La lucha kurda por la democracia y la igualdad de género en Siria
Las luchas de las mujeres kurdas en Rojava (Kurdistán sirio, norte de Siria) fueron conocidas por muchas personas en el mundo durante los brutales ataques de ISIS (Estado Islámico de Irak y Siria) contra la ciudad de Kobane, en el norte de Siria, el 15 de septiembre de 2014. Mientras los hombres y las mujeres kurdas trataban de defender la ciudad de los milicianos de ISIS, con municiones limitadas y armas inadecuadas, en comparación con las sofisticadas armas en manos de ISIS, los kurdos de todo el mundo salieron a las calles para ser la voz de los kurdos en Rojava y Kobane. Desde la batalla para defender Kobane en adelante, los medios de comunicación y los políticos occidentales han empezado a hablar de las valientes mujeres kurdas que han luchado contra ISIS y su brutal trato -incluyendo la esclavitud- de las mujeres. Fueron las tropas bajo el mando de la comandante kurda, Rojda Felat, quienes derrotaron al ISIS en Raqqa, la capital de ISIS, en 2018. Las mujeres combatientes kurdas se unieron a todas las operaciones militares desde Raqqqa hasta Baghouz, el último bastión de ISIS, para derrotarlo. En los territorios liberados, una de las imágenes más impresionantes ha sido la de las mujeres rasgando y quemando sus burkas negras (un atuendo que cubre el cuerpo de la mujer de pies a cabeza) con alegría. Pero sus logros no se limitan a operaciones militares. En este documento analizaré las formas en que el Movimiento de Mujeres Kurdas es un ejemplo de organización de las mujeres en tiempos de conflicto, y cómo tratan de garantizar sus logros en materia de igualdad de género para el período posterior al conflicto.
Antes de analizar esto, una pregunta sigue resonando en muchos oídos: ¿cómo es que las mujeres kurdas se unen a la lucha contra ISIS en tal número, y por qué las mujeres están en la vanguardia de la lucha? ¿Cuál es la historia detrás de esta notable desviación de la norma, y qué pueden aprender las defensoras del cambio social y el feminismo de esta situación en Rojava?
Las respuestas a estas preguntas se encuentran en la organización política, social y militar kurda en el Medio Oriente. Las mujeres kurdas en Siria se han estado organizando política y militarmente bajo “Yekitiya Star”, que es una organización paraguas del Movimiento de Mujeres Kurdas en Siria/ Rojava, desde 2005. Según Ruken Ehmed, miembro de Yekitiya Star, dado que el régimen sirio prohibió todo tipo de organización social, las mujeres no pudieron organizarse por lo que toda organización social tuvo que llevarse a cabo bajo el partido Baaz. Por ejemplo, la organización por los derechos de las mujeres se hizo bajo el nombre de “Ittihad Nisa” (Movimiento de Mujeres), organización que pertenecía al Partido Baaz. En este contexto represivo, justo antes de que estallaran los levantamientos sirios, muchos políticos kurdos fueron encarcelados en las famosas cárceles de Siria, incluyendo activistas kurdas.
Cuando las fuerzas del régimen de Assad abandonaron Kobane (Ayn Al Arab, en árabe) en 2012, los kurdos tomaron el control de la ciudad. Desde entonces, han estado luchando por la institución de una nueva forma de autogobierno en Rojava, que adquirió una nueva dimensión con el establecimiento de los cantones autónomos en enero de 2014. En octubre de 2015, las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) se establecieron como una fuerza armada apoyada por la coalición liderada por Estados Unidos, para incluir a diferentes grupos étnicos en la lucha contra ISIS. El 6 de septiembre de 2015, el Consejo Democrático Sirio (CDS) fue establecido como el ala política de las (FDS), que ha sido apoyada por la coalición liderada por los Estados Unidos en la lucha contra el ISIS, y ganó territorios anteriormente controlados por el ISIS. Hay tres regiones administrativas en las que el CDS es eficaz: Afrin, Jazeera, Éufrates, y Raqqa, Tabqa, Manbij, Deir Ezzor se añadieron a las primeras regiones establecidas. El nombre para las regiones administradas por el CDS se denomina Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria (AANES).
