Dos soldados estadunidenses que desertaron y pidieron asilo en Canadá en lugar de ir a la guerra en Irak, señalaron que la operación bélica en la nación petrolera es ilegal bajo las leyes internacionales.
Brandon Hughey, de 18 años, es uno de los dos soldados estadunidenses que recientemente desertaron de sus unidades y huyeron hacia Canadá en busca de asilo en calidad de refugiados. “Intentamos demostrar que la guerra en Irak es ilegal bajo las leyes internacionales y tenemos derecho a no participar en ella”, declaró.
Hughey se unió al ejército cuando tenía 17 años, en su último año de preparatoria. “Me enlisté porque era la única forma de obtener una educación universitaria”, indicó. Hughey, quien recibió apoyo de una pareja en la ciudad de San Catarina en la provincia de Ontario, prepara su caso legal para obtener el asilo.
En la misma situación se encuentra Jeremy Hinzman, quien se enlistó en enero de 2002, después de los atentados del 11 de septiembre. Se unió al ejército después de casarse, esperando con ello ganar un poco de dinero para la universidad. Después de haber estado en Afganistán, asignado a una cocina, su unidad recibió órdenes en diciembre pasado para trasladarse a Irak. En enero, él, su esposa y un hijo de casi dos años huyeron hacia Toronto. Hinzman se convirtió en activista del movimiento pacifista en Canadá, pronunciando discursos en manifestaciones contra la guerra y al igual que Hughey, contempla presentar un caso para obtener asilo en Canadá.
THE GUARDIAN