México, la capitulación de Maduro

Los diálogos de México es una manera de formalizar la capitulación del madurismo, además de formalizar la entrega del control de nuestras riquezas y nuestra economía a la propiedad privada, extranjera y a los oportunistas nacionales (si les cabe el adjetivo).



México, la capitulación de Maduro

 

Los diálogos de México es una manera de formalizar la capitulación del madurismo, además de formalizar la entrega del control de nuestras riquezas y nuestra economía a la propiedad privada, extranjera y a los oportunistas nacionales (si les cabe el adjetivo).

Jorge Rodríguez fue a capitular la revolución y Madurito a ofrecer, a cambio de permanecer como gestores de permisos y facilitadores de seguridad pública, todas nuestras riquezas (ya lo han dicho: mano de obra barata, poner a sus servicios, agua potable, energía eléctrica, tierras, petróleo, oro, diamantes, coltán, níquel, litio, mares, pueblos enteros), con tal de ascender como nuevos ricos. Uno hace de contra peso del otro, pareciera que compiten por ser relevos de Maduro.

Los dos grupos no son muy diferentes, si acaso en la proveniencia política. Acuerdan por allá lejos las condiciones de la capitulación de la revolución sin que “la revolución” se entere, aunque es preferible decir que es la capitulación del madurismo, porque la revolución de Chávez la acabó maduro hace rato, como por arte de magia, frente a la cara de los chavistas. También podríamos decir que las sanciones tuvieron su efecto, sin embargo el acto que presentó el diálogo más bien parecía un final que un principio, la culminación de algo, la clausura de las olimpíadas. A este punto quiso llegar maduro, al punto de ser reconocido como jefe de algo, presidente, interlocutor válido, que –”por fin nos pararan bolas en el norte y poder restregárselo a la unión europea”, diría el canciller.

 

La postura de la diplomacia venezolana es la de quedar con un poco de dignidad ante la presión de EEUU que declara estar dispuesto a revisar las sanciones contra Venezuela “sobre la base de un avance significativo en la negociación integral”, y los europeos incapaces de actuar con independencia los siguen, “Estamos dispuestos a revisar las sanciones si se logran avances en las conversaciones”, indicó el diplomático europeo”: “¡no nos apuren, a güeno!”, dice Arreaza, con otras palabras, con aires de dignidad: “No venga con mensajes de extorsión. Las sanciones son ilegales y generan sufrimiento. Si quiere apoyar: ¡Respete el Diálogo!”, pero es lo mismo, el miedo se huele.

El asunto es que al final harán lo que les digan. Ya liberaron a Guevara, otro episodio que forma parte del mismo teatro, pronto conoceremos el acuerdo final, porque no les queda mucho tiempo. El acuerdo de restauración “unilateral” de una Venezuela capitalista, abierta a las inversiones y a que sus trabajadores sean explotados, borrar a Chávez y el socialismo, sin resistencia dentro del gobierno y la asamblea boba; sin que nadie salga a la calle a protestar, ya está a punto de ser firmado, si es que ya no lo hicieron.

La ley antibloqueo ya es el pasado, cumplió su cometido ¿A quién le consultaron la liberación de Guevara?, a qué pueblo, a qué partido. Su encarcelamiento fue un perfecto Show, una fiesta informativa celebrada por una gran porción de ingenuos, pero su liberación se hizo sin tanto aspaviento, un titular de UN cuando mucho, pero el gobierno actuó con silencio, solapadamente, para liberarlo. Lo encarcelaron para luego liberarlo, se pagaron y se dieron el vuelto. Así será todo, van a entregar el país diciendo que tuvieron una victoria (algunos infelices, “traidores nunca” como Diosdado, dirá que “fue una victoria revolucionaria, soberana…”, y buscará un video de Chávez hablando, paz, paz, paz, o algo que le cuadre)

Lo que falta es ver a Maduro que se retire de la política diciendo ¡Bochinche, puro bochinche!, como Miranda. ¡Ojalá se repitiera ese episodio de nuestra historia con un libertador prevenido, dispuesto a sustituir a Chávez en la lucha por nuestra independencia del capitalismo!

¡CHÁVEZ VIVE EN EL SOCIALISMO Y LA REVOLUCIÓN! ¡SIN MIEDO!