Las mujeres kurdas han estado al frente de esta lucha y la han hecho suya
Las comandantes que entrevisté en 2016 insisten en que no sólo luchan porque son kurdas, sino también porque son mujeres: para ellas, la lucha es también contra la dominación masculina dentro de la comunidad kurda y en todo el Medio Oriente. El logro de la igualdad de género es uno de los aspectos más importantes de la lucha en curso en Rojava, y un ejemplo sin precedentes en Medio Oriente. En una entrevista reciente en las Naciones Unidas, Nubuhar Mustafa, una mujer kurda de la Junta Asesora de Mujeres Sirias, dijo que “la mentalidad patriarcal está arraigada en las sociedades en general y en Medio Oriente en particular. Donde se niega la participación de las mujeres en general, ya sea en el avance económico, en los procesos políticos, en la administración del país o en la toma de decisiones… La participación de las mujeres en cualquier lugar y momento es muy importante” (junio de 2019). Añadió que en un país devastado como Siria, la participación de las mujeres en los procesos de paz, a pesar de que los hombres las menosprecien, es una señal de confianza en sí mismas y de esperanza para el futuro de las mujeres en Siria.
Para las mujeres kurdas en Rojava, es importante buscar maneras de asegurar que las mujeres no sean sólo instrumental para la causa nacional durante la revolución y devueltas a sus hogares después, como se vio en las reacciones negativas que las mujeres enfrentaron después de las revoluciones en Vietnam, Rusia y Francia. Por lo tanto, las mujeres kurdas han comenzado a organizarse en áreas que mejorarían su estatus en la sociedad local. Por ejemplo, la construcción de nuevas instituciones educativas ha sido una forma de involucrar no sólo a las mujeres sino también a los hombres en el cambio social a largo plazo. El sistema de copresidencia conformado por un hombre y una mujer el cual se aplica en todas las instituciones a todos los niveles es otro indicador importante del cambio social a largo plazo.
Inspiración intelectual para Rojava
La declaración del Movimiento de Mujeres Kurdas sobre su visión de una sociedad igualitaria se basa en la idea del confederalismo democrático: “Mientras luchamos por la liberación de la mujer, también luchamos por todas las demás formas de opresión, bien sea relativas al género, la etnia, la clase o la religión. Frente a la amenaza de ISIS, creemos que nuestra mayor victoria sería construir una sociedad libre de toda opresión, en la que las personas de diferentes etnias y religiones puedan vivir juntas en paz y en democracia. Esto no puede lograrse mediante la continuación de las estructuras existentes de los Estados-nación, el patriarcado y el capitalismo, que fue lo que ocasionó esta crisis, en primer lugar. A cambio, estamos estableciendo una alternativa a los sistemas existentes, una ‘tercera vía’. Esta tercera vía se llama confederalismo democrático. El confederalismo democrático se basa en el paradigma de una sociedad basada en la democracia, la ecología y la liberación de la mujer; una coexistencia pacífica de todas las etnias y religiones. Es un modelo democrático para una democracia directa y radical, organizado por el pueblo desde la base en comunas y asambleas. Este modelo, basado en la autoadministración más que en un Estado nacional centralizado y monocultural, fue desarrollado por Abdullah Öcalan, el fundador del movimiento de liberación kurdo”. (https://kurdishsolidaritynetwork.wordpress.com/2016/11/06/the-womens-movement-in-rojava/)
La organización social de base en Rojava (norte de Siria) se inspira en la filosofía del líder kurdo preso Abdullah Öcalan, que ha estado recluido en régimen de aislamiento en la isla turca de Imrali desde su captura en Kenia en 1998. Mientras ha estado en prisión, la filosofía de Öcalan ha experimentado un desarrollo significativo, yendo más allá de una teoría, bastante ortodoxa de liberación nacional basada en la tradición marxista-leninista, a un marco mucho más ambicioso basado en una concepción renovada de la libertad, la democracia y la comunidad. Por lo tanto, el objetivo original de establecer una nación socialista independiente de Kurdistán cambió hacia la autodeterminación que se cree pueda ser alcanzada a través de la democracia radical.
