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El PCE reprime con violencia una acción de señalamiento del Movimiento Antirrepresivo de Madrid.
Ayer, 25 de septiembre, el Movimiento Antirrepresivo de Madrid organizó junto a otros colectivos antifascistas y de clase una acción de agitación y señalamiento. La acción consistía en un boicot a una de las charlas organizadas en las fiestas del PCE por el centésimo aniversario del Partido “Comunista”. Entre los ponentes de la charla se encontraban Enrique Santiago, secretario general del PCE, y Pablo Iglesias, exvicepresidente del gobierno.
La acción de señalamiento tenía la intención de denunciar públicamente la hipocresía tanto de Unidas Podemos como del PCE para con la acción de estos partidos en materia de represión política y de defensa de los intereses reales del proletariado. Debemos de recordar que ambos partidos (en el gobierno desde el 13 de enero de 2020) lejos de reducir la acción represiva del Estado la han incrementado. La ley mordaza, y el código penal en su conjunto, sigue afectando negativamente a la acción social revolucionaria, y, en consecuencia, siguen siendo decenas y decenas los presos y las presas que se encuentran en prisión por motivos políticos y de clase.
Ante la acción de señalamiento y agitación la seguridad privada del PCE (”ingeniosamente” llamada servicio de orden) ha decidido actuar de la misma forma con la que actúa el PCE y Podemos desde el gobierno: con represión y demagogia antirrevolucionaria. Pablo Iglesias, ante todo este escenario, lejos de escuchar las quejas del proletariado que protestaba se ha limitado a dar las gracias al “servicio del orden” y a los militantes que, entre empujones, insultos y algún que otro puñetazo, han expulsado a los compañeros críticos con el PCE y con Unidas Podemos.
Ni un ápice de reflexión proletaria. Ni un ápice de diálogo o arrepentimiento. El exvicepresidente del gobierno se ha limitado a criminalizar a los militantes críticos dando a entender que la culpa de el “auge” de la extrema derecha reside en los movimientos obreros organizados y no en la equidistancia y la nefasta gestión de los gobiernos del “cambio”.
El PCE, por su parte y como anfitrión, ha actuado como una fuerza represiva y reaccionaria más expulsando violentamente a los militantes y simpatizantes del Movimiento Antirrepresivo de Madrid. Les recordamos, en este punto, que los movimientos se definen por su praxis y no por sus palabras vacías sobre el poder popular. Así, los ponentes, lejos de escuchar las reivindicaciones de la clase obrera organizada y crítica se han dedicado a aplaudir la represión vertida sobre los proletarios críticos con la gestión del actual gobierno.
Con todo ello, la violencia del PCE es, además, reveladora pues toda la violencia que no instrumentalizan estos partidos contra el burgués o el fascista la lanzan rabiosamente contra la clase obrera y antifascista. Dice mucho del PCE y de Unidas Podemos que tengan tanta mano ancha con el capital y, a la vez, tanta intolerancia y reacción con la clase obrera organizada.
Una vez más se ha demostrado la deriva socialdemócrata, represiva y burguesa del PCE y de Unidas Podemos. La supuesta vanguardia revolucionaria del “precariado” se limita a cargar contra el proletariado organizado difundiendo especulaciones y acusaciones esperpénticas y ridículas sobre la vinculación de esta acción con una actividad encubierta de la extrema derecha.
El boicot no ha sido organizado por la derecha sino por una clase obrera organizada y descontenta con las falsas promesas de la socialdemocracia que representan los militantes del PCE y Unidas Podemos.
No a la represión.
No a la socialdemocracia.
No al Partido Comunista de España