Migrantes han configurado territorios de protección ante ausencia del Estado

Ante la falta de protección y ausencia total y deliberada de los países en donde se han formado corredores migratorios extendidos, proliferan diversos mecanismos de autocuidado entre las personas que están en tránsito.



Migrantes han configurado territorios de protección ante ausencia del Estado

Valentina González

Ante la falta de protección y ausencia total y deliberada de los países en donde se han formado corredores migratorios extendidos, proliferan diversos mecanismos de autocuidado entre las personas que están en tránsito, dijo la Dra. Soledad Álvarez Velasco, profesora de Migración de las Américas, en el Instituto de Estudios Iberoamericanos de la Universität Heidelberg.

La egresada de la Maestría en Antropología Social de la IBERO señaló que los Estados no están en los territorios de tránsito, sino que se hacen presentes en la frontera de manera militarizada, generando escenas de control bélico como las vistas en fronteras como la de Guatemala y Honduras; en el sur de México; entre Ecuador y Perú; o Bolivia y Chile.

“Hay controles bélicos frente a cuerpos completamente desposeídos de cualquier tipo de protección estatal y tenemos que levantar un grito de responsabilidad directa hacia estos Estados que están produciendo muertes, porque es la responsabilidad estatal proteger vidas sin importar la nacionalidad de las personas”, dijo la doctora en Geografía Humana por el King’s College London.

Álvarez Velasco, quien estudia la formación de corredores migratorios extendidos Región Andina-Centro América-México-EUA, corredor hacia el norte; así como el trayecto Región Andina Cono Sur, el corredor hacia el sur, platicó sobre el rol que cumplen las mujeres en los tránsitos y en los corredores migratorios.

“Las mujeres migrantes, que viajan solas, con sus hijos o que van en grupo acompañando en ruta, están configurando economías del cuidado en movimiento; han generado durante la pandemia epidemiologías populares migrantes para cuidar”, expresó la socióloga por la Universidad de San Francisco de Quito.

Añadió que se trata de un tema de análisis, pues clama otras formas de protección y los Estados mexicano, guatemalteco, salvadoreño, hondureños y de Sudamérica lo que han hecho es dejar de intervenir en los corredores migratorios, dejar de proteger y de preservar las vidas. Por lo cual, ante esa desprotección, han proliferado formas de protección migrante desde el interior.

Al impartir la conferencia, Entre la solidaridad en ruta y la hostilidad del control: la producción de corredores migratorios en las Américas, organizada por el Departamento de Estudios Internacionales, la investigadora apuntó que se está creando una reconfiguración espacial gestada, por un lado, por la movilidad de migrantes indocumentados en tránsito y, por otro, a través de la dinámica del régimen de control migratorio.

“En estos corredores extendidos es en donde podemos apreciar cómo opera una tensión nodal para entender la producción espacial, la tensión entre movilidad (tránsitos de personas indocumentadas globales) y el control por el diverso y violento régimen migratorio que opera en Latinoamérica, el Caribe y la región del norte.

Álvarez destacó que para captar la complejidad de esta tensión entre movilidad y control cabe centrar la óptica en un solo tipo de movilidad: el tránsito irregularizado es una fuerza social contingente que contesta a la violencia sistemática y al régimen fronterizo actual.

Recordó que el desarrollo geográfico desigual de nuestro continente no puede pasar desapercibido para entender la configuración de ese corredor. Mientras que la economía de EU es la mayor del mundo; América Latina y el Caribe en conjunto configuran la región más desigual del planeta, en donde la pobreza alcanza al 50% de la población.

Añadió que frente a esas condiciones hiperprecarias, hemos migrado desde mediados del siglo XX principalmente a Estados Unidos y frente a esa movilización se han ido generando diversos mecanismos de control para detener la migración no deseada. Esa forma de control estatal, a su vez, ha sido contestada por el tránsito irregular y clandestino, mayoritariamente con el uso de coyotes.

La investigadora dijo que la tensión entre movilidad -encarnada en migración en tránsito y control- está transformando las dinámicas migratorias en las Américas. “A través de un análisis podemos darnos cuentan que cada vez más hay prácticas análogas entre el norte y el sur que deben alarmar y generar acciones de conciencia y acciones críticas para entender cómo la multiplicación de desapariciones y muertes están teniendo lugar en ambos corredores”.

“Ese espejeo que se da en el norte y el sur da cuenta de las formaciones espaciales que intervienen en una forma sistémica de control a la movilidad, en la que coexisten prácticas estatales, paraestatales, militares y letales para gobernar la movilidad de emigrantes y solicitantes de asilo”, dijo.