Es más, Öcalan ha criticado al Movimiento de Libertad Kurdo por luchar para establecer un Estado-nación kurdo, sobre la base de que el Estado-nación era el resultado del resultado del ambiente político y social del siglo XX y que el Estado-nación se consideraba entonces como la única forma de autodeterminación. En su nuevo paradigma ideológico radical, el Confederalismo Democrático, Öcalan argumenta que las formaciones de Estados-nación no necesariamente traerán la democratización, ya que los derechos humanos, la libertad y la democracia han sufrido bajo la ideología de los estados-nación (Jongerden 2017).
En ese sentido, hay tres cantones y cientos de comunas construidas en el norte de Siria como reflejo del Confederalismo Democrático el cual se organiza considerando las necesidades de las personas que forman las comunas en sus barrios, aldeas, pueblos y ciudades. Cada comuna tiene un representante en las asambleas ampliadas formadas por comunas. Por ejemplo, si un problema no es resuelto en la comuna local, se apelará en una asamblea ampliada representada por varias comunas. Bajo el sistema comunal del norte de Siria, las mujeres también han formado sus propias comunas para atender sus necesidades y problemas y es uno de los pasos importantes para institucionalizar la igualdad de género en la sociedad. Así, mientras que cada comuna está representada bajo el TEV-DEM (Movimiento para una Sociedad Democrática), las comunas de mujeres están representadas bajo el partido Kongreya Star, como mencioné brevemente en la introducción. Cada comuna tiene cinco comités que incluyen salud, educación, comité de resolución de problemas, comité de economía y comité de defensa personal.(https://kurdishsolidaritynetwork.wordpress.com/2016/11/06/the-womens-movement-in-rojava/).
Academias Jineolojî
La crítica profunda sobre los orígenes de la dominación tiene claras implicaciones feministas: al hacer esta crítica, las mujeres de Rojava no sólo se unieron a las filas armadas de las YPJ (Unidades de Protección de la Mujer), sino que abrieron Institutos Jineolojî y centros de mujeres para educarlas ideológicamente para una nación democrática. En la Universidad de Qamishlo, en el norte de Siria, hay un Departamento de Jineolojî que se parece a los programas de Estudios de la Mujer en Occidente pero con una filosofía diferente. El sistema que existía en Rojava bajo el régimen sirio era uno en el que las mujeres estaban en gran parte ausentes de la economía, la educación, la defensa y la organización social. La Revolución Rojava deconstruye el sistema anterior y creó alternativas, en primer lugar, estableciendo la presencia de las mujeres en todos los sectores en los que antes estaban ausentes. Estos institutos son lugares donde las mujeres descolonizan el sistema educativo anterior mediante la implementación de un currículo intersectorial que abarca la diversidad del norte de Siria y la construcción de un movimiento en torno a estos institutos.
¿Qué es Jineolojî?
Jineolojî como una nueva forma práctica y teórica de conocimiento surge de las múltiples opresiones de las mujeres kurdas ante el nacionalismo, el patriarcado, las dificultades económicas, el Estado y el colonialismo. Las mujeres kurdas critican los “esfuerzos académicos feministas”, diciendo que se han hecho de forma limitada en asuntos modestos y restrictos al trabajo académico. Y la producción de conocimiento se mantiene bajo el control de un sistema hegemónico y se vende por un trabajo remunerado, por lo que argumentan que el retorno de las obras de los eruditos ha sido limitado. En el libro de Jineolojî dice: “Jineolojî será una forma de conocimiento producido en las academias alternativas, donde el conocimiento producido se dedicará a toda la sociedad, y también tiene como objetivo infundir este conocimiento en las vidas de las personas. Por lo tanto, hablamos de las nuevas formas de academias, que emplearán un lenguaje sencillo y herramientas de comunicación a las que todas las mujeres puedan tener acceso”.
Además, en una entrevista, una de las instructoras de estos institutos, Zozan Sima, dice: “Las mujeres que no pudieron encontrar su lugar en los movimientos feministas dominantes, formaron diferentes movimientos feministas y continuaron su lucha allí. Aunque esto ha tenido un impacto tremendo en la teoría feminista en términos de multiculturalismo, también ha causado que las mujeres actúen desorganizadamente y ha afectado la posibilidad de trabajar juntas sobre una base común. Ha habido solidaridades limitadas y periódicas, sin embargo, a pesar de los muy difíciles y graves problemas de las mujeres, no se ha desarrollado una lucha por la libertad sostenible e institucionalizada de las mujeres. Es más, ha habido esfuerzos para escapar de la organización”.
