La única alianza de ultraderecha es la que impone el Tren Maya: defensores mayas frente a acusaciones de Fonatur
Redacción Desinformémonos
Ciudad de México | Desinformémonos. La Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch’ Xíinbal precisó que “la única alianza de la ultraderecha de Yucatán en relación con el mal llamado ‘Tren Maya’” es la “complicidad” entre los gobiernos municipales, estatal y federal “para imponer y echar adelante el proyecto etnocida”, en respuesta a las declaraciones del director general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Rogelio Jiménez Pons, quien acusó que las organizaciones y comunidades que interpusieron amparos contra el Tren son de “extrema derecha”.
“Acusamos al gobierno federal de racista y promotor de la violencia contra los indígenas. La ridiculez inaudita e insensata de etiquetarnos como “grupo de ultraderecha” habla por sí sola de la propensión a la mentira, la simulación y la mala fe del gobierno federal y del señor Jiménez Pons”, indicó Múuch’ Xíinbal, luego de que el titular de Fonatur informara que se tienen identificadas a 327 personas y seis organizaciones que han interpuesto 25 amparos contra el Tren Maya.
Señaló que las declaraciones de Jiménez Pons “otra vez” pone en una situación vulnerable a los defensores y comunidades mayas que se oponen al megaproyecto, pues el funcionario señaló que 49 personas físicas y morales se repiten en todos los amparos.
Los integrantes de Múuch’ Xíinbal recordaron que también hay una “complicidad inaudita y descarada” en la imposición del Tren Maya entre los tres niveles de gobierno y varios organismos de las Naciones Unidas, entre ellos el Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-HABITAT) y la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS).
“Múuch’ Xíinbal ha recurrido a la defensa legal de su territorio y de sus derechos con los mecanismos y herramientas que la misma ley y el sistema de justicia nos otorga”, explicaron los defensores, quienes solicitaron la protección del amparo y pidieron medidas cautelares a la Comisión Nacional de Derechos Humanos y a la Corte Interamericana de Derechos Humanos la adopción de medidas cautelares “debido a la campaña de imposición del proyecto del tren y a la presión, la descalificación y el amedrentamiento que a diario ejerce el gobierno federal en distintos niveles”.
Frente a las declaraciones de Fonatur, los defensores mayas reafirmaron su lucha contra la imposición del megaproyecto y responsabilizaron de cualquier agresión contra los integrantes de la Asamblea al presidente Andrés Manuel López Obrador y al titular del organismo Rogelio Jiménez Pons.
A continuación el comunicado completo:
COMUNICADO PÚBLICO DE LA ASAMBLEA DE DEFENSORES DEL TERRITORIO MAYA MÚUCH’ XÍINBAL.
RESPUESTA A LAS DECLARACIONES DEL SR. ROGELIO JIMENEZ PONS, TITULAR DEl FONATUR, HECHAS ANTE LA
COMISIÓN DE COMUNICACIONES Y TRANSPORTES DEL SENADO DE LA REPÚBLICA.
YUCATÁN, A 26 de octubre de 2021
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN.
A LOS GRUPOS DEFENSORES DE DERECHOS HUMANOS.
AL CONGRESO NACIONAL INDÍGENA, CONSEJO INDÍGENA DE GOBIERNO.
El pasado martes 26 de octubre se publicó la noticia de que el director del FONATUR, Rogelio Jiménez Pons, hizo
señalamientos ante la Comisión de Comunicaciones y Transportes del Senado sobre más de dos docenas de
amparos promovidos contra las múltiples violaciones a los derechos de los pueblos originarios causados por el
proyecto mal llamado “Tren Maya”.
Hace unas pocas semanas –el 3 de septiembre pasado– respondimos a declaraciones del mismo personaje, y
reiteramos:
La Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch’ Xíinbal es una organización de comunidades que
caminamos juntas con el objetivo de defender nuestro territorio contra los megaproyectos empresariales que
buscan despojarnos de lo que aún nos pertenece como pueblo Maya. Estos proyectos de muerte tienen diversas
caras: parques solares, parques eólicos, granjas de cerdos, turismo verde, cultivos transgénicos, y ahora el
proyecto bandera de la actual administración federal mexicana: un tren que es mucho más que un tren. Todos
ellos han deforestado –y lo siguen haciendo– miles de hectáreas de selva, han saqueado y privatizado y/o
destruido los vestigios arqueológicos de nuestra cultura y han acumulado concesiones inmensas de agua del
subsuelo.
