asumidos con instituciones, corporaciones o países del mundo.” En esa misma conversación, Chávez padece de una interesada amnesia: ““nunca dijimos en la campaña electoral que no íbamos a pagar la deuda. Había el rumor, comentarios de prensa, etcétera. Sí dijimos que propondríamos un esquema para reestructurar la deuda externa y en eso no se ha podido avanzar”
Agua
Con sólo 40 legisladores de los 165 de la Asamblea Nacional (43 menos del quórum de la mitad más uno necesario), de los cuales 36 eran chapistas (aunque usted no lo crea), en dos horas se aprobaron los 87 artículos de la Ley Orgánica de la Hacienda Pública Estadal en la segunda quincena de marzo del 2004. El artículo 6 de dicha Ley atribuye a los Estados dos categorías de bienes: los del dominio público estadal que “son inalienables e imprescriptibles” y no pueden ser vendidos, cedidos ni adquiridos por prescripción, y los del dominio privado, que sí pueden ser vendidos o enajenados. Las aguas pasan al dominio privado. Añade dicho artículo que los bienes no enajenables del dominio público “pueden adquirir la condición de bienes enajenables mediante desafectación sancionada, a solicitud del gobernador, por Acuerdo del Consejo Legislativo con el voto favorable de las dos terceras partes de sus integrantes. En el expediente de desafectación debe constar la opinión del Procurador del estado y del Contralor del Estado”. Con esta regulación, como lo declaró Luis Britto García un intelectual ligado al Proceso, “Cuarenta legisladores de unos pocos Consejos Legislativos podrían alzar sus manos para que fueran vendibles el Lago de Maracaibo, La Laguna de Valencia, el Apure, el Caroní, El Orinoco, el Delta y en general las fuentes de energía hidroeléctrica de Guayana y del país. No faltarían cuarenta compradores”.
Transgénicos
En octubre del 2003 se promulgó por parte de la Asamblea Nacional la Ley de Semillas e Insumos Biológicos para la Reproducción Animal. Para las organizaciones ambientalistas, como el caso de MUEVE y su portavoz Leobardo Acurero, “No es otra cosa que el sello legal que permitirá la entrada a Venezuela de las peligrosas semillas transgénicas . En el fondo se trata de la más novedosa y terrible forma de colonización para consolidar la dependencia agroalimentaria como misión del globalismo mercantilista que están promoviendo gigantescas compañías norteamericanas como MONSANTO y CARGIL”. Acurero ha realizado un pormenorizado estudio de la referida Ley, el cual puede solicitarse al e-mail mueve2003@yahoo.com. Mueve encabeza una iniciativa para rechazar la medida: “Una ley de semillas como la que aprobó la Asamblea Nacional que permite los transgénicos en Venezuela, es contraria al interés Nacional expresado en la Constitución con la agricultura sustentable, por lo tanto el próximo paso que debemos dar como venezolanos es impugnar por inconstitucional esta ley antivida, ante la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia TSJ”.
Minería
Apuntalado por el Ministerio del Ambiente se ha concretado una propuesta de ordenamiento territorial y de reglamento del área de Imataca, que como recordaremos, alberga a más de 3 millones de bosques y es habitada por 26.000 habitantes de 7 etnias indígenas en el sureste del país. El mismo destinaría un uso forestal del 61,5% del territorio y un uso minero del 12%. En marcha se encuentran los proyectos Loma de Níquel (530 millones de dólares), de exploración en El Choco 10 en El Callao (70 millones de dólares) y La Camorra Hecla Venezolana (50 millones de dólares). Los proyectos en promoción son: Minera del Bloque B, Estado Bolívar (600 millones de dólares), Planta de Cuarcitas Friables (211 millones de dólares) y planta siderúrgica por 1.172 millones de dólares.
Enviado por Periodico El Libertario