En lugar de esperar a que la teoría y el movimiento feminista incluyan al Movimiento de Mujeres Curdas, con el objetivo de expandir el movimiento feminista, ellas encuentran necesario desarrollar la Jineolojî en lugar de llamarlo feminismo curdo con las lecciones aprendidas de los años de experiencias de las mujeres curdas. Las mujeres kurdas sintieron la necesidad de transferir el dinamismo que se ha logrado en las esferas política y social al ámbito académico. Aunque la Jineolojî no se limita al campo académico, es una de las bases importantes para ello. A la Jineolojî le parece peligroso y problemático que los teóricos feministas delimiten el trabajo académico a las universidades.
Autonomía e igualdad de género
La circunscripción del norte de Siria no sólo incluye o reconoce a los kurdos, sino también a los armenios, sirios, árabes, turcomanos y yezidíes. La idea de autonomía democrática se opone directamente a la ideología del Estado-nación, especialmente en Oriente Medio, donde está estrechamente ligada a las ideas de homogeneidad cultural y étnica. El nuevo sistema en Rojava es más bien un sistema multicultural, multilingüe y multirreligioso que está diseñado para “permitir la participación legal de individuos que sean capaces de movilizarse y organizarse en función de su etnia, religión, género y clase”. Es un sistema de autogobierno que rechaza el modelo de administración centralizada. Este es el modelo de autogobierno defendido también por el movimiento kurdo en la frontera con Turquía. El 6 de septiembre de 2018 se construyó un nuevo modelo de administración sobre la base del sistema cantonal declarado en 2014: Consejo Democrático Sirio que pretende ser un modelo para la Siria posconflicto y propone una Siria federativa que podría ser gobernada desde el gobierno local en lugar de un gobierno centralizado e incluir a todos los diferentes grupos étnicos y religiosos y que aboga por la igualdad de género en todos los segmentos de la sociedad. El Consejo Democrático Sirio es una ala política que gobierna tres regiones autónomas principales: Éufrates, Jazeera y Afrin. Estas regiones no están reconocidas ni por el gobierno sirio ni por el Estado internacional.
Se establecieron refugios para mujeres en cada ciudad de Rojava, donde las abogadas defienden a las mujeres que se enfrentan a la violencia, ya sea política, social o doméstica. Hay centros llamados Mala Jin (Casa de Mujeres) que comenzaron a establecerse en 2011, donde las mujeres buscan ayuda cuando enfrentan problemas. La violencia contra las mujeres es el foco principal de estas casas. Estas casas también funcionan como centros de mediación o de resolución de disputas; si los problemas no pueden ser resueltos en estas casas, sólo entonces son llevados a los tribunales.
En mis entrevistas con Meryem Kobane y Roza Haseke, miembros de alto rango del YPJ, ambos subrayaron la importancia de Abdullah Öcalan en la Revolución Rojava y el espacio que se ha abierto para las mujeres dentro de ella, que se remonta a 1979, cuando visitó Siria por razones políticas y de organización.
Estas mujeres luchadoras prefieren llamarse a sí mismas “unidades de protección”. Y dicen: “La revolución no cambió la vida de las mujeres en una noche, sino que les dio visibilidad, ¡las mujeres son visibles ahora!” Dicen que las mujeres luchadoras estuvieron entre los primeros mártires de Rojava; luchan para proteger su tierra y a su gente. Sin embargo, para que las mujeres sean reconocidas como agentes de la sociedad, es necesario cambiar todo el sistema. Dicen que es importante reconocer que las mujeres no son sólo luchadoras en Rojava, como se dice en los medios de comunicación occidentales, sino que también lo son en todos los campos.
