¡A defender nuestra comunalidad en Milpa Alta!

¡A defender nuestra comunalidad en Milpa Alta!

Milpa Alta es nuestra tierra. Es el lugar en donde nos fueron mercedadas en el siglo XVI las tierras que nuestros ancestros recibieron y es el espacio en donde reproducimos nuestras formas de vida y de convivencia. Actualmente está integrada por los mismos nueve pueblos anexos a los que les fueron entregadas esas tierras y que, en la actualidad, seguimos conservando en posesión.

Nuestra Comunidad es de origen indígena e históricamente se ha regido por usos y costumbres, tanto en sus formas de representación, como en la elección de sus mayordomías y cargos tradicionales. Desde el punto de vista agrario, desde los años 80 se representó por medio de un Representante General de Bienes Comunales y por nueve representantes auxiliares, uno por cada uno de los nueve pueblos anexos que integran la Comunidad. En el año de 2018 falleció el Representante General, Don Julián Flores Aguilar, y, desde entonces, ha sido imposible hacer elecciones organizadas desde nuestra propia comunidad; primero por las pugnas entre diversos grupos dentro de la misma y, desde el año pasado, por la pandemia.

En este contexto de graves contagios en Milpa Alta, el Representante de la Procuraduría Agraria en la Ciudad de México, Alfredo Ramírez Gómez, emitió en diciembre del año pasado una sorpresiva e inusitada convocatoria para la elección de Representante General de Bienes Comunales de Milpa Alta, la que, tanto en forma como en contenido, era completamente ilegal. Su argumento era que cumplía con una ejecutoria de un juicio de amparo interpuesto por comuneros de diversos pueblos, amparo que nunca ha sido conocido por todos los integrantes de la Comunidad. Desde entonces a la fecha, este funcionario de la Procuraduría Agraria, denunciado en 2016 por diversos ejidos de Oaxaca por pretender quitar comisariados ejidales para que entrara una minera a comprar tierras, y también denunciado en Quintana Roo por el mismo motivo, ha intentado realizar elecciones fraudulentas en Milpa Alta. En el año de 1980 se integraron nueve censos de comuneros, uno por cada pueblo anexo, en los que se agregaron a todos los comuneros y comuneras que pertenecían a la Comunidad. Dichos censos los tuvo en resguardo la entonces Secretaría de la Reforma Agraria y posteriormente se agregó al expediente de Reconocimiento y Titulación de Bienes Comunales, en vía de conflicto por límites, radicado desde 1996 en el Tribunal Unitario Agrario del Octavo Distrito.

Para toda la comunidad estaba claro que era fundamental elegir sus representaciones comunales a través de su propia normatividad y no por medio de la imposición de unas elecciones basadas en convocatorias totalmente contrarias a las normas aplicables a toda comunidad indígena; es decir, conforme al artículo 2 constitucional y al Convenio 169 Sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes y menos a través de censos totalmente modificados, incompletos y alterados en su número: por medio de una invitación, que no de una convocatoria, el Representante de la Procuraduría Agraria llamó a “todo interesado” y al “público en general” a reuniones que se celebrarían el 11 y 12 para presentar los censos comunales. Lo único que hizo este Representante fue pegar listados en cada pueblo con nombres de comuneros, el cual no correspondía a los censos originales que tienen que estar en resguardo todavía en el Tribunal Agrario y en los que faltaban muchos comuneros y comuneras previamente censados desde 1980 y familias enteras.

Este grave hecho trae consecuencias de todo tipo, ya que no es sólo la mutilación de un censo comunal perfectamente conocido por todos los integrantes de la comunidad, sino que también es un atentando contra todos los derechos colectivos de la misma, con lo que se perfila la desintegración de la propia comunidad desde arriba.

Para este 8 de agosto el Representante Agrario está llamando, en segunda convocatoria, a una Asamblea para elegir al Representante General, con los comuneros de los nueve pueblos que estén presentes y que se encuentren en el supuesto censo, el que ahora fue enviado por correo a unas cuantas personas. Todas estas irregularidades e ilegalidades son el producto de la desorganización comunal y de las imposiciones de este gobierno por medio de la Procuraduría Agraria, ya que todos sabemos que existen diversos megaproyectos pactados desde sexenios anteriores con diversas empresas y que, con este gobierno, están volviendo a salir a la luz. Es necesario que las comuneras y comuneros conscientes de Milpa Alta nos unamos en la defensa de nuestra comunalidad, de nuestra tierra y de todos nuestros derechos colectivos. Estemos atentos a lo que pueda pasar este 8 de agosto en Milpa Alta.