Estos megaproyectos contaminan la tierra, el agua, el aire y los alimentos que todos consumimos. La calidad de
vida está en declive y el futuro de muchas generaciones está en riesgo. La cultura Maya que nos da identidad,
sentido y dignidad está bajo acoso y en riesgo de extinción, al igual que otras culturas originarias de México ante
un panorama macabro y lleno de horror: más de un centenar de defensores de la tierra, los ríos, el agua, las
semillas y el territorio en México han sido asesinados o desaparecidos durante la actual administración
autodenominada “de la cuarta transformación”.
La Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch’ Xíinbal responde otra vez:
1.- Acusamos al gobierno federal de racista y promotor de la violencia contra los indígenas. La ridiculez inaudita e
insensata de etiquetarnos como “grupo de ultraderecha” habla por sí sola de la propensión a la mentira, la
simulación y la mala fe del gobierno federal y del señor Jiménez Pons, director del FONATUR.2
2.- La Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch’ Xíinbal ha recurrido a la defensa legal de su territorio
y de sus derechos con los mecanismos y herramientas que la misma ley y el sistema de justicia nos otorga. Hemos
solicitado la protección del amparo y hemos pedido a la CNDH y a la CIDH la adopción de medidas cautelares
debido a la campaña de imposición del proyecto del tren y a la presión, la descalificación y el amedrentamiento
que a diario ejerce el gobierno federal en distintos niveles, como bien puede verse en las declaraciones del Sr.
Jiménez Pons. La sombra del “sospechosismo” aflora en cada palabra, según publica La Jornada: “327 personas
han interpuesto 25 amparos contra el proyecto y señaló [Jiménez Pons] que 49 personas físicas y morales se
repiten en todos los amparos y se tienen identificadas a seis organizaciones de la sociedad civil detrás de estos”.
Suena siniestro. (Bien podría tratarse –por su estilo– de una ficha informativa de la extinta Dirección Federal de
Seguridad: “Identificamos a seis organizaciones de la sociedad civil detrás de los amparos. Reporta: Miguel Nazar
Haro”).
3.- En esta oportunidad señalamos que: A la luz de los hechos públicos y palpables, la única alianza de la
ultraderecha de Yucatán en relación con el mal llamado “Tren Maya” es la complicidad que se ha establecido entre
los gobiernos estatal (del panista Mauricio Vila) y municipales (como el del panista Renán Barrera en Mérida) con
el gobierno federal mexicano para imponer y echar adelante el proyecto etnocida del presidente López, violando
abiertamente los derechos del pueblo Maya.
También señalamos la complicidad inaudita y descarada en ello de varios organismos de la ONU: el Programa de
las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-HABITAT) y la Oficina de las Naciones Unidas de
Servicios para Proyectos (UNOPS), de modo principal, así como la UNESCO y la Organización Mundial del Turismo
(OMT) como corifeos, entre otros. (Al respecto le hemos enviado dos cartas abiertas al Sr. António Guterres,
secretario general de la ONU, informándole sobre lo evidente.)
4.- Responsabilizamos al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y a su subordinado y patético
director del FONATUR, Sr. Rogelio Jiménez Pons, de cualquier amenaza, percance o daño físico que pudiera
ocurrirle a cualquier integrante de la Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch’ Xíinbal, pues otra vez
sus declaraciones nos ponen –con toda intención criminal– en una situación vulnerable.
Por último: Exigimos la cancelación del mal llamado “Tren Maya” porque es un proyecto mal concebido, mal
diseñado, mal ejecutado –técnica, política, socialmente–, corrupto, corruptor y transgresor de los convenios
internacionales contra el etnocidio. Las pruebas sobran.
Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch’ Xíinbal