Estas mujeres definen la autoprotección de manera amplia, no limitándose a participar en la autodefensa militar de los cantones autónomos, sino protegiéndose a sí mismas contra la dominación masculina y la opresión étnica, protegiendo sus pensamientos, idioma y derechos culturales. Para las mujeres de Rojava, todo esto necesita ser protegido, y si no te proteges a ti misma, serás oprimida y atacada fácilmente. La autoprotección no debe entenderse sólo como tomar las armas, sino como organizarse y luchar por sus derechos sociales, políticos y cívicos, y el derecho a la protesta.
El cambio que se está produciendo en las regiones kurdas autónomas de Siria no debe percibirse como un simple cambio de poder, que pasa del control de un gobierno o de una etnia a otro, sino como una transformación social que permite que las minorías tengan voz y voto y participen en la dinámica del poder a medida que se construye una sociedad más igualitaria. En la región más amplia, hay una reacción violenta contra los derechos de las mujeres, y Rojava es un ejemplo prometedor de un camino hacia la igualdad de género que el mundo occidental debería apoyar. Mientras trabajan para construir una sociedad basada en un compromiso sistémico con la equidad de género, las mujeres de Rojava quieren dialogar con organizaciones internacionales de mujeres y compartir sus experiencias.
Las mujeres kurdas y la guerra
Mientras que los hombres son imaginados como guerreros, las mujeres son asociadas con la paz y en su mayoría representadas como personas que se oponen a los conflictos. ¿Ha cambiado el papel de las mujeres como “agentes de paz” para las mujeres kurdas o no, ya que han tomado las armas y luchado activamente en el campo de batalla, convirtiéndose en parte de la ‘violencia’? Cuando entrevisté a Roza Hasake, una comandante kurda de las YPJ (Yekineyen Parastina Jin – Unidades de Protección de la Mujer) en el norte de Siria, respondió a mis preguntas sobre la asociación de las mujeres con el pacifismo y si se ve a sí misma como pacifista o no: “La existencia de movimientos de paz me da fuerza, es muy importante para nosotros. Luchan para detener la guerra. Sin embargo, veo que sus esfuerzos no son suficientes. Por ejemplo, hay guerras ahí fuera, y cómo responden a eso. Creo que sus esfuerzos no son contundentes. Las mujeres que lucharon en Afganistán, Libia, Egipto no son diferentes de las mujeres de Kurdistán/Rojava (Siria), nuestro dolor es el mismo, nuestra lucha por la paz también es la misma. Por esa razón, los esfuerzos de paz deben ser iguales para todas las personas. Cuando luchábamos en Kobane, millones de personas de todo el mundo se unieron en nuestro favor, lo que significa que hacemos lo correcto, que luchamos por la paz y que estas personas se unieron por nosotros, nos apoyaron. Sin embargo, los esfuerzos de paz no son suficientes contra esta guerra horrible… Tengo responsabilidades, no puedo vivir sin hacer nada. Necesito detener esta guerra y protegernos. Ojalá pudiera hacer más en esta lucha. Hay una guerra en Siria y en los países vecinos. Hay tantas cosas que hacer. Soy uno de los camaradas de YPJ, pero no necesariamente luchamos y permanecemos en combate. Nos educamos a nosotras mismas, educamos a otras mujeres y personas y nos involucramos en el trabajo social. Dondequiera que la gente nos necesite, trabajamos allí. También hacemos trabajo político”. (Isik, 2016)
Ella no se identifica sólo como luchadora, sino como educadora, política y trabajadora social. Su respuesta también sugiere que necesitamos repensar el concepto de pacifismo con respecto a las mujeres combatientes kurdas. A medida que ha cambiado el lugar de la guerra, también ha cambiado el significado de los espacios que ocupan las mujeres. Hoy en día, los conflictos se producen en muchos espacios diferentes y a nivel local, nacional e internacional. Las mujeres pueden transformar estos lugares y de hecho lo hacen. Por ejemplo, el ejemplo de las Madres de Plaza Mayo, las madres de desaparecidos durante las guerras sucias en Argentina, o las Madres de los Sábados en Turquía, madres de kurdos desaparecidos en la década de 1990, son ejemplos de mujeres que ocuparon el espacio público durante o después de la guerra.
FUENTE: Ruken Isik / Traducido por Ana Rivas / Revista Periferias