Si hablamos de autonomía

“Llamamos a todos y a todas a no soñar,
sino a algo más simple y definitivo:
los llamamos a despertar”
EZLN, enero 1999



Rompecabezas

Si hablamos de autonoma

Red de Solidaridad con chiapas de Rosario-Argentina

 

“Llamamos a todos y a todas a no soñar,

sino a algo más simple y definitivo:

los llamamos a despertar”

EZLN, enero 1999

En la búsqueda de la definición de autonomía, nos encontramos con que para varios pueblos (de remotos rincones los unos de los otros e inclusive en tiempos) es la base para las prácticas de la libertad, en la construcción de sociedades libres…

Se expresa a través de la autogestión, como primer paso. Se construye con el hacer, junto a otrxs, sin recetario. No quita que no tenga lógicas y criterios firmes. En los primeros movimientos anticoloniales en Abya Yala, la autonomía se presentaba como la resistencia a los colonizadores. Una forma de protección a su cosmovisión y saberes ancestrales.

Vemos que la autonomía es un modo de hacer desde tiempos muy pasados y sigue vigente. La transformamos y adaptamos a nuestro tiempo (no a lo que nuestro tiempo necesita) sino a lo que necesitamos resistir de nuestro tiempo. Por tanto, autonomía es resistencia. Las Comunidades Autónomas Democráticas de Afrin, Jazira y Kobane (pueblos revolucionarios del territorio kurdo), Cherán en México, pueblos Mapuches, el barrio griego de Exarchia, nos demuestran en su cotidianeidad que la autonomía es posible.

Entonces, ¿cómo construimos autonomía? No hay una única manera, por eso en cada rincón, cada grupo tendrá que ir tropezando hasta descubrirlo.

Hoy está mas cerca nuestro de lo que pensamos: cooperativas de trabajo, relaciones amistosas y pequeñeces de lo cotidiano. Y aunque esté cerca, a veces no lo vemos o resulta muy difícil practicarlo.

Algunos ejemplos por nuestro territorio:

Es interesante el planteo del Movimiento de Trabajadores Desocupados de Solano (B. Aires) respecto a la horizontalidad. Ellos sostienen que ésta se refiere a una forma de hacer y actuar colectivamente, de conjunto, socialmente. Por eso señalan lo fundamental que es pensarse formando parte de un colectivo. Dicen: “Para ello, uno de los desafíos es avanzar en la superación de la condición de individuo como nos la ha impuesto el capitalismo. Es decir el condicionamiento a desenvolvernos como entes aislados y por sí mismos, auto centrados, egoístas, en suma individualistas. Condición indispensable para el afianzamiento del poder dominante. Por lo tanto asumimos la horizontalidad como una relación social entre desiguales, que se construye colectivamente en función del conjunto, superando la centralidad del poder” (Thwaites Rey, Mabel, “La autonomía como búsqueda, el estado como contradicción”, Ed. Prometeo, pag. 101).

En un taller con los tres colectivos que trabajamos juntxs hablamos de Autonomía con los principios zapatistas como disparadores: “Consideramos que el capitalismo choca, aunque sean pequeñas resistencias como las nuestras (como Red de Solidaridad con Chiapas-OtraCasa Rosario junto a Mercado Solidario y Grupo Capoeira, conformando el espacio Quilombo 27).

Intentamos una autonomía con separación del estado y no depender absolutamente de él. Que sea autonomía económica, política e ideológica. Nuestro reto es la construcción y autogestión colectiva.

Integrarnos por igual sin ansiar jerarquías de poder, más bien el hacer en el terreno, comunitariamente. Cuando socializamos y ponemos en común criterios de trabajo permitimos que todxs estemos al mismo nivel de conocimiento y con la misma posibilidad de llevar a cabo una tarea que nos represente a todxs. Siempre llegar a consenso. Diálogo activo, movimiento de construir, modificar y transformación permanente.

Es un proceso, con objetivos claros en el camino. Reflexionar, avanzar o volver si es necesario”.

Lxs zapatistas nos demuestran que se puede. Pudimos vivenciar de cerca su lucha en sus comunidades, en su vida diaria. En sus caracoles, sus municipios autónomos, sus asambleas y su resistencia. Lo muestran en sus escuelas, sus hospitales, sus tiendas, etc. También se encuentra en la ley revolucionaria de las mujeres y su crecimiento constante: en ser respetadas, en decidir los hijos que quieren y elegir su pareja, en participar en los problemas de su comunidad, en el derecho a educarse y atender su salud, en la valoración de su trabajo, en poder reír y divertirse.

Ellxs nos abren el camino a nuevas búsquedas, a intentar, enfrentar nuevos retos. Buscar otra forma de hacer política con aprendizajes colectivos y tejiendo redes. Intentamos construir paso a paso, lentamente “caminar preguntando” y que esta chispa vaya encendiendo nuevas rebeldías en nuestros continentes. Siempre